Granada abierta
El entorno del tranvía en Fuentenueva
15-07-2008
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JOSÉ L. GÓMEZ ORDÓÑEZ Smoon ya muchos los años en que enseño a mis alumnos de Ingeniería de Caminos, Canales y Puertos, como a los de Arquitectura, la trascendencia de las relaciones de las infraestructuras con su entorno; así, los campos de las márgenes de una acequia de riego cambian sus cultivos, su color y su valor, las márgenes de la travesía de Andalucía, A-92, se ven paulatinamente festoneadas de industrias, almacenes, restaurantes y gasolineras, en el entorno de una calle importante se van ubicando los comercios, las oficinas y los despachos profesionales de prestigio.
El entorno del tranvía granadino que atravesará el campus de Fuentenueva, configura un ámbito espacial de gran valor potencial; un lugar en el que las continuidades de los espacios verdes, junto a Severo Ochoa, desde Constitución hasta Gallas, todavía podrían guardar algo de la memoria del que fuera, hasta la mitad del siglo XX, histórico vergel; un lugar en el que los movimientos peatonales serán estimulados, atrayendo a la parada de Fuentenueva a miles de universitarios de muchas facultades, a uno y otro lado de Severo Ochoa y en el que los flujos de automóviles deberán ser aminorados y permitir la continuidad y comodidad de la movilidad peatonal; así, es la ocasión de unir los paseíllos con Lòpez Argüeta, de manera ininterrumpida para el viandante; también en este espacio deberán encontrar acomodo las nuevas actividades económicas surgidas al conjuro de la confluencia de la llegada del AVE y del tranvía, así como resultar atractivas y bien situadas las propias paradas del tranvía para convertirse en focos de atracción y de encuentro social. Una parte importante del Plan Especial ferroviario se elabora sobre suelo universitario: la plusvalía de esta operación bien puede pagar este plus de calidad exigido al entorno del tranvía y ayudar a las estrategias apuntadas. Es por esto que los estudios previos a la implantación de esta importante infraestructura constituyen una importante necesidad y oportunidad para ajustar sus decisiones, para concertar acuerdos y resolver conflictos entre los agentes públicos y privados interesados, para estimular la participación y ganarse la adhesión y el reconocimiento de la ciudadanía por el trabajo bien hecho.
De tal proceso procedimental, bien diseñado y seriamente recorrido, los proyectos salen fortalecidos en cuanto a sus benéficos efectos económicos y sociales. Pues bien, el estudio informativo de trazado que presentó la administración impulsora y responsable de esta feliz iniciativa, la J.A.–Junta de Andalucía– a información pública, en enero del 2003, conteniendo 27 trazados alternativos, no era de esa naturaleza explicativa de las relaciones entre el tranvía y la ciudad. Si bien valoraba los costes y ciertos impactos ambientales, estaba muy lejos de lo que se debe hacer y se hace en estos asuntos; claro que sirvió para estimular las expectativas y la reflexión de muchos agentes, pero no ayudó a decidir.
La prueba de lo que afirmo es que, poco tiempo después, la J.A. optaba por otro trazado bien diferente a los 27 anteriores, una alternativa veintiocho, para la que tuvo el buen gesto de solicitar a la Universidad de Granada, cuando ni siquiera pasaba por su campus, una valoración de profesores expertos. Valoración que sí que hizo análisis sobre el entorno y los efectos del trazado. Pero, hace un año, al parecer por exigencias de Madrid derivadas del trazado del AVE y ubicación de su estación terminal en Granada, se vuelve a proponer, por parte de la J.A., uno de los antiguos 27 trazados de enero de 2003, anteriormente referidos. Cuando, hace pocos días, se exhibe dicho nuevo trazado por sus responsables, acompañado de elementales referencias paisajísticas, en un Aula de la Universidad, se hace junto a relatores de la benéfica relación entre tranvía y campus universitarios en las ciudades de Burdeos, Grenoble y Barcelona.
Se evidencia en dicho acto público cómo en estas ciudades, como es natural, ha sido muy importante el diálogo, sobre la manera de disponer el tranvía, entre los gobiernos regionales, los municipales y las autoridades universitarias. Y cuando, en este acto, se plantean, por parte de los asistentes, objeciones o críticas a la solución adoptada o/y a sus procedimientos, y se requiere a la administración principal más reflexión participada y más diálogo, la respuesta se muestra intransigente y autoritaria. Nuestra responsabilidad es tomar decisiones, gobernar, dice un responsable técnico de la J.A., arguyendo que ya se colmó tal diálogo con ocasión de aquel, inadecuado a todas luces a esos efectos, estudio del 2003. Muy respetables autoridades de la Junta de Andalucía, del Ayuntamiento de Granada y de nuestra Universidad: valoren ustedes el hecho de que los procesos técnicos seguidos no sean los adecuados; que son muy grandes y esperanzadoras las posibilidades de que, en un tiempo no mayor de dos o tres meses, se podrían desarrollar los estudios técnicos, verdaderamente pertinentes, de alguna de las diversas maneras posibles, sean perspectivas de estrategias espaciales, esquemas básicos de proyectos urbanos, estudios prospectivos, avances de planes detallados, de estudios de detalle,… en los lugares de entorno del tranvía.
Estudios que acepten lo esencial de la determinación tomada pero que, con pequeños ajustes, optimicen su ajuste a la ciudad. Sepan que tales trabajos supondrían reflexiones que mejorarían considerablemente la propuesta actual sin poner en cuestión la mayor, la que hace pasar el tranvía por Fuentenueva y la avenida Andaluces, pudiendo poner de acuerdo a todas las partes. La ingeniería francesa podría proseguir enseguida su trabajo hacia el proyecto de trazado y posterior proyecto constructivo, a partir de estas nuevas ideas, en condiciones más parecidas, mejor civilmente orientadas a como ha hecho su trabajo en otras ciudades en Francia. No dudando de que la voluntad de ustedes sea la de acercarse a una propuesta óptima y, en la medida de lo posible, de consenso, ¿ por qué vamos a tener que sufrir, ustedes. y los ciudadanos, las consecuencias de un proceso técnico-administrativo que sigue procedimientos y prácticas técnicas inadecuadas, cuando este lugar tan singular y central de Granada, su puerta del siglo XXI, su símbolo cultural como campus universitario, experimente una irrupción del tranvía que, por insuficientemente meditada, puede tornarse de benéfica en irrelevante, suponer una espléndida ocasión perdida?
[José L. Gómez Ordóñez es catedrático de Urbanismo y Ordenación del Territorio de la Universidad de Granada]
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