AA ellas también les gustan jóvenes
Un número creciente de mujeres rompe un estereotipo aún muy extendido Manuel Díaz Prieto
No tienen las neuras de los de mi edad y el sexo es más agradable
LA VANGUARDIA – 29/05/2005
Due, ome está resultando tan raro como pensaba. Teresa Nempresaria de 52 años, mujer resuelta y atractiva, lleva las últimas semanas inmersa en una historia de amor con un joven 22 años más joven que ella. Al principio no me podía creer que lo estuviese haciendo: el tabú también habitaba en mi interior y aquel chaval ¡era más joven que mi hijo mayor! Pero cada día que pasa esa sensación se va diluyendo ¿Y la gente? Me importa un pito lo que piense la gente.
Diane Keaton sale con Keanu Reeves. La diferencia de edad entre ellos es similar a la de Teresa con su pareja. Pero mientras Diane es una actriz de cine mundialmente famosa cuya opción puede ser leída como una excentricidad glamurosa, ¿cómo afronta la cotidianidad una mujer normal que decide dar ese paso? Recuerdo que, hace 20 años, el hijo de unos amigos regresó de estudiar en EE.UU. Los padres sabían que se había hecho novio de la hija de la casa donde vivía; el escándalo fue cuando se presentó con la madre. A mí también me chocó muchísimo. Pero aunque el estereotipo sigue pesando lo suyo, cada vez más mujeres de mi generación deciden sacudírselo de encima. Hasta hace nada no me hubiese atrevido a embarcarme, pero fue él quien empujó y yo, finalmente, decidí permitírmelo. Sólo puedo decir que estoy encantada.
Hace pocas décadas, hasta el hecho de que la esposa fuese unos meses mayor que el marido era motivo de un cierto rubor social. Sin embargo, la situación contraria, aunque la diferencia fuese apreciable, prestigiaba socialmente al hombre y ponía en cuestión los motivos de la mujer. La situación, afortunadamente, ha cambiado una barbaridad. La revolución femenina del siglo pasado permitió que muchas mujeres occidentales lograran no sólo la independencia económica, sino también que decidieran dejar de envejecer, mantenerse atractivas, al tiempo que constataban que el apetito erótico no se extingue con la edad.
Hoy se dan, pues, las condiciones adecuadas para el asalto a uno de los bastiones irreductibles de la discriminación sexual: la doble vara de medir el envejecimiento según fueses hombre o mujer. Por eso hoy, un número creciente de mujeres ha decidido romper un tabú que socialmente sigue gozando de muy buena salud.
No creo que se esté consolidando esa tendencia, matiza Carmela Sanz, una de las fundadoras del Instituto de Investigaciones Feministas de la Universidad Complutense de Madrid. Es cierto que se ven más ejemplos en nuestro entorno, pero la sociedad todavía penaliza claramente a las mujeres maduras que tienen parejas más jóvenes. Sin embargo, ¿por qué no? Siempre y cuando, obviamente, las relaciones de poder entre ellos no sean tan absolutamente distantes como la de la profesora estadounidense y su alumno de 14 años.
¿No estaremos frente a un simple deseo de imitación masculina, más que de un impulso sexual? Para los hombres -dice la profesora Sanz- tampoco se trata únicamente de una pulsión sexual, sino también de una forma de demostrar su poder. Y me imagino que hay mujeres que se mueven en los mismos parámetros.
El naturalista Richard Conniff, autor de Historia natural de los ricos,explica cómo funciona el asunto en el mundo masculino: Una mujer joven vestida de alta costura y llena de joyas sirve de publicidad sexual a su marido.
Los machos dominantes, ya sean elefantes marinos o gente como Donald Trump, atraen a más mujeres exhibiendo su poderío. El dinero es un gran afrodisíaco que convierte a las hembras de los ricos en mujeres-trofeo, lo que tiene para ellas espantosas repercusiones.
Rosa Baixes, comercial en la cuarentena y con pareja estable 15 años más joven que ella, lo tiene clarísimo: Más que el reflejo de un deseo de poder, se trata de materializar un anhelo de libertad. Y están, además, las virtudes obvias en este tipo de parejas: tener relaciones con alguien más joven, que aún no acarrea las neuras de los hombres de tu edad, resulta revitalizante. En cuanto al sexo, las mujeres entre los 45 y los 55 todavía tenemos mucho apetito sexual y alguien más joven en la cama puede resultar muy agradable.
El primatólogo Carlos Gil Burmann ha realizado una investigación sobre las pautas del emparejamiento humares no en España y sus paralelismos con el mundo animal. Tras recoger al azar 7.000 anuncios publicados en la prensa en la sección Relaciones estables-matrimonio llegó a la conclusión de que mientras las mujeres buscan varones mayores con estatus y recursos y ofrecen atractivo físico, los varones buscan mujeres más jóvenes y atractivas y ofrecen a cambio estatus socioeconómico. Y un par de conclusiones más: cuanto más jóvenes son las mujeres, la diferencia de edad que buscan en el hombre es mayor, mientras que en ellos sucede lo contrario (o sea, cuanto mayoella son, buscan mujeres más jóvenes).
Muchos especialistas aceptan hoy que las razones que mueven a un hombre maduro a buscar una mujer joven son vitales. El deseo de sentir que todavía es joven y de seguir viviendo la vida con intensidad. Pues estar con una mujer joven le aumenta su autoestima, opina Trinidad Aparicio, psicóloga clínica de la Universidad de Granada.
¿Y cuando ella es la mayor?: Ésta ha sido una situación tradicionalmente casi inexistente y no aceptada por la sociedad. Actualmente, aunque no es muy común, cada vez hay más parejas en las que la mujer es bastante mayor que el hombre, pero esta relación suscita para la mayoría dudas y curiosidad. La mujer actual está muy preparada, tanto profesional como intelectualmente, tiene iniciativa propia y pocos prejuicios sociales o familiares. No acepta la dominación masculina y busca una relación en un plano de igualdad. Es por tanto quien coge las riendas de su vida y decide, eligiendo en algunos casos, tener una relación con un hombre más joven.
La psicóloga aprecia además otro factor que influye decisivamente en la eclosión de este fenómeno: La estética, con los adelantos en cosméticos y la tendencia a cuidarse para mantenerse sano y joven, ha logrado que mujeres con 40 años estén realmente estupendas y puedan estar físicamente a la altura de las más jóvenes.
A sus 46 años, Teresa Picard es un buen ejemplo de ello. Su atractivo le permite competir en el terreno de la seducción con mujeres mucho más jóvenes. Lo más difícil entonces es gestionar los celos que te despiertan precisamente esas jovencitas. Pues la inseguridad creo que es uno de los peajes inevitables del hecho de tener una pareja de menor edad. Les pasa a los hombres y, por desgracia, también a las mujeres. Además, cuando la diferencia es, como en mi caso, de 18 años, también te preguntas cómo evolucionará la historia en el futuro, cuando yo tenga 15 años más y él apenas haya cumplido 40. Pero de eso ya hablaremos dentro de 15 años, de momento ¡que me quiten lo bailao!.
¿Y los hombres jóvenes? ¿qué es lo que les atrae de las mujeres de más edad? La experiencia y la comprensión, dicen los psicólogos. También la independencia y la estabilidad emocional, pues encuentran en ellas a personas más tolerantes y seguras de sí mismas: Son hombres que no desean desempeñar el rol protector y que les gusta enriquecerse de la sabiduría y experiencia de una mujer adulta, explica Trinidad Aparicio.
Asus 28 años, Quino, la pareja de Rosa, tampoco tiene dudas de por qué está con ella: ¡Es que está más buena que el pan!, bromea. Y los dos se ponen a reír como chavales. Qué envidia.
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