El cocinero del Hospicio del Hospital Real de Granada cobraba a mediados del siglo XVIII 1.400 reales, frente a los 1.100 reales que percibía el médico de la institución en la misma época. Este es uno de los datos anecdóticos del libro “El Hospital Real de Granada y sus constituciones de gobierno (1593-1857)” que acaba de publicar la Editorial de la Universidad de Granada (EUG) y que firman los profesores José Valenzuela Candelario, Rosa María Moreno Rodríguez y Fernando Girón Irueste, del departamento de Anatomía Patológica e Historia de la Ciencia de la Universidad de Granada.
Las constituciones del Hospicio General de Pobres de Granada fueron aprobadas el 10 de agosto de 1756, cuando el hospicio llevaba ya casi tres años como lugar de confinamiento de indigentes, tras la decisión de la monarquía de los Borbones de eliminar la pobreza de las calles aunque para ello se hubiese de castigar y prohibir la mendicidad. Los fundadores del Hospicio de Granada, pues, “condenaban el régimen cristiano de la caridad y lo realizaban en la institución granadina más insigne y suntuosa de su desempeño, el Hospital Real, fundado por los Reyes Católicos con un sentido propia y perfectamente cristiano”.
Experiencia cotidiana
La experiencia cotidiana ante el canon contrarreformista, la tentativa asistencial ilustrada ante la cultura caritativa, así como el reglamento de 1857, de régimen interior del Real Hospital, Hospicio, Casa-cuna, y de Amparo de Granada, son objeto de análisis en el libro que sobre la asistencia a los pobres y la regulación social publican los profesores de la UGR José Valenzuela, Rosa María Moreno y Fernando Girón.
En el volumen se analizan aspectos como la obra pía y el patronazgo de la Corona del Hospital Real de Granada, la asistencia médica y la custodia de los dementes, la población y el espacio del Hospicio, el Hospital General de Pobres de Granada y la reforma borbónica, la administración del centro y la idea asistencial, el departamento de la Casa-Cuna, la Casa de Amparo o el Real Hospital de Dementes.
Así, en las ordenanzas del Real Hospicio General de Pobres de 1756 se consignaba, incluso, la nómina de los ministros, sus salarios, o la habitación que se les asignaba. En este documento se indica que el enfermero mayor cobraría 1.100 reales, el cocinero 1.460, y el médico 1.100 reales.
En el aparatado 365 del capítulo 23 de estas ordenanzas, referido al “nuevo real colegio de la Concepción de niñas huérfanas, abandonadas”, se indica: “No podrán entrar en este colegio sino es aquellas huérfanas que realmente y en propio sentido se llaman tales, y que no tienen padre ni madre conocidos o quieran educarlas y criarlas, sin que ni la junta ni otra persona interprete ni dispense en esta cualidad con el título de que el padre o la madre son pobres o ganan de comer con su trabajo, porque a éstas se les socorrerá y cuidará en el hospicio y no en este seminario, mediante que el fin de esta fundación es principalmente para aquellas huérfanas que son abandonadas y que no conocen ni tienen persona que las cuide ni les tenga obligación”.
En lo que concierne a la casa de mujeres arrepentidas o castigadas por la justicia, en el apartado 383, el reglamento indica textualmente: “Mediante que en la ciudad de Granada por antigua fundación hay una casa que por su instinto es para las mujeres pecadoras que arrepentidas quieren retirarse de su mala vida, y que se ha acostumbrado recibir en ella algunas mujeres de las que las justicias condenan a reclusión y cárcel, pero por lo muy pobre y corto de esta fundación no pueden allí mantenerlas y han llegado a estado de no poder recibirlas, cuidará la junta mayor de hospicio de que se establezca, aumente y asegure esta fundación, de modo que se puedan recoger y recibir allí todas las mujeres que las justicias condenaren y remitieren”.
En el libro se aportan datos, estadísticas y documentos relativos a la regulación social, la asistencia y la pobreza. En este último ámbito, los autores citan una encuesta realizada en 1849 por el Ministerio de Fomento y recogida por Castro Alfín, y concluyen que en Granada y su provincia “más de 1.500 personas habrían utilizado a diario los comedores de los establecimientos benéficos”.
Referencia:
Profesor José Valenzuela Candelario. Departamento de Anatomía Patológica e Historia de la Ciencia. Universidad de Granada. Tfns.: 958 243045. Correo electrónico: jvalenz@ugr.es
Profesora Rosa María Moreno Rodríguez. Departamento de Anatomía Patológica e Historia de la Ciencia. Universidad de Granada. Tfns.: 958 246182. Correo electrónico: moreno@ugr.es
Profesor Fernando Girón Irueste. Departamento de Anatomía Patológica e Historia de la Ciencia. Universidad de Granada. Tfns.: 958 246182. Correo electrónico: