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Pág. 5: Teresa Jiménez, CajaGranada y la UGR, entre los galardonados
Pág. 9: La nave de la fosa de Alfacar estará instalada el martes
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Pág. 9: Granada Universiada de Invierno 2015 se constituye mañana
Pág. 14 y 15: Los 25 errores en la fosa
Pág. 18: “Soy biexcelentísima”
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¿Qué edad tiene este pirata?

¿Qué edad tiene este pirata?

¿Es posible determinar con exactitud la edad de una persona por medios técnicos? Esta pregunta, que ha saltado a los medios de comunicación por la incógnita sobre la mayoría de edad de un presunto pirata somalí detenido por retener al pesquero vasco Alakrana, no pone de acuerdo ni a médicos ni a jueces.
Aunque algunos facultativos antropólogos forenses también incluyen para los varones la evaluación de la bolsa testicular, son la ortopantomografía -radiología panorámica de la dentadura- y una radiología de la osificación de la muñeca -preferiblemente la izquierda- las pruebas más fiables.
Sin embargo, en la práctica se está demostrando que ninguno de estos métodos son seguros al 100 por 100, aunque sean los que se tienen en cuenta con todos los posibles menores indocumentados que llegan a España por cualquier vía, tanto vivos como fallecidos.
Así, mientras el joven somalí conocido como Abdu Willy afirma tener 16 años, el informe dental encargado por la Fiscalía de Menores al radiólogo José María Abadal concluye que su «edad más probable se sitúa por encima de los 18 años».
Pero el magistrado de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz, de acuerdo con el informe de la médico forense adscrita a su juzgado, concluyó que no se acreditaba que el detenido fuera mayor de edad penal. «Admitiéndose que existan muchas probabilidades de que el individuo supere la edad penal, en ningún caso los informes establecen, con seguridad plena, una edad superior a 18 años, extremo que debe quedar rotundamente probado para proseguir la causa contra» el joven somalí, señaló el juez.

Fiabilidad. El informe de la médico forense, que tenía en cuenta tanto las pruebas realizadas en el Hospital Universitario La Paz como en la clínica de radiología privada del doctor Abadal, explicaba que «la utilización de la maduración dental es un procedimiento útil, si bien existe una variabilidad mayor que en la maduración ósea del carpo o de las clavículas». Una apreciación que coincide con la del médico antropólogo forense Jesús Agudo.
En la zona del carpo se pueden analizar un total de 20 elementos. Cuando todos ellos «están maduros», se concluye que la persona tiene aproximadamente 19 años.
Y aunque en el informe enviado a Pedraz se estimaba que el estudio dental de Abadal sí se apoyaba en las características raciales o étnicas del joven, pero que no se había tenido en cuenta en el estudio del carpo llevado a cabo en La Paz, Agudo aportó que «la raza no influye para determinar la edad».
«Es verdad que no es igual el desarrollo de una persona que vive en Estocolmo que la que vive en un país subsahariano» por su genética, su alimentación o sus cuidado médicos, pero el desarrollo óseo es el mismo» en las tres etnias existentes -caucasoide, negroide y mongoloide-.
Fuentes del centro hospitalario confirmaron que a lo largo del año se llevan a cabo en sus instalaciones multitud de pruebas óseas como ésta para determinar la edad de muchos presuntos delincuentes de diferentes orígenes.
Pero no todos los científicos está de acuerdo, tal y como determina el presidente de la Sociedad Española de Odontoestomatología Legal y Forense, Eduardo Coscolín, quien manifestó que la ortopantomografía es una prueba «poco fiable» para determinar la edad, ya que en odontología no hay «una ley fija». «Los desarrollos no son todos los mismos, incluso hay niños que nacen con dientes», dijo.
Coscolín aseguró que él no se apoyaría «ante un juez en una prueba así», aunque señaló que si un joven tiene las muelas del juicio está muy cerca de tener cumplidos los 18 años.

Radiografías del tórax. Otro estudio que se suele realizar a los indocumentados es el ideado hace tres años por el doctor Pedro Manuel Garamendi y otros investigadores del Laboratorio de Antropología de la Universidad de Granada, que diseñaron un sistema basado en las radiografías del tórax y de las costillas para conseguir una mayor seguridad científica que conllevaría a una mayor seguridad jurídica.
Los investigadores destacaron el uso del cartílago costal como factor de confirmación para edades superiores a 21 años de edad.
Por su parte, el ex defensor del Menor y psicólogo forense Javier Urra, quiso hacer hincapié en el momento psicológico que puede pasar un menor de edad de un país y un continente diferentes al suyo. Urra se preguntó cómo puede vivir una persona como Abdu Willy todo este proceso, si se le puede transmitir que la piratería es algo perseguido, si se da cuenta de que ha cometido un delito, si entiende nuestra ley, las sanciones que le pueden caer porque ha obrado mal.
«Esa reprobación jurídica y social me parecería muy correcta, aunque la sanción va a resultar más ejemplarizante que real. La filosofía es que el menor entienda la razón de la sanción».
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¿Qué edad tiene ese pirata?

¿Qué edad tiene ese pirata?

¿Es posible determinar con exactitud la edad de una persona por medios técnicos? Esta pregunta, que ha saltado a los medios de comunicación por la incógnita sobre la mayoría de edad de un presunto pirata somalí detenido por retener al pesquero vasco Alakrana, no pone de acuerdo ni a médicos ni a jueces.
Aunque algunos facultativos antropólogos forenses también incluyen para los varones la evaluación de la bolsa testicular, son la ortopantomografía -radiología panorámica de la dentadura- y una radiología de la osificación de la muñeca -preferiblemente la izquierda- las pruebas más fiables.
Sin embargo, en la práctica se está demostrando que ninguno de estos métodos son seguros al 100 por 100, aunque sean los que se tienen en cuenta con todos los posibles menores indocumentados que llegan a España por cualquier vía, tanto vivos como fallecidos.
Así, mientras el joven somalí conocido como Abdu Willy afirma tener 16 años, el informe dental encargado por la Fiscalía de Menores al radiólogo José María Abadal concluye que su «edad más probable se sitúa por encima de los 18 años».
Pero el magistrado de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz, de acuerdo con el informe de la médico forense adscrita a su juzgado, concluyó que no se acreditaba que el detenido fuera mayor de edad penal. «Admitiéndose que existan muchas probabilidades de que el individuo supere la edad penal, en ningún caso los informes establecen, con seguridad plena, una edad superior a 18 años, extremo que debe quedar rotundamente probado para proseguir la causa contra» el joven somalí, señaló el juez.

Fiabilidad. El informe de la médico forense, que tenía en cuenta tanto las pruebas realizadas en el Hospital Universitario La Paz como en la clínica de radiología privada del doctor Abadal, explicaba que «la utilización de la maduración dental es un procedimiento útil, si bien existe una variabilidad mayor que en la maduración ósea del carpo o de las clavículas». Una apreciación que coincide con la del médico antropólogo forense Jesús Agudo.
En la zona del carpo se pueden analizar un total de 20 elementos. Cuando todos ellos «están maduros», se concluye que la persona tiene aproximadamente 19 años.
Y aunque en el informe enviado a Pedraz se estimaba que el estudio dental de Abadal sí se apoyaba en las características raciales o étnicas del joven, pero que no se había tenido en cuenta en el estudio del carpo llevado a cabo en La Paz, Agudo aportó que «la raza no influye para determinar la edad».
«Es verdad que no es igual el desarrollo de una persona que vive en Estocolmo que la que vive en un país subsahariano» por su genética, su alimentación o sus cuidado médicos, pero el desarrollo óseo es el mismo» en las tres etnias existentes -caucasoide, negroide y mongoloide-.
Fuentes del centro hospitalario confirmaron que a lo largo del año se llevan a cabo en sus instalaciones multitud de pruebas óseas como ésta para determinar la edad de muchos presuntos delincuentes de diferentes orígenes.
Pero no todos los científicos está de acuerdo, tal y como determina el presidente de la Sociedad Española de Odontoestomatología Legal y Forense, Eduardo Coscolín, quien manifestó que la ortopantomografía es una prueba «poco fiable» para determinar la edad, ya que en odontología no hay «una ley fija». «Los desarrollos no son todos los mismos, incluso hay niños que nacen con dientes», dijo.
Coscolín aseguró que él no se apoyaría «ante un juez en una prueba así», aunque señaló que si un joven tiene las muelas del juicio está muy cerca de tener cumplidos los 18 años.

Radiografías del tórax. Otro estudio que se suele realizar a los indocumentados es el ideado hace tres años por el doctor Pedro Manuel Garamendi y otros investigadores del Laboratorio de Antropología de la Universidad de Granada, que diseñaron un sistema basado en las radiografías del tórax y de las costillas para conseguir una mayor seguridad científica que conllevaría a una mayor seguridad jurídica.
Los investigadores destacaron el uso del cartílago costal como factor de confirmación para edades superiores a 21 años de edad.
Por su parte, el ex defensor del Menor y psicólogo forense Javier Urra, quiso hacer hincapié en el momento psicológico que puede pasar un menor de edad de un país y un continente diferentes al suyo. Urra se preguntó cómo puede vivir una persona como Abdu Willy todo este proceso, si se le puede transmitir que la piratería es algo perseguido, si se da cuenta de que ha cometido un delito, si entiende nuestra ley, las sanciones que le pueden caer porque ha obrado mal.
«Esa reprobación jurídica y social me parecería muy correcta, aunque la sanción va a resultar más ejemplarizante que real. La filosofía es que el menor entienda la razón de la sanción».
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¿Qué edad tiene ese pirata?

¿Qué edad tiene ese pirata?

¿Es posible determinar con exactitud la edad de una persona por medios técnicos? Esta pregunta, que ha saltado a los medios de comunicación por la incógnita sobre la mayoría de edad de un presunto pirata somalí detenido por retener al pesquero vasco Alakrana, no pone de acuerdo ni a médicos ni a jueces.
Aunque algunos facultativos antropólogos forenses también incluyen para los varones la evaluación de la bolsa testicular, son la ortopantomografía -radiología panorámica de la dentadura- y una radiología de la osificación de la muñeca -preferiblemente la izquierda- las pruebas más fiables.
Sin embargo, en la práctica se está demostrando que ninguno de estos métodos son seguros al 100 por 100, aunque sean los que se tienen en cuenta con todos los posibles menores indocumentados que llegan a España por cualquier vía, tanto vivos como fallecidos.
Así, mientras el joven somalí conocido como Abdu Willy afirma tener 16 años, el informe dental encargado por la Fiscalía de Menores al radiólogo José María Abadal concluye que su «edad más probable se sitúa por encima de los 18 años».
Pero el magistrado de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz, de acuerdo con el informe de la médico forense adscrita a su juzgado, concluyó que no se acreditaba que el detenido fuera mayor de edad penal. «Admitiéndose que existan muchas probabilidades de que el individuo supere la edad penal, en ningún caso los informes establecen, con seguridad plena, una edad superior a 18 años, extremo que debe quedar rotundamente probado para proseguir la causa contra» el joven somalí, señaló el juez.

Fiabilidad. El informe de la médico forense, que tenía en cuenta tanto las pruebas realizadas en el Hospital Universitario La Paz como en la clínica de radiología privada del doctor Abadal, explicaba que «la utilización de la maduración dental es un procedimiento útil, si bien existe una variabilidad mayor que en la maduración ósea del carpo o de las clavículas». Una apreciación que coincide con la del médico antropólogo forense Jesús Agudo.
En la zona del carpo se pueden analizar un total de 20 elementos. Cuando todos ellos «están maduros», se concluye que la persona tiene aproximadamente 19 años.
Y aunque en el informe enviado a Pedraz se estimaba que el estudio dental de Abadal sí se apoyaba en las características raciales o étnicas del joven, pero que no se había tenido en cuenta en el estudio del carpo llevado a cabo en La Paz, Agudo aportó que «la raza no influye para determinar la edad».
«Es verdad que no es igual el desarrollo de una persona que vive en Estocolmo que la que vive en un país subsahariano» por su genética, su alimentación o sus cuidado médicos, pero el desarrollo óseo es el mismo» en las tres etnias existentes -caucasoide, negroide y mongoloide-.
Fuentes del centro hospitalario confirmaron que a lo largo del año se llevan a cabo en sus instalaciones multitud de pruebas óseas como ésta para determinar la edad de muchos presuntos delincuentes de diferentes orígenes.
Pero no todos los científicos está de acuerdo, tal y como determina el presidente de la Sociedad Española de Odontoestomatología Legal y Forense, Eduardo Coscolín, quien manifestó que la ortopantomografía es una prueba «poco fiable» para determinar la edad, ya que en odontología no hay «una ley fija». «Los desarrollos no son todos los mismos, incluso hay niños que nacen con dientes», dijo.
Coscolín aseguró que él no se apoyaría «ante un juez en una prueba así», aunque señaló que si un joven tiene las muelas del juicio está muy cerca de tener cumplidos los 18 años.

Radiografías del tórax. Otro estudio que se suele realizar a los indocumentados es el ideado hace tres años por el doctor Pedro Manuel Garamendi y otros investigadores del Laboratorio de Antropología de la Universidad de Granada, que diseñaron un sistema basado en las radiografías del tórax y de las costillas para conseguir una mayor seguridad científica que conllevaría a una mayor seguridad jurídica.
Los investigadores destacaron el uso del cartílago costal como factor de confirmación para edades superiores a 21 años de edad.
Por su parte, el ex defensor del Menor y psicólogo forense Javier Urra, quiso hacer hincapié en el momento psicológico que puede pasar un menor de edad de un país y un continente diferentes al suyo. Urra se preguntó cómo puede vivir una persona como Abdu Willy todo este proceso, si se le puede transmitir que la piratería es algo perseguido, si se da cuenta de que ha cometido un delito, si entiende nuestra ley, las sanciones que le pueden caer porque ha obrado mal.
«Esa reprobación jurídica y social me parecería muy correcta, aunque la sanción va a resultar más ejemplarizante que real. La filosofía es que el menor entienda la razón de la sanción».
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Adivina cuántos años tengo

Adivina cuántos años tengo

¿Es mayor o menor de edad el pirata del \’Alakrana\’ que permanece en Madrid? ¿Cómo se puede determinar esto de manera fiable? Algunos médicos antropólogos forenses incluyen la evaluación de la bolsa testicular, aunque son la ortopantomografía -radiología panorámica de la dentadura- y una radiología de la osificación de la muñeca -preferiblemente la izquierda- las pruebas más fiables.
Sin embargo, en la práctica se está demostrando que ninguno de estos métodos son seguros al cien por cien, aunque sean los que se tienen en cuenta con todos los posibles menores indocumentados que llegan a España por una vía o por otra, vivos o muertos.
Así, mientras el joven somalí conocido como Abdu Willy, arrestado y conducido a Madrid tras participar en el secuestro del pesquero español \’Alakrana\’ afirma tener 16 años, el informe dental encargado por la Fiscalía de Menores al radiólogo José María Abadal concluye que su «edad más probable se sitúa por encima de los 18 años».
Pero el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz, de acuerdo con el informe de la médico forense adscrita a su juzgado, concluyó que no se acreditaba que el detenido fuera mayor de edad penal. «Admitiéndose que existan muchas (o muchísimas si se quiere) probabilidades de que el individuo supere la edad penal, en ningún caso los informes establecen, con seguridad plena, una edad superior a 18 años, extremo que debe quedar rotundamente probado para proseguir la causa contra» el joven somalí, señalaba el juez.

La prueba de la muñeca
El informe de la médico forense, que tenía en cuenta tanto las pruebas realizadas en el Hospital Universitario La Paz como en la clínica de radiología privada del doctor Abadal, explicaba que «la utilización de la maduración dental es un procedimiento útil, si bien existe una variabilidad mayor que en la maduración ósea del carpo o de las clavículas».
Una apreciación que coincide con la del médico antropólogo forense Jesús Agudo, con cerca de veinte años de experiencia, y que afirma que es «mucho más seguro» el estudio óseo de la muñeca.
En la zona del carpo se pueden analizar un total de 20 elementos, incluido el cúbito, el radio, los metacarpios y las primeras falanges de cada dedo. Cuando todos ellos «están maduros», se concluye que la persona tiene aproximadamente 19 años, explica Agudo.
Y aunque en el informe enviado al juez Pedraz se estimaba que el estudio dental de Abadal sí se apoyaba en las características raciales o étnicas del joven somalí, pero que no se había tenido en cuenta en el estudio del carpo llevado a cabo en La Paz, Agudo dice que «la raza no influye para determinar la edad».
«Es verdad que no es igual el desarrollo de una persona que vive en Estocolmo que la que vive en un país subsahariano» por su genética, su alimentación o sus cuidado médicos, ha reflexionado Agudo, pero asevera que «el desarrollo óseo es el mismo» en las tres razas existentes -caucasoide, negroide y mongoloide-.
Fuentes del Hospital La Paz confirmaron que a lo largo del año se llevan a cabo en sus instalaciones multitud de pruebas óseas como la llevada a cabo en el joven somalí para determinar la edad de muchos presuntos delincuentes de diferentes orígenes, especialmente «ladronzuelos» de países del Este.
El presidente de la Sociedad Española de Odontoestomatología Legal y Forense, Eduardo Coscolín Fuertes, dice que la ortopantomografía es una prueba «poco fiable» para determinar la edad, ya que en odontología no hay «una ley fija».
«Los desarrollos no son todos los mismos, incluso hay niños que nacen con dientes», recordó.
Coscolín asegura que él no se apoyaría «ante un juez en una prueba así», aunque señala que si un joven tiene las muelas del juicio está muy cerca de tener cumplidos los 18 años. Dice que la única «comprobación evidente» en odontología es la ficha dental, pues «no hay dos bocas iguales».
Otro estudio es el realizado hace tres años por Pedro Manuel Garamendi y otros investigadores del Laboratorio de Antropología de la Universidad de Granada, que idearon un sistema basado en las radiografías del tórax y de las costillas para conseguir una mayor seguridad científica que conllevaría a una mayor seguridad jurídica.
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García Lorca, 73 años después…

García Lorca, 73 años después…

Contra viento y marea la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica exhumará en breve la fosa del “grupo de Lorca”, situada en el ayuntamiento granadino de Alfacar. Según el auto del juez Baltasar Garzón 114.266 personas desaparecieron en España entre los años 1936 y 1951. Atrás ha quedado la ley de Amnistía (sin cobertura jurídica internacional) y hoy la ley de “Memoria Histórica” empieza a reponer aquel “traje de indignidad humana” que había vestido este país, en un intento vano de que prescribieran delitos que ni pueden prescribir, ni son amnistiables, según el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

Setenta y tres años después de que el general Gonzalo Queipo de Llano, llenara de fosas sin nombre las tierras andaluzas, la Junta de Andalucía abrirá en los próximos días la más emblemática. En ella pudieran estar los restos de Federíco García Lorca, en la compañía del maestro Dióscoro Galindo, el inspector de tributos Fermín Roldán y los banderilleros Francisco Galadí y Joaquín Arcollas.

La Universidad de Granada ha utilizado, en los preparativos, los medios más sofisticados para detectar intervenciones en el subsuelo del paraje de Alfacar. Se ha vallado la zona y colocado una gran carpa que preservará la intimidad de los trabajos. Se han planificado equipos pequeños y altamente cualificados, a los que se les exige confidencialidad absoluta… ahora el mundo, expectante, guarda silencio y espera.

García Lorca es un personaje muy relevante de la literatura universal y las cautelas en torno a las circunstancias de su muerte se multiplican. Las dudas acerca del resultado son muchas, incluida la posibilidad de que la fosa hubiera sido profanada, con anterioridad, por el régimen. Articular en un sólo protocolo de actuación, los intereses de cinco instituciones (Ayuntamiento, Diputación, Universidad, Junta de Andalucía y Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica) y de las familias de los cinco asesinados, no ha resultado fácil. El propio juez Garzón se ha sentado en el banquillo ante los tribunales, denunciado por la derecha más añorante si bien, además de los familiares de las víctimas, ha tenido ilustres defensores entre los que se encuentra el premio Nóbel José Saramago, jueces, fiscales, catedráticos… que nos recuerdan aquello de Quevedo, “menos mal hacen los delincuentes, que un mal juez”.

Los investigadores disponen de una información exhaustiva y de primera mano. Agustín Penón, hijo de exiliados, empeñó su fortuna en una investigación que nunca se atrevió a publicar. En ella Ramón Ruiz Alonso, falangista que detuvo al poeta, y sobre todo Manuel Castilla Blanco, enterrador del llamado por los asesinos “grupo de Lorca”, aporta una información tan precisa que apenas induce a error. El hispanista Ian Gibson, biógrafo oficial y gran conocedor de la obra del autor de “Bodas de Sangre”, “Yerma”, “La Casa de Bernarda Alba”, “María Pineda”, “La Zapatera Prodigiosa”, “Poeta en Nueva York”, “Romancero Gitano”… se declara abiertamente partidario de que se ofrezcan todos los resultados de la misma: “Los Lorca creen que el desaparecido más célebre de la Guerra Civil, el segundo embajador mas importante después de Cervantes, es de su propiedad. Y no es cierto. Lorca es propiedad del mundo”, sostiene el hispanista.

Quienes han luchado durante años por recuperar la memoria y los restos de familiares asesinados (ya se han llevado a cabo con éxito más de cien exhumaciones). Quienes les han acompañado en la búsqueda de esa verdad histórica. Los millones de ciudadanos de bien, que han silenciado durante décadas una realidad dolorosa… quizás todos tengan pronto, con el conocimiento inequívoco de la forma en que mataron el genio de Lorca, un nuevo referente para la exigencia de esa verdad y, con ella, esta sociedad pueda pasar página definitivamente. Recordar, no obstante, las palabras del relator de la ONU, Lois Joinet, a propósito de un genocidio: “Para pasar página, hay que haberla leído antes”.
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HACE 25 AÑOS QUE ABDERRAMAN REGRESÓ A ALMUÑÉCAR PARA QUEDARSE

HACE 25 AÑOS QUE ABDERRAMAN REGRESÓ A ALMUÑÉCAR PARA QUEDARSE

El V Simposium Hispano Árabe celebrado en Almuñécar ha concluido con la conmemoración del XXV aniversario de la Escultura de Abderramán I, obra de Miguel Moreno, ubicada bajo los Peñones del Santo, en la Plaza de San Cristóbal de Almuñécar.

El acto comenzaba con la lectura por parte de Mariló Joya del poema de Ahmed Andel-Azioz, que ya leyera en su día el poeta Antonio Gala durante una de sus visitas a nuestra ciudad, titulado “Canción para Almuñécar”.

Tras la lectura y la `posterior ofrenda floral, el alcalde, Juan Carlos Benavides, se dirigía a los presentes para agradecerles las muestras de cariño y la fidelidad que cada año manifiestan con su participación en los actos del Simposium, “un encuentro cultural entre civilizaciones con un lazo en común, el Mediterráneo”, conceptuando las jornadas vividas como “una buena muestra del objetivo cumplido”.

Benavides también quiso rememorar de forma muy especial aquel día en el que gracias a la maestría del artista granadino Miguel Moreno, la estatua de Abderramán llegaba hasta el lugar en el que desde entonces permanece. “Abderraman que en sus días desembarcó en estas playas, volvió hace 25 años para quedarse para siempre”.

Acto seguido, toda la delegación partió hacia El Majuelo para descubrir, una por una, las cinco estatuas esculpidas por los artistas sirios durante semanas, y que muy pronto servirán para presidir distintas zonas de los Paseos de Almuñécar, como vigías del mar.

“Si hemos elegido la imagen de una mujer es porque ellas representan la fuerza, la pasión, la entrega, la bondad y la belleza. Sus líneas curvas simulan las formas ondulantes de las olas del mar, un mar que ellas vigilarán defensoras, como las madres a sus hijos”, explicaban los artistas.

Jornada de clausura.

La jornada del sábado 24 se iniciaba en la Casa de la Cultura con la conferencia «La vida en la costa y la amenaza musulmana» del catedrático de la Universidad de Granada, Francisco Sánchez-Montes González, quien analizaba y profundizaba detenidamente en el papel que han jugado los municipios de la Costa de Granada, como punto de entrada y fortaleza de defensa.

A su conclusión, le seguía el profesor de la Universidad de Argel, Chakib Benafri, quien impartía la última de las conferencias del Simposium, para hablar sobre el «Nacimiento de Argel, como nueva capital para el poder turco en el Magreb central XVI-XVII».
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