LOCAL
GRANADA
Un palacio de Abrantes más original
La restauración del edificio le ha devuelto la imagen de hace seis siglos Las obras se han realizado durante nueve meses
LAURA UBAGO/GRANADA
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Las obras de restauración del Palacio de Abrantes (S. XVI), han concluido finalmente después de nueve meses de trabajos tras los que se ha devuelto a la fachada el aspecto y color original que tenía el edificio en el s.XIX después de la gran restauración que realizó entonces Jiménez Arévalo. Esta actuación ha supuesto levantar por completo la capa de cemento que cubría la fachada y sustituirla por un mortero de cal semejante al original, así como la reproducción y aplicación de pinturas, esmaltes y barnices en los muros, puerta y ventanas exteriores, según su composición inicial.
Estas obras se englobaban dentro del Plan Urban que gestiona el Ayuntamiento de Granada con fondos de la Unión Europea.
Este emblemático edificio, actualmente sede de la asociación cultural Nueva Acrópolis, está considerado monumento histórico y es muy significativo de la historia de nuestra ciudad, pues conserva aún vivos los vestigios de las distintas épocas y modas que recorrieron sus casi seis siglos de historia.
Cuando se realizó el estudio del edificio previo a las obras, ya se formuló la hipótesis de que pervivieran en la construcción algunos elementos de época nazarí, entre otras cosas por su situación, próxima a la alhóndiga Yidida o Corral del Carbón en lo que, entonces se conocía como barrio del Darro. Ya durante las obras se pudo constatar que uno de los muros interiores corresponde a una construcción anterior de origen nazarí, muro que ha quedado desnudo para posteriores intervenciones.
Arco gótico
Uno de los detalles más importantes de su historia corresponde a su arco gótico, el único que se conserva en Granada en un edificio civil y que se encuentra afectado por el mal de la piedra. Por este motivo la asociación Nueva Acrópolis decidió emprender las obras que recuperarán, no sólo el arco gótico, sino el conjunto de la fachada del palacio.
El arquitecto encargado del proyecto, Javier Gallego Roca, junto con un equipo de estudiantes, profesionales de la restauración de la UGR y artesanos, realizó un amplio estudio que descubre algunas de las vicisitudes por las que pasó este edificio desde su construcción.
Levantado a principios del S. XVI por Francisco de Bobadilla, Capitán de las Guardas de los Reyes Católicos y su esposa, María de Peñalosa, sufre su primera reforma en el S. XVII. Se realizan entonces unas obras de ampliación del inmueble, construyendo una segunda fachada por delante de la primera, forrándola por completo, precisamente la misma que se observa actualmente, y a la que se trasladó el arco gótico que adornaba el exterior original donde aún se observan los escudos de las familias Bobadilla y Peñalosa.