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La memoria en Al-Ándalus
Historia. El ministro de Cultura y Comunicación de Marruecos y la consejera de Cultura de la Junta de Andalucía inauguraron en Granada un encuentro de expertos que analizarán los manuscritos árabes en España y Marruecos
Muhammad Achaari conversa con el alcalde de Granada, José Torres Hurtado, al término del acto inaugural del congreso sobre manuscritos árabes en España y Marruecos.
2006, un año para que España y Marruecos se conozcan a fondo
JESÚS ARIAS
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granada. Los manuscritos árabes de Al-Ándalus son un patrimonio único que establece los puentes entre los países de las dos orillas del Mediterráneo. El ministro de Cultura y Comunicación de Marruecos, Muhammad Achaari, fue ayer así de contundente en Granada. Esos manuscritos no son solamente objeto de memoria, sino también de sabiduría, y aportan datos históricos de esa época de convivencia que supuso Al-Ándalus, sobre la que es posible fijar el porvenir de España y Marruecos.
Muhammad Achaari se desplazó a Granada para presidir, junto a la consejera de Cultura de la Junta de Andalucía, Rosa Torres, la inauguración del congreso internacional Los manuscritos árabes en España y Marruecos, que reúne a más de una treintena de expertos de las Universidades de Granada, de Fez y la Complutense de Madrid hasta el próximo 2 de junio.
En la actualidad existen más de 4 millones de manuscritos árabes, pero tan sólo hay catalogados 40.000 en Marruecos y 4.500 en España, según explicó María Jesús Viguera, de la Universidad Complutense de Madrid y miembro del comité científico del congreso. En el encuentro se analizarán a fondo los manuscritos andalusíes de la Biblioteca del Qarawiyyin de fez, los manuscritos árabes de Córdoba, los manuscritos árabes del Palacio Real de Madrid, los manuscritos árabes cristianos, los manuscritos de Granada o los manuscritos aljamiados en la Real Academia de la Historia de Madrid, entre otros. También se analizarán aspectos como su conservación, catalogación y protección o cómo era la tinta que se utilizaba para realizarlos.
Para el ministro de Cultura y Comunicación de Marruecos, este encuentro será una ocasión para vislumbrar las potencialidades de conocer este legado, que es parte de nuestra historia pasada. Esta grandiosa memoria, dijo, precisa del esfuerzo de muchas personas para llevar a cabo iniciativas comunes de catalogación e intercambio de copias de manuscritos.
El proyecto va a reavivar este patrimonio único y a establecer puentes entre los países de las dos orillas del Mediterráneo, añadió. Es necesario que nuestros hijos puedan leer el pasado, como sucedía con Averroes o Avicena.
Muhammad Achaari se enorgulleció de que Marruecos tenga la mayor parte del patrimonio de los manuscritos en bibliotecas como la del Qarawiyyin, Ben Yussuf, o ciudades como Tetuán o Fez, que fueron las que recibieron los manuscritos de Al-Ándalus tras la expulsión de los musulmanes de España.
El ministro de Cultura marroquí destacó la importancia de este congreso que se celebra en el Parque de las Ciencias de Granada porque siempre es muy importante ver las raíces comunes y también el futuro. También señaló que los manuscritos son un objeto de memoria pero también de saberes y resaltó que Marruecos y Andalucía tienen el valor de Al-Andalus, que es un valor de cordialidad y de convivencia que estos manuscritos permiten consultar y estudiar.
Marruecos espera y aspira a hacer de este patrimonio conjunto algo que quede para la Humanidad, agregó el ministro. Hay que defender el legado y presentarlo como prueba del esfuerzo que desempeñó la Humanidad en un momento de su historia.
Al-Ándalus siempre ha sido una tierra fértil para la producción del conocimiento antes de la aparición de la imprenta. Ahora, las instituciones marroquíes están empeñadas en tratar los manuscritos de Rabat, Fez y Marrakech para catalogarlos de la mejor forma posible. Para ello necesitamos ampliar los avances científicos y técnicos. Debe haber más acceso a los catálogos e intercambio de copias para beneficio de investigadores y estudiosos.
Muhammad Achaari advirtió también sobre el peligro: el del tráfico ilegal de manuscritos. Es un fenómeno en expansión, explicó, que no sólo amenaza la memoria de los pueblos sino que puede destruir la constancia que nosotros tenemos de las generaciones anteriores. Para el ministro, el estudio de los manuscritos es una forma de encuentro entre las culturas de las dos orillas.
La consejera de Cultura, Rosa Torres, anunció, por su parte, la intención de la Junta de Andalucía de publicar las actas del congreso en castellano y en árabe y su deseo de llegar a acuerdos con las autoridades marroquíes para publicar manuscritos en su versión facsímil al objeto de que los ciudadanos puedan tener accesos a ellos. Representan, dijo, un pasado común que nos puede ayudar a sentirnos más cerca unos de otros y a entendernos mejor.
La consejera destacó que Granada siempre ofrece oportunidades para profundizar en el conocimiento de las raíces andaluzas.Es el caso de nuestras raíces compartidas con el norte de Africa y con el norte de Marruecos, al tiempo que señaló que profundizar en el conocimiento a través de un objeto de culto, como es el manuscrito, requiere no sólo del rigor, conocimiento y sabiduría de los investigadores, sino también de una capacidad de sentimiento y de emoción ante el hecho de que alguien haya escrito sobre un papel que ahora está en tus manos.
Con ella coincidió María Jesús Viguera. La historia que nos une a marroquíes y españoles hacen que los manuscritos sean un acervo compartido, señaló. Desde hace unos años se ha emprendido una colaboración entre las universidades de Fez, Granada y la Complutense de Madrid para intercambiar información. La mayoría de los manuscritos que hoy se conocen son textos religiosos o libros relacionados con diferentes aspectos del saber. Muchos de ellos son tratados sobre agricultura o ciencia. Otro gran número corresponde a actas notariales de la época medieval o registros de propiedades andalusíes.
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