Kodama y Vega se aproximan a la figura de ‘Borges

El Centro José Guerrero de la Diputación de Granada y el Departamento de Historia del Arte de la Universidad de Granada han programado mañana martes una charla entre María Kodama y Sergio Vega en el Palacio de los Condes de Gabia dentro del ciclo ‘Lecciones de cultura visual’.

Engloba seminarios, conferencias y encuentros de debate con algunos de los más destacados historiadores del arte, especialistas en estética, artistas o comisarios de la escena nacional e internacional para contribuir a mejorar la formación del alumnado y enriquecer el conocimiento y la experiencia de los interesados en la cultura actual en general. La entrada en esta conferencia que dará comienzo a las 20.00 horas es libre hasta completar aforo.

En 1976 Jorge Luis Borges visitó la Alhambra con quien era entonces su secretaria y después sería su mujer, María Kodama. El escritor ya había visitado con su familia el monumento cuando tenía veinte años, antes de perder la vista. Y deseaba compartir con su compañera aquel lugar, que aún mantenía vivo en la memoria. En una de las murallas de la entrada al conjunto hay una placa que recoge una frase célebre extraída de un soneto de Francisco de Icaza, que dice:

‘Dale limosna mujer,

que no hay en la vida nada

como la pena de ser ciego en Granada’.

Kodama le estaba describiendo a Borges el lugar donde se encontraban y leyó el texto sin pensarlo. Apenas pronunciado se sintió muy mal, y el escritor trató de consolarla diciéndole que ella sería sus ojos ese día. Borges recurrió a la Historia y a las sensaciones olfativas, táctiles y auditivas para evocar sus recuerdos de los palacios mientras Kodama le detallaba los lugares que ella estaba viendo por primera vez. Y fruto de esa experiencia nació el poema Alhambra, que actualmente está también inscrito en uno de los muros de entrada al monumento. Tocando las columnas como si fuera posible extraer las historias que oculta la piedra, Borges se refiere al murmullo de las fuentes y al dulce aroma del jazmín en flor para evocar la tristeza que el Sultán Boabdil sintió en su último día en la Alhambra, reflejo de su propia tristeza.

Ambos supieron que no volverían a verla. Partiendo de esta historia, el artista Sergio Vega (Buenos Aires, 1959) está realizando un vídeo que explora la relación entre percepción visual y lenguaje, y la representación del espacio por medio del sonido, el tacto, el olfato y la memoria.

En el marco de las ‘Lecciones de cultura visual’, Sergio Vega conversará con María Kodama sobre este emotivo capítulo de su biografía en común con Jorge Luis Borges y desgranará las líneas de trabajo de su próximo proyecto.

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Kodama y Vega se aproximan a la figura de ‘Borges

El Centro José Guerrero de la Diputación de Granada y el Departamento de Historia del Arte de la Universidad de Granada han programado mañana martes una charla entre María Kodama y Sergio Vega en el Palacio de los Condes de Gabia dentro del ciclo ‘Lecciones de cultura visual’.

Engloba seminarios, conferencias y encuentros de debate con algunos de los más destacados historiadores del arte, especialistas en estética, artistas o comisarios de la escena nacional e internacional para contribuir a mejorar la formación del alumnado y enriquecer el conocimiento y la experiencia de los interesados en la cultura actual en general. La entrada en esta conferencia que dará comienzo a las 20.00 horas es libre hasta completar aforo.

En 1976 Jorge Luis Borges visitó la Alhambra con quien era entonces su secretaria y después sería su mujer, María Kodama. El escritor ya había visitado con su familia el monumento cuando tenía veinte años, antes de perder la vista. Y deseaba compartir con su compañera aquel lugar, que aún mantenía vivo en la memoria. En una de las murallas de la entrada al conjunto hay una placa que recoge una frase célebre extraída de un soneto de Francisco de Icaza, que dice:

‘Dale limosna mujer,

que no hay en la vida nada

como la pena de ser ciego en Granada’.

Kodama le estaba describiendo a Borges el lugar donde se encontraban y leyó el texto sin pensarlo. Apenas pronunciado se sintió muy mal, y el escritor trató de consolarla diciéndole que ella sería sus ojos ese día. Borges recurrió a la Historia y a las sensaciones olfativas, táctiles y auditivas para evocar sus recuerdos de los palacios mientras Kodama le detallaba los lugares que ella estaba viendo por primera vez. Y fruto de esa experiencia nació el poema Alhambra, que actualmente está también inscrito en uno de los muros de entrada al monumento. Tocando las columnas como si fuera posible extraer las historias que oculta la piedra, Borges se refiere al murmullo de las fuentes y al dulce aroma del jazmín en flor para evocar la tristeza que el Sultán Boabdil sintió en su último día en la Alhambra, reflejo de su propia tristeza.

Ambos supieron que no volverían a verla. Partiendo de esta historia, el artista Sergio Vega (Buenos Aires, 1959) está realizando un vídeo que explora la relación entre percepción visual y lenguaje, y la representación del espacio por medio del sonido, el tacto, el olfato y la memoria.

En el marco de las ‘Lecciones de cultura visual’, Sergio Vega conversará con María Kodama sobre este emotivo capítulo de su biografía en común con Jorge Luis Borges y desgranará las líneas de trabajo de su próximo proyecto.

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El Faro de Melilla

Pág. 15:  El Barkani recibe a la nueva decana de Educación

Pág. 18: La UGR publica un libro sobre la crisis del liberalismo

Descarga por URL: http://sl.ugr.es/02e6

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Patentan un sustrato para setas con residuos procedentes de la elaboración del aceite de Oliva

La ‘spin off’ de la Universidad de Granada Micelios del Sur (Misur) ha patentado un sustrato para cultivar hongos comestibles obtenido a partir del alperujo, uno de los residuos resultantes de los procesos de extracción del aceite de oliva.

A través de un comunicado, dicha sociedad ha informado que la firma comercializa bolsas de setas con este abono, que supone la reutilización de 300 toneladas anuales de este tipo de desechos procedentes de la industria olivarera. Al beneficio ambiental se suman ventajas como una mayor producción y el aumento de la resistencia de los hongos frente a posibles infecciones.

El director de Misur, Alberto Lamenca ha precisado que «el orujo aporta nitrógeno, un nutriente para las setas, con lo que se aumenta la productividad. Este residuo contiene polifenoles, unos compuestos antioxidantes que actúan como fungicidas naturales, evitando posibles agresiones de patógenos», señala.

Además, el director de Misur también aclara que la Universidad comercializa las tradicionales alpacas de setas, es decir, bolsas de plástico que contienen desechos agrícolas como paja de cereales, agentes reguladores de la acidez del sustrato y nutrientes, además de la semilla del hongo: los micelios. Sin embargo, la novedad estriba en añadir orujillo a esta mezcla, un subproducto de las almazaras procedente del proceso de molturación de la aceituna.

«Los hongos degradan el alperujo y de un material agresivo para las plantas lo convierten en otro aprovechable: abono para su propio crecimiento», especifica Lamenca. Además asegura que el proceso es posible gracias al crecimiento de los micelios: individuos adultos del hongo que se introducen en la mezcla de cultivo.

Hasta el momento, la firma se centra en dos especies de hongos, esto es, la seta común y la shiitake, originaria de Asia. Esta última denominada «deliciosa» es la segunda más cultivada en España y cuenta con un mayor valor gastronómico. «Somos los primeros en aportar sustratos ecológicos para ambas especies», resalta el experto.

Alberto Lamenca finaliza diciendo que «actualmente, nuestros productos se comercializan en toda la provincia de Granada, desde la comarca de Guadix –donde está la planta de producción– hasta la zona Norte (Baza, Huéscar), la costa o la comarca de Alhama, entre otros puntos de venta andaluces».

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Patentan un sustrato para setas con residuos procedentes de la elaboración del aceite de Oliva

La ‘spin off’ de la Universidad de Granada Micelios del Sur (Misur) ha patentado un sustrato para cultivar hongos comestibles obtenido a partir del alperujo, uno de los residuos resultantes de los procesos de extracción del aceite de oliva.

A través de un comunicado, dicha sociedad ha informado que la firma comercializa bolsas de setas con este abono, que supone la reutilización de 300 toneladas anuales de este tipo de desechos procedentes de la industria olivarera. Al beneficio ambiental se suman ventajas como una mayor producción y el aumento de la resistencia de los hongos frente a posibles infecciones.

El director de Misur, Alberto Lamenca ha precisado que «el orujo aporta nitrógeno, un nutriente para las setas, con lo que se aumenta la productividad. Este residuo contiene polifenoles, unos compuestos antioxidantes que actúan como fungicidas naturales, evitando posibles agresiones de patógenos», señala.

Además, el director de Misur también aclara que la Universidad comercializa las tradicionales alpacas de setas, es decir, bolsas de plástico que contienen desechos agrícolas como paja de cereales, agentes reguladores de la acidez del sustrato y nutrientes, además de la semilla del hongo: los micelios. Sin embargo, la novedad estriba en añadir orujillo a esta mezcla, un subproducto de las almazaras procedente del proceso de molturación de la aceituna.

«Los hongos degradan el alperujo y de un material agresivo para las plantas lo convierten en otro aprovechable: abono para su propio crecimiento», especifica Lamenca. Además asegura que el proceso es posible gracias al crecimiento de los micelios: individuos adultos del hongo que se introducen en la mezcla de cultivo.

Hasta el momento, la firma se centra en dos especies de hongos, esto es, la seta común y la shiitake, originaria de Asia. Esta última denominada «deliciosa» es la segunda más cultivada en España y cuenta con un mayor valor gastronómico. «Somos los primeros en aportar sustratos ecológicos para ambas especies», resalta el experto.

Alberto Lamenca finaliza diciendo que «actualmente, nuestros productos se comercializan en toda la provincia de Granada, desde la comarca de Guadix –donde está la planta de producción– hasta la zona Norte (Baza, Huéscar), la costa o la comarca de Alhama, entre otros puntos de venta andaluces».

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Patentan un sustrato para setas con residuos procedentes de la elaboración del aceite de Oliva

La ‘spin off’ de la Universidad de Granada Micelios del Sur (Misur) ha patentado un sustrato para cultivar hongos comestibles obtenido a partir del alperujo, uno de los residuos resultantes de los procesos de extracción del aceite de oliva.

A través de un comunicado, dicha sociedad ha informado que la firma comercializa bolsas de setas con este abono, que supone la reutilización de 300 toneladas anuales de este tipo de desechos procedentes de la industria olivarera. Al beneficio ambiental se suman ventajas como una mayor producción y el aumento de la resistencia de los hongos frente a posibles infecciones.

El director de Misur, Alberto Lamenca ha precisado que «el orujo aporta nitrógeno, un nutriente para las setas, con lo que se aumenta la productividad. Este residuo contiene polifenoles, unos compuestos antioxidantes que actúan como fungicidas naturales, evitando posibles agresiones de patógenos», señala.

Además, el director de Misur también aclara que la Universidad comercializa las tradicionales alpacas de setas, es decir, bolsas de plástico que contienen desechos agrícolas como paja de cereales, agentes reguladores de la acidez del sustrato y nutrientes, además de la semilla del hongo: los micelios. Sin embargo, la novedad estriba en añadir orujillo a esta mezcla, un subproducto de las almazaras procedente del proceso de molturación de la aceituna.

«Los hongos degradan el alperujo y de un material agresivo para las plantas lo convierten en otro aprovechable: abono para su propio crecimiento», especifica Lamenca. Además asegura que el proceso es posible gracias al crecimiento de los micelios: individuos adultos del hongo que se introducen en la mezcla de cultivo.

Hasta el momento, la firma se centra en dos especies de hongos, esto es, la seta común y la shiitake, originaria de Asia. Esta última denominada «deliciosa» es la segunda más cultivada en España y cuenta con un mayor valor gastronómico. «Somos los primeros en aportar sustratos ecológicos para ambas especies», resalta el experto.

Alberto Lamenca finaliza diciendo que «actualmente, nuestros productos se comercializan en toda la provincia de Granada, desde la comarca de Guadix –donde está la planta de producción– hasta la zona Norte (Baza, Huéscar), la costa o la comarca de Alhama, entre otros puntos de venta andaluces».

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Patentan un sustrato para setas con residuos procedentes de la elaboración del aceite de Oliva

La ‘spin off’ de la Universidad de Granada Micelios del Sur (Misur) ha patentado un sustrato para cultivar hongos comestibles obtenido a partir del alperujo, uno de los residuos resultantes de los procesos de extracción del aceite de oliva.

SEVILLA, 02 (EUROPA PRESS)

A través de un comunicado, dicha sociedad ha informado que la firma comercializa bolsas de setas con este abono, que supone la reutilización de 300 toneladas anuales de este tipo de desechos procedentes de la industria olivarera. Al beneficio ambiental se suman ventajas como una mayor producción y el aumento de la resistencia de los hongos frente a posibles infecciones.

El director de Misur, Alberto Lamenca ha precisado que «el orujo aporta nitrógeno, un nutriente para las setas, con lo que se aumenta la productividad. Este residuo contiene polifenoles, unos compuestos antioxidantes que actúan como fungicidas naturales, evitando posibles agresiones de patógenos», señala.

Además, el director de Misur también aclara que la Universidad comercializa las tradicionales alpacas de setas, es decir, bolsas de plástico que contienen desechos agrícolas como paja de cereales, agentes reguladores de la acidez del sustrato y nutrientes, además de la semilla del hongo: los micelios. Sin embargo, la novedad estriba en añadir orujillo a esta mezcla, un subproducto de las almazaras procedente del proceso de molturación de la aceituna.

«Los hongos degradan el alperujo y de un material agresivo para las plantas lo convierten en otro aprovechable: abono para su propio crecimiento», especifica Lamenca. Además asegura que el proceso es posible gracias al crecimiento de los micelios: individuos adultos del hongo que se introducen en la mezcla de cultivo.

Hasta el momento, la firma se centra en dos especies de hongos, esto es, la seta común y la shiitake, originaria de Asia. Esta última denominada «deliciosa» es la segunda más cultivada en España y cuenta con un mayor valor gastronómico. «Somos los primeros en aportar sustratos ecológicos para ambas especies», resalta el experto.

Alberto Lamenca finaliza diciendo que «actualmente, nuestros productos se comercializan en toda la provincia de Granada, desde la comarca de Guadix –donde está la planta de producción– hasta la zona Norte (Baza, Huéscar), la costa o la comarca de Alhama, entre otros puntos de venta andaluces».

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Patentan un sustrato para setas con residuos procedentes de la elaboración del aceite de Oliva

La ‘spin off’ de la Universidad de Granada Micelios del Sur (Misur) ha patentado un sustrato para cultivar hongos comestibles obtenido a partir del alperujo, uno de los residuos resultantes de los procesos de extracción del aceite de oliva.

SEVILLA, 02 (EUROPA PRESS)

A través de un comunicado, dicha sociedad ha informado que la firma comercializa bolsas de setas con este abono, que supone la reutilización de 300 toneladas anuales de este tipo de desechos procedentes de la industria olivarera. Al beneficio ambiental se suman ventajas como una mayor producción y el aumento de la resistencia de los hongos frente a posibles infecciones.

El director de Misur, Alberto Lamenca ha precisado que «el orujo aporta nitrógeno, un nutriente para las setas, con lo que se aumenta la productividad. Este residuo contiene polifenoles, unos compuestos antioxidantes que actúan como fungicidas naturales, evitando posibles agresiones de patógenos», señala.

Además, el director de Misur también aclara que la Universidad comercializa las tradicionales alpacas de setas, es decir, bolsas de plástico que contienen desechos agrícolas como paja de cereales, agentes reguladores de la acidez del sustrato y nutrientes, además de la semilla del hongo: los micelios. Sin embargo, la novedad estriba en añadir orujillo a esta mezcla, un subproducto de las almazaras procedente del proceso de molturación de la aceituna.

«Los hongos degradan el alperujo y de un material agresivo para las plantas lo convierten en otro aprovechable: abono para su propio crecimiento», especifica Lamenca. Además asegura que el proceso es posible gracias al crecimiento de los micelios: individuos adultos del hongo que se introducen en la mezcla de cultivo.

Hasta el momento, la firma se centra en dos especies de hongos, esto es, la seta común y la shiitake, originaria de Asia. Esta última denominada «deliciosa» es la segunda más cultivada en España y cuenta con un mayor valor gastronómico. «Somos los primeros en aportar sustratos ecológicos para ambas especies», resalta el experto.

Alberto Lamenca finaliza diciendo que «actualmente, nuestros productos se comercializan en toda la provincia de Granada, desde la comarca de Guadix –donde está la planta de producción– hasta la zona Norte (Baza, Huéscar), la costa o la comarca de Alhama, entre otros puntos de venta andaluces».

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Patentan un sustrato para setas con residuos procedentes de la elaboración del aceite de Oliva

La ‘spin off’ de la Universidad de Granada Micelios del Sur (Misur) ha patentado un sustrato para cultivar hongos comestibles obtenido a partir del alperujo, uno de los residuos resultantes de los procesos de extracción del aceite de oliva.

 

La ‘spin off’ de la Universidad de Granada Micelios del Sur (Misur) ha patentado un sustrato para cultivar hongos comestibles obtenido a partir del alperujo, uno de los residuos resultantes de los procesos de extracción del aceite de oliva.

A través de un comunicado, dicha sociedad ha informado que la firma comercializa bolsas de setas con este abono, que supone la reutilización de 300 toneladas anuales de este tipo de desechos procedentes de la industria olivarera. Al beneficio ambiental se suman ventajas como una mayor producción y el aumento de la resistencia de los hongos frente a posibles infecciones.

El director de Misur, Alberto Lamenca ha precisado que «el orujo aporta nitrógeno, un nutriente para las setas, con lo que se aumenta la productividad. Este residuo contiene polifenoles, unos compuestos antioxidantes que actúan como fungicidas naturales, evitando posibles agresiones de patógenos», señala.

Además, el director de Misur también aclara que la Universidad comercializa las tradicionales alpacas de setas, es decir, bolsas de plástico que contienen desechos agrícolas como paja de cereales, agentes reguladores de la acidez del sustrato y nutrientes, además de la semilla del hongo: los micelios. Sin embargo, la novedad estriba en añadir orujillo a esta mezcla, un subproducto de las almazaras procedente del proceso de molturación de la aceituna.

«Los hongos degradan el alperujo y de un material agresivo para las plantas lo convierten en otro aprovechable: abono para su propio crecimiento», especifica Lamenca. Además asegura que el proceso es posible gracias al crecimiento de los micelios: individuos adultos del hongo que se introducen en la mezcla de cultivo.

Hasta el momento, la firma se centra en dos especies de hongos, esto es, la seta común y la shiitake, originaria de Asia. Esta última denominada «deliciosa» es la segunda más cultivada en España y cuenta con un mayor valor gastronómico. «Somos los primeros en aportar sustratos ecológicos para ambas especies», resalta el experto.

Alberto Lamenca finaliza diciendo que «actualmente, nuestros productos se comercializan en toda la provincia de Granada, desde la comarca de Guadix –donde está la planta de producción– hasta la zona Norte (Baza, Huéscar), la costa o la comarca de Alhama, entre otros puntos de venta andaluces».

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Patentan un sustrato para setas con residuos procedentes de la elaboración del aceite de Oliva

La ‘spin off’ de la Universidad de Granada Micelios del Sur (Misur) ha patentado un sustrato para cultivar hongos comestibles obtenido a partir del alperujo, uno de los residuos resultantes de los procesos de extracción del aceite de oliva.

 

La ‘spin off’ de la Universidad de Granada Micelios del Sur (Misur) ha patentado un sustrato para cultivar hongos comestibles obtenido a partir del alperujo, uno de los residuos resultantes de los procesos de extracción del aceite de oliva.

A través de un comunicado, dicha sociedad ha informado que la firma comercializa bolsas de setas con este abono, que supone la reutilización de 300 toneladas anuales de este tipo de desechos procedentes de la industria olivarera. Al beneficio ambiental se suman ventajas como una mayor producción y el aumento de la resistencia de los hongos frente a posibles infecciones.

El director de Misur, Alberto Lamenca ha precisado que «el orujo aporta nitrógeno, un nutriente para las setas, con lo que se aumenta la productividad. Este residuo contiene polifenoles, unos compuestos antioxidantes que actúan como fungicidas naturales, evitando posibles agresiones de patógenos», señala.

Además, el director de Misur también aclara que la Universidad comercializa las tradicionales alpacas de setas, es decir, bolsas de plástico que contienen desechos agrícolas como paja de cereales, agentes reguladores de la acidez del sustrato y nutrientes, además de la semilla del hongo: los micelios. Sin embargo, la novedad estriba en añadir orujillo a esta mezcla, un subproducto de las almazaras procedente del proceso de molturación de la aceituna.

«Los hongos degradan el alperujo y de un material agresivo para las plantas lo convierten en otro aprovechable: abono para su propio crecimiento», especifica Lamenca. Además asegura que el proceso es posible gracias al crecimiento de los micelios: individuos adultos del hongo que se introducen en la mezcla de cultivo.

Hasta el momento, la firma se centra en dos especies de hongos, esto es, la seta común y la shiitake, originaria de Asia. Esta última denominada «deliciosa» es la segunda más cultivada en España y cuenta con un mayor valor gastronómico. «Somos los primeros en aportar sustratos ecológicos para ambas especies», resalta el experto.

Alberto Lamenca finaliza diciendo que «actualmente, nuestros productos se comercializan en toda la provincia de Granada, desde la comarca de Guadix –donde está la planta de producción– hasta la zona Norte (Baza, Huéscar), la costa o la comarca de Alhama, entre otros puntos de venta andaluces».

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