Juan Manuel Ruiz: «En el mundo literario hay un centro oficial y una periferia en continua tensión y con trasvases»
Juan Manuel Ruiz Martínez (Premio Genil de la la Diputación de Granada de Ensayo) es un granadino que labora en la docencia universitaria y entiende que la cultura debe de estar gestionada por gente de la cultura. O, mejor, por la gente culta. Y porque la gente de la cultura, cuando se sale de lo suyo, a veces, dice tonterías inconmensurables. Se referirá, quizá, a los políticos que se meten a “culturetas”, y a los “culturetas” que se meten a políticos.
Eso. Este profesor de Teoría de la Literatura y Literatura Comparada de la Universidad de Granada, es un hombre de verbo fácil; o sea, que dice cosas tan bellas como esta: “La buena poesía proporciona un tipo peculiar de conocimiento del mundo vinculado a la experiencia estética; nos hace más lúcidos y más felices, ofreciéndonos la posibilidad de expresar lo inefable y atisbar el absoluto”.
Estoy yo, sí, muy de acuerdo con esta definición de la buena poesía, y aunque la mala poesía que obtiene lauros y premios… intente hacer lo mismo. Juan Manuel Ruiz Martínez es sin duda muy sabio y erudito, y cuando dice estas cosas tan requetebién. Aunque a mí personalmente, me ha gustado aún más eso de que “con un buen libro uno no se aburre, y porque en un buen libro las ideas están muy vivas y permiten un diálogo constante con el lector”. Se nota, sí, que lee bastante este profesor… Y eso está pero que muy bien. No deseo dejar en el aire del olvido, que este profesor ha sido Premio Genil de la la Diputación de Granada de Ensayo, y por su obra “Disciplinas”, un ensayo muy completo en el que el profesor Ruiz Martínez encandila hasta con sus propuestas y criticas a la política que pulula por este país (España) y por la intrahistoria granadina. Un gran placer señor Ruiz Martínez, y en el supuesto de que yo un día venda seguros, usted estará en mi lista de posibles clientes. Lo dicho…
Pregunta.- Nos juntamos tres ó cuatro amigotes, formamos lo que sea, y decimos que somos los mejores… Y a recibir premios literarios: ¿Esa es la literatura que se construye en este país (España)?
Respuesta.- A veces sucede algo así, pero a veces también esa es la excusa que dan los mediocres para justificar que no se les tiene en cuenta (cuando el motivo real es su mediocridad). En el mundo literario hay un centro oficial y una periferia en continua tensión y con trasvases, pero estar en un lado u otro no garantiza la calidad.
P.- España es uno de los países en el que más libros se publican, pero uno de los países europeos en el que menos se lee… ¿Y para qué sirve publicar tantos libros al año, si luego no se leen…?
R.- Para regalarlos. El éxito de la edición en España radica en que el libro es un objeto prestigioso susceptible de ser regalado, como ocurre cada navidad con el Premio Planeta, que se pide en las librerías como tal, independientemente de quién sea el autor o de qué trate la novela.
P.- Menos mal que en América dejamos el idioma… ¿La literatura latinoamericana es actualmente superior a la española, y en todos sus apartados?
R.- No tengo un gran conocimiento de la literatura hispanoamericana (prefiero este término) actual, pero no lo creo. Lo que sí es cierto es que el español se habla mejor en Hispanoamérica que aquí.
P.- El periodismo dicen que es la literatura rápida… ¿Saben escribir los periodistas españoles, quiero decir que si construyen un buen lenguaje en las noticias, entrevistas, reportajes, etc.?
R.- Generalizar no es justo, pero en este caso casi puede serlo. Rotundamente, no, no saben. A veces me planteo si en las escuelas de periodismo, por alguna razón que se me escapa, enseñan deliberadamente a escribir mal. Una cosa que me llama la atención del estilo periodístico es la obsesión por no repetir palabras. Eso está bien para un escolar que tiene que ampliar su vocabulario, pero un adulto puede comprender que a veces es más claro e incluso más elegante hacerlo que buscar perífrasis absurdas. Luego está (y esto es lo verdaderamente preocupante) la fijación por los lugares comunes, los tópicos, los refranes, lo obvio: entiendo que a veces hay que escribir algo en muy poco tiempo, pero el recurso a la frase hecha, al dicho o la muletilla para solventar un texto revela pereza mental y falta de recursos.
P.- La universidad es el sitio ideal para aprender y formarse en una disciplina, eso por lo menos debería ser… ¿La universidad española debe no estar politizada como lo está?
R.- El ámbito en que yo me muevo no me parece que esté excesivamente politizado, en el sentido de tener una relación con los políticos que condicione las cosas que se dicen o hacen, o dejan de hacerse o decirse, buscando privilegios. Sí existe una claudicación ante los políticos por el hecho de plegarse a sus normativas absurdas para garantizar la propia supervivencia, hasta el punto de que cada vez hay que dedicar más tiempo a la burocracia en lugar de a la docencia o la investigación. Pero admito que yo soy un tanto ingenuo para estas cosas, y a lo mejor no me entero. De la universidad en su conjunto no puedo hablar porque me falta información.
P.- La emigración es un déficit terrible para cualquier persona que guste y se sienta cómoda en su país… ¿Y por qué tienen que emigrar tantos talentos españoles hartos de que la investigación sea un “camelo” institucional en España?
R.- Porque los distintos gobiernos que hemos tenido no han prestado atención a la investigación (más aún si ésta no redunda en alguna utilidad práctica directa) ni a la educación en general, ya que no les reporta ningún beneficio propagandístico a corto plazo, que es lo que suelen buscar con sus medidas.
P.- La política dicen que es un arte… ¿España es un galimatías político, en donde la corrupción, quizá un arte, aflora más de lo debido y aconsejable?
R.- España es un galimatías político. La corrupción no es un arte ni siquiera dicho como ironía, y, aunque existe, quizá no sea el mayor problema político ahora mismo. Creo que lo es más bien el desprecio de buena parte de nuestros gobernantes hacia sus gobernados, constituidos aquéllos como están en auténtica casta política separada del resto y que ya casi cree que no tiene ni que dar explicaciones ni rendir cuentas, y que se limita a negar la evidencia de lo que ha hecho o dicho mal, confiando en que en las elecciones que vengan todo quedará olvidado, o el miedo “a los otros”, debidamente sembrado por sus portavoces mediáticos, bastará (y lo peor es que suelen acertar).
P:- La ciudad de Granada, algunos argumentan que es maravillosa, y sin duda esto puede ser cierto… ¿Y Granada no es como el rabo de una sartén que sólo sirve para asirlo, me refiero a todo eso de que es una de las ciudades culturales por excelencia de este país (España)?
R.- La ciudad de Granada es maravillosa, dicho sea sin chauvinismo, y posiblemente uno de los sitios de España donde se pueda vivir mejor. Eso, desde una posición privilegiada de clase media como la mía. Es decir, que hay que seguir peleando por lo de siempre: mejora de las infraestructuras, inversiones y aumento de la renta per cápita, etc. Por lo que respecta a la cultura, creo que verdaderamente hay una actividad cultural superior a la de otras ciudades de población y recursos semejantes o incluso mayores, pero también me da la impresión de que el actual gobierno municipal ha puesto el piloto automático en este aspecto.
P.- Los euros son unas cosas redondas que se pueden compartir con otras personas… ¿Su opinión sobre el Premio Federico García Lorca de Poesía, ese que se inventó el PP municipal, y para solaz y disfrute de quién sea…?
R.- No tengo una opinión formada sobre el premio García Lorca. En principio me parece una buena iniciativa. No obstante, creo que no ha tenido el eco esperado, quizá es pronto para ello. Sí me parece apreciar que el jurado premia un tipo de poéticas en detrimento de otras, pero a lo mejor ha sido casualidad.
P.- La historia de Granada es sublime, pero la intrahistoria granadina es la aceptación del inmovilismo y la negación de todo lo que sea innovador… ¿Y culturalmente que cree usted que debe de ser la celebración del Milenio Zirí?
R.- Creo que no debe de ser el tipo de espectáculo políticamente correcto de mistificación de la historia y glorificación del relativismo cultural, y una suerte de celebración contratoma en la que, por supuesto, nadie va a protestar por las posibles violencias cometidas.
Descargar