GRANADA
Los Juli@ Verne del futuro
Los jóvenes viajan cada vez más a otros países a formarse y a buscar trabajo y aventuras. Un grupo de universitarios nos cuenta sus ricas experiencias en otros países que les permiten conocer otras culturas
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LOS chicos y chicas son de los que más viajan a otros países en busca de nuevas aventuras y experiencias profesionales. Algunos viajan para mejorar su trabajo, otros por placer y muchos para completar sus estudios y sobre todo para conocer otras formas de vida y luego poder contarlas. Cada vez está más de moda viajar. Un grupo de universitarios aventureros nos cuenta su experiencia. Todos se han ido con la ayuda -nunca suficiente en cuanto al dinero- de algún programa de la Universidad de Granada (UGR). Estarán un año académico fuera de casa. En general, la experiencia es sobresaliente.
LARA LUNA
Puerto Rico
«Aquí la gente es más participativa»
Después de cuatro meses Lara Luna, que estudia Trabajo Social y se ha ido al recinto de Río Piedras (Puerto Rico), está sorprendida por la mezcla cultural del país: «Tiene toques españoles, americanos y la suya propia». Las infraestructuras tampoco la han dejado indiferente. «Es alucinante porque te puedes encontrar casas nuevas y barrios de clase media-alta y a una calle escasa de allí un barrio pobre», dice.
Se fue a Puerto Rico porque le dijeron que las prácticas eran buenas y así es. Además ha descubierto con alegría que entre los alumnos del centro -ya lleva cuatro meses allí- existe una gran concienciación y responsabilidad a la hora de participar. «Se hacen asambleas para hablar de temas importantes y la gente participa, eso es algo que no he podido ver en Granada y me da mucha pena», lamenta. El modelo de clases es diferente, son de grupos de 20 o 30 y el profesor conoce a todo el mundo. Algo que en su Escuela de Trabajo Social de la UGR no ocurre. «Las clases son más participativas », explica.
En el tiempo que lleva en Puerto Rico ha conocido a muchos jóvenes del país y también de República Dominicana, EE UU, Perú… y ha viajado a algunos pueblos y a isla Culebra, que es «preciosa», aunque reconoce que el transporte es «bastante malo». Lo más beneficioso para ella de esta experiencia, en la que ha tenido que recorrer por el momento varias facultades para poder cursar algunas asignaturas y pedir dinero a su familia porque allí no ha encontrado trabajo y la beca no le alcanza, es que está conociendo otro sistema universitario y ha madurado como persona porque «estoy lejos de mi familia y he tenido que aprender a sobrevivir». Está contenta con los profesores y con lo que está aprendiendo en clase. «Pero como en todas partes hay veces que uno no tiene lo que quiere y puedes encontrarte que no estás satisfecho», resume.
JESÚS FLORIDO
Japón
«Esta cultura es la del respeto»
Jesús ha viajado este año a tierras niponas. Está estudiando un máster de Relaciones Internacionales en Ritsumeikan University, Kyoto (Japón), una de las mejores universidades de Asia y, aunque algún profesor de su Facultad en Granada se la desaconsejó y le invitó a ir a Estados Unidos, él quería viajar a una sociedad diferente a la ya conocida y «ver el mundo desde otro punto de vista». Estará en Kyoto un año académico. Al igual que muchos jóvenes son sus padres quienes le pagan la estancia en el país de origen. El máster, que cuesta 18.000 euros, sí lo paga la Universidad nipona.
El primer choque para Jesús al llegar a Japón fue «evidentemente» el idioma. «El ver que aquí la gente no hablaba nada de inglés. Hay veces que te sientes como un analfabeto, porque no sabes ni leer ni escribir. Llegas aquí con el concepto de que eres estudiante de máster, pero luego ves que eso en la vida cotidiana te sirve de bastante poco. La cultura japonesa la definiría como la cultura del respeto y del silencio, ademas de un profundo amor por lo pasado y lo ancestral», explica.
El centro en el que estudia es bastante internacional y tiene una gran influencia norteamericana. Una curiosidad, sus profesores se preocupan de ellos y les organizan incluso cenas para que «salgamos todos juntos». Allí trabaja de manera diferente, sólo tiene ocho horas de clase a la semana. «El trabajo es entendido como algo personal, la clase sólo actúa como medio de exposición de diversas tesis».
Este viaje le está sirviendo a Jesús para comparar y valorar lo bueno y lo malo de la UGR. Además, «el viajar ( en mi caso como estudiante de Ciencias Políticas) me ha hecho de alguna manera el no entender ciertos nacionalismos, movimientos independentistas, porque viajar e incrustarse en una sociedad tan diferente como la japonesa es el ver que las personas a parte de esa capa social que nos cubre, somos mucho más parecidas que diferentes, por eso te permite el dar la mano y no quitarla hacia la unión de los pueblos, respetando las culturas y tradiciones».
En el tiempo que lleva en Kyoto ha viajado a Osaka y Kobe y ya tiene muchos amigos japoneses. Eso sí, le ha costado un poco aprenderse sus nombres. Para superar eso, optó por ponerles nombres españoles: Antonia, Pepa… y ahora ellas mismas se autodefinen Antonia y Pepa.
JOSÉ GARCÍA
Estados Unidos
«Esto no se parece a lo que me pensaba»
José García se ha ido este año a descubrir América. Está estudiando Ingeniería Informática y está completando su formación en la Universidad de California, San Diego. Confiesa que pidió este destino porque «me llamaba mucho la atención la posibilidad de conocer Estados Unidos, y más en concreto su sistema universitario. La idea de California, con las playas, el clima y demás; siempre es atractiva. Además, este centro en concreto es uno de los más fuertes en mi especialidad».
Por el momento, José ha descubierto en sus recorridos por California que «no se parece en absoluto a los estereotipos que tenía acerca de EE UU». También ha viajado a Las Vegas, Los Ángeles y Santa Bárbara. Sorprendentemente, según cuenta José desde que está en el país ha visto tres o cuatro películas y «en todas aparece algún sitio que he visitado recientemente». Es lo que tiene viajar. Cuando estaba paseando por el centro de Los Ángeles también se encontró con la grabación del nuevo videoclip de las Pussy Cat Dolls.
En cuanto al centro, lo que más le ha llamado la atención son las innumerables actividades, clubes, asociaciones, ferias de trabajo… Las posibilidades para hacer actividades extraescolares son infinitas. El sistema de enseñanza es «absolutamente» distinto al de la UGR. «Aquí vivimos además en un campus y está todo centralizado». Por el momento, lo más beneficioso está siendo la gente que está conociendo y la experiencia personal.
JOSÉ MARÍA HINOJOSA
Nuevo México
«Aquí compagino trabajo y estudios»
Jose María Hinojosa Serrato, alumno de la Facultad de Filosofía y Letras, ha cambiado este año la UGR por la Universidad de Nuevo México, conocida por su acrónimo UNM, se encuentra en Albuquerque, ciudad hermana del Albuquerque de Extremadura. Está en el estado de Nuevo México. Le ha llevado a este país su interés por los estudios de Literatura Chicano-Hispano-Mexicano. Aunque se ha matriculado en tres asignaturas para mantener su estatus de estudiante. Y también le ha animado a dar este paso el interés que «nuestro gran profesor y escritor Don Manuel Villar Raso, despierta en nosotros los estudiantes de Filología Inglesa, en su materia de Literatura Norteamericana, donde hace un especial hincapié en la Literatura Chicana».
Durante su estancia en estas tierras, compaginará trabajo y estudios. En la actualidad tiene dos trabajos. «Para aquellos que les interese deben de saber que es muy sencillo estar pluriempleado, siempre están buscando a gente, no se gana mucho pero si uno no fuma, no bebe, no sale de marcha en exceso… pues se puede perfectamente pagar el alquiler y la comida, para lo demás y ropa no te llega», explica. Un trabajo para cualquiera es tomar apuntes, pagan 5,75 dólares a la hora, si además pasas estos apuntes a máquina pagan el doble. En la actualidad nunca se consiguen cubrir todas las vacantes que se ofrecen para tomar apuntes.
José María ha comprobado en este tiempo que Estados Unidos «no es en absoluto lo que nos hacen ver y creer. Se trata de un país como otro cualquiera con un único defecto, el servicio sanitario, por lo demás es bastante más avanzado. No es tan racista como pensaba. La gente aquí se desvive por ayudarte, se entregan. La seguridad es mucho mayor y mejor que en España».
En este tiempo ha viajado a Grant y otros pueblos de alrededor, que físicamente son «muy parecido a España».
SIMÓN YESTE
México
«Estas gentes son todo corazón»
Simón estudia Antropología Social y se ha ido a la ciudad de Xalapa en el estado de Veracruz, al sudeste de México, para conocer más de cerca otras costumbres y formas de vida. Viaja lo que puede porque tiene bastante asignaturas y comenta que su mejor viaje ha sido «un primer bañito en el Atlántico y su luna llena». También ha hecho un viaje en las festividades de los muertos a una comunidad indígena de la Huasteca, su nombre es Ixhuatlan de Madero. «La muerte aquí es inmortal, se la canta, se bebe, se comparte presencia con los difuntos, comida, petardos y alegría. Sin miedo y con ironía a la cara. Buenísimo. Las personas de este pueblo son todo corazón dependiendo de sus problemas económicos, identitarios y culturales. Cada vez más aculturados, cada vez menos personas hablan sus lenguas:otomi, tepehua, nauhatl… Sus sonrisas son increíbles».
Está aprendiendo mucho del país y de sus profesores y compañeros. Allí el sistema es mucho más participativo, en todos los sentidos. Lo es en clase y en los estudios en la propia sociedad, y eso que México está en una situación complicada. Simón, que está viviendo una experiencia entrañable y en primera persona momentos históricos del país, se queda con el corazón y la mirada de la gente, la ausencia de protagonismos, la existencia de igualdades personales. «Mi experiencia es horizontal, a la cara con la gente y abierta». Este joven también se acuerda de sus compañeros granadinos a los que manda un saludo.
ÁLVARO SÁNCHEZ-DEHESA
Estados Unidos
«Me gusta lo amable que son todos»
Álvaro ha viajado a Estados Unidos para ver cómo se trabaja en un país tan avanzado. Le vendrá muy bien para sus estudios de Economía. Además había ido hace dos años a California y tenía un buen recuerdo. En esta ocasión estará un año académico en territorio estadounidense, en la Universidad de California, en San Diego concretamente.
Está sorprendido con lo amable que es la gente y con lo grande que es el campus en el que estudia. «Puedes estar perfectamente en el campus y tener casi todo lo que necesitas». El sistema de estudio es diferente al de la UGR. «Aquí la evaluación continua está a la orden del día», avisa. Álvaro al igual que el resto que muchos universitarios viajeros está muy divertido en su residencia, comparte estancia con un indonesio, un japonés, un brasileño y dos americanos. ¿Vaya diversidad!
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