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La UGR publica un libro sobre cómo aprender a enseñar el idioma chino
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Pág. 50: El Supremo deja en el aire la selectividad de los alumnos de FP
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Pág. 22: Expertos geólogos desmontan las alarmas del cambio climático
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Pág. 3: Opinión. Lapidario. NUEVO MODELO PRODUCTIVO
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Pág. 17: Publicidad: Cursos de verano del Centro de Lenguas Modernas de la UGR
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Pág. 20: Cuantas más proteínas, mejores huesos
Presentación del proyecto sobre la Cultura de la Paz
Pág. 31: Los rectores elogian su atención a la Universidad
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59 puestos en los tribunales y en el limbo de la incertidumbre
Pág. 26: Opinión: Francisco Gil Craviotto. Granada y el agua
Pág. 53: El dramaturgo granadino traducido hasta en chino
Pág. 69: Agenda:
– Música:
C/Puentezuelas
– Libros:
‘La indigestión teatral’
– Cine:
‘Érase una vez en Anatolia’
– Exposiciones:
‘Sinfonías para un jardín’
‘Sogno’
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73202 Un estudio realizado en ratas apunta que las dietas hiperproteicas pueden ser beneficiosas para los huesos Los investigadores de la UGR revelan asimismo que la proteína vegetal (de soja) es más recomendable que la animal
adores de la Universidad de Granada (UGR) han descubierto en un experimento realizado con ratas que las dietas hiperproteicas podrían ser beneficiosas para los huesos, lo cual sería de gran utilidad para poblaciones débiles como ancianos y mujeres postmenopáusicas. Su trabajo ha revelado, asimismo, que la proteína vegetal (en este estudio se empleó proteína de soja) es más recomendable que la proteína animal (de suero de leche o whey protein), ya que aumentó hasta un 7% el nivel de calcio en los huesos.
En un artículo publicado en la revista Food&Function, los investigadores examinaron los efectos de una dieta normoproteica y de otra hiperproteica en el estado óseo de las ratas. Para ello, emplearon una muestra formada por 140 ratas Wistar macho, que dividieron en cuatro grupos distintos, a los que administraron durante 12 semanas una dieta diferente.
Así, dos grupos fueron alimentados con una dieta normoproteica (10% de riqueza), la mitad de ellos con proteína de soja y la otra mitad de suero de leche (lactosuero); los dos restantes grupos, ingirieron una dieta hiperproteica (45% de riqueza) basada en proteína de soja o de suero de leche.
Los resultados de este experimento demostraron que las ratas alimentadas con una dieta hiperproteica mantuvieron mejor sus propiedades óseas que las que siguieron una dieta normoproteica, a pesar de verse afectados algunos marcadores de acidez como la urea en plasma (que fue un 46% más alta) y el pH urinario (8% más ácido). Estos aparentes efectos negativos fueron neutralizados en los grupos que consumían como fuente proteica la soja, que redujo esta acidez.
Además, el grupo alimentado con proteína de soja presentó más cenizas del fémur (esto es, una mayor cantidad de minerales totales) Y un 7% más de calcio en los huesos que los alimentados con la dieta de proteína de suero de leche.
Como explican Virginia Aparicio García Molina y Elena Nebot, investigadoras del departamento de Fisiología de la Universidad de Granada y dos de las autoras del estudio, «el impacto que la cantidad y el tipo de proteína que consumimos tiene sobre nuestra salud es un tema muy debatido por la comunidad científica, sin que exista aún un acuerdo al respecto en algunos aspectos». Las dietas hiperproteicas y normoproteicas son muy frecuentes entre deportistas y personas que quieren adelgazar, pero todavía no existe consenso respecto a los efectos que éstas tienen sobre el organismo.
Las investigadoras advierten de que se trata de un estudio realizado en ratas, cuyos resultados todavía deben confirmarse en humanos. «Recomendaríamos estudiar cada caso particular por parte de profesionales, y abordarlo teniendo en cuenta las ventajas e inconvenientes que presentan las dietas hiperproteicas y las características específicas de cada persona».
En este trabajo han participado investigadores del departamento de Fisiología y Bioestadística de la UGR, del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos y también científicos de la Universidad de Medicina Veterinaria de Viena (Austria).
73202 Investigadores de la Universidad de Granada han descubierto en un experimento realizado con ratas que las dietas hiperproteicas podrían ser beneficiosas para los huesos, lo cual sería de gran utilidad para poblaciones débiles como ancianos y mujeres postmenopáusicas.
Su trabajo ha revelado, asimismo, que la proteína vegetal (en este estudio se empleó proteína de soja) es más recomendable que la proteína animal (de suero de leche o ‘whey protein’), ya que aumentó hasta un 7 por ciento el nivel de calcio en los huesos.
En un artículo publicado en la revista Food&Function, los investigadores examinaron los efectos de una dieta normoproteica y de otra hiperproteica en el estado óseo de las ratas. Para ello, emplearon una muestra formada por 140 ratas Wistar macho, que dividieron en cuatro grupos distintos, a los que administraron durante 12 semanas una dieta diferente.
Así, dos grupos fueron alimentados con una dieta normoproteica (10% de riqueza), la mitad de ellos con proteína de soja y la otra mitad de suero de leche (lactosuero); los dos restantes grupos, ingirieron una dieta hiperproteica (45% de riqueza) basada en proteína de soja o de suero de leche.
Mejores propiedades óseas
Los resultados de este experimento demostraron que las ratas alimentadas con una dieta hiperproteica mantuvieron mejor sus propiedades óseas que las que siguieron una dieta normoproteica, a pesar de verse afectados algunos marcadores de acidez como la urea en plasma (que fue un 46% más alta) y el pH urinario (8% más ácido). Estos aparentes efectos negativos fueron neutralizados en los grupos que consumían como fuente proteica la soja, que redujo esta acidez.
Además, el grupo alimentado con proteína de soja presentó más cenizas del fémur (esto es, una mayor cantidad de minerales totales), un 7% más de calcio en los huesos y un área diafisaria cortical más espesa que los alimentados con la dieta de proteína de suero de leche.
Como explican Virginia A. Aparicio García Molina y Elena Nebot, investigadoras del departamento de Fisiología de la Universidad de Granada y dos de las autoras del estudio, «el impacto que la cantidad y el tipo de proteína que consumimos tiene sobre nuestra salud es un tema muy debatido por la comunidad científica, sin que exista aún un acuerdo al respecto en algunos aspectos».
Las dietas hiperproteicas y normoproteicas son muy frecuentes entre deportistas y personas que quieren adelgazar, pero todavía no existe consenso respecto a los efectos que éstas tienen sobre el organismo.
Las investigadoras advierten de que se trata de un estudio realizado en ratas, cuyos resultados todavía deben confirmarse en humanos. «Recomendaríamos estudiar cada caso particular por parte de profesionales, y abordarlo teniendo en cuenta las ventajas e inconvenientes que presentan las dietas hiperproteicas y las características específicas de cada persona».
En este trabajo han participado investigadores del departamento de Fisiología y Bioestadística de la UGR, del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos y también científicos de la Universidad de Medicina Veterinaria de Viena (Austria).
73202 La investigación, realizada en la Universidad de Granada, revela, además, que los suplementos de proteína de soja son más recomendables que los de suero de leche, ya que mejoran hasta un 7 por ciento el contenido de calcio en los huesos.
Investigadores de la Universidad de Granada han descubierto en un experimento realizado con ratas que las dietas hiperproteicas podrían ser beneficiosas para los huesos, lo cual sería de gran utilidad para poblaciones débiles como ancianos y mujeres postmenopáusicas.
Su trabajo ha revelado, asimismo, que la proteína vegetal (en este estudio se empleó proteína de soja) es más recomendable que la proteína animal (de suero de leche o’whey protein’), ya que aumentó hasta un 7 por ciento el nivel de calcio en los huesos.
En un artículo publicado en la revista Food&Function, los investigadores examinaron los efectos de una dieta normoproteica y de otra hiperproteica en el estado óseo de las ratas. Para ello, emplearon una muestra formada por 140 ratas Wistar macho, que dividieron en cuatro grupos distintos, a los que administraron durante 12 semanas una dieta diferente.
Así, dos grupos fueron alimentados con una dieta normoproteica (10% de riqueza), la mitad de ellos con proteína de soja y la otra mitad de suero de leche (lactosuero); los dos restantes grupos, ingirieron una dieta hiperproteica (45% de riqueza) basada en proteína de soja o de suero de leche.
Mejores propiedades óseas
Los resultados de este experimento demostraron que las ratas alimentadas con una dieta hiperproteica mantuvieron mejor sus propiedades óseas que las que siguieron una dieta normoproteica, a pesar de verse afectados algunos marcadores de acidez como la urea en plasma (que fue un 46% más alta) y el pH urinario (8% más ácido). Estos aparentes efectos negativos fueron neutralizados en los grupos que consumían como fuente proteica la soja, que redujo esta acidez.
Además, el grupo alimentado con proteína de soja presentó más cenizas del fémur (esto es, una mayor cantidad de minerales totales), un 7% más de calcio en los huesos y un área diafisaria cortical más espesa que los alimentados con la dieta de proteína de suero de leche.
Como explican Virginia A. Aparicio García Molina y Elena Nebot, investigadoras del departamento de Fisiología de la Universidad de Granada y dos de las autoras del estudio, «el impacto que la cantidad y el tipo de proteína que consumimos tiene sobre nuestra salud es un tema muy debatido por la comunidad científica, sin que exista aún un acuerdo al respecto en algunos aspectos».
Las dietas hiperproteicas son muy frecuentes entre deportistas y personas que quieren adelgazar, pero todavía no existe consenso respecto a los efectos que éstas tienen sobre el organismo.
Las investigadoras advierten de que se trata de un estudio realizado en ratas, cuyos resultados todavía deben confirmarse en humanos. «Recomendaríamos estudiar cada caso particular por parte de profesionales, y abordarlo teniendo en cuenta las ventajas e inconvenientes que presentan las dietas hiperproteicas y las características específicas de cada persona».
En este trabajo han participado investigadores del departamento de Fisiología y Bioestadística de la UGR, del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos y también científicos de la Universidad de Medicina Veterinaria de Viena (Austria).
73202 Investigadores de la Universidad de Granada (UGR) han descubierto en un experimento realizado con ratas que las dietas hiperproteicas podrían ser beneficiosas para los huesos, lo cual sería de gran utilidad para poblaciones débiles como ancianos y mujeres postmenopáusicas.
Su trabajo ha revelado, asimismo, que la proteína vegetal (en este estudio se empleó proteína de soja) es más recomendable que la proteína animal (de suero de leche o ‘whey protein’), ya que aumentó hasta un 7 por ciento el nivel de calcio en los huesos.
En un artículo publicado en la revista ‘Food&Function’, los investigadores examinaron los efectos de una dieta normoproteica y de otra hiperproteica en el estado óseo de las ratas. Para ello, emplearon una muestra formada por 140 ratas Wistar macho, que dividieron en cuatro grupos distintos, a los que administraron durante 12 semanas una dieta diferente.
Así, dos grupos fueron alimentados con una dieta normoproteica (10% de riqueza), la mitad de ellos con proteína de soja y la otra mitad de suero de leche (lactosuero); los dos restantes grupos, ingirieron una dieta hiperproteica (45% de riqueza) basada en proteína de soja o de suero de leche.
MEJORES PROPIEDADES ÓSEAS
Los resultados de este experimento demostraron que las ratas alimentadas con una dieta hiperproteica mantuvieron mejor sus propiedades óseas que las que siguieron una dieta normoproteica, a pesar de verse afectados algunos marcadores de acidez como la urea en plasma (que fue un 46 por ciento más alta) y el pH urinario (8 por ciento más ácido). Estos aparentes efectos negativos fueron neutralizados en los grupos que consumían como fuente proteica la soja, que redujo esta acidez.
Además, el grupo alimentado con proteína de soja presentó más cenizas del fémur (esto es, una mayor cantidad de minerales totales), un 7 por ciento más de calcio en los huesos y un área diafisaria cortical más espesa que los alimentados con la dieta de proteína de suero de leche.
Como explican Virginia A. Aparicio García Molina y Elena Nebot, investigadoras del departamento de Fisiología de la Universidad de Granada y dos de las autoras del estudio, «el impacto que la cantidad y el tipo de proteína que consumimos tiene sobre nuestra salud es un tema muy debatido por la comunidad científica, sin que exista aún un acuerdo al respecto en algunos aspectos».
Las dietas hiperproteicas y normoproteicas son muy frecuentes entre deportistas y personas que quieren adelgazar, pero todavía no existe consenso respecto a los efectos que éstas tienen sobre el organismo.
Las investigadoras advierten de que se trata de un estudio realizado en ratas, cuyos resultados todavía deben confirmarse en humanos. «Recomendaríamos estudiar cada caso particular por parte de profesionales, y abordarlo teniendo en cuenta las ventajas e inconvenientes que presentan las dietas hiperproteicas y las características específicas de cada persona».
En este trabajo han participado investigadores del departamento de Fisiología y Bioestadística de la UGR, del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos y también científicos de la Universidad de Medicina Veterinaria de Viena (Austria)
El Centro Cultural universitario “Casa de Porras”, situado en el Albaicín de Granada, en la Placeta de Porras, mantiene una intensa actividad cultural a través de talleres, exposiciones, conciertos, tertulias, conferencias, etc. Se ubica en una casa-palacio mudéjar como muchas de las que se encuentran en esta zona, del siglo XVI. Su portada es renacentista, la configura un patio central, bajo el que hay un aljibe y pilar adosado. Tiene un amplio jardín posterior. En este centro se realizan diversas actividades culturales, promovidas desde el Vicerrectorado de Estudiantes de la Universidad de Granada.
Entre estas actividades destacan por su variedad los talleres de la Casa de Porras, que se organizan cada trimestre. La matrícula para el módulo intensivo que se impartirá en el mes de julio se puede realizar hasta el próximo 27 de junio de 2014, para los cursos que darán comienzo en la semana del 30 de junio.
TALLERES CASA DE PORRAS
MÓDULO IV INTENSIVO JULIO 2014
Resumen talleres: http://sl.ugr.es/038n
Contacto: Francisco Javier Garrido Carrillo. Director del CCU. Casa de Porras. Teléfono 958-224425. Correo elec: fjgc@ugr.es
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La investigación, realizada en la Universidad de Granada, revela, además, que los suplementos de proteína de soja son más recomendables que los de suero de leche, ya que mejoran hasta un 7 por ciento el contenido de calcio en los huesos
Este trabajo ha sido publicado en la revista Food&Function
Investigadores de la Universidad de Granada han descubierto en un experimento realizado con ratas que las dietas hiperproteicas podrían ser beneficiosas para los huesos, lo cual sería de gran utilidad para poblaciones débiles como ancianos y mujeres postmenopáusicas.
Su trabajo ha revelado, asimismo, que la proteína vegetal (en este estudio se empleó proteína de soja) es más recomendable que la proteína animal (de suero de leche o ‘whey protein’), ya que aumentó hasta un 7 por ciento el nivel de calcio en los huesos.
En un artículo publicado en la revista Food&Function, los investigadores examinaron los efectos de una dieta normoproteica y de otra hiperproteica en el estado óseo de las ratas. Para ello, emplearon una muestra formada por 140 ratas Wistar macho, que dividieron en cuatro grupos distintos, a los que administraron durante 12 semanas una dieta diferente.
Así, dos grupos fueron alimentados con una dieta normoproteica (10% de riqueza), la mitad de ellos con proteína de soja y la otra mitad de suero de leche (lactosuero); los dos restantes grupos, ingirieron una dieta hiperproteica (45% de riqueza) basada en proteína de soja o de suero de leche.
Mejores propiedades óseas
Los resultados de este experimento demostraron que las ratas alimentadas con una dieta hiperproteica mantuvieron mejor sus propiedades óseas que las que siguieron una dieta normoproteica, a pesar de verse afectados algunos marcadores de acidez como la urea en plasma (que fue un 46% más alta) y el pH urinario (8% más ácido). Estos aparentes efectos negativos fueron neutralizados en los grupos que consumían como fuente proteica la soja, que redujo esta acidez.
Además, el grupo alimentado con proteína de soja presentó más cenizas del fémur (esto es, una mayor cantidad de minerales totales), un 7% más de calcio en los huesos y un área diafisaria cortical más espesa que los alimentados con la dieta de proteína de suero de leche.
Como explican Virginia A. Aparicio García Molina y Elena Nebot, investigadoras del departamento de Fisiología de la Universidad de Granada y dos de las autoras del estudio, “el impacto que la cantidad y el tipo de proteína que consumimos tiene sobre nuestra salud es un tema muy debatido por la comunidad científica, sin que exista aún un acuerdo al respecto en algunos aspectos”.
Las dietas hiperproteicas son muy frecuentes entre deportistas y personas que quieren adelgazar, pero todavía no existe consenso respecto a los efectos que éstas tienen sobre el organismo.
Las investigadoras advierten de que se trata de un estudio realizado en ratas, cuyos resultados todavía deben confirmarse en humanos. “Recomendaríamos estudiar cada caso particular por parte de profesionales, y abordarlo teniendo en cuenta las ventajas e inconvenientes que presentan las dietas hiperproteicas y las características específicas de cada persona”.
En este trabajo han participado investigadores del departamento de Fisiología y Bioestadística de la UGR, del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos y también científicos de la Universidad de Medicina Veterinaria de Viena (Austria).
NOTA: En el siguiente enlace puede consultar un vídeo ilustrativo sobre esta noticia realizado por la Unidad de Cultura Científica de la Universidad de Granada: http://youtu.be/3fly8LAPjVM
INFORMACIÓN PARA MEDIOS DE COMUNICACIÓN: Adjuntamos cortes de voz en MP 3. Los brutos de las imágenes están disponibles en los siguientes enlaces: http://sl.ugr.es/brutos1 http://sl.ugr.es/Brutos2
El grupo de investigación ‘AGR-145: Fisiología Digestiva y Nutrición’ de la Universidad de Granada, al que pertenecen los científicos que han realizado este trabajo. Virginia Aparicio es la quinta por la izquierda (de pie), y Elena Nebot, la primera por la derecha.
Referencia bibliográfica:
Effects of the amount and source of dietary protein on bone status in rats
Elena Nebot, Reinhold G. Erben, Jesús M. Porres, Pedro Femia, Daniel Camiletti-Moirón, Pilar Aranda, María López-Jurado and Virginia A. Aparicio
FoodFunct., 2014, 5, 716
DOI: 10.1039/c3fo60525f
El artículo completo está disponible en la dirección:
Contacto:
Virginia A. Aparicio García Molina
Departamento de Fisiología de la Universidad de Granada
Teléfono: 958 243 882
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Jueves, 5 de junio, a las 19 horas en el Instituto de la Paz y los Conflictos de la Universidad de Granada
La Asociación Solidaria Andaluza de Desarrollo (ASAD) organiza la jornada de presentación de la Sistematización de Género del proyecto de Educación para el Desarrollo “Implic-arte en la Cultura de Paz”, en colaboración con el Instituto de la Paz y los Conflictos de la Universidad de Granada financiado por la AACID (Agencia Andaluza de Cooperación Internacional para el Desarrollo).
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Entrada gratuita hasta completar aforo
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