El Movimiento 15M en Granada, reunido en una asamblea en el Rectorado de la Universidad, ha decidido emprender la noche de este miércoles «un encierro» en el propio Rectorado con la participación de unas 60 personas. El colectivo ha amenazado también con emprender «acciones contundentes» de presión para reclamar un espacio donde desarrollar sus actividades, después de que la Policía Nacional haya desalojado el edificio propiedad de la Universidad de Granada en el que permanecían encerrados desde el pasado sábado para reclamar su uso como espacio de trabajo.
En un comunicado, el colectivo ha anunciado la «ruptura unilateral» del diálogo por parte de la dirección de la Universidad de Granada, lamentado la actitud «provocadora y grosera» del rector, Francisco González Lodeiro, por acudir a la Justicia para favorecer el desalojo, que ha tenido lugar a primera hora de la mañana.
Los ‘indignados’ han explicado que los agentes antidisturbios, entre 30 y 40 según sus cálculos, entraron en el inmueble, situado en la calle Duquesa, «rompiendo la puerta principal, que data del siglo XVI, para proceder al desalojo» y las personas que lo custodiaban fueron identificadas, si bien no se produjeron arrestos.
Aseguran que Lodeiro «no sólo no ha aparecido en toda la mañana» para hablar con los concentrados en el Rectorado, sino que el equipo de seguridad de la institución «ha recibido órdenes de cerrar el recinto al público e identificar a las personas allí concentradas».
Tras reunirse con el gerente de la Universidad, Andrés Navarro Galera, los indignados han manifestado su intención de «recuperar el edificio de la calle Duquesa o en su defecto, un espacio de características similares para poder desarrollar las actividades del movimiento».
De hecho, han expresado sus reivindicaciones en un texto escrito remitido a la UGR en el que advierten de que si la institución no atiende sus peticiones se tomarán «acciones contundentes», siempre de una forma «pacífica».
