La investigación sobre el asesinato de un hombre el pasado viernes en el Zaidín continúa y contempla «todas las vías» posibles, según indicó el Jefe Superior de Policía de Andalucía Oriental, Pedro Luis Mélida. Las pesquisas para encontrar al responsable de los dos disparos que acabaron con la vida de J. M. R. cuando se dirigía al punto que el juez había fijado para recoger a su hijo «siguen su curso», a la espera de que den resultados «lo antes posible».
Pocas certezas han trascendido hasta ahora, aunque el jefe de Policía avanzó ayer que las declaraciones de los testigos apuntan a que el responsable del asesinato es un hombre. No obstante, «no se descarta nada», sino que «se busca todo» para lograr dar con la «identificación del autor o autores» del crimen.
Mélida no dijo si la investigación se centra o no en el círculo más cercano de la víctima, que era natural de Loja y tenía 43 años. Otras fuentes policiales desmintieron que sea el entorno familiar el único que contempla la policía, ya que «no se descarta ningún extremo».
Las indagaciones se han centrado durante el fin de semana en el entorno personal, familiar y geográfico de la víctima. Ha sido en este círculo más cercano donde se habrían encontrado datos de unas posibles amenazas previas a los hechos del viernes por la tarde, sin que de momento se hayan producido detenciones.
Estas fuentes señalaron que el trabajo del Grupo de Homicidios da sus frutos y «lógicamente cada día se estrecha más el cerco». Pero incidieron en que «como ocurre en cualquier investigación de este tipo, aunque se cierren asuntos, pueden abrirse otros o que aparezcan nuevos aspectos» que aporten datos relevantes a la investigación.
Según los primeros indicios, la víctima fue herida con un arma de fuego por parte de una persona «con peluca, una mochila y una cazadora blanca» que se le acercó por la espalda y «sin mediar palabra» le disparó acabando con su vida.
El suceso tuvo lugar el viernes sobre las 17:45 horas en la calle Monachil, desde donde algunos vecinos alertaron mediante llamada telefónica al centro coordinador de emergencias del 112 de que «habían escuchado disparos en la calle», por lo que se movilizó a los servicios sanitarios, así como a la Policía Local y la Nacional, que se hizo cargo de la investigación.
La primera persona a la que se tomó declaración fue la propia ex mujer del fallecido, que se encontraba en las inmediaciones del lugar del suceso, ya que tenía que acudir para dejar a su hijo en el punto de encuentro familiar. El fallecido fue enterrado el pasado domingo en su localidad natal.
El jefe de Policía realizó estas declaraciones antes de la firma de un convenio específico de colaboración con la Universidad de Granada para la investigación y la mejora de la formación en materia de mediación con el objetivo de aumentar «la calidad en el servicio que la Policía presta a los ciudadanos» y resolver conflictos menores que puedan evitar su paso por la vía penal.