Para Ayala todos los males están en los nacionalismos
presentación. Francisco Ayala asistió el pasado 28 de febrero a la presentación de Miradas sobre el presente, la recopilación de su obra sociológica elaborada por Alberto Ribes.
I. G.
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granada. La faceta como sociólogo del escritor granadino Francisco Ayala es la menos conocida, aunque fue la primera que cultivó. A partir de los años 30 del pasado siglo Ayala reflexionó sobre la realidad social siguiendo la figura del intelectual comprometido, en la estela de su maestro José Ortega y Gasset. Fue durante su exilio en Argentina cuando el granadino comenzó a ejercer como profesor de Sociología, labor que progresivamente fue integrando con su faceta como escritor de ficciones literarias en sus años de exilio. Coincidiendo con su centenario, la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI) publicará en breve una selección de 12 ensayos sobre América Latina, que van desde 1944 hasta 1983.
El autor de la compilación es el profesor de Sociología de la Universidad de Sevilla Alberto Ribes, responsable también de Miradas sobre el presente, un libro recientemente publicado que analiza de forma general la faceta como sociólogo de Ayala. Ribes ofrece hoy una conferencia dentro del ciclo que la Universidad de Granada dedica al escritor los días previos a su cumpleaños número 100.
La longevidad de Ayala le ha permitido ser testigo de un siglo especialmente convulso, el XX. Empieza escribiendo en la España de la dictadura de Primo de Ribera; simpatiza con la República, observa en la distancia el fracaso de la República de Weimar y el ascenso del nazismo en Alemania y se exilia tras la Guerra Civil en España… Todos estos acontecimientos marcan la que será su principal obsesión: la libertad. Toda su literatura y toda su sociología se basan en una reivindicación de la libertad del hombre, comenta Ribes. Esta idea se manifiesta, según el profesor de la Hispalense, en una convicción vital más que en una corriente política.
Este compromiso con la libertad tiene como consecuencia la principal característica del pensamiento de Ayala, según Ribes: la independencia. Nunca se afilió a un partido. Él opina que los intelectuales tienen que estar al margen del poder y comprometerse con el presente, comenta Ribes. El caso del granadino es peculiar porque vive situaciones personales complicadas pero sigue aferrado a la independencia y la responsabilidad intelectual.
Una muestra de la importancia que da Ayala a la libertad es su anticipación del concepto de globalización, idea que postula a partir de los años 40. El centenario escritor sigue aquí a pensadores alemanes, la escuela donde se forma, aunque dota esa idea de un contenido más preciso y actual. Ayala celebra la pérdida de importancia de los Estados en ese proceso, porque para él todos los males están en la exacerbación de los nacionalismos. En este sentido, vio con buenos ojos la asociación libre de Puerto Rico, país donde vivió una época dentro de su exilio latinoamericano, con los EEUU.
Para Ribes, la publicación de El escritor en la sociedad de masas (1952) marca una inflexión en los escritos sociológicos de Ayala. Si hasta entonces alterna una sociología ortodoxa con la literatura, a partir de ese momento decide combinar estos dos géneros literarios en lo que el estudioso denomina una sociología difusa, donde se mezclan ensayo, artículo periodístico, literatura… Toda su formación sociológica desemboca en sus ficciones literarias. Ayala acaba plasmando su visión del mundo utilizando personajes y una trama. A partir de ahí, la sociología está presente en su literatura. El cambio se produce porque, al igual que su maestro Ortega, Ayala intenta llegar a un público más amplio. En fechas más recientes, el granadino sigue reflexionando sobre la sociedad aunque, obviamente, ahora escribe menos.
Que la sociología de Ayala sea poco conocida se debe, según Ribes, a varios factores: el exilio, que dificultó la difusión de sus escritos –se cuenta que su famoso Tratado de Sociología llegó a circular en círculos restringidos con su nombre tachado– y el desconocimiento que la propia sociología española tiene de sus autores son algunos de ellos. Para Ribes es necesario seguir ahondando en esta faceta del pensamiento de Ayala y relacionarla con los pensadores de su generación para obtener el retrato de la época posterior a la guerra.