Pág. 42: El CSIC analiza si hay ‘fósiles vivientes’ en las plantas
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Pág. 42: El CSIC analiza si hay ‘fósiles vivientes’ en las plantas
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Acto Académico: 8 diciembre. 11:30 h.
Aula Magna de la Facultad de Farmacia.
CONVOCATORIA:
“Casas, familias y rentas. La nobleza del Reino de Granada entre los siglos XV-XVIII” es el título del libro que coordinan los profesores Julián Pablo Díaz López (Almería), Ángel Galán Sánchez (Málaga) y Francisco Andújar Castillo (Almería). Publicado por la Editorial de la Universidad de Granada (eug), con el patrocinio de la Fundación Portillo y la colaboración del Ayuntamiento de Huéscar, este volumen es homónimo del Coloquio celebrado en Huéscar en septiembre de 2009.
La ciudad de Huéscar es un modelo importante en el contexto del Reino de Granada durante los siglos XVI y XVII, pues los juegos de intereses entre los integrantes del concejo, los representantes del duque de Alba, señor de la ciudad, los integrantes de la minoría musulmana, los poderosos señores de ganados, los labradores terratenientes y los intereses eclesiásticos toledanos generaron una serie de tensiones permanentes entre todos estos colectivos.
“Estos grupos sociales –aseguran los responsables de la edición publicada por la UGR— y sus interacciones con los comerciantes genoveses forjaron importantes alianzas, conflictos y juegos de intereses que nos permiten considerar al territorio huesquerino como un arquetipo de las relaciones sociales granadinas”.
Por otra parte, la situación geográfica de Huéscar, en el oriente del Reino de Granada, entre las tierras murcianas de un lado, las castellanas de otro y las encomiendas santiaguistas en fin, supuso también un factor de relaciones y tensiones entre los grupos sociales de los diferentes territorios.
Así, la ubicación y las peculiaridades de Huéscar en los primeros siglos de neocristianismo permiten desarrollar una reflexión sobre la singularidad de la nobleza medieval castellana, las casas nobiliarias que se establecieron en Andalucía después de la conquista, y las relaciones entre éstas y los linajes que poblaron el Reino de Granada después de 1492, sin perder de vista la evolución de sus rentas.
El volumen contiene 17 trabajos de investigación de otros tantos especialistas, así como una amplia introducción y génesis del libro a cargo de Julián Pablo Díaz López, y dos artículos, a modo de conclusiones, de Francisco Andújar Castillo y Ángel Galán Sánchez.
Contacto: Julián Pablo Díaz López. Historia Moderna. Grupo de Investigación Surclío (UAL). Tfn: 950250388, Correo electrónico: padilo@ual.es
Recientemente ha concluido el proyecto “Estudio sociolingüístico de las lenguas caucásicas minoritarias” dirigido por Rafael Guzmán Tirado, catedrático de Filología Eslava de la Universidad de Granada, y en el que han participado investigadores de la Universidad de Granada y de varias universidades del Cáucaso. El proyecto ha estado financiado por la Dirección General de Investigación, del Ministerio de Educación y Ciencia. Según el lingüista sueco M. Kraus, en el siglo XXI la mitad de las lenguas existentes (unas 6000), es decir, 3000 formas diferentes de ver la vida, desaparecerán en 100 años, lo que supone una catástrofe humanitaria global, desconocida hasta ahora en la historia de la humanidad. Según su pronóstico en los próximos dos siglos desaparecerán el 90% de las lenguas del mundo.
Según señala Rafael Guzmán Tirado, “la pérdida de lenguas afectará especialmente a una de las zonas más ricas en lenguas del planeta: el Cáucaso”. Tomando como ejemplo una de las regiones clásicamente más políglotas del Cáucaso, Daguestán, un rincón único en su especie en el globo terráqueo, en un territorio pequeño, aproximadamente 50.000 kilómetros cuadrados (es decir dos veces Badajoz), con una población de unos 2 millones de personas, viven representantes de más de 70 nacionalidades con sus correspondientes lenguas; de ellas 30 son originarias de allí y sólo se encuentran ahí, en el Cáucaso; 14 de esas lenguas tienen escritura, y 16 carecen de ella. El número de hablantes de las diferentes lenguas daguestánicas va desde 500.000 hasta 400, según el censo de población de la URSS 1989: el avaro (604.000), el lesguio (466.000), el dargínico (360.000), el laco (118.000), el tabasarano (98.000), el andí (20.000), el agul (20.000), el rutul (20.000), el tsajur (20.000), el tsez (13.000), el bezhtí (10.000), el kryz (8.000), el chamalí (7.000), el ajvaj (6.000), el agván (5.000), el bagvalí (6.000), el buduj (5.000), el karatí (5.000), el tindí (5.000), el udí (4.500), el botli (3.000), el godoberí (3.000), el jinalug (3.000), el archí (1.000), el jvarshí (1.000), el gunzib (800) y el guinuji (400).
Rafael Guzmán Tirado explica que “400 personas pueden ser una multitud si recordamos casos tan recientes como el de la lengua ubyjé, lengua caucásica perteneciente al grupo de lenguas caucásicas occidentales o abjaso-adygués que ha tenido peor suerte, ya que ha desaparecido incluso ante nuestros propios ojos: el último hablante de esta lengua murió a principios de la década de los 90, ¡parece increíble que hasta se sepa quien fue el último hablante de esta lengua!”.
Si la situación de las lenguas minoritarias en el Caúcaso es alarmante, la situación en Europa no es mucho más alentadora, aún su otrora riqueza lingüística, va perdiendo poco a poco representantes de esa abigarrado cuadro.
En el proyecto “Estudio sociolingüístico de las lenguas caucásicas minoritarias” se ha llevado a cabo el estudio sociolingüístico de las lenguas caucásicas minoritarias en la actualidad, en un momento que incluso los investigadores rusos (tradicionalmente dedicados a esta esfera científica) han ido prestándole cada vez menos atención a este campo lingüístico, afianzándose la Universidad de Granada como el único centro de investigaciones sobre las lenguas caucásicas en España e Iberoamérica.
Rafael Guzmán Tirado señala que “Es importante destacar la presencia, por primera vez, en el campo de la caucasología mundial de investigadores españoles, siguiendo los pasos del primer libro dedicado a las lenguas caucásicas en español: Las lenguas caucásicas: Teorías sobre su origen y principales clasificaciones. Aportaciones de la lingüística rusa a su estudio”. Publicado por dos de los investigadores, Rafael Guzmán Tirado y Zinaida M. Gabunia-Abazg, y la monografía “Las lenguas minoritarias en el mundo actual. Las lenguas caucásicas”, también de los mismos autores, publicada en la Academia de Ciencias de Rusia de Moscú en 2002.
Los resultados principales de la investigación han sido recogidos en diversos artículos, ponencias y comunicaciones a congresos, y, principalmente, en la monografía “Las lenguas minoritarias en el tercer milenio y los procesos de la globalización” publicada recientemente en ruso en Vladikavkaz (Rusia) de la que son autores Rafael Guzmán Tirado y Zinaida Gabunia. Las autores están trabajando en la actualidad en la traducción de este libro al español, que esperan estará publicada a mediados del próximo año.
Contacto: Dr. Rafael Guzmán Tirado, catedrático de Filología Eslava de la Universidad de Granada. Telef: 958 240694/68581419. Correo elec: rguzman@ugr.es
Una investigación dirigida por el Jardín Botánico de Madrid desvelará si son «fósiles vivientes» las plantas aparentemente más antiguas en la Península Ibérica y Baleares, es decir aquellas especies únicas en su género que persisten con escasas poblaciones y un pasado de al menos tres millones de años.
En las imágenes, facilitadas por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Gyrocaryum oppositifolium, Castrilanthemum, Gyrocaryum oppositifolium y Avellara fistulosa (izda-dcha). EFE
La investigación está siendo dirigida por el biólogo Pablo Vargas, del Real Jardín Botánico de Madrid (CSIC), con la colaboración de científicos de la Universidad de Granada, el Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (IMEDEA), que es un centro mixto del CSIC y la Universidad de las Islas Baleares (UIB), el Jardín Botánico de Valencia y la Universidad de Edimburgo.
El trabajo, en el marco de la primera convocatoria de Proyectos Cero 2010 en Especies amenazadas de la Fundación General CSIC (FGCSIC) ha sido seleccionado de entre cinco proyectos, dotados en total con un millón de euros aportados por esa entidad, el Banco Santander y el CSIC.
El científico Pablo Vargas ha explicado a Efe que las particularidades geográficas de la Península Ibérica como área refugio en Europa permiten acoger a un elevado número de especies florales bien distribuidas (7.000), pero también otras muchas (unas 100) en peligro de extinción.
No obstante, entre todas las especies amenazadas de la flora española urgen medidas de protección a «las joyas» del patrimonio natural, que son precisamente los denominados «fósiles vivientes» que están al borde de su extinción, ha advertido el experto.
En el marco de este trabajo se estudiará el origen en el tiempo de cinco plantas de distintas familias botánicas que son muy poco conocidas, pero muy importantes desde el punto de vista científico.
La metodología va desde detallados estudios de campo sobre polinización hasta herramientas genéticas y filogenéticas que permitan saber cuándo se produjo la divergencia de «los parientes» más próximos.
Se intentará confirmar si es correcta la denominación de «fósiles vivientes» a ciertas especies relacionadas con «el mayor reto de conservación de plantas en España» por ser únicas en sus respectivos géneros y hallarse repartidas en poblaciones muy escasas y amenazadas de la Península Ibérica y Baleares.
Una de las líneas de investigación recurrirá a los relojes moleculares para descifrar cuándo se separaron unos linajes de otros, y si se dieron procesos de ese tipo, con un horizonte de unos tres millones de años atrás en el tiempo, que es cuando aproximadamente se estableció en la Península y Baleares el clima mediterráneo tal como hoy se conoce.
En el caso de que los resultados de la investigación finalmente desvelaran que cada uno de los linajes de cada una de las cinco plantas estudiadas es anterior a esa época de establecimiento del clima mediterráneo se confirmaría el calificativo atribuido de «fósiles vivientes» desde el punto de vista biogeográfico y botánico.
Ello podría significar que a esas plantas no les fue bien el clima mediterráneo y precisamente ese factor habría desencadenado el proceso de extinción de poblaciones. Sin embargo, según el científico, todavía es demasiado pronto para interpretaciones o avances sobre el posible desenlace del trabajo.
En el caso de que no se confirmaran esas suposiciones y el origen de estas especies de plantas fuera datado en tiempos más modernos, perdería fuerza la idea de llamarlas «fósiles vivientes».
Dos de estas plantas son de la familia de las margaritas. La primera es la Avellara fistulosa, una especie perenne que segrega leche tóxica para defenderse de los herbívoros, con una sola población española en las tierras bajas del Parque Nacional de Doñana (Sevilla). La segunda, el Castrilanthemum debeauxii, es una planta leñosa de montaña, de la que se han encontrado poblaciones en las sierras andaluzas contiguas de Castril, Guillimona y Cabrilla.
La Gyrocaryum oppositifolium es una especie diminuta en tamaño, aunque de una familia muy amplia, las Boragináceas, en donde se incluye la borraja; y se trata de una especie de aparición caprichosa cada primavera, cuya única población con un seguimiento continuo durante años es la de León (Ponferrada).
La Naufraga balearica, que vive sólo en dos puntos del norte de Mallorca y de la que se han encontrado tres poblaciones, pertenece a la familia de la zanahoria y está muy emparentada con el apio, pero mucho más humilde.
Finalmente, figura en el estudio la Pseudomisopates rivas-martinezii o dragoncillo, que es del grupo de las flores más herméticas en el Mediterráneo, un mecanismo por el que las corolas no muestran sus órganos sexuales a los insectos, que se ven obligados a abrirlas para acceder al polen y néctar.
Madrid, 6 dic (EFE).- Una investigación dirigida por el Jardín Botánico de Madrid desvelará si son «fósiles vivientes» las plantas aparentemente más antiguas en la Península Ibérica y Baleares, es decir aquellas especies únicas en su género que persisten con escasas poblaciones y un pasado de al menos tres millones de años.
La investigación está siendo dirigida por el biólogo Pablo Vargas, del Real Jardín Botánico de Madrid (CSIC), con la colaboración de científicos de la Universidad de Granada, el Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (IMEDEA), que es un centro mixto del CSIC y la Universidad de las Islas Baleares (UIB), el Jardín Botánico de Valencia y la Universidad de Edimburgo.
El trabajo, en el marco de la primera convocatoria de Proyectos Cero 2010 en Especies amenazadas de la Fundación General CSIC (FGCSIC) ha sido seleccionado de entre cinco proyectos, dotados en total con un millón de euros aportados por esa entidad, el Banco Santander y el CSIC.
El científico Pablo Vargas ha explicado a Efe que las particularidades geográficas de la Península Ibérica como área refugio en Europa permiten acoger a un elevado número de especies florales bien distribuidas (7.000), pero también otras muchas (unas 100) en peligro de extinción.
No obstante, entre todas las especies amenazadas de la flora española urgen medidas de protección a «las joyas» del patrimonio natural, que son precisamente los denominados «fósiles vivientes» que están al borde de su extinción, ha advertido el experto.
En el marco de este trabajo se estudiará el origen en el tiempo de cinco plantas de distintas familias botánicas que son muy poco conocidas, pero muy importantes desde el punto de vista científico.
La metodología va desde detallados estudios de campo sobre polinización hasta herramientas genéticas y filogenéticas que permitan saber cuándo se produjo la divergencia de «los parientes» más próximos.
Se intentará confirmar si es correcta la denominación de «fósiles vivientes» a ciertas especies relacionadas con «el mayor reto de conservación de plantas en España» por ser únicas en sus respectivos géneros y hallarse repartidas en poblaciones muy escasas y amenazadas de la Península Ibérica y Baleares.
Una de las líneas de investigación recurrirá a los relojes moleculares para descifrar cuándo se separaron unos linajes de otros, y si se dieron procesos de ese tipo, con un horizonte de unos tres millones de años atrás en el tiempo, que es cuando aproximadamente se estableció en la Península y Baleares el clima mediterráneo tal como hoy se conoce.
En el caso de que los resultados de la investigación finalmente desvelaran que cada uno de los linajes de cada una de las cinco plantas estudiadas es anterior a esa época de establecimiento del clima mediterráneo se confirmaría el calificativo atribuido de «fósiles vivientes» desde el punto de vista biogeográfico y botánico.
Ello podría significar que a esas plantas no les fue bien el clima mediterráneo y precisamente ese factor habría desencadenado el proceso de extinción de poblaciones. Sin embargo, según el científico, todavía es demasiado pronto para interpretaciones o avances sobre el posible desenlace del trabajo.
En el caso de que no se confirmaran esas suposiciones y el origen de estas especies de plantas fuera datado en tiempos más modernos, perdería fuerza la idea de llamarlas «fósiles vivientes».
Dos de estas plantas son de la familia de las margaritas. La primera es la Avellara fistulosa, una especie perenne que segrega leche tóxica para defenderse de los herbívoros, con una sola población española en las tierras bajas del Parque Nacional de Doñana (Sevilla). La segunda, el Castrilanthemum debeauxii, es una planta leñosa de montaña, de la que se han encontrado poblaciones en las sierras andaluzas contiguas de Castril, Guillimona y Cabrilla.
La Gyrocaryum oppositifolium es una especie diminuta en tamaño, aunque de una familia muy amplia, las Boragináceas, en donde se incluye la borraja; y se trata de una especie de aparición caprichosa cada primavera, cuya única población con un seguimiento continuo durante años es la de León (Ponferrada).
La Naufraga balearica, que vive sólo en dos puntos del norte de Mallorca y de la que se han encontrado tres poblaciones, pertenece a la familia de la zanahoria y está muy emparentada con el apio, pero mucho más humilde.
Finalmente, figura en el estudio la Pseudomisopates rivas-martinezii o dragoncillo, que es del grupo de las flores más herméticas en el Mediterráneo, un mecanismo por el que las corolas no muestran sus órganos sexuales a los insectos, que se ven obligados a abrirlas para acceder al polen y néctar.
Estudiará el origen en el tiempo de cinco plantas poco conocidas pero muy importantes desde el punto de vista científico
EFE / AMAYA QUINCOCES Una investigación dirigida por el Jardín Botánico de Madrid desvelará si son «fósiles vivientes» las plantas aparentemente más antiguas en la Península Ibérica y Baleares, es decir aquellas especies únicas en su género que persisten con escasas poblaciones y un pasado de al menos tres millones de años.
La investigación está siendo dirigida por el biólogo Pablo Vargas, del Real Jardín Botánico de Madrid (CSIC), con la colaboración de científicos de la Universidad de Granada, el Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (IMEDEA), que es un centro mixto del CSIC y la Universidad de las Islas Baleares (UIB), el Jardín Botánico de Valencia y la Universidad de Edimburgo.
El trabajo, en el marco de la primera convocatoria de Proyectos Cero 2010 en Especies amenazadas de la Fundación General CSIC (FGCSIC) ha sido seleccionado de entre cinco proyectos, dotados en total con un millón de euros aportados por esa entidad, el Banco Santander y el CSIC.
El científico Pablo Vargas ha explicado que las particularidades geográficas de la Península Ibérica como área refugio en Europa permiten acoger a un elevado número de especies florales bien distribuidas (7.000), pero también otras muchas (unas 100) en peligro de extinción.
No obstante, entre todas las especies amenazadas de la flora española urgen medidas de protección a «las joyas» del patrimonio natural, que son precisamente los denominados «fósiles vivientes» que están al borde de su extinción, ha advertido el experto.
En el marco de este trabajo se estudiará el origen en el tiempo de cinco plantas de distintas familias botánicas que son muy poco conocidas, pero muy importantes desde el punto de vista científico.
La metodología va desde detallados estudios de campo sobre polinización hasta herramientas genéticas y filogenéticas que permitan saber cuándo se produjo la divergencia de «los parientes» más próximos.
Se intentará confirmar si es correcta la denominación de «fósiles vivientes» a ciertas especies relacionadas con «el mayor reto de conservación de plantas en España» por ser únicas en sus respectivos géneros y hallarse repartidas en poblaciones muy escasas y amenazadas de la Península Ibérica y Baleares.
Una de las líneas de investigación recurrirá a los relojes moleculares para descifrar cuándo se separaron unos linajes de otros, y si se dieron procesos de ese tipo, con un horizonte de unos tres millones de años atrás en el tiempo, que es cuando aproximadamente se estableció en la Península y Baleares el clima mediterráneo tal como hoy se conoce.
En el caso de que los resultados de la investigación finalmente desvelaran que cada uno de los linajes de cada una de las cinco plantas estudiadas es anterior a esa época de establecimiento del clima mediterráneo se confirmaría el calificativo atribuido de «fósiles vivientes» desde el punto de vista biogeográfico y botánico.
Ello podría significar que a esas plantas no les fue bien el clima mediterráneo y precisamente ese factor habría desencadenado el proceso de extinción de poblaciones. Sin embargo, según el científico, todavía es demasiado pronto para interpretaciones o avances sobre el posible desenlace del trabajo.
En el caso de que no se confirmaran esas suposiciones y el origen de estas especies de plantas fuera datado en tiempos más modernos, perdería fuerza la idea de llamarlas «fósiles vivientes».
Dos de estas plantas son de la familia de las margaritas. La primera es la Avellara fistulosa, una especie perenne que segrega leche tóxica para defenderse de los herbívoros, con una sola población española en las tierras bajas del Parque Nacional de Doñana (Sevilla). La segunda, el Castrilanthemum debeauxii, es una planta leñosa de montaña, de la que se han encontrado poblaciones en las sierras andaluzas contiguas de Castril, Guillimona y Cabrilla.
La Gyrocaryum oppositifolium es una especie diminuta en tamaño, aunque de una familia muy amplia, las Boragináceas, en donde se incluye la borraja; y se trata de una especie de aparición caprichosa cada primavera, cuya única población con un seguimiento continuo durante años es la de León (Ponferrada).
La Naufraga balearica, que vive sólo en dos puntos del norte de Mallorca y de la que se han encontrado tres poblaciones, pertenece a la familia de la zanahoria y está muy emparentada con el apio, pero mucho más humilde.
Finalmente, figura en el estudio la Pseudomisopates rivas-martinezii o dragoncillo, que es del grupo de las flores más herméticas en el Mediterráneo, un mecanismo por el que las corolas no muestran sus órganos sexuales a los insectos, que se ven obligados a abrirlas para acceder al polen y néctar.
Una investigación dirigida por el Jardín Botánico de Madrid desvelará si son «fósiles vivientes» las plantas aparentemente más antiguas en la Península Ibérica y Baleares, es decir aquellas especies únicas en su género que persisten con escasas poblaciones y un pasado de al menos tres millones de años.
La investigación está siendo dirigida por el biólogo Pablo Vargas, del Real Jardín Botánico de Madrid (CSIC), con la colaboración de científicos de la Universidad de Granada, el Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (IMEDEA), que es un centro mixto del CSIC y la Universidad de las Islas Baleares (UIB), el Jardín Botánico de Valencia y la Universidad de Edimburgo.
El trabajo, en el marco de la primera convocatoria de Proyectos Cero 2010 en Especies amenazadas de la Fundación General CSIC (FGCSIC) ha sido seleccionado de entre cinco proyectos, dotados en total con un millón de euros aportados por esa entidad, el Banco Santander y el CSIC.
El científico Pablo Vargas ha explicado a Efe que las particularidades geográficas de la Península Ibérica como área refugio en Europa permiten acoger a un elevado número de especies florales bien distribuidas (7.000), pero también otras muchas (unas 100) en peligro de extinción.
No obstante, entre todas las especies amenazadas de la flora española urgen medidas de protección a «las joyas» del patrimonio natural, que son precisamente los denominados «fósiles vivientes» que están al borde de su extinción, ha advertido el experto.
En el marco de este trabajo se estudiará el origen en el tiempo de cinco plantas de distintas familias botánicas que son muy poco conocidas, pero muy importantes desde el punto de vista científico.
La metodología va desde detallados estudios de campo sobre polinización hasta herramientas genéticas y filogenéticas que permitan saber cuándo se produjo la divergencia de «los parientes» más próximos.
Se intentará confirmar si es correcta la denominación de «fósiles vivientes» a ciertas especies relacionadas con «el mayor reto de conservación de plantas en España» por ser únicas en sus respectivos géneros y hallarse repartidas en poblaciones muy escasas y amenazadas de la Península Ibérica y Baleares.
Relojes moleculares
Una de las líneas de investigación recurrirá a los relojes moleculares para descifrar cuándo se separaron unos linajes de otros, y si se dieron procesos de ese tipo, con un horizonte de unos tres millones de años atrás en el tiempo, que es cuando aproximadamente se estableció en la Península y Baleares el clima mediterráneo tal como hoy se conoce.
En el caso de que los resultados de la investigación finalmente desvelaran que cada uno de los linajes de cada una de las cinco plantas estudiadas es anterior a esa época de establecimiento del clima mediterráneo se confirmaría el calificativo atribuido de «fósiles vivientes» desde el punto de vista biogeográfico y botánico.
Ello podría significar que a esas plantas no les fue bien el clima mediterráneo y precisamente ese factor habría desencadenado el proceso de extinción de poblaciones. Sin embargo, según el científico, todavía es demasiado pronto para interpretaciones o avances sobre el posible desenlace del trabajo.
En el caso de que no se confirmaran esas suposiciones y el origen de estas especies de plantas fuera datado en tiempos más modernos, perdería fuerza la idea de llamarlas «fósiles vivientes».
Dos de estas plantas son de la familia de las margaritas. La primera es la Avellara fistulosa, una especie perenne que segrega leche tóxica para defenderse de los herbívoros, con una sola población española en las tierras bajas del Parque Nacional de Doñana (Sevilla). La segunda, el Castrilanthemum debeauxii, es una planta leñosa de montaña, de la que se han encontrado poblaciones en las sierras andaluzas contiguas de Castril, Guillimona y Cabrilla.
La Gyrocaryum oppositifolium es una especie diminuta en tamaño, aunque de una familia muy amplia, las Boragináceas, en donde se incluye la borraja; y se trata de una especie de aparición caprichosa cada primavera, cuya única población con un seguimiento continuo durante años es la de León (Ponferrada).
La Naufraga balearica, que vive sólo en dos puntos del norte de Mallorca y de la que se han encontrado tres poblaciones, pertenece a la familia de la zanahoria y está muy emparentada con el apio, pero mucho más humilde.
Finalmente, figura en el estudio la Pseudomisopates rivas-martinezii o dragoncillo, que es del grupo de las flores más herméticas en el Mediterráneo, un mecanismo por el que las corolas no muestran sus órganos sexuales a los insectos, que se ven obligados a abrirlas para acceder al polen y néctar.
Una investigación dirigida por el Jardín Botánico de Madrid desvelará si son «fósiles vivientes» las plantas aparentemente más antiguas en la Península Ibérica y Baleares, es decir aquellas especies únicas en su género que persisten con escasas poblaciones y un pasado de al menos tres millones de años.
Una de estas ‘rarezas’ de la naturaleza es la Naufraga balearica, que vive sólo en dos puntos del norte de Mallorca y de la que se han encontrado tres poblaciones, pertenece a la familia de la zanahoria y está muy emparentada con el apio, pero mucho más humilde.
La investigación está siendo dirigida por el biólogo Pablo Vargas, del Real Jardín Botánico de Madrid (CSIC), con la colaboración de científicos de la Universidad de Granada, el Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (IMEDEA), que es un centro mixto del CSIC y la Universidad de las Islas Baleares (UIB), el Jardín Botánico de Valencia y la Universidad de Edimburgo.
El trabajo, en el marco de la primera convocatoria de Proyectos Cero 2010 en Especies amenazadas de la Fundación General CSIC (FGCSIC) ha sido seleccionado de entre cinco proyectos, dotados en total con un millón de euros aportados por esa entidad, el Banco Santander y el CSIC.
El científico Pablo Vargas ha explicado que las particularidades geográficas de la Península Ibérica como área refugio en Europa permiten acoger a un elevado número de especies florales bien distribuidas (7.000), pero también otras muchas (unas 100) en peligro de extinción.
No obstante, entre todas las especies amenazadas de la flora española urgen medidas de protección a «las joyas» del patrimonio natural, que son precisamente los denominados «fósiles vivientes» que están al borde de su extinción, ha advertido el experto.
En el marco de este trabajo se estudiará el origen en el tiempo de cinco plantas de distintas familias botánicas que son muy poco conocidas, pero muy importantes desde el punto de vista científico.
La metodología va desde detallados estudios de campo sobre polinización hasta herramientas genéticas y filogenéticas que permitan saber cuándo se produjo la divergencia de «los parientes» más próximos.
Se intentará confirmar si es correcta la denominación de «fósiles vivientes» a ciertas especies relacionadas con «el mayor reto de conservación de plantas en España» por ser únicas en sus respectivos géneros y hallarse repartidas en poblaciones muy escasas y amenazadas de la Península Ibérica y Baleares.
Una de las líneas de investigación recurrirá a los relojes moleculares para descifrar cuándo se separaron unos linajes de otros, y si se dieron procesos de ese tipo, con un horizonte de unos tres millones de años atrás en el tiempo, que es cuando aproximadamente se estableció en la Península y Baleares el clima mediterráneo tal como hoy se conoce.
En el caso de que los resultados de la investigación finalmente desvelaran que cada uno de los linajes de cada una de las cinco plantas estudiadas es anterior a esa época de establecimiento del clima mediterráneo se confirmaría el calificativo atribuido de «fósiles vivientes» desde el punto de vista biogeográfico y botánico.
Ello podría significar que a esas plantas no les fue bien el clima mediterráneo y precisamente ese factor habría desencadenado el proceso de extinción de poblaciones. Sin embargo, según el científico, todavía es demasiado pronto para interpretaciones o avances sobre el posible desenlace del trabajo.
En el caso de que no se confirmaran esas suposiciones y el origen de estas especies de plantas fuera datado en tiempos más modernos, perdería fuerza la idea de llamarlas «fósiles vivientes».
Dos de estas plantas son de la familia de las margaritas. La primera es la Avellara fistulosa, una especie perenne que segrega leche tóxica para defenderse de los herbívoros, con una sola población española en las tierras bajas del Parque Nacional de Doñana (Sevilla). La segunda, el Castrilanthemum debeauxii, es una planta leñosa de montaña, de la que se han encontrado poblaciones en las sierras andaluzas contiguas de Castril, Guillimona y Cabrilla.
La Gyrocaryum oppositifolium es una especie diminuta en tamaño, aunque de una familia muy amplia, las Boragináceas, en donde se incluye la borraja; y se trata de una especie de aparición caprichosa cada primavera, cuya única población con un seguimiento continuo durante años es la de León (Ponferrada).
Finalmente, figura en el estudio la Pseudomisopates rivas-martinezii o dragoncillo, que es del grupo de las flores más herméticas en el Mediterráneo, un mecanismo por el que las corolas no muestran sus órganos sexuales a los insectos, que se ven obligados a abrirlas para acceder al polen y néctar.
El Parque de las Ciencias ha recibido hoy más de 4.500 visitantes. El éxito de público en este lunes festivo afianza los buenos valores esperados para el Puente, que concluirá el próximo miércoles, 8 de diciembre. Las provincias españolas de mayor procedencia en las visitas de hoy han sido Sevilla, Málaga, Cádiz, Madrid, Córdoba, Almería, Toledo, Badajoz y Barcelona, entre otras; en el ámbito internacional Francia, Italia, Portugal y el Reino Unido han sido los países más representativos.
Ante la afluencia que se espera en los dos próximos días, el museo abrirá mañana martes, desde las 10.00 a 19.00 horas, y el miércoles de 10.00 a 15.00 horas. La oferta para estos días incluye un nuevo espacio que se inauguró ayer: un Dolmen neolítico de 50 toneladas. El monumento funerario está ubicado en los exteriores y es fruto de un trabajo de investigación desarrollado por el Instituto de Cultura Científica, ExploraLab, y el Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Granada.
El megalito está abierto a todos los públicos como un área donde profundizar en los aspectos sociales y culturales de la Prehistoria reciente. Para ampliar la oferta de cara a estos días festivos, el museo también inauguró recientemente la exposición ‘Arquitectura escrita’. La muestra recorre más de 5.000 años de historia de relación entre el escribir y el construir y materializa por primera vez espacios y paisajes descritos por escritores como Jorge Luis Borges, Umberto Eco, Federico García Lorca, Stendhal o Balzac. Estudiantes de Arquitectura de la Universidad de Granada y de Munich son los autores de las maquetas que hacen realidad los escenarios soñados en la literatura desde la cultura mesopotámica hasta nuestros días.
A estas se suman otras exposiciones temporales como ‘Animales de museo. El arte de la taxidermia’; ‘Vivir en el espacio’; ‘Una autopista detrás del enchufe’ y ‘FotoCityOn’.
El Planetario Digital y la oferta permanente del museo, con los Pabellones ‘Viaje al Cuerpo Humano’, ‘Al Andalus y la Ciencia’, ‘Cultura de la Prevención’; las Salas ‘Eureka’, ‘Percepción’ y ‘Biosfera’; los exteriores; el Taller Rapaces en Vuelo; la Torre de Observación y el Jardín de la Astronomía, entre otros, completan el programa para estos días.
El Parque de las Ciencias de Granada ha recibido este lunes más de 4.500 visitantes, un «éxito» que afianza los buenos valores esperados para el Puente de la Constitución, que concluirá el próximo miércoles, 8 de diciembre.
En este sentido, según ha señalado la dirección del parque en una nota, los visitantes procedían de diferentes provincias españolas, destacando Sevilla, Málaga, Cádiz, Madrid, Córdoba, Almería, Toledo, Badajoz y Barcelona, entre otras, así como de diferentes países como Francia, Italia, Portugal y el Reino Unido.
Ante la afluencia que se espera en los dos próximos días, el museo abrirá mañana martes, desde las 10 a 19 horas, y el miércoles de 10 a 15 horas. La oferta para estos días incluye un nuevo espacio que se inauguró este domingo, un Dolmen neolítico de 50 toneladas. El monumento funerario está ubicado en los exteriores y es fruto de un trabajo de investigación desarrollado por el Instituto de Cultura Científica, ExploraLab, y el Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Granada.
El megalito está abierto a todos los públicos como un área donde profundizar en los aspectos sociales y culturales de la Prehistoria reciente. Además, el museo también ha inaugurado recientemente la exposición ‘Arquitectura escrita’, donde se recorre más de 5.000 años de historia de relación entre el escribir y el construir y materializa por primera vez espacios y paisajes descritos por escritores como Jorge Luis Borges, Umberto Eco, Federico García Lorca, Stendhal o Balzac. Estudiantes de Arquitectura de la Universidad de Granada y de Munich son los autores de las maquetas que hacen realidad los escenarios soñados en la literatura desde la cultura mesopotámica hasta nuestros días.
Por otro lado, ha añadido que a estas actividades se suman otras exposiciones temporales como ‘Animales de museo. El arte de la taxidermia’, ‘Vivir en el espacio’, ‘Una autopista detrás del enchufe’ y ‘FotoCityOn’.
El Planetario Digital y la oferta permanente del museo, con los Pabellones ‘Viaje al Cuerpo Humano’, ‘Al Andalus y la Ciencia’, ‘Cultura de la Prevención’, las salas ‘Eureka’, ‘Percepción’ y ‘Biosfera’, los exteriores, el taller Rapaces en Vuelo, la torre de Observación y el jardín de la Astronomía, entre otros, completan el programa para estos días.
El Parque de las Ciencias de Granada ha recibido este lunes más de 4.500 visitantes, un «éxito» que afianza los buenos valores esperados para el Puente de la Constitución, que concluirá el próximo miércoles, 8 de diciembre.
El Parque de las Ciencias de Granada ha recibido este lunes más de 4.500 visitantes, un «éxito» que afianza los buenos valores esperados para el Puente de la Constitución, que concluirá el próximo miércoles, 8 de diciembre.
El Parque de las Ciencias recibe este lunes más de 4.500 visitantes
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En este sentido, según ha señalado la dirección del parque en una nota, los visitantes procedían de diferentes provincias españolas, destacando Sevilla, Málaga, Cádiz, Madrid, Córdoba, Almería, Toledo, Badajoz y Barcelona, entre otras, así como de diferentes países como Francia, Italia, Portugal y el Reino Unido.
Ante la afluencia que se espera en los dos próximos días, el museo abrirá mañana martes, desde las 10 a 19 horas, y el miércoles de 10 a 15 horas. La oferta para estos días incluye un nuevo espacio que se inauguró este domingo, un Dolmen neolítico de 50 toneladas. El monumento funerario está ubicado en los exteriores y es fruto de un trabajo de investigación desarrollado por el Instituto de Cultura Científica, ExploraLab, y el Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Granada.
El megalito está abierto a todos los públicos como un área donde profundizar en los aspectos sociales y culturales de la Prehistoria reciente. Además, el museo también ha inaugurado recientemente la exposición ‘Arquitectura escrita’, donde se recorre más de 5.000 años de historia de relación entre el escribir y el construir y materializa por primera vez espacios y paisajes descritos por escritores como Jorge Luis Borges, Umberto Eco, Federico García Lorca, Stendhal o Balzac. Estudiantes de Arquitectura de la Universidad de Granada y de Munich son los autores de las maquetas que hacen realidad los escenarios soñados en la literatura desde la cultura mesopotámica hasta nuestros días.
Por otro lado, ha añadido que a estas actividades se suman otras exposiciones temporales como ‘Animales de museo. El arte de la taxidermia’, ‘Vivir en el espacio’, ‘Una autopista detrás del enchufe’ y ‘FotoCityOn’.
El Planetario Digital y la oferta permanente del museo, con los Pabellones ‘Viaje al Cuerpo Humano’, ‘Al Andalus y la Ciencia’, ‘Cultura de la Prevención’, las salas ‘Eureka’, ‘Percepción’ y ‘Biosfera’, los exteriores, el taller Rapaces en Vuelo, la torre de Observación y el jardín de la Astronomía, entre otros, completan el programa para estos días.