A material has been designed a material that can dispose of the toxic compounds present in water used for human consumption

José Rivera Utrilla and Manuel Sánchez Polo, who are both scientists from the department of Inorganic Chemistry of the University of Granada, have designed a material that can dispose of 100 % of the halide ions such as bromide, iodide and chloride in the water used for human consumption. Under certain conditions, the presence of these ions gives the water undesired properties and, in the worst case scenario, they cause the creation of highly toxic by-products during the water purification process.

Water chlorination has played an essential role in public health, since it has protected us from infectious diseases passed on through drinking water. Likewise, ozone is another of the most powerful disinfectants currently used. Both chlorine and ozone are powerful bactericides and, although their main function is to disinfect the water, they also produce secondary by-products when they react with organic substances and other precursors that the untreated water contains.

So, for example, bromate is a by-product of the water ionisation produced when there are bromides in the water. Bromates are carcinogen agents which are very powerful at low concentrations, and when they form they are very difficult to remove. Water which is rich in iodides presents another problem. These ions react with organic matter to form compounds known as iodomethanes which cause the medicinal smell in water. This phenomenon is often attributed to plastic containers.

Extra pure water

To avoid the formation of these compounds, the researchers from Granada have obtained a low density and highly porous material that can retain the halides in natural water. The material prepared has a great porosity and a high concentration of silver atoms on its surface. The process of disposal of the halide ions from the water is due to a process of chemisorption i.e. a chemical reaction between these ions and the silver on the solid surface. This process causes the halide ions to be retained when the appropriate silver halides are formed. When the water passes through a bed full of this material, the concentration of these ions is reduced to the point of being null and void.

Scientists maintain that with this process they can obtain water with very low concentrations of these ions. Therefore, this discovery is attractive for the drug industry, which needs water with these features for its production process.

Materials Engineering

Until now, the activated carbon, which is considered to be the adsorbent par excellence, has been inefficient in disposing of these halide ions of the water. However, the effectiveness of the new material designed by the researchers from Granada is 100 %, even on an industrial scale.

Another added value is the ease and high capacity of regeneration of this material. In order for this to happen, once the material has been used to dispose of the ions of water, a diluted aqueous solution of ammonia passes through the column and causes the material to present the same adsorbent properties as at the beginning.
Currently, the Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación ,OTRI (the University of Granada’s Research Transfer Office) promotes this discovery which is protected by a patent.

Reference:
Prof. José Rivera Utrilla. Department of Inorganic Chemistry of the University of Granada.
Telephone Numbers: 958 – 248 523 / 243 322. E-mail address: jrivera@ugr.es


Diseñan un material capaz de eliminar compuestos tóxicos de las aguas destinadas a consumo humano

Los científicos del departamento de Química Inorgánica de la Universidad de Granada, José Rivera Utrilla y Manuel Sánchez Polo, han diseñado un material capaz de eliminar del agua destinada a consumo humano iones haluros como bromuros, yoduros y cloruros, con una eficacia del 100%. En condiciones determinadas, la presencia de estos iones confiere al agua propiedades indeseables, y en el peor de los casos, durante el proceso de potabilización de las mismas provoca la generación subproductos altamente tóxicos.

La cloración de las aguas ha desempeñado una función esencial en la salud pública al proteger de enfermedades infecciosas transmitidas por el agua potable. Igualmente, otro de los desinfectantes más potentes actualmente utilizados es el ozono. Ambas sustancias son bactericidas enérgicos, y aunque su principal acción es la desinfección del agua, también producen subproductos secundarios cuando reaccionan con sustancias orgánicas y otros precursores presentes en el agua sin tratar.

Así, por ejemplo, el bromato, es un subproducto de la ozonización de aguas generado cuando se encuentran presentes bromuros en las mismas. Los bromatos son agentes carcinógenos muy potentes en bajas concentraciones, y una vez formados resultan muy difíciles de eliminar. Otro problema tiene lugar con las aguas ricas en yoduros. Estos iones reaccionan con la materia orgánica presente para dar lugar a la formación de unos compuestos conocidos como “yodometanos”, responsables del olor medicinal del agua. Un aspecto que a menudo se suele atribuir al embase de plástico.

Agua ultrapura
Para evitar la formación de estos compuestos, los investigadores granadinos han obtenido un sólido de baja densidad y altamente poroso capaz de retener los iones haluros presentes en el agua natural. El material preparado se caracteriza por presentar una gran porosidad y una elevada concentración de átomos de plata en su superficie. La eliminación de los iones haluros del agua se debe a un proceso de quimisorción, es decir, una reacción química entre estos iones y la plata presente en la superficie del sólido, lo que provoca que los iones haluros queden retenidos al formarse los correspondientes haluros de plata. El agua, a su paso a través de un lecho relleno de este material, reduce la concentración de estos iones hasta hacerla nula.

Los científicos aseguran que con este procedimiento se puede llegar a obtener agua con muy bajas concentraciones de estos iones, lo que hace de esta invención un atractivo para la industria farmacéutica, que precisa de agua con estas características en su proceso de producción.

Ingeniería de materiales
Hasta el momento, el carbón activo, considerado como el adsorbente por excelencia, ha resultado ineficaz para eliminar estos iones haluro de las aguas. Sin embargo, la eficacia del nuevo material diseñado por los investigadores granadinos es prácticamente del 100%, incluido a escala industrial.

Otro valor añadido es la fácil y alta capacidad de regeneración del material. Para ello, una vez que el material ha sido utilizado para eliminar los iones del agua, se hace pasar una disolución acuosa diluida de amoniaco a través de la columna, consiguiendo que el material vuelva a presentar las mismas propiedades adsorbentes que al principio.
Actualmente, desde la Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación (OTRI) de la Universidad de Granada se promociona esta invención protegida mediante patente.

Referencia: Prof. José Rivera Utrilla. Dpto. de Química Inorgánica de la Universidad de Granada.
Tlfs. 958 – 248 523 / 243 322. Correo e. jrivera@ugr.es


La UGR organiza nuevos cursos de formación para el uso de las nuevas tecnologías por parte de sus profesores

Con objeto de promover la implantación de las Nuevas Tecnologías en la actividad docente del profesorado de la Universidad de Granada, el Centro de Enseñanzas Virtuales (CEVUG) realiza una nueva convocatoria de cursos de formación tecnológica al profesorado para este año académico.

El CEVUG ofrece al profesorado de la UGR cursos de formación tecnológica que abarcan dos aspectos distintos: por un lado, los usos y aplicaciones de diferentes herramientas informáticas que les puedan ser útiles a la hora de desarrollar sus labores de docencia e investigación; y, por otro, los aspectos metodológicos del modelo educativo virtual, con especial énfasis en el diseño instructivo de contenidos y la tutorización en línea.

Durante este curso académico, la oferta formativa para el profesorado la componen los cursos de formación tradicionales que se han impartido en años anteriores y, como novedad, una serie de talleres de trabajo de corta duración. Estos talleres tienen como objetivo conocer y aprender nuevas técnicas y herramientas relacionadas con las Nuevas Tecnologías. Además, a lo largo del curso se irán proponiendo nuevos talleres de interés para la comunidad universitaria.

Los cursos se realizarán siempre que exista un mínimo de 15 alumnos, tanto en el turno de mañana como en el de tarde, y la información sobre los que se realizarán próximamente se encuentra en la página web del CEVUG. La inscripción ya está abierta y las solicitudes se atenderán por riguroso orden de petición, hasta completar las plazas disponibles en cada grupo.

Taller: Puesta en funcionamiento de nuestro sitio web paso a paso
Son muchos los profesores que comienzan en el mundo del diseño web y son también muchas las preguntas que surgen a lo largo de este proceso: ¿Cómo obtener un espacio web? ¿Cómo crear la estructura del sitio? ¿Cómo hacer gráficos adecuados? ¿Cómo encontrarán los usuarios la página web en Internet? El 8 de febrero, de 10 a 14 h., en el Aula de Informática (Vestíbulo A) de la Facultad de Farmacia, de manera presencial y a lo largo de cuatro horas, el profesor Francisco Martín Fernández explicará las bases necesarias para establecer una presencia en la web; no se profundizará en cuestiones técnicas del lenguaje HTML, sino que sólo se explicarán nociones muy elementales.

Taller: Introducción al diseño web con (x)html
(x)HTML es el lenguaje de la World Wide Web (WWW), un conjunto simple de etiquetas que permite mostrar textos, sonidos, gráficos y videos en millones de páginas web. Gracias a los editores HTML (Dreamweaver, Homesite o Frontpage) se pueden diseñar sitios web completos sin necesidad de conocer el código html. Aún así, cualquier persona que tenga que diseñar un sitio web, necesita unos conocimientos básicos sobre (x)html, ya que puede resultar crítico para comprender el funcionamiento del sitio web y la resolución de errores. El Prof. Francisco Martín Fernández impartirá este taller presencial de 4 horas de duración el 13 de febrero, de 10 a 14 h., en el Aula de Informática (Vestíbulo A) de la Facultad de Farmacia.

Taller: Introducción a CSS (Hojas de Estilo en Cascada)
CSS (Cascading Style Sheets) es una tecnología que permite al diseñador web tener un control preciso sobre casi todos los aspectos del diseño y la presentación de un sitio web. En este taller presencial de 4 horas de duración, el profesor Francisco Martín Fernández enseñará cómo el funcionamiento de CSS proporciona una forma fácil y rápida de manipular elementos de una página web, como las fuentes, las listas, los colores, los fondos, los bordes, el posicionamiento e, incluso, la visibilidad. El taller se impartirá el 21 de febrero, de 10 a 14 h., en el Aula de Informática (Vestíbulo A) de la Facultad de Farmacia.

Curso 1: Herramientas de digitalización de Contenidos Docentes
En este curso presencial de 20 horas de duración se profundizará en el estudio de las herramientas básicas para la digitalización de materiales docentes: Microsoft Word y Microsoft PowerPoint. Se requiere un uso y manejo fluido del entorno Windows (creación de carpetas, administración de archivos, etc.). El curso se realizará del 5 al 16 de febrero, de 17 a 19 h., en el Laboratorio 3 de la Facultad de Biblioteconomía y Documentación.

Curso 2: Generación de contenidos y tutorización on-line
Con este curso se procederá al estudio de los aspectos básicos de la enseñanza virtual, la creación de contenidos y la tutorización on-line, para lo que se analizarán las características de la enseñanza a través de Internet, se aprenderá a escribir para la web, y se iniciará a los asistentes en el diseño instructivo de materiales educativos en entornos virtuales, la utilización de recursos en el entorno virtual, la tutorización y laevaluación on-line, y los derechos de autor en Internet. Se trata de un curso semipresencial de 50 horas de duración (8 horas presenciales y 42 virtuales), que se llevará a cabo del 26 de marzo al 28 de abril en el Laboratorio 3 de la Facultad de Biblioteconomía y Documentación.

Curso 3: Maquetación de materiales docentes
En este curso presencial de 20 horas de duración, los asistentes estudiarán el entorno de trabajo Dreamweaver, herramienta para la maquetación de materiales en HTML. Se requiere un alto grado de familiaridad con el entorno Windows e Internet y se recomienda haber realizado los cursos 1 y 2 este año o en años anteriores. El curso se impartirá del 14 al 25 de mayo, con posibilidad de escoger horario de mañana o de tarde, en el Laboratorio 3 de la Facultad de Biblioteconomía y Documentación.

Curso 4: Plataformas de Teleformación de Código Abierto: ILIAS
A lo largo de las 20 horas de enseñanza presencial que componen este curso, se procederá al estudio de las características principales de la plataforma de Código Abierto (OpenSource) ILIAS, desde el punto de vista del alumno y del profesor, para lo que se recomienda haber realizado los cursos 1, 2 y 3 este año o en años anteriores. El curso se llevará a cabo del 18 al 29 de junio, en horario de 9 a 11 h., en el Laboratorio 3 de la Facultad de Biblioteconomía y Documentación.

Referencia: Centro de Enseñanzas Virtuales de la Universidad de Granada.
Tel.: 958 24 09 73 / 958 24 09 74. Correo e. tad@ugr.es.
Web http://cevug.ugr.es/profesores.html.


Consumo de maíz y vino tinto retrasa el envejecimiento, según estudio español

Consumo de maíz y vino tinto retrasa el envejecimiento, según estudio español

La investigación concluye que la melatonina, sustancia contenida en algunos alimentos, aplaza el daño oxidativo y los procesos inflamatorios propios del envejecimiento.

El consumo de maíz, cerezas, avena y vino tinto retrasa el envejecimiento por su alto contenido en melatonina, sustancia producida en pequeñas cantidades por el cuerpo y que retrasa el daño oxidativo y la degeneración neuronal.

Así lo establece un estudio de la Red Nacional de Investigación del Envejecimiento en el que participan investigadores del Instituto de Biotecnología de la Universidad de Granada (sur de España), informó este sábado a Efe la institución académica.

El trabajo fue llevado a cabo en ratones normales y transgénicos, a los que se le provocó un envejecimiento celular acelerado. Los resultados del estudio son aplicables al ser humano.

El estudio concluye que el consumo de la melatonina retrasa el daño oxidativo y los procesos inflamatorios propios del envejecimiento.

Esta sustancia natural, que el ser humano produce, se encuentra en pequeñas cantidades en algunas frutas y verduras como la cebolla, la cereza y el plátano, y en cereales como el maíz, la avena y el arroz, además del vino tinto y algunas plantas aromáticas como la menta, la hierba luisa, la salvia o el tomillo.

Según Darío Acuña, miembro del Instituto de Biotecnología de la Universidad de Granada y coordinador de la Red Nacional de Investigación del Envejecimiento, el estudio comprobó que es a los cinco meses de edad en los ratones, lo que equivaldría a los 30 años del hombre, cuando comienzan a aparecer los primeros síntomas de envejecimiento en los tejidos.

Es entonces cuando se produce un aumento de los radicales libres (oxígeno y nitrógeno), que a su vez provocan una reacción inflamatoria.

Este estrés oxidativo también tiene su reflejo en la sangre, ya que, según han comprobado los investigadores, las células sanguíneas son más frágiles con el paso de los años, por lo que su membrana celular se destruye más fácilmente.

Los autores del estudio administraron melatonina en pequeñas cantidades a los ratones y observaron que esta sustancia, además de neutralizar el estrés oxidativo y el proceso inflamatorio provocado por el envejecimiento, retrasa los efectos de éste, aumentando así la longevidad.

La labor de la Universidad de Granada consistió en estudiar la función de la mitocondria de los ratones y su capacidad para producir ATP o trifosfato de adenosina, una molécula encargada de almacenar la energía que cualquier célula necesita para llevar a cabo todas sus funciones.

Según Acuña, la administración crónica de melatonina en el animal en el momento en que deje de producirla ayuda a contrarrestar todos los procesos asociados al envejecimiento.

Así, la ingesta de esta sustancia a diario en el hombre a partir de los 30 ó 40 años podría, si no prevenir, al menos retrasar la aparición de enfermedades ligadas al envejecimiento y relacionadas con los radicales libres e inflamación, como son muchos procesos neurodegenerativos, como el Párkinson, así como las complicaciones de patologías como la diabetes.

El investigador confía en que el Ministerio de Sanidad legalice pronto la comercialización de la melatonina, ya que al ser un producto natural producido por el organismo humano, esta sustancia no se puede patentar y su producción resultaría poco rentable para la industria farmacéutica.

Mientras se legaliza o no, los expertos recomiendan el consumo de esta sustancia al menos como suplemento nutricional. (EFE)

La investigación concluye que la melatonina, sustancia contenida en algunos alimentos, aplaza el daño oxidativo y los procesos inflamatorios propios del envejecimiento.

El consumo de maíz, cerezas, avena y vino tinto retrasa el envejecimiento por su alto contenido en melatonina, sustancia producida en pequeñas cantidades por el cuerpo y que retrasa el daño oxidativo y la degeneración neuronal.

Así lo establece un estudio de la Red Nacional de Investigación del Envejecimiento en el que participan investigadores del Instituto de Biotecnología de la Universidad de Granada (sur de España), informó este sábado a Efe la institución académica.

El trabajo fue llevado a cabo en ratones normales y transgénicos, a los que se le provocó un envejecimiento celular acelerado. Los resultados del estudio son aplicables al ser humano.

El estudio concluye que el consumo de la melatonina retrasa el daño oxidativo y los procesos inflamatorios propios del envejecimiento.

Esta sustancia natural, que el ser humano produce, se encuentra en pequeñas cantidades en algunas frutas y verduras como la cebolla, la cereza y el plátano, y en cereales como el maíz, la avena y el arroz, además del vino tinto y algunas plantas aromáticas como la menta, la hierba luisa, la salvia o el tomillo.

Según Darío Acuña, miembro del Instituto de Biotecnología de la Universidad de Granada y coordinador de la Red Nacional de Investigación del Envejecimiento, el estudio comprobó que es a los cinco meses de edad en los ratones, lo que equivaldría a los 30 años del hombre, cuando comienzan a aparecer los primeros síntomas de envejecimiento en los tejidos.

Es entonces cuando se produce un aumento de los radicales libres (oxígeno y nitrógeno), que a su vez provocan una reacción inflamatoria.

Este estrés oxidativo también tiene su reflejo en la sangre, ya que, según han comprobado los investigadores, las células sanguíneas son más frágiles con el paso de los años, por lo que su membrana celular se destruye más fácilmente.

Los autores del estudio administraron melatonina en pequeñas cantidades a los ratones y observaron que esta sustancia, además de neutralizar el estrés oxidativo y el proceso inflamatorio provocado por el envejecimiento, retrasa los efectos de éste, aumentando así la longevidad.

La labor de la Universidad de Granada consistió en estudiar la función de la mitocondria de los ratones y su capacidad para producir ATP o trifosfato de adenosina, una molécula encargada de almacenar la energía que cualquier célula necesita para llevar a cabo todas sus funciones.

Según Acuña, la administración crónica de melatonina en el animal en el momento en que deje de producirla ayuda a contrarrestar todos los procesos asociados al envejecimiento.

Así, la ingesta de esta sustancia a diario en el hombre a partir de los 30 ó 40 años podría, si no prevenir, al menos retrasar la aparición de enfermedades ligadas al envejecimiento y relacionadas con los radicales libres e inflamación, como son muchos procesos neurodegenerativos, como el Párkinson, así como las complicaciones de patologías como la diabetes.

El investigador confía en que el Ministerio de Sanidad legalice pronto la comercialización de la melatonina, ya que al ser un producto natural producido por el organismo humano, esta sustancia no se puede patentar y su producción resultaría poco rentable para la industria farmacéutica.

Mientras se legaliza o no, los expertos recomiendan el consumo de esta sustancia al menos como suplemento nutricional. (EFE)

La investigación concluye que la melatonina, sustancia contenida en algunos alimentos, aplaza el daño oxidativo y los procesos inflamatorios propios del envejecimiento.

El consumo de maíz, cerezas, avena y vino tinto retrasa el envejecimiento por su alto contenido en melatonina, sustancia producida en pequeñas cantidades por el cuerpo y que retrasa el daño oxidativo y la degeneración neuronal.

Así lo establece un estudio de la Red Nacional de Investigación del Envejecimiento en el que participan investigadores del Instituto de Biotecnología de la Universidad de Granada (sur de España), informó este sábado a Efe la institución académica.

El trabajo fue llevado a cabo en ratones normales y transgénicos, a los que se le provocó un envejecimiento celular acelerado. Los resultados del estudio son aplicables al ser humano.

El estudio concluye que el consumo de la melatonina retrasa el daño oxidativo y los procesos inflamatorios propios del envejecimiento.

Esta sustancia natural, que el ser humano produce, se encuentra en pequeñas cantidades en algunas frutas y verduras como la cebolla, la cereza y el plátano, y en cereales como el maíz, la avena y el arroz, además del vino tinto y algunas plantas aromáticas como la menta, la hierba luisa, la salvia o el tomillo.

Según Darío Acuña, miembro del Instituto de Biotecnología de la Universidad de Granada y coordinador de la Red Nacional de Investigación del Envejecimiento, el estudio comprobó que es a los cinco meses de edad en los ratones, lo que equivaldría a los 30 años del hombre, cuando comienzan a aparecer los primeros síntomas de envejecimiento en los tejidos.

Es entonces cuando se produce un aumento de los radicales libres (oxígeno y nitrógeno), que a su vez provocan una reacción inflamatoria.

Este estrés oxidativo también tiene su reflejo en la sangre, ya que, según han comprobado los investigadores, las células sanguíneas son más frágiles con el paso de los años, por lo que su membrana celular se destruye más fácilmente.

Los autores del estudio administraron melatonina en pequeñas cantidades a los ratones y observaron que esta sustancia, además de neutralizar el estrés oxidativo y el proceso inflamatorio provocado por el envejecimiento, retrasa los efectos de éste, aumentando así la longevidad.

La labor de la Universidad de Granada consistió en estudiar la función de la mitocondria de los ratones y su capacidad para producir ATP o trifosfato de adenosina, una molécula encargada de almacenar la energía que cualquier célula necesita para llevar a cabo todas sus funciones.

Según Acuña, la administración crónica de melatonina en el animal en el momento en que deje de producirla ayuda a contrarrestar todos los procesos asociados al envejecimiento.

Así, la ingesta de esta sustancia a diario en el hombre a partir de los 30 ó 40 años podría, si no prevenir, al menos retrasar la aparición de enfermedades ligadas al envejecimiento y relacionadas con los radicales libres e inflamación, como son muchos procesos neurodegenerativos, como el Párkinson, así como las complicaciones de patologías como la diabetes.

El investigador confía en que el Ministerio de Sanidad legalice pronto la comercialización de la melatonina, ya que al ser un producto natural producido por el organismo humano, esta sustancia no se puede patentar y su producción resultaría poco rentable para la industria farmacéutica.

Mientras se legaliza o no, los expertos recomiendan el consumo de esta sustancia al menos como suplemento nutricional. (EFE)

La investigación concluye que la melatonina, sustancia contenida en algunos alimentos, aplaza el daño oxidativo y los procesos inflamatorios propios del envejecimiento.

El consumo de maíz, cerezas, avena y vino tinto retrasa el envejecimiento por su alto contenido en melatonina, sustancia producida en pequeñas cantidades por el cuerpo y que retrasa el daño oxidativo y la degeneración neuronal.

Así lo establece un estudio de la Red Nacional de Investigación del Envejecimiento en el que participan investigadores del Instituto de Biotecnología de la Universidad de Granada (sur de España), informó este sábado a Efe la institución académica.

El trabajo fue llevado a cabo en ratones normales y transgénicos, a los que se le provocó un envejecimiento celular acelerado. Los resultados del estudio son aplicables al ser humano.

El estudio concluye que el
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El consumo de maíz, cereza o vino retrasa el envejecimiento, según un estudio

El consumo de maíz, cereza o vino retrasa el envejecimiento, según un estudio

El consumo de alimentos como el maíz, la avena, la cereza o el vino tinto retrasan el envejecimiento por su alto contenido en melatonina, una sustancia natural que produce el ser humano en pequeñas cantidades y que retrasa el daño oxidativo y los procesos neurodegenerativos propios de la edad.

Así lo establece un estudio de la Red Nacional de Investigación del Envejecimiento en el que participan investigadores del Instituto de Biotecnología de la Universidad de Granada, informó la institución académica.

El trabajo ha sido llevado a cabo en ratones normales y transgénicos, a los que se provocó un envejecimiento celular acelerado, si bien sus resultados son aplicables al ser humano.

El estudio, en el que también han participado investigadores de las universidades de Sevilla, Oviedo, Zaragoza, Barcelona y Reus, concluye que el consumo de la melatonina retrasa el daño oxidativo y los procesos inflamatorios propios de la edad.

Esta sustancia natural, que el ser humano produce, se encuentra en pequeñas cantidades en algunas frutas y verduras como la cebolla, la cereza y el plátano y en cereales como el maíz, la avena y el arroz, además de en el vino tinto y algunas plantas aromáticas como la menta, hierba luisa, salvia o tomillo.

Según Darío Acuña, miembro del Instituto de Biotecnología de la Universidad de Granada y coordinador de la Red Nacional de Investigación del Envejecimiento, el estudio ha comprobado que es a los cinco meses de edad en los ratones, lo que equivaldría a los 30 años del hombre, cuando comienzan a aparecer los primeros síntomas de envejecimiento en los tejidos animales debido a un aumento de los radicales libres (oxígeno y nitrógeno), que a su vez provocan una reacción inflamatoria.

Este estrés oxidativo también tiene su reflejo en la sangre del animal, ya que, según han comprobado los investigadores, las células sanguíneas son más frágiles con el paso de los años, por lo que su membrana celular se destruye más fácilmente.

Los autores del estudio administraron melatonina en pequeñas cantidades a los ratones y observaron que esta sustancia, además de neutralizar el estrés oxidativo y el proceso inflamatorio provocado por el envejecimiento, retrasa los efectos de éste, aumentando así la longevidad.

La labor de la Universidad de Granada consistió en estudiar la función de la mitocondria de los ratones y su capacidad para producir ATP o trifosfato de adenosina, una molécula encargada de almacenar la energía que cualquier célula necesita para llevar a cabo todas sus funciones.

Según Acuña, la administración crónica de melatonina en el animal en el momento en que deje de producirla ayuda a contrarrestar todos los procesos asociados al envejecimiento.

Así, la ingesta de esta sustancia a diario en el hombre a partir de los 30 o 40 años podría, si no prevenir, al menos retrasar la aparición de enfermedades ligadas al envejecimiento y relacionadas con los radicales libres e inflamación, como son muchos procesos neurodegenerativos (Párkinson), así como las complicaciones de otras patologías como la diabetes.

El investigador confía en que el Ministerio de Sanidad legalice pronto su uso, ya que al ser un producto natural producido por el organismo humano, esta sustancia no se puede patentar y su producción resultaría poco rentable para la industria farmacéutica.

Mientras se legaliza o no, los expertos recomiendan el consumo de esta sustancia al menos como suplemento nutricional.

Los resultados de esta investigación se han publicado en algunas prestigiosas revistas del campo de la Medicina como Free Radical Research y Experimental Gerontology, entre otras.

Publicada el Sábado, 27 de Enero de 2007 por Redaccion

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Consumo de maíz, cereza y vino tinto retrasa envejecimiento: estudio

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Destacan expertos que estos productos contienen alto contenido de melatonina, sustancia que retrasa el daño oxidativo y la degeneración neuronal
Consumo de maíz, cereza y vino tinto retrasa envejecimiento: estudioConsumo de maíz, cereza y vino tinto retrasa envejecimiento: estudio
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EFE
El Universal
Granada, España
Sábado 27 de enero de 2007
10:52 El consumo de maíz, cerezas, avena y vino tinto retrasa el envejecimiento por su alto contenido en melatonina, sustancia producida en pequeñas cantidades por el cuerpo y que retrasa el daño oxidativo y la degeneración neuronal.

Así lo establece un estudio de la Red Nacional de Investigación del Envejecimiento en el que participan investigadores del Instituto de Biotecnología de la Universidad de Granada (sur de España) , informó hoy la institución académica.

El trabajo ha sido llevado a cabo en ratones normales y transgénicos, a los que se provocó un envejecimiento celular acelerado, si bien sus resultados son aplicables al ser humano.

El estudio concluye que el consumo de la melatonina retrasa el daño oxidativo y los procesos inflamatorios propios del envejecimiento.

Esta sustancia natural, que el ser humano produce, se encuentra en pequeñas cantidades en algunas frutas y verduras como la cebolla, la cereza y el plátano, y en cereales como el maíz, la avena y el arroz, además del vino tinto y algunas plantas aromáticas como la menta, la hierba luisa, la salvia o el tomillo.

Según Darío Acuña, miembro del Instituto de Biotecnología de la Universidad de Granada y coordinador de la Red Nacional de Investigación del Envejecimiento, el estudio ha comprobado que es a los cinco meses de edad en los ratones, lo que equivaldría a los 30 años del hombre, cuando comienzan a aparecer los primeros síntomas de envejecimiento en los tejidos.

Es entonces cuando se produce un aumento de los radicales libres (oxígeno y nitrógeno), que a su vez provocan una reacción inflamatoria.

Este estrés oxidativo también tiene su reflejo en la sangre, ya que, según han comprobado los investigadores, las células sanguíneas son más frágiles con el paso de los años, por lo que su membrana celular se destruye más fácilmente.

Los autores del estudio administraron melatonina en pequeñas cantidades a los ratones y observaron que esta sustancia, además de neutralizar el estrés oxidativo y el proceso inflamatorio provocado por el envejecimiento, retrasa los efectos de éste, aumentando así la longevidad.

La labor de la Universidad de Granada consistió en estudiar la función de la mitocondria de los ratones y su capacidad para producir ATP o trifosfato de adenosina, una molécula encargada de almacenar la energía que cualquier célula necesita para llevar a cabo todas sus funciones.

Según Acuña, la administración crónica de melatonina en el animal en el momento en que deje de producirla ayuda a contrarrestar todos los procesos asociados al envejecimiento.

Así, la ingesta de esta sustancia a diario en el hombre a partir de los 30 ó 40 años podría, si no prevenir, al menos retrasar la aparición de enfermedades ligadas al envejecimiento y relacionadas con los radicales libres e inflamación, como son muchos procesos neurodegenerativos, como el Párkinson, así como las complicaciones de patologías como la diabetes.

El investigador confía en que el Ministerio de Sanidad legalice pronto la comercialización de la melatonina, ya que al ser un producto natural producido por el organismo humano, esta sustancia no se puede patentar y su producción resultaría poco rentable para la industria farmacéutica.

Mientras se legaliza o no, los expertos recomiendan el consumo de esta sustancia al menos como suplemento nutricional.

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El consumo de maíz, cereza o vino retrasa el envejecimiento

El consumo de maíz, cereza o vino retrasa el envejecimiento

27/01/2007
Así lo establece un estudio de la Red Nacional de Investigación del Envejecimiento en el que participan investigadores del Instituto de Biotecnología de la Universidad de Granada.

El consumo de alimentos como el maíz, la avena, la cereza o el vino tinto retrasan el envejecimiento por su alto contenido en melatonina, una sustancia natural que produce el ser humano en pequeñas cantidades y que retrasa el daño oxidativo y los procesos neurodegenerativos propios de la edad.

Así lo establece un estudio de la Red Nacional de Investigación del Envejecimiento en el que participan investigadores del Instituto de Biotecnología de la Universidad de Granada, ha informado institución académica.

El trabajo ha sido llevado a cabo en ratones normales y transgénicos, a los que se provocó un envejecimiento celular acelerado, si bien sus resultados son aplicables al ser humano.

La melatonina, que el ser humano produce, se encuentra en pequeñas cantidades en algunas frutas y verduras como la cebolla, la cereza y el plátano y en cereales como el maíz, la avena y el arroz, además de en el vino tinto y algunas plantas aromáticas como la menta, hierba luisa, salvia o tomillo.

Mientras se legaliza o no, los expertos recomiendan el consumo de esta sustancia al menos como suplemento nutricional.

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Para conservarse joven es bueno el maíz, la cerveza y el vino tinto

Para conservarse joven es bueno el maíz, la cerveza y el vino tinto

Por Agencias
ENERO 26, 2007 (EFE).- El consumo de maíz, cerezas, avena y vino tinto retrasa el envejecimiento por su alto contenido en melatonina, sustancia producida en pequeñas cantidades por el cuerpo y que retrasa el daño oxidativo y la degeneración neuronal.

Así lo establece un estudio de la Red Nacional de Investigación del Envejecimiento en el que participan investigadores del Instituto de Biotecnología de la Universidad de Granada (sur de España) , informó hoy la institución académica.

El trabajo ha sido llevado a cabo en ratones normales y transgénicos, a los que se provocó un envejecimiento celular acelerado, si bien sus resultados son aplicables al ser humano.

El estudio concluye que el consumo de la melatonina retrasa el daño oxidativo y los procesos inflamatorios propios del envejecimiento.

Esta sustancia natural, que el ser humano produce, se encuentra en pequeñas cantidades en algunas frutas y verduras como la cebolla, la cereza y el plátano, y en cereales como el maíz, la avena y el arroz, además del vino tinto y algunas plantas aromáticas como la menta, la hierba luisa, la salvia o el tomillo.

Según Darío Acuña, miembro del Instituto de Biotecnología de la Universidad de Granada y coordinador de la Red Nacional de Investigación del Envejecimiento, el estudio ha comprobado que es a los cinco meses de edad en los ratones, lo que equivaldría a los 30 años del hombre, cuando comienzan a aparecer los primeros síntomas de envejecimiento en los tejidos.

Es entonces cuando se produce un aumento de los radicales libres (oxígeno y nitrógeno), que a su vez provocan una reacción inflamatoria.

Este estrés oxidativo también tiene su reflejo en la sangre, ya que, según han comprobado los investigadores, las células sanguíneas son más frágiles con el paso de los años, por lo que su membrana celular se destruye más fácilmente.

Los autores del estudio administraron melatonina en pequeñas cantidades a los ratones y observaron que esta sustancia, además de neutralizar el estrés oxidativo y el proceso inflamatorio provocado por el envejecimiento, retrasa los efectos de éste, aumentando así la longevidad.

La labor de la Universidad de Granada consistió en estudiar la función de la mitocondria de los ratones y su capacidad para producir ATP o trifosfato de adenosina, una molécula encargada de almacenar la energía que cualquier célula necesita para llevar a cabo todas sus funciones.

Según Acuña, la administración crónica de melatonina en el animal en el momento en que deje de producirla ayuda a contrarrestar todos los procesos asociados al envejecimiento.

Así, la ingesta de esta sustancia a diario en el hombre a partir de los 30 ó 40 años podría, si no prevenir, al menos retrasar la aparición de enfermedades ligadas al envejecimiento y relacionadas con los radicales libres e inflamación, como son muchos procesos neurodegenerativos, como el Párkinson, así como las complicaciones de patologías como la diabetes.

El investigador confía en que el Ministerio de Sanidad legalice pronto la comercialización de la melatonina, ya que al ser un producto natural producido por el organismo humano, esta sustancia no se puede patentar y su producción resultaría poco rentable para la industria farmacéutica.

Mientras se legaliza o no, los expertos recomiendan el consumo de esta sustancia al menos como suplemento nutricional.

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El consumo de maíz, cereza y vino tinto retrasa el envejecimiento

El consumo de maíz, cereza y vino tinto retrasa el envejecimiento
27-01-2007 – 13:59 h.
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Granada, España | EFE

El consumo de maíz, cerezas, avena y vino tinto retrasa el envejecimiento por su alto contenido en melatonina, sustancia producida en pequeñas cantidades por el cuerpo y que retrasa el daño oxidativo y la degeneración neuronal.

Así lo establece un estudio de la Red Nacional de Investigación del Envejecimiento en el que participan investigadores del Instituto de Biotecnología de la Universidad de Granada (sur de España), informó hoy a Efe la institución académica.

El trabajo ha sido llevado a cabo en ratones normales y transgénicos, a los que se provocó un envejecimiento celular acelerado, si bien sus resultados son aplicables al ser humano.

El estudio concluye que el consumo de la melatonina retrasa el daño oxidativo y los procesos inflamatorios propios del envejecimiento.

Esta sustancia natural, que el ser humano produce, se encuentra en pequeñas cantidades en algunas frutas y verduras como la cebolla, la cereza y el plátano, y en cereales como el maíz, la avena y el arroz, además del vino tinto y algunas plantas aromáticas como la menta, la hierba luisa, la salvia o el tomillo.

Según Darío Acuña, miembro del Instituto de Biotecnología de la Universidad de Granada y coordinador de la Red Nacional de Investigación del Envejecimiento, el estudio ha comprobado que es a los cinco meses de edad en los ratones, lo que equivaldría a los 30 años del hombre, cuando comienzan a aparecer los primeros síntomas de envejecimiento en los tejidos.

Es entonces cuando se produce un aumento de los radicales libres (oxígeno y nitrógeno), que a su vez provocan una reacción inflamatoria.

Este estrés oxidativo también tiene su reflejo en la sangre, ya que, según han comprobado los investigadores, las células sanguíneas son más frágiles con el paso de los años, por lo que su membrana celular se destruye más fácilmente.

Los autores del estudio administraron melatonina en pequeñas cantidades a los ratones y observaron que esta sustancia, además de neutralizar el estrés oxidativo y el proceso inflamatorio provocado por el envejecimiento, retrasa los efectos de éste, aumentando así la longevidad.

La labor de la Universidad de Granada consistió en estudiar la función de la mitocondria de los ratones y su capacidad para producir ATP o trifosfato de adenosina, una molécula encargada de almacenar la energía que cualquier célula necesita para llevar a cabo todas sus funciones.

Según Acuña, la administración crónica de melatonina en el animal en el momento en que deje de producirla ayuda a contrarrestar todos los procesos asociados al envejecimiento.

Así, la ingesta de esta sustancia a diario en el hombre a partir de los 30 ó 40 años podría, si no prevenir, al menos retrasar la aparición de enfermedades ligadas al envejecimiento y relacionadas con los radicales libres e inflamación, como son muchos procesos neurodegenerativos, como el Párkinson, así como las complicaciones de patologías como la diabetes.

El investigador confía en que el Ministerio de Sanidad legalice pronto la comercialización de la melatonina, ya que al ser un producto natural producido por el organismo humano, esta sustancia no se puede patentar y su producción resultaría poco rentable para la industria farmacéutica.

Mientras se legaliza o no, los expertos recomiendan el consumo de esta sustancia al menos como suplemento nutricional.

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El consumo de maíz, cereza o vino retrasa el envejecimiento

El consumo de maíz, cereza o vino retrasa el envejecimiento
Enero.- El consumo de alimentos como el maíz, la avena, la cereza o el vino tinto retrasan el envejecimiento por su alto contenido en melatonina, una sustancia natural que produce el ser humano en pequeñas cantidades y que retrasa el daño oxidativo y los procesos neurodegenerativos propios de la edad.

Así lo establece un estudio de la Red Nacional de Investigación del Envejecimiento en el que participan investigadores del Instituto de Biotecnología de la Universidad de Granada, ha informado institución académica.

El trabajo ha sido llevado a cabo en ratones normales y transgénicos, a los que se provocó un envejecimiento celular acelerado, si bien sus resultados son aplicables al ser humano.

La melatonina, que el ser humano produce, se encuentra en pequeñas cantidades en algunas frutas y verduras como la cebolla, la cereza y el plátano y en cereales como el maíz, la avena y el arroz, además de en el vino tinto y algunas plantas aromáticas como la menta, hierba luisa, salvia o tomillo.
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El consumo de maíz, cereza y vino tinto retrasa el envejecimiento

El consumo de maíz, cereza y vino tinto retrasa el envejecimiento
Cultura – Jueves 27 de enero (12:45 hrs)

* Estos alimentos tienen un alto contenido en melatonina
* Ayudan a retrasar el daño oxidativo y la degeneración neuronal

El Financiero en línea

España, 27 de enero.- El consumo de maíz, cerezas, avena y vino tinto retrasa el envejecimiento por su alto contenido en melatonina, sustancia producida en pequeñas cantidades por el cuerpo y que retrasa el daño oxidativo y la degeneración neuronal.

Así lo establece un estudio de la Red Nacional de Investigación del Envejecimiento en el que participan investigadores del Instituto de Biotecnología de la Universidad de Granada (sur de España).

El trabajo ha sido llevado a cabo en ratones normales y transgénicos, a los que se provocó un envejecimiento celular acelerado, si bien sus resultados son aplicables al ser humano.

El estudio concluye que el consumo de la melatonina retrasa el daño oxidativo y los procesos inflamatorios propios del envejecimiento.

Esta sustancia natural, que el ser humano produce, se encuentra en pequeñas cantidades en algunas frutas y verduras como la cebolla, la cereza y el plátano, y en cereales como el maíz, la avena y el arroz, además del vino tinto y algunas plantas aromáticas como la menta, la hierba luisa, la salvia o el tomillo.

Según Darío Acuña, miembro del Instituto de Biotecnología de la Universidad de Granada y coordinador de la Red Nacional de Investigación del Envejecimiento, el estudio ha comprobado que es a los cinco meses de edad en los ratones, lo que equivaldría a los 30 años del hombre, cuando comienzan a aparecer los primeros síntomas de envejecimiento en los tejidos.

Es entonces cuando se produce un aumento de los radicales libres (oxígeno y nitrógeno), que a su vez provocan una reacción inflamatoria.

Este estrés oxidativo también tiene su reflejo en la sangre, ya que, según han comprobado los investigadores, las células sanguíneas son más frágiles con el paso de los años, por lo que su membrana celular se destruye más fácilmente.

Los autores del estudio administraron melatonina en pequeñas cantidades a los ratones y observaron que esta sustancia, además de neutralizar el estrés oxidativo y el proceso inflamatorio provocado por el envejecimiento, retrasa los efectos de éste, aumentando así la longevidad.

La labor de la Universidad de Granada consistió en estudiar la función de la mitocondria de los ratones y su capacidad para producir ATP o trifosfato de adenosina, una molécula encargada de almacenar la energía que cualquier célula necesita para llevar a cabo todas sus funciones.

Según Acuña, la administración crónica de melatonina en el animal en el momento en que deje de producirla ayuda a contrarrestar todos los procesos asociados al envejecimiento.

Así, la ingesta de esta sustancia a diario en el hombre a partir de los 30 ó 40 años podría, si no prevenir, al menos retrasar la aparición de enfermedades ligadas al envejecimiento y relacionadas con los radicales libres e inflamación, como son muchos procesos neurodegenerativos, como el Párkinson, así como las complicaciones de patologías como la diabetes.

El investigador confía en que el Ministerio de Sanidad legalice pronto la comercialización de la melatonina, ya que al ser un producto natural producido por el organismo humano, esta sustancia no se puede patentar y su producción resultaría poco rentable para la industria farmacéutica.

Mientras se legaliza o no, los expertos recomiendan el consumo de esta sustancia al menos como suplemento nutricional. EFE
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El consumo de maíz, cereza y vino tinto retrasa el envejecimiento

INTERéS GENERAL 18:12 Salud

El consumo de maíz, cereza y vino tinto retrasa el envejecimiento

El consumo de maíz, cerezas, avena y vino tinto retrasa el envejecimiento por su alto contenido en melatonina, sustancia producida en peque?as cantidades por el cuerpo y que retrasa el daño oxidativo y la degeneración neuronal.
Así lo establece un estudio de la Red Nacional de Investigación del Envejecimiento en el que participan investigadores del Instituto de Biotecnología de la Universidad de Granada (sur de España), informó hoy la institución académica.

El trabajo ha sido llevado a cabo en ratones normales y transgénicos, a los que se provocó un envejecimiento celular acelerado, si bien sus resultados son aplicables al ser humano.

El estudio concluye que el consumo de la melatonina retrasa el daño oxidativo y los procesos inflamatorios propios del envejecimiento.

Esta sustancia natural, que el ser humano produce, se encuentra en pequeñas cantidades en algunas frutas y verduras como la cebolla, la cereza y el plátano, y en cereales como el maíz, la avena y el arroz, además del vino tinto y algunas plantas aromáticas como la menta, la hierba luisa, la salvia o el tomillo.

Según Darío Acuña, miembro del Instituto de Biotecnología de la Universidad de Granada y coordinador de la Red Nacional de Investigación del Envejecimiento, el estudio comprobó que es a los cinco meses de edad en los ratones, lo que equivaldría a los 30 años del hombre, cuando comienzan a aparecer los primeros síntomas de envejecimiento en los tejidos.

Es entonces cuando se produce un aumento de los radicales libres (oxígeno y nitrógeno), que a su vez provocan una reacción inflamatoria.

Este estrés oxidativo también tiene su reflejo en la sangre, ya que, según han comprobado los investigadores, las células sanguíneas son más frágiles con el paso de los años, por lo que su membrana celular se destruye más fácilmente.

Los autores del estudio administraron melatonina en pequeñas cantidades a los ratones y observaron que esta sustancia, además de neutralizar el estrés oxidativo y el proceso inflamatorio provocado por el envejecimiento, retrasa los efectos de éste, aumentando así la longevidad.

La labor de la Universidad de Granada consistió en estudiar la función de la mitocondria de los ratones y su capacidad para producir ATP o trifosfato de adenosina, una molécula encargada de almacenar la energía que cualquier célula necesita para llevar a cabo todas sus funciones.

Según Acuña, la administración crónica de melatonina en el animal en el momento en que deje de producirla ayuda a contrarrestar todos los procesos asociados al envejecimiento.

Así, la ingesta de esta sustancia a diario en el hombre a partir de los 30 ó 40 años podría, si no prevenir, al menos retrasar la aparición de enfermedades ligadas al envejecimiento y relacionadas con los radicales libres e inflamación, como son muchos procesos neurodegenerativos, como el Párkinson, así como las complicaciones de patologías como la diabetes.

El investigador confía en que el Ministerio de Sanidad legalice pronto la comercialización de la melatonina, ya que al ser un producto natural producido por el organismo humano, esta sustancia no se puede patentar y su producción resultaría poco rentable para la industria farmacéutica.

Mientras se legaliza o no, los expertos recomiendan el consumo de esta sustancia al menos como suplemento nutricional.
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