Consumo de maíz, cereza y vino tinto retrasa envejecimiento: estudio

Consumo de maíz, cereza y vino tinto retrasa envejecimiento: estudio

Destacan expertos que estos productos contienen alto contenido de melatonina, sustancia que retrasa el daño oxidativo y la degeneración neuronal
Consumo de maíz, cereza y vino tinto retrasa envejecimiento: estudioConsumo de maíz, cereza y vino tinto retrasa envejecimiento: estudio
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EFE
El Universal
Granada, España
Sábado 27 de enero de 2007
10:52 El consumo de maíz, cerezas, avena y vino tinto retrasa el envejecimiento por su alto contenido en melatonina, sustancia producida en pequeñas cantidades por el cuerpo y que retrasa el daño oxidativo y la degeneración neuronal.

Así lo establece un estudio de la Red Nacional de Investigación del Envejecimiento en el que participan investigadores del Instituto de Biotecnología de la Universidad de Granada (sur de España) , informó hoy la institución académica.

El trabajo ha sido llevado a cabo en ratones normales y transgénicos, a los que se provocó un envejecimiento celular acelerado, si bien sus resultados son aplicables al ser humano.

El estudio concluye que el consumo de la melatonina retrasa el daño oxidativo y los procesos inflamatorios propios del envejecimiento.

Esta sustancia natural, que el ser humano produce, se encuentra en pequeñas cantidades en algunas frutas y verduras como la cebolla, la cereza y el plátano, y en cereales como el maíz, la avena y el arroz, además del vino tinto y algunas plantas aromáticas como la menta, la hierba luisa, la salvia o el tomillo.

Según Darío Acuña, miembro del Instituto de Biotecnología de la Universidad de Granada y coordinador de la Red Nacional de Investigación del Envejecimiento, el estudio ha comprobado que es a los cinco meses de edad en los ratones, lo que equivaldría a los 30 años del hombre, cuando comienzan a aparecer los primeros síntomas de envejecimiento en los tejidos.

Es entonces cuando se produce un aumento de los radicales libres (oxígeno y nitrógeno), que a su vez provocan una reacción inflamatoria.

Este estrés oxidativo también tiene su reflejo en la sangre, ya que, según han comprobado los investigadores, las células sanguíneas son más frágiles con el paso de los años, por lo que su membrana celular se destruye más fácilmente.

Los autores del estudio administraron melatonina en pequeñas cantidades a los ratones y observaron que esta sustancia, además de neutralizar el estrés oxidativo y el proceso inflamatorio provocado por el envejecimiento, retrasa los efectos de éste, aumentando así la longevidad.

La labor de la Universidad de Granada consistió en estudiar la función de la mitocondria de los ratones y su capacidad para producir ATP o trifosfato de adenosina, una molécula encargada de almacenar la energía que cualquier célula necesita para llevar a cabo todas sus funciones.

Según Acuña, la administración crónica de melatonina en el animal en el momento en que deje de producirla ayuda a contrarrestar todos los procesos asociados al envejecimiento.

Así, la ingesta de esta sustancia a diario en el hombre a partir de los 30 ó 40 años podría, si no prevenir, al menos retrasar la aparición de enfermedades ligadas al envejecimiento y relacionadas con los radicales libres e inflamación, como son muchos procesos neurodegenerativos, como el Párkinson, así como las complicaciones de patologías como la diabetes.

El investigador confía en que el Ministerio de Sanidad legalice pronto la comercialización de la melatonina, ya que al ser un producto natural producido por el organismo humano, esta sustancia no se puede patentar y su producción resultaría poco rentable para la industria farmacéutica.

Mientras se legaliza o no, los expertos recomiendan el consumo de esta sustancia al menos como suplemento nutricional.

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El consumo de maíz, cereza o vino retrasa el envejecimiento, según un estudio

El consumo de maíz, cereza o vino retrasa el envejecimiento, según un estudio

El consumo de alimentos como el maíz, la avena, la cereza o el vino tinto retrasan el envejecimiento por su alto contenido en melatonina, una sustancia natural que produce el ser humano en pequeñas cantidades y que retrasa el daño oxidativo y los procesos neurodegenerativos propios de la edad.

Así lo establece un estudio de la Red Nacional de Investigación del Envejecimiento en el que participan investigadores del Instituto de Biotecnología de la Universidad de Granada, informó la institución académica.

El trabajo ha sido llevado a cabo en ratones normales y transgénicos, a los que se provocó un envejecimiento celular acelerado, si bien sus resultados son aplicables al ser humano.

El estudio, en el que también han participado investigadores de las universidades de Sevilla, Oviedo, Zaragoza, Barcelona y Reus, concluye que el consumo de la melatonina retrasa el daño oxidativo y los procesos inflamatorios propios de la edad.

Esta sustancia natural, que el ser humano produce, se encuentra en pequeñas cantidades en algunas frutas y verduras como la cebolla, la cereza y el plátano y en cereales como el maíz, la avena y el arroz, además de en el vino tinto y algunas plantas aromáticas como la menta, hierba luisa, salvia o tomillo.

Según Darío Acuña, miembro del Instituto de Biotecnología de la Universidad de Granada y coordinador de la Red Nacional de Investigación del Envejecimiento, el estudio ha comprobado que es a los cinco meses de edad en los ratones, lo que equivaldría a los 30 años del hombre, cuando comienzan a aparecer los primeros síntomas de envejecimiento en los tejidos animales debido a un aumento de los radicales libres (oxígeno y nitrógeno), que a su vez provocan una reacción inflamatoria.

Este estrés oxidativo también tiene su reflejo en la sangre del animal, ya que, según han comprobado los investigadores, las células sanguíneas son más frágiles con el paso de los años, por lo que su membrana celular se destruye más fácilmente.

Los autores del estudio administraron melatonina en pequeñas cantidades a los ratones y observaron que esta sustancia, además de neutralizar el estrés oxidativo y el proceso inflamatorio provocado por el envejecimiento, retrasa los efectos de éste, aumentando así la longevidad.

La labor de la Universidad de Granada consistió en estudiar la función de la mitocondria de los ratones y su capacidad para producir ATP o trifosfato de adenosina, una molécula encargada de almacenar la energía que cualquier célula necesita para llevar a cabo todas sus funciones.

Según Acuña, la administración crónica de melatonina en el animal en el momento en que deje de producirla ayuda a contrarrestar todos los procesos asociados al envejecimiento.

Así, la ingesta de esta sustancia a diario en el hombre a partir de los 30 o 40 años podría, si no prevenir, al menos retrasar la aparición de enfermedades ligadas al envejecimiento y relacionadas con los radicales libres e inflamación, como son muchos procesos neurodegenerativos (Párkinson), así como las complicaciones de otras patologías como la diabetes.

El investigador confía en que el Ministerio de Sanidad legalice pronto su uso, ya que al ser un producto natural producido por el organismo humano, esta sustancia no se puede patentar y su producción resultaría poco rentable para la industria farmacéutica.

Mientras se legaliza o no, los expertos recomiendan el consumo de esta sustancia al menos como suplemento nutricional.

Los resultados de esta investigación se han publicado en algunas prestigiosas revistas del campo de la Medicina como Free Radical Research y Experimental Gerontology, entre otras.

Publicada el Sábado, 27 de Enero de 2007 por Redaccion

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Consumo de maíz y vino tinto retrasa el envejecimiento, según estudio español

Consumo de maíz y vino tinto retrasa el envejecimiento, según estudio español

La investigación concluye que la melatonina, sustancia contenida en algunos alimentos, aplaza el daño oxidativo y los procesos inflamatorios propios del envejecimiento.

El consumo de maíz, cerezas, avena y vino tinto retrasa el envejecimiento por su alto contenido en melatonina, sustancia producida en pequeñas cantidades por el cuerpo y que retrasa el daño oxidativo y la degeneración neuronal.

Así lo establece un estudio de la Red Nacional de Investigación del Envejecimiento en el que participan investigadores del Instituto de Biotecnología de la Universidad de Granada (sur de España), informó este sábado a Efe la institución académica.

El trabajo fue llevado a cabo en ratones normales y transgénicos, a los que se le provocó un envejecimiento celular acelerado. Los resultados del estudio son aplicables al ser humano.

El estudio concluye que el consumo de la melatonina retrasa el daño oxidativo y los procesos inflamatorios propios del envejecimiento.

Esta sustancia natural, que el ser humano produce, se encuentra en pequeñas cantidades en algunas frutas y verduras como la cebolla, la cereza y el plátano, y en cereales como el maíz, la avena y el arroz, además del vino tinto y algunas plantas aromáticas como la menta, la hierba luisa, la salvia o el tomillo.

Según Darío Acuña, miembro del Instituto de Biotecnología de la Universidad de Granada y coordinador de la Red Nacional de Investigación del Envejecimiento, el estudio comprobó que es a los cinco meses de edad en los ratones, lo que equivaldría a los 30 años del hombre, cuando comienzan a aparecer los primeros síntomas de envejecimiento en los tejidos.

Es entonces cuando se produce un aumento de los radicales libres (oxígeno y nitrógeno), que a su vez provocan una reacción inflamatoria.

Este estrés oxidativo también tiene su reflejo en la sangre, ya que, según han comprobado los investigadores, las células sanguíneas son más frágiles con el paso de los años, por lo que su membrana celular se destruye más fácilmente.

Los autores del estudio administraron melatonina en pequeñas cantidades a los ratones y observaron que esta sustancia, además de neutralizar el estrés oxidativo y el proceso inflamatorio provocado por el envejecimiento, retrasa los efectos de éste, aumentando así la longevidad.

La labor de la Universidad de Granada consistió en estudiar la función de la mitocondria de los ratones y su capacidad para producir ATP o trifosfato de adenosina, una molécula encargada de almacenar la energía que cualquier célula necesita para llevar a cabo todas sus funciones.

Según Acuña, la administración crónica de melatonina en el animal en el momento en que deje de producirla ayuda a contrarrestar todos los procesos asociados al envejecimiento.

Así, la ingesta de esta sustancia a diario en el hombre a partir de los 30 ó 40 años podría, si no prevenir, al menos retrasar la aparición de enfermedades ligadas al envejecimiento y relacionadas con los radicales libres e inflamación, como son muchos procesos neurodegenerativos, como el Párkinson, así como las complicaciones de patologías como la diabetes.

El investigador confía en que el Ministerio de Sanidad legalice pronto la comercialización de la melatonina, ya que al ser un producto natural producido por el organismo humano, esta sustancia no se puede patentar y su producción resultaría poco rentable para la industria farmacéutica.

Mientras se legaliza o no, los expertos recomiendan el consumo de esta sustancia al menos como suplemento nutricional. (EFE)

La investigación concluye que la melatonina, sustancia contenida en algunos alimentos, aplaza el daño oxidativo y los procesos inflamatorios propios del envejecimiento.

El consumo de maíz, cerezas, avena y vino tinto retrasa el envejecimiento por su alto contenido en melatonina, sustancia producida en pequeñas cantidades por el cuerpo y que retrasa el daño oxidativo y la degeneración neuronal.

Así lo establece un estudio de la Red Nacional de Investigación del Envejecimiento en el que participan investigadores del Instituto de Biotecnología de la Universidad de Granada (sur de España), informó este sábado a Efe la institución académica.

El trabajo fue llevado a cabo en ratones normales y transgénicos, a los que se le provocó un envejecimiento celular acelerado. Los resultados del estudio son aplicables al ser humano.

El estudio concluye que el consumo de la melatonina retrasa el daño oxidativo y los procesos inflamatorios propios del envejecimiento.

Esta sustancia natural, que el ser humano produce, se encuentra en pequeñas cantidades en algunas frutas y verduras como la cebolla, la cereza y el plátano, y en cereales como el maíz, la avena y el arroz, además del vino tinto y algunas plantas aromáticas como la menta, la hierba luisa, la salvia o el tomillo.

Según Darío Acuña, miembro del Instituto de Biotecnología de la Universidad de Granada y coordinador de la Red Nacional de Investigación del Envejecimiento, el estudio comprobó que es a los cinco meses de edad en los ratones, lo que equivaldría a los 30 años del hombre, cuando comienzan a aparecer los primeros síntomas de envejecimiento en los tejidos.

Es entonces cuando se produce un aumento de los radicales libres (oxígeno y nitrógeno), que a su vez provocan una reacción inflamatoria.

Este estrés oxidativo también tiene su reflejo en la sangre, ya que, según han comprobado los investigadores, las células sanguíneas son más frágiles con el paso de los años, por lo que su membrana celular se destruye más fácilmente.

Los autores del estudio administraron melatonina en pequeñas cantidades a los ratones y observaron que esta sustancia, además de neutralizar el estrés oxidativo y el proceso inflamatorio provocado por el envejecimiento, retrasa los efectos de éste, aumentando así la longevidad.

La labor de la Universidad de Granada consistió en estudiar la función de la mitocondria de los ratones y su capacidad para producir ATP o trifosfato de adenosina, una molécula encargada de almacenar la energía que cualquier célula necesita para llevar a cabo todas sus funciones.

Según Acuña, la administración crónica de melatonina en el animal en el momento en que deje de producirla ayuda a contrarrestar todos los procesos asociados al envejecimiento.

Así, la ingesta de esta sustancia a diario en el hombre a partir de los 30 ó 40 años podría, si no prevenir, al menos retrasar la aparición de enfermedades ligadas al envejecimiento y relacionadas con los radicales libres e inflamación, como son muchos procesos neurodegenerativos, como el Párkinson, así como las complicaciones de patologías como la diabetes.

El investigador confía en que el Ministerio de Sanidad legalice pronto la comercialización de la melatonina, ya que al ser un producto natural producido por el organismo humano, esta sustancia no se puede patentar y su producción resultaría poco rentable para la industria farmacéutica.

Mientras se legaliza o no, los expertos recomiendan el consumo de esta sustancia al menos como suplemento nutricional. (EFE)

La investigación concluye que la melatonina, sustancia contenida en algunos alimentos, aplaza el daño oxidativo y los procesos inflamatorios propios del envejecimiento.

El consumo de maíz, cerezas, avena y vino tinto retrasa el envejecimiento por su alto contenido en melatonina, sustancia producida en pequeñas cantidades por el cuerpo y que retrasa el daño oxidativo y la degeneración neuronal.

Así lo establece un estudio de la Red Nacional de Investigación del Envejecimiento en el que participan investigadores del Instituto de Biotecnología de la Universidad de Granada (sur de España), informó este sábado a Efe la institución académica.

El trabajo fue llevado a cabo en ratones normales y transgénicos, a los que se le provocó un envejecimiento celular acelerado. Los resultados del estudio son aplicables al ser humano.

El estudio concluye que el consumo de la melatonina retrasa el daño oxidativo y los procesos inflamatorios propios del envejecimiento.

Esta sustancia natural, que el ser humano produce, se encuentra en pequeñas cantidades en algunas frutas y verduras como la cebolla, la cereza y el plátano, y en cereales como el maíz, la avena y el arroz, además del vino tinto y algunas plantas aromáticas como la menta, la hierba luisa, la salvia o el tomillo.

Según Darío Acuña, miembro del Instituto de Biotecnología de la Universidad de Granada y coordinador de la Red Nacional de Investigación del Envejecimiento, el estudio comprobó que es a los cinco meses de edad en los ratones, lo que equivaldría a los 30 años del hombre, cuando comienzan a aparecer los primeros síntomas de envejecimiento en los tejidos.

Es entonces cuando se produce un aumento de los radicales libres (oxígeno y nitrógeno), que a su vez provocan una reacción inflamatoria.

Este estrés oxidativo también tiene su reflejo en la sangre, ya que, según han comprobado los investigadores, las células sanguíneas son más frágiles con el paso de los años, por lo que su membrana celular se destruye más fácilmente.

Los autores del estudio administraron melatonina en pequeñas cantidades a los ratones y observaron que esta sustancia, además de neutralizar el estrés oxidativo y el proceso inflamatorio provocado por el envejecimiento, retrasa los efectos de éste, aumentando así la longevidad.

La labor de la Universidad de Granada consistió en estudiar la función de la mitocondria de los ratones y su capacidad para producir ATP o trifosfato de adenosina, una molécula encargada de almacenar la energía que cualquier célula necesita para llevar a cabo todas sus funciones.

Según Acuña, la administración crónica de melatonina en el animal en el momento en que deje de producirla ayuda a contrarrestar todos los procesos asociados al envejecimiento.

Así, la ingesta de esta sustancia a diario en el hombre a partir de los 30 ó 40 años podría, si no prevenir, al menos retrasar la aparición de enfermedades ligadas al envejecimiento y relacionadas con los radicales libres e inflamación, como son muchos procesos neurodegenerativos, como el Párkinson, así como las complicaciones de patologías como la diabetes.

El investigador confía en que el Ministerio de Sanidad legalice pronto la comercialización de la melatonina, ya que al ser un producto natural producido por el organismo humano, esta sustancia no se puede patentar y su producción resultaría poco rentable para la industria farmacéutica.

Mientras se legaliza o no, los expertos recomiendan el consumo de esta sustancia al menos como suplemento nutricional. (EFE)

La investigación concluye que la melatonina, sustancia contenida en algunos alimentos, aplaza el daño oxidativo y los procesos inflamatorios propios del envejecimiento.

El consumo de maíz, cerezas, avena y vino tinto retrasa el envejecimiento por su alto contenido en melatonina, sustancia producida en pequeñas cantidades por el cuerpo y que retrasa el daño oxidativo y la degeneración neuronal.

Así lo establece un estudio de la Red Nacional de Investigación del Envejecimiento en el que participan investigadores del Instituto de Biotecnología de la Universidad de Granada (sur de España), informó este sábado a Efe la institución académica.

El trabajo fue llevado a cabo en ratones normales y transgénicos, a los que se le provocó un envejecimiento celular acelerado. Los resultados del estudio son aplicables al ser humano.

El estudio concluye que el
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El consumo de maíz, cereza o vino retrasa el envejecimiento

El trabajo ha sido llevado a cabo en ratones normales y transgénicos, a los que se provocó un envejecimiento celular
acelerado, si bien sus resultados son aplicables al ser humano.
El estudio, en el que también han participado investigadores de las universidades de Sevilla, Oviedo, Zaragoza, Barcelona y
Reus, concluye que el consumo de la melatonina retrasa el daño oxidativo y los procesos inflamatorios propios de la edad.

Esta sustancia natural, que el ser humano produce, se encuentra en pequeñas cantidades en algunas frutas y verduras como la
cebolla, la cereza y el plátano y en cereales como el maíz, la avena y el arroz, además de en el vino tinto y algunas plantas
aromáticas como la menta, hierba luisa, salvia o tomillo.
y coordinador de la Red Nacional de
Según Darío Acuña, miembro del Instituto de Biotecnología de la Universidad de Granada
Investigación del Envejecimiento, el estudio ha comprobado que es a los cinco meses de edad en los ratones, lo que
equivaldría a los 30 años del hombre, cuando comienzan a aparecer los primeros síntomas de envejecimiento en los tejidos
animales debido a un aumento de los radicales libres (oxígeno y nitrógeno), que a su vez provocan una reacción inflamatoria.
Este estrés oxidativo también tiene su reflejo en la sangre del animal, ya que, según han comprobado los investigadores, las
células sanguíneas «son más frágiles con el paso de los años, por lo que su membrana celular se destruye más fácilmente».
Los autores del estudio administraron melatonina en pequeñas cantidades a los ratones y observaron que esta sustancia,
además de neutralizar el estrés oxidativo y el proceso inflamatorio provocado por el envejecimiento, retrasa los efectos de
éste, aumentando así la longevidad.
consistió en estudiar la función de la mitocondria de los ratones y su capacidad para
La labor de la Universidad de Granada
producir ATP o trifosfato de adenosina, una molécula encargada de almacenar la energía que cualquier célula necesita para
llevar a cabo todas sus funciones.
Según Acuña, la administración crónica de melatonina en el animal en el momento en que deje de producirla ayuda a
contrarrestar todos los procesos asociados al envejecimiento.
Así, la ingesta de esta sustancia a diario en el hombre a partir de los 30 ó 40 años podría, si no prevenir, al menos retrasar la
aparición de enfermedades ligadas al envejecimiento y relacionadas con los radicales libres e inflamación, como son muchos
procesos neurodegenerativos (Párkinson), así como las complicaciones de otras patologías como la diabetes.
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Alimentos como el maíz, la avena, la cereza o el vino tinto retrasan el envejecimiento por su alto contenido en melatonina

La Red Nacional de Investigación del Envejecimiento -financiada por el Instituto de Salud Carlos III y que coordina el profesor Darío Acuña Castroviejo, de la Universidad de Granada– está muy cerca de alcanzar uno de los grandes retos de la Ciencia actual: lograr que el envejecimiento humano se lleve a cabo en las mejores condiciones de salud.

Un trabajo en el que, además de la UGR, han participado investigadores de las universidades de Sevilla, Oviedo, Zaragoza, Barcelona y Reus, ha concluido que el consumo de la melatonina, una sustancia natural que produce el propio ser humano en pequeñas cantidades y que está presente en muchos alimentos, retrasa el daño oxidativo y los procesos inflamatorios propios de la edad. La melatonina se encuentra en pequeñas cantidades en algunas frutas y verduras como la cebolla, la cereza y el plátano, y en cereales como el maíz, la avena y el arroz, además de en algunas plantas aromáticas, como la menta, hierba luisa, salvia o tomillo y el vino tinto.

La participación de la UGR en este estudio ha sido dirigida por Darío Acuña Castroviejo, miembro del Instituto de Biotecnología y profesor del departamento de Fisiología que además coordina la Red Nacional de Investigación del Envejecimiento. El análisis ha sido llevado a cabo en ratones normales y transgénicos que presentan un envejecimiento celular acelerado. “Hemos podido comprobar –apunta el profesor Acuña- que es a los 5 meses de edad, que equivaldrían a los 30 años del hombre, cuando comienzan a aparecer los primeros síntomas de envejecimiento en los tejidos animales, debido a un aumento de los radicales libres (oxígeno y nitrógeno) que a su vez provocan una reacción inflamatoria.

El investigador de la UGR señala que dicho estrés oxidativo también tiene su reflejo en la sangre del animal, ya que han comprobado que las células sanguíneas “son más frágiles con el paso de los años, por lo que su membrana celular se destruye más fácilmente”.

Uso en ratones
Los autores de este novedoso estudio administraron melatonina en pequeñas cantidades a los ratones, y observaron que ésta, además de neutralizar el estrés oxidativo y el proceso inflamatorio provocado por el envejecimiento, retrasa los efectos de éste, aumentando así la longevidad. En concreto, la misión de la Universidad de Granada ha sido estudiar la función de la mitocondria de los ratones y su capacidad para producir ATP o trifosfato de adenosina, una molécula encargada de almacenar la energía que cualquier célula necesita para llevar a cabo todas sus funciones.

Darío Acuña destaca que la administración crónica de melatonina en el animal en el momento en que éste deja de producirla –en el caso de los ratones, a los 5 meses- ayuda a contrarrestar todos esos procesos asociados al envejecimiento. De este modo, la ingesta de esta sustancia a diario en el hombre a partir de los 30-40 años podría, si no prevenir, al menos retrasar la aparición de enfermedades ligadas al envejecimiento y relacionadas con los radicales libres e inflamación, como son muchos procesos neurodegenerativos (Párkinson), así como las complicaciones de otras patologías como la diabetes.

El investigador confía en que el Ministerio de Sanidad español legalice pronto su uso, ya que al ser un producto natural producido por nuestro organismo esta sustancia no se puede patentar y su producción resultaría poco rentable para la industria farmacéutica. “Mientras llega el momento de legalizarla, aunque fuera como suplemento nutricional, debemos prestar atención a la ingesta de melatonina a través de los alimentos”, recomienda Acuña Castroviejo.

Los resultados de esta investigación se han publicado en algunas de las revistas más prestigiosas en el campo de la Medicina a nivel mundial, como ‘Free Radical Research, ‘Experimental Gerontology’ ‘Journal of Pineal Research’ y ‘Fronters in Bioscience’.

ratones

Referencia: Prof. Darío Acuña Castroviejo
Instituto de Biotecnología de la Universidad de Granada
Tlfs: 958 243 520 – 958 246 631. Móvil: 616 929 320
Correo e-: dacuna@ugr.es


Corn, oats, cherries and red wine’s high melatonin content can help delay ageing

The Spanish Ageing Research Network (Red Nacional de Investigación del Envejecimiento), funded by Carlos III Health Institute and headed by professor Darío Acuña Castroviejo, from the University of Granada (Universidad de Granada), is very near to achieving one of today’s Science greatest goals: allowing humans to age in the best possible health conditions.

As well as from the UGR, researchers from the Spanish universities of Seville, Oviedo, Saragossa, Barcelona and Reus also took part in this study, concluding that the consumption of melatonin – a natural substance produced in small amounts by human beings and present in many types of food – delays the oxidative damage and inflammatory processes typical of the old age. Melatonin can be found in small amounts in some fruits and vegetables, like onions, cherries and bananas, and in cereals like corn, oats and rice, as well as in some aromatic plants, such as mint, lemon verbena, sage or thyme, and in red wine.

UGR participation in this study was leaded by professor Darío Acuña Castroviejo, member of the Institute of Biotechnology and lecturer at this University’s department of Physiology. Professor Acuña Castroviejo also coordinates the Spanish Ageing Research Network. Both normal and genetically-modified mice, with an accelerated cell ageing, were analysed. «We proved», says professor Acuña Castroviejo, “that the first signs of ageing in animal tissues start at the age of five months [in mice] – equivalent to 30 human years of age – due to an increase in free radicals (oxygen and nitrogen), which cause an inflammatory reaction.”

The UGR researcher points out that such oxidative stress also has effects in animals’ blood, as blood cells have been proven to be “more fragile with the years and, therefore, their cell membranes become easier to break».

Use in mice

The authors of this innovative finding administered small amounts of melatonin to mice and observed that not only did this substance neutralize the oxidative stress and the inflammatory process caused by ageing, but it also delayed its effects, thus increasing longevity. In particular, the University of Granada’s goal was to analyse the mitochondrial function in mice and check their mitochondrial capacity to produce ATP – adenosine triphosphate – a molecule whose mission is to store the energy every cell needs to carry out its functions.

Professor Acuña Castroviejo highlights that chronic administration of melatonin in animals from the moment they stop producing this substance – five months of age in mice – helps counteract all age-related processes. Therefore, daily melatonin intake in humans from the age of 30 or 40 could prevent – or, at least, delay – illnesses related to ageing, free radicals and inflammatory processes, such as many neurodegenerative disorders (e.g. Parkinson’s disease) and complications linked to other illnesses, like diabetes.

The researcher is confident that the Spanish Ministry of Health will soon legalise the use of melatonin since, being a substance naturally produced by the body, it cannot be patented and the drug industry would not make much profit out of its artificial production. However, “while the substance becomes legalised, humans should try to increase melatonin consumption through food», recommends professor Acuña Castroviejo.

The results of this study have been published in some of the world’s most prestigious medical journals, such as Free Radical Research, Experimental Gerontology, Journal of Pineal Research and Frontiers in Bioscience.

Reference: Prof. Darío Acuña Castroviejo. Institute of Biotechnology, University of Granada.
Tel.: +34 958 24 35 20 / +34 616 929 320. E-mail: dacuna@ugr.es


Un curso de la UGR formará profesionales en Derecho de Consumo y Defensa del Consumidor

El Centro de Formación Continua de la Universidad de Granada y la Consejería de Gobernación de la Junta de Andalucía organizan la sexta edición del Experto Universitario en Derecho de Consumo y Defensa del Consumidor.

Estos estudios están fundamentalmente dirigidos a licenciados en Derecho, Sociología, Ciencias Políticas, Investigación y Técnicas de Mercados, Administración y Dirección de Empresas, Empresariales, Economía, Farmacia, Veterinaria y Tecnología de los Alimentos, y diplomados en Empresariales, Turismo, Relaciones Laborales y Trabajo Social. Como requisito de matrícula se especifica que aquellos alumnos que no hayan obtenido aún estos títulos, habrán de haber finalizado el primer ciclo de las anteriores titulaciones o restarles menos de 24 créditos para finalizar el ciclo o la titulación. Los profesionales relacionados con este ámbito también podrán ser admitidos, hasta un máximo del 15% de las plazas.

El curso, que tendrá una duración de cuatro meses, pretende dotar a los estudiantes de una formación basada en el conocimiento de las diversas materias interdisciplinares que poseen jurisdicción sobre la temática del consumo, si bien hace hincapié en los aspectos jurídicos. Por tanto, supone transmitir y adquirir unos sólidos conocimientos de la materia a nivel legal, económico y social.

Consumo profesional
Por otro lado, los estudiantes adquieren unas habilidades en cuanto al dominio de las técnicas de aplicación y disciplina del mercado desde la óptica del consumo como actividad profesional.
Con ello se les pretende capacitar profesionalmente para conocer, interpretar y aplicar la normativa legal sobre la materia, así como para intervenir en el ámbito del mercado desde la perspectiva que impone el Derecho del Consumo.

La fecha de inicio de las clases coincide con el final de la preinscripción del curso: el lunes, 29 de enero, será el último día para abonar los 400 euros de los precios públicos, así como para solicitar una de las tres becas disponibles, que representan un 15% de las 25 plazas de este experto.

La sexta edición de este Experto Universitario en Derecho de Consumo y Defensa del Consumidor se impartirá en horario de tarde hasta finales de mayo y a lo largo de estos cuatro meses los alumnos se familiarizarán con el Mercado y la sociedad de consumo; el régimen jurídico de la protección del consumidor; las medidas de protección del consumidor en el mercado de bienes y servicios; el consumidor ante los bienes duraderos y determinados servicios; el defensor del consumidor y el usuario y las prácticas en instituciones y empresas.

Referencia:
Prof. Guillermo Orozco Pardo. Dpto. de Derecho Civil de la Universidad de Granada. Tel.: 958 24 34 13 / 958 24 34 09. Correo e gorozco@ugr.es.
Centro de Formación Continua de la Universidad de Granada. Tel.: 958 24 89 00 / 958 24 43 20. Correo e. cfcinfo@andalusi.ugr.es.
Web: http://continua.ugr.es/cursos_convocatoria2.php?convocatoria_tipo=postgrado#06/E/028


La UGR convoca 200 plazas de intercambio con universidades iberoamericanas para sus estudiantes

La Universidad de Granada oferta cerca de 200 plazas de intercambio para sus alumnos en 28 universidades iberoamericanas de 7 países (Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Cuba, México y Perú), con las que mantiene convenios bilaterales de colaboración.

Esta convocatoria del Programa de Intercambio con Universidades de América Latina de la UGR permitirá a los estudiantes granadinos, durante el próximo curso 2007/2008, la realización de estudios o prácticas correspondientes a la titulación de grado o postgrado que estén cursando en la Universidad de Granada, con reconocimiento de los estudios cursados en la universidad iberoamericana de destino, de acuerdo con la normativa de reconocimiento académico vigente.

Las plazas de intercambio convocadas están dirigidas a estudiantes de cualquier titulación de la UGR, en algunos casos, y a alumnos de titulaciones específicas en otros. Las estancias tendrán una duración máxima de seis meses, a excepción de las plazas que, específicamente, contemplen otros períodos de duración. Los estudiantes que obtengan la adjudicación de una plaza de intercambio tendrán derecho a la exención del pago de cualquier gasto de matrícula en la universidad de destino y a una ayuda económica para gastos de desplazamiento de hasta 600 euros. Además de estas ayudas, se adjudicarán un total de 80 becas, dentro del marco del convenio entre la UGR y Bancaja para el fomento de la movilidad internacional de los estudiantes seleccionados en los Programas de Movilidad internacional convocados por el Vicerrectorado de Relaciones Internacionales e Institucionales. La cuantía de estas ayudas será de 100 euros mensuales durante el periodo del intercambio.

Cerca de una treintena de destinos
Los alumnos que deseen solicitar plazas de intercambio dentro de la convocatoria de este programa, podrán elegir entre 28 universidades de destino de siete países distintos. En Argentina, se podrá solicitar plaza de intercambio en el Instituto Universitario Nacional del Arte. En Brasil, en las universidades Federal Fluminense, Federal de Paraiba y Estadual de Paraiba. En Chile, en la Pontificia Universidad Católica de Chile, la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, la Universidad Central de Chile, la Universidad de Valparaíso y la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación. En Colombia, podrán solicitar las universidades Pontificia Javeriana de Bogotá, Nacional de Colombia, de Pamplona y Pedagógica Nacional. En Cuba, en el Instituto Superior de Arte de La Habana y la Universidad de Cienfuegos. Quienes deseen desplazarse a México, podrán elegir entre el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, la Universidad Autónoma de Baja California, la Universidad Autónoma de Chihuahua, la Universidad Autónoma de Nuevo León, la Universidad Autónoma de Tamaulipas, la Universidad Autónoma de Yucatán, la Universidad de Guadalajara, la Universidad de Guanajuato, la Universidad La Salle, la Universidad Nacional Autónoma de México, la Universidad de Sonora y la Universidad Veracruzana. Por último, en Perú, los solicitantes podrán cursar estudios o prácticas en la Pontificia Universidad Católica.

El plazo de entrega de solicitudes para estas plazas de intercambio finaliza el próximo martes 30 de enero. Los alumnos interesados podrán formalizar las peticiones y solicitar toda la información relativa a la convocatoria en la Oficina de Relaciones Internacionales de la Universidad de Granada y en la dirección web http://www.ugr.es/local/ofirint/alatina_caribe/programaspropios.htm.

Referencia:
Marta Pasadas del Amo. Oficina de Relaciones Internacionales de la Universidad de Granada.
Tel. 958 244 035 Correo e. martapasadas@ugr.es


La UGR publica un libro sobre la redacción y traducción biomédica (inglés-español)

Dirigido a lectores de diversa especialización, como es el caso de los redactores científicos o los traductores médicos, el libro escrito por la profesora Esther Vázquez del Árbol, que lleva por título “La redacción y traducción biomédica (inglés-español)” y que editan conjuntamente las universidades de Granada y Valencia viene a ocupar un espacio relevante en uno de los ámbitos de especialización que más lagunas presenta en los campos de la Lingüística y de la Traducción.

Según Begoña Montero Fleta, catedrática de la Universidad Politécnica de Valencia, y autora del prólogo de este libro: “La presente obra plantea un enfoque riguroso, duplicando el tamaño del corpus formado por cien textos de su ya publicada tesis doctoral (Vázquez, 2002), donde se analizaban cuatro géneros diferentes, corpus que ahora su autora ha engrosado para incrementar el alcance de sus conclusiones; todo ello amparado por completas y actualizadas referencias biográficas.”

El volumen redactado por la profesora Vázquez, reconocida en los campos de la lingüística, de la traducción y de la docencia, ha sido pensado para un amplio espectro de lectores, tanto especialistas en el ámbito médico, que tienen que redactar e incluso traducir textos escritos en lengua inglesa, como a aquellos traductores que deben enfrentarse a un ámbito tan extenso y complejo como es el biomédico.

Para la autora, Esther Vázquez: “El trabajo del traductor no consiste solamente en conocer profundamente varios universos lingüísticos, ya que también precisa de la comprensión del texto original, para poder llevar a cabo la transmisión del mensaje en la lengua y cultura meta. Además -prosigue la autora- la función primordial de cualquier mediador intercultural es la de transmitir fielmente el mensaje que recibe, procurando siempre producir el mismo efecto que en la audiencia origen en la meta. En este caso, la profesión del traductor biomédico es ciertamente importante, ya que hablamos del transmisor de los últimos avances en el campo de la medicina”.

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Referencia: Editorial Universidad de Granada Tfns.: 958 243 930 y 958 242 827. Correo e-: ctsanchez@editorialugr.com


El profesor de la UGR Gómez Zotano publica un libro sobre la naturaleza y el paisaje en la Costa del Sol Occidental

“Naturaleza y paisaje en la Costa del Sol Occidental” es el título del libro escrito por el profesor del departamento de Análisis Geográfico Regional y Geografía Física de la Universidad de Granada José Gómez Zotano, y editado por el Servicio de Publicaciones del Centro de Ediciones de la Diputación de Málaga.

El volumen, en el que se proponen las claves para interpretar el paisaje, supone una novedosa interpretación geográfica de esta comarca desde una doble perspectiva: por un lado, el autor lleva a cabo un diagnóstico ambiental muy preciso acerca de la situación actual de los sistemas naturales; y de otro lado, este diagnóstico se completa con un análisis extendido en el tiempo que permite conocer las principales causas que han modificado dichos sistemas naturales en el transcurso de la historia.

Portada libro

Referencia:
Profesor José Gómez Zotano. Departamento de Análisis Regional y Geografía Física. Universidad de Granada. Tfns: 958 243 083 y 958 240 918. Correo electrónico: jgzotano@ugr.es


PIZARRA: Exposición de fotos del puente

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PIZARRA: Exposición de fotos del puente
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La Casa de la Cultura de Pizarra acoge estos días una exposición que consta de 20 fotografías antiguas sobre la construcción del puente de entrada a la localidad. Las imágenes pertenecen a la colección de Radio Pizarra. Además, se exhibe otra muestra formada por pinturas de alumnos de la Escuela de Bellas Artes de la Universidad de Granada. El horario de visitas es de lunes a sábado entre las 15.00 y las 21.00 horas. / J. J. B.
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La historia de los 25

COSTA
La historia de los 25
M. N./MOTRIL
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Pero ¿quiénes son estos 25 empresarios para diseñar el futuro del Puerto de Motril? Ellos responden que gente con ideas, inquietudes y ganas de que Granada salga adelante. Pero además son empresarios con intereses inmobiliarios en Playa Granada y sobre todo, con dinero. Y están dispuestos a demostrar que van muy en serio. Por el momento, y nada más que en estudios para demostrar la viabilidad del proyecto, llevan invertidos 200.000 euros. El primero lo encargaron hace dos años al equipo de Puertos y Costas que dirige el catedrático Miguel Ángel Losada, de la Universidad de Granada y concluyó que éste, sobre la actual dársena, era el emplazamiento ideal para el proyecto. A raíz de ahí, se encargó el proyecto a un estudio de ingenieros. Los promotores convirtieron su asociación en una empresa y… siguen en lucha
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