El 7% de la flora del Parque de Sierra Nevada está amenazada y la mitad desaparecerá en 100 años

El 7% de la flora del Parque de Sierra Nevada está amenazada y la mitad desaparecerá en 100 años

El Parque Natural y Nacional de Sierra Nevada cuenta en la actualidad con 123 especies de vegetación amenazadas, de las que ocho de ellas están ya en peligro de extinción, lo que constituye el 7% del total de la flora de este espacio natural.

Así se ha puesto de manifiesto en el XXI Curso de flora y vegetación de Sierra Nevada. Biodiversidad y conservación, celebrado estos días en el albergue universitario de Sierra Nevada.

El profesor de Botánica de la Universidad de Granada Juan Lorite ha declarado que entre las especies más amenazadas de las que están en peligro se encuentran la manzanilla y el narciso de Sierra Nevada, y aunque no puede asegurar con rotundidad que vayan a extinguirse, mantiene que los pronósticos «no son demasiado esperanzadores» a día de hoy.

«Biólogos han vaticinado que en el plazo de cien años desaparecerían las especies situadas a 3.000 metros de altura», lo que constituye el 50% del total de la vegetación de Sierra Nevada, ha señalado Lorite.

La desaparición de estas especies se debe, a su juicio, a causas naturales como las condiciones climáticas, las altas temperaturas y las escasas precipitaciones, a condiciones naturales como el pastoreo del ganado o las recolecciones y a la amenaza humana, como el turismo o el esquí.

Desde la década de los noventa en el Parque Natural y Nacional de Sierra se están llevando a cabo proyectos de conservación de la flora que consisten en trabajos de localización, censo de especies y recolección de semillas, así como de propagación y repoblación de la vegetación.
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El ´rector´ deseado

El ´rector´ deseado

El Gobierno andaluz ha conseguido su objetivo al lograr que un hombre con experiencia y solvencia como David Aguilar acepte capitanear el Milenio.

El flirteo que desde hace años mantenía el PSOE con el anterior rector de la Universidad de Granada (UGR) tenía que acabar bien, aunque sólo fuese por la insistencia en el cortejo. Tantas veces han percutido los dirigentes socialistas en su intento de convencer a David Aguilar que finalmente han conseguido el deseado ‘sí’ del veterano profesor. Aguilar, nacido en Jaén hace 56 años, ha dado su beneplácito y se hará cargo de uno de los proyectos más mimados por los representantes autonómicos: El Consorcio que debe encargarse de la celebración del Milenio del Reino de Granada, cuya fundación cumple los diez siglos de vida.

Atrás quedan, para el recuerdo, los intentos infructuosos de los dirigentes socialistas para que David Aguilar, un hombre de inmaculada trayectoria y sin duda respectado en la ciudad, llevase las riendas de la Consejería de Educación o fuese un hombre fuerte de la candidatura socialista al Ayuntamiento capitalino, proposiciones, rumores que nunca se materializaron. Aguilar dio ‘calabazas’ a quienes apostaban por él en el partido porque, fundamentalmente, es un hombre de universidad y no de política. Además, ya se sentía plenamente realizado tras alcanzar el Rectorado de su UGR, institución en la que entró a principios de los setenta como humilde estudiante de Medicina, de esos que tenían que compartir piso en Pedro Antonio de Alarcón con otros jóvenes, y en la que, más de tres décadas después, rubricó una ascendente y brillante trayectoria como respetado catedrático, loable investigador y rector.

El reto que se le presenta ahora, el del Milenio del Reino de Granada, no parece sencillo, puesto que hasta ahora ha despertado más curiosidad en la población y críticas políticas que alabanzas. Cierto es, no obstante, que el proyecto aún se encuentra en una fase embrionaria y que tan sólo parece claro el nombramiento del propio Aguilar como presidente del consorcio. El resto todavía está por llegar.

Eso sí, quienes esperan ver el Milenio convertido en éxito pueden estar tranquilos con el trabajo que puede desarrollar Aguilar al frente del mismo. A este catedrático de Anatomía Patológica en la Facultad de Medicina de la UGR, el centro más prestigiosos del campus granadino, le avalan sus ochos años al frente de la Universidad de Granada, una época en la que, casualidad o no, la institución académica dejó atrás tiempos de crisis y remontó el vuelo hasta recuperar uno de los puestos de privilegio del panorama universitario nacional. Quizás a algunos el logro les parezca menor, pero para una ciudad que ‘vive’ principalmente de la Alhambra y de sus 56.000 estudiantes se trata de algo fundamental.

Parece y es un hombre aplicado y solvente. Pocos borrones se pueden encontrar en su labor al frente de la UGR. Si acaso, el mayor de ellos es el de la pérdida de la rotativa del antiguo diario Patria, una joya patrimonial de principios del siglo XX que fue malvendida a un chatarrero jiennense. Se trata, en cualquier caso, de un hecho en el que él no tuvo responsabilidad directa y que no parece suficiente pecado para eclipsar al resto de su mandato. Es más, muchos de los que le criticaron duramente por esta penosa pérdida reconocieron poco después que tuvo arrestos a la hora de asumir públicamente un “error irrecuperable”, según él mismo llegó a manifestar. Se pueden contar con los dedos de las manos los dirigentes que asuman con tanta claridad su responsabilidad. El otro lado de la balanza, el de los aspectos positivos de su gestión universitaria, pesa más. Entre sus logros figura dar el empujón definitivo al campus universitario de Ciencias de la Salud.

Él se siente especialmente orgulloso de ello, igual que del incremento del prestigio de la institución. Por contra, en su despedida del Rectorado hace un año confesó que le quedaba una asignatura pendiente: No haber acabado con los crónicos problemas de infraestructuras de la UGR. Sus ‘peleas’ con el Ayuntamiento de Granada, gobernado por el PP, para conseguir más suelos y licencias de construcción, han sido continuas y muchas veces baldías. Y eso que no se trata de un hombre de ‘conflicto directo’, de eso que se ofuscan y se ‘calientan’. Aguilar, amante de escuchar música con los ojos cerrados o de cultivar las amistades comiendo tranquilamente en un restaurante, siempre ha preferido el diálogo, la palabra, ésa que maneja tan bien y que ha sido su valedora.

Probablemente en la lista de decepciones de este profesor que siempre se ha definido como “tradicional pero poco conservador” también se encuentran las elecciones al Rectorado del pasado año. Apostó por la continuidad, representada en las candidaturas de dos de sus vicerrectores, Luis Rico y Rafael Payá, pero ambos sucumbieron en la batalla electoral. A principios de este año decidió retirarse como es él, sin hacer mucho ruido. En septiembre volvió a sus clases para satisfacción de unos alumnos que le tienen entre los docentes más demandados –no todos los días te da clase un rector–. Sin embargo, el gusanillo de la gestión no estaba muerto del todo y finalmente aceptó la propuesta para presidir el Milenio. Hay ofertas que no se pueden rechazar.

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Ideal

Pág. 13: El 80% de cuidadores de dependientes sufren mucho estrés
Pág. 15 – Publicidad: Escuela de Posgrado de la Universidad de Granada|Publicidad – La Universidad de Granada convoca plazas de profesorado contratado Curso 2009/2010
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Granada Hoy

Pág. 12: Vanguardias arquitectóncias de altura en Sierra Nevada
Pág. 13: Ocho de cada diez cuidadores de dependientes sufre estrés y ansiedad
Pág. 14 – Publicidad: Escuela de Posgrado de la Universidad de Granada|Publicidad – La Universidad de Granada convoca plazas de profesorado contratado Curso 2009/2010
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La Opinión

Pág. 6 – Publicidad: Escuela de Posgrado de la Universidad de Granada|Publicidad – La Universidad de Granada convoca plazas de profesorado contratado Curso 2009/2010
Pág. 10: La derecha abierta
Pág. 11: Más de 300 profesores se reunirán en el Centro de Lenguas Modernas|Las profesoras confían en el modelo meritocrático|El 80% de las personas con familiares a su cargo sufre estrés y ansiedad
Pág. 28: Animación en conciertos didácticos y música de época
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Ocho de cada diez personas con un familiar a su cargo sufren ansiedad y estrés, según un estudio de la UGR

Ocho de cada diez personas con un familiar a su cargo sufren ansiedad y estrés, según un estudio de la UGR

Ocho de cada diez personas que tienen a algún familiar a su cargo sufren ansiedad y estrés, independientemente de su situación sociodemográfica, siendo las familias, y en concreto las hijas, quienes en la mayoría de los casos asumen el «cuidado informal» de mayores dependientes. Seguir leyendo el arículo

Así se desprende de una investigación realizada por Ruth María Calero, del departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación de la Universidad de Granada (UGR), dirigida por el profesor José María Roa.

Según este trabajo, los cuidados a familiares crean, en algunos casos, «comportamientos inadecuados» en la relación. Además, sostiene que los efectos negativos «a nivel físico, psicológico y social del cuidador» están «altamente relacionados» con la historia de vida previa entre cuidador y cuidado, el aislamiento social percibido por el cuidador y el sentimiento de soledad en la relación con el cuidado.

Para llevar a cabo dicho estudio, los investigadores aplicaron un cuestionario a una población de 203 personas, cuyo único requisito era el de ser cuidador informal de una persona mayor dependiente.

Los resultados revelan que las variables cognitivas –pensamientos y valoraciones– utilizadas por el cuidador, tanto positivas como negativas, influyen de forma decisiva en la manera en que se relacionan cuidador y cuidado. Estas variables son el apoyo familiar y el apoyo institucional, y modulan el impacto que puede tener la relación entre cuidador y cuidado.

De igual modo, este trabajo apunta a que ciertas variables culturales como los patrones de crianza y los estilos de educación recibidos, ejercen una «clara influencia» en la forma de ser y de actuar de los cuidadores informales, lo que repercutirá en la tarea de cuidar.

Por ello, la autora de este trabajo propone un control de todas estas variables, como un primer paso para la intervención por parte de las administraciones con el que se mejore la calidad de vida de este colectivo. Además, considera que esta actuación «debe ser de carácter psicoeducativo y garantizar, de alguna forma, una mejor calidad de vida de las personas que cuidan del mayor dependiente».

Los resultados de la investigación han sido publicados en la revista \’Geriátrika\’ y en la \’Revista Multidisciplinar de Gerontología\’.
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Las mujeres confían en nuevos criterios para abrirse paso en la Universidad, frente a méritos clásicos,según UGR

Las mujeres confían en nuevos criterios para abrirse paso en la Universidad, frente a méritos clásicos,según UGR

Un estudio de la Facultad de Psicología de la Universidad de Granada (UGR) revela que las mujeres confían en nuevos criterios para abrirse paso en la Universidad y acreditarse como profesor titular o catedrático, frente a los méritos clásicos.

En una nota, Andalucía Innova explicó que el estudio analiza las diferencias en la opinión que tienen los profesores y profesoras universitarios españoles sobre los criterios y estándares de productividad científica, apunta a que las mujeres confían en el modelo meritocrático para abrirse paso dentro de la Universidad. La investigación ha sido publicada en \’Psicothema\’ por los investigadores Juan Carlos Sierra, Gualberto Buela, María de la Paz Bermúdez y Pablo Santos.

Indicó que la normativa española, que aboga por la igualdad de oportunidades, «no garantiza» que la proporción de varones y mujeres dentro de la Universidad española sea «equitativa, dado que no existen sistemas objetivos para la selección que garanticen una justa evaluación de los méritos».

El análisis de los resultados publicados apunta a que existen importantes diferencias entre profesoras y profesores en el nivel de exigencia. Concretamente, las mujeres exigen más en el 42,85 por ciento de los criterios destinados a la acreditación para profesor titular de Universidad, y en el 53,57 por ciento cuando se trata de acreditación como catedrático.

«El único punto en el que los hombres aparecen como más exigentes se relaciona con los artículos publicados en revistas del \’Journal Citation Reports\’ (JCR), que permite medir la influencia y el impacto de las investigaciones realizadas y muestra las relaciones entre las revistas que citan y las que son citadas», informó.

En relación a los datos expuestos, Sierra subrayó la «confianza» de las mujeres en el modelo meritocrático para abrirse paso dentro de la Universidad, que creyó debe ser «el que impere si realmente se quieren alcanzar niveles de excelencia». La tendencia de los hombres a exigir más en función del impacto de las investigaciones en revistas del JCR se basa, según los investigadores, en una relativa inercia a como se ha venido evaluando hasta ahora.

«Los hombres, que en la actualidad ocupan muchos de los puestos docentes en la Universidad, confían más en los méritos que les han hecho llegar ahí, mientras que las mujeres podrían estar buscando y valorando más otros criterios como, por ejemplo, la experiencia docente», afirmó el investigador.
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Ocho de cada diez personas con un familiar a su cargo sufren ansiedad y estrés, según un estudio de la UGR

Ocho de cada diez personas con un familiar a su cargo sufren ansiedad y estrés, según un estudio de la UGR

Ocho de cada diez personas que tienen a algún familiar a su cargo sufren ansiedad y estrés, independientemente de su situación sociodemográfica, siendo las familias, y en concreto las hijas, quienes en la mayoría de los casos asumen el «cuidado informal» de mayores dependientes.

Así se desprende de una investigación realizada por Ruth María Calero, del departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación de la Universidad de Granada (UGR), dirigida por el profesor José María Roa.

Según este trabajo, los cuidados a familiares crean, en algunos casos, «comportamientos inadecuados» en la relación. Además, sostiene que los efectos negativos «a nivel físico, psicológico y social del cuidador» están «altamente relacionados» con la historia de vida previa entre cuidador y cuidado, el aislamiento social percibido por el cuidador y el sentimiento de soledad en la relación con el cuidado.

Para llevar a cabo dicho estudio, los investigadores aplicaron un cuestionario a una población de 203 personas, cuyo único requisito era el de ser cuidador informal de una persona mayor dependiente.

Los resultados revelan que las variables cognitivas –pensamientos y valoraciones– utilizadas por el cuidador, tanto positivas como negativas, influyen de forma decisiva en la manera en que se relacionan cuidador y cuidado. Estas variables son el apoyo familiar y el apoyo institucional, y modulan el impacto que puede tener la relación entre cuidador y cuidado.

De igual modo, este trabajo apunta a que ciertas variables culturales como los patrones de crianza y los estilos de educación recibidos, ejercen una «clara influencia» en la forma de ser y de actuar de los cuidadores informales, lo que repercutirá en la tarea de cuidar.

Por ello, la autora de este trabajo propone un control de todas estas variables, como un primer paso para la intervención por parte de las administraciones con el que se mejore la calidad de vida de este colectivo. Además, considera que esta actuación «debe ser de carácter psicoeducativo y garantizar, de alguna forma, una mejor calidad de vida de las personas que cuidan del mayor dependiente».

Los resultados de la investigación han sido publicados en la revista \’Geriátrika\’ y en la \’Revista Multidisciplinar de Gerontología\’.
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Ocho de cada diez personas con un familiar a su cargo sufren ansiedad y estrés, según un estudio de la UGR

Ocho de cada diez personas con un familiar a su cargo sufren ansiedad y estrés, según un estudio de la UGR

Ocho de cada diez personas que tienen a algún familiar a su cargo sufren ansiedad y estrés, independientemente de su situación sociodemográfica, siendo las familias, y en concreto las hijas, quienes en la mayorí­a de los casos asumen el «cuidado informal» de mayores dependientes.

Así­ se desprende de una investigación realizada por Ruth Marí­a Calero, del departamento de Psicologí­a Evolutiva y de la Educación de la Universidad de Granada (UGR), dirigida por el profesor José Marí­a Roa.

Según este trabajo, los cuidados a familiares crean, en algunos casos, «comportamientos inadecuados» en la relación. Además, sostiene que los efectos negativos «a nivel fí­sico, psicológico y social del cuidador» están «altamente relacionados» con la historia de vida previa entre cuidador y cuidado, el aislamiento social percibido por el cuidador y el sentimiento de soledad en la relación con el cuidado.

Para llevar a cabo dicho estudio, los investigadores aplicaron un cuestionario a una población de 203 personas, cuyo único requisito era el de ser cuidador informal de una persona mayor dependiente.

Los resultados revelan que las variables cognitivas –pensamientos y valoraciones– utilizadas por el cuidador, tanto positivas como negativas, influyen de forma decisiva en la manera en que se relacionan cuidador y cuidado. Estas variables son el apoyo familiar y el apoyo institucional, y modulan el impacto que puede tener la relación entre cuidador y cuidado.

De igual modo, este trabajo apunta a que ciertas variables culturales como los patrones de crianza y los estilos de educación recibidos, ejercen una «clara influencia» en la forma de ser y de actuar de los cuidadores informales, lo que repercutirá en la tarea de cuidar.

Por ello, la autora de este trabajo propone un control de todas estas variables, como un primer paso para la intervención por parte de las administraciones con el que se mejore la calidad de vida de este colectivo. Además, considera que esta actuación «debe ser de carácter psicoeducativo y garantizar, de alguna forma, una mejor calidad de vida de las personas que cuidan del mayor dependiente».

Los resultados de la investigación han sido publicados en la revista \’Geriátrika\’ y en la \’Revista Multidisciplinar de Gerontologí­a\’.
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Un estudio revela que ocho de cada diez cuidadores sufre de ansiedad y estrés

Un estudio revela que ocho de cada diez cuidadores sufre de ansiedad y estrés

Un estudio de la Universidad de Granada (UGR) desvela que ocho de cada diez personas que tienen algún familiar a su cargo sufren de ansiedad y estrés, siendo las mujeres las más afectadas, ya que son quienes, en la mayoría de los casos, asumen el cuidado de los mayores dependientes. Según la investigación llevada a cabo por el Departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación de la UGR, los efectos negativos a nivel físico, psicológico y social del cuidador están altamente relacionados con la historia de vida previa entre cuidador y cuidado, ha informado un comunicado de la institución educativa.

Asimismo, las variables cognitivas (pensamientos y valoraciones) utilizadas por el cuidador, tanto positivas como negativas, influyen de forma decisiva en la manera en que se relacionan cuidador y cuidado.

Los expertos de la Universidad de Granada han propuesto un control de todas estas variables como un primer paso para la intervención por parte de las administraciones con el fin de mejorar la calidad de vida de este colectivo.

Para llevar a cabo este trabajo, los autores del estudio han aplicado un cuestionario a una población de 203 sujetos cuyo único requisito era el ser cuidador de una persona mayor dependiente.
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El 80% de las personas que tienen un familiar a su cargo sufre ansiedad y estrés

El 80% de las personas que tienen un familiar a su cargo sufre ansiedad y estrés

La investigación, realizada en el departamento de Psicologí­a Evolutiva y de la Educación de la Universidad de Granada, revela que los efectos negativos fí­sicos, psicológicos y sociales de las personas que cuidn a familiares están altamente relacionados con la historia de vida previa entre la persona encaraga de cuidar y los propios trabajos de cuidados.
En total, 8 de cada 10 personas que tienen a algún familiar a su cargo sufren ansiedad estado y estrés, independientemente de sus variables sociodemográficas, siendo las familias, y en concreto las hijas, quienes en la mayorí­a de los casos asumen el «cuidado informal» de mayores dependientes.

Así­ se desprende de una investigación realizada en el departamento de Psicologí­a Evolutiva y de la Educación de la Universidad de Granada por Ruth M ª Calero Pérez, que ha sido dirigida por el profesor José M ª Roa Venegas. Los resultados han sido publicados en la revista Geriátrika, y en la Revista Multidisciplinar de Gerontologí­a.

Para llevar a cabo este trabajo, los investigadores aplicaron un cuestionario a una población de 203 sujetos cuyo único requisito era el ser cuidador informal de una persona mayor dependiente

Del trabajo realizado en la UGR se deduce que este cuidado crea en el seno familiar, en algunos casos, comportamientos inadecuados en la relación, y que los efectos negativos a nivel fí­sico, psicológico y social del cuidador están altamente relacionados con la historia de vida previa entre cuidador y cuidado, el aislamiento social percibido por el cuidador, y el sentimiento de soledad en la relación con el cuidado.

Para llevar a cabo el trabajo, los investigadores aplicaron un cuestionario a una población de 203 sujetos cuyo único requisito era el ser cuidador informal de una persona mayor dependiente.

Apoyo familiar e institucional

Los resultados revelan que las variables cognitivas (pensamientos y valoraciones) utilizadas por el cuidador, tanto positivas como negativas, influyen de forma decisiva en la manera en que se relacionan cuidador y cuidado. Estas variables son el apoyo familiar y el apoyo institucional, y modulan el impacto que puede tener la relación entre cuidador y cuidado.

Además, variables culturales como los patrones de crianza y los estilos de educación recibidos, ejercen una clara influencia en la forma de ser y de actuar de los cuidadores informales, lo que va a repercutir en la tarea de cuidar.

Los investigadores de la UGR proponen un control de todas estas variables como un primer paso para la intervención por parte de las administraciones con el fin de mejorar la calidad de vida de este colectivo, y consideran que esta actuación «debe ser de carácter psicoeducativo y garantizar, de alguna forma, una mejor calidad de vida de las personas que cuidan del mayor dependiente».

Y es que la relación entre el cuidador informal y el cuidado, señalan los autores, «no es una relación inocua, sino que está cargada de efectos, a veces nocivos para la salud fí­sica y psicológica del cuidador. Son conocidos los efectos de sobrecarga, ansiedad, estrés, etc., que afectan al cuidador informal. Pero consideramos que estás variables son insuficientes para explicar la variabilidad que se produce en la conducta del cuidador en su relación con el cuidado. Por ello, nos ha parecido interesante introducir variables de corte cognitivo y socio cultural, menos estudiadas, para aclarar en lo posible dicha variabilidad».
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Ocho de cada diez personas con un familiar a su cargo sufren ansiedad y estrés, según un estudio de la UGR

Ocho de cada diez personas con un familiar a su cargo sufren ansiedad y estrés, según un estudio de la UGR

Ocho de cada diez personas que tienen a algún familiar a su cargo sufren ansiedad y estrés, independientemente de su situación sociodemográfica, siendo las familias, y en concreto las hijas, quienes en la mayoría de los casos asumen el «cuidado informal» de mayores dependientes.

Así se desprende de una investigación realizada por Ruth María Calero, del departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación de la Universidad de Granada (UGR), dirigida por el profesor José María Roa.

Según este trabajo, los cuidados a familiares crean, en algunos casos, «comportamientos inadecuados» en la relación. Además, sostiene que los efectos negativos «a nivel físico, psicológico y social del cuidador» están «altamente relacionados» con la historia de vida previa entre cuidador y cuidado, el aislamiento social percibido por el cuidador y el sentimiento de soledad en la relación con el cuidado.

Para llevar a cabo dicho estudio, los investigadores aplicaron un cuestionario a una población de 203 personas, cuyo único requisito era el de ser cuidador informal de una persona mayor dependiente.

Los resultados revelan que las variables cognitivas –pensamientos y valoraciones– utilizadas por el cuidador, tanto positivas como negativas, influyen de forma decisiva en la manera en que se relacionan cuidador y cuidado. Estas variables son el apoyo familiar y el apoyo institucional, y modulan el impacto que puede tener la relación entre cuidador y cuidado.

De igual modo, este trabajo apunta a que ciertas variables culturales como los patrones de crianza y los estilos de educación recibidos, ejercen una «clara influencia» en la forma de ser y de actuar de los cuidadores informales, lo que repercutirá en la tarea de cuidar.

Por ello, la autora de este trabajo propone un control de todas estas variables, como un primer paso para la intervención por parte de las administraciones con el que se mejore la calidad de vida de este colectivo. Además, considera que esta actuación «debe ser de carácter psicoeducativo y garantizar, de alguna forma, una mejor calidad de vida de las personas que cuidan del mayor dependiente».

Los resultados de la investigación han sido publicados en la revista \’Geriátrika\’ y en la \’Revista Multidisciplinar de Gerontología\’.
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