El Mundo

(Publicado el 19 de mayo de 2010)

CAMPUS – Portada: Los asociados pagan el porte de plantilla |Máquinas fiables en manos de expertos contra la escasez de recursos en I+D

CAMPUS – Pág. 3: Los asociados, primeras víctimas de la crisis

CAMPUS – Págs. 4 y 5: Aparatos para I+D, entre la inversión millonaria y la gestión responsable

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Ideal

Pág. 8: “El la judicatura hay sectores que representan mucho a la derecha”

Pág. 11: Las bayas de Goji no son “milagrosas”

Pág. 12: Comida con vistas

Pág. 15: Charla sobre medios de comunicación y sociedad |Publicidad – Presentación del número tres de la revista Afinidades

Pág. 21: “El periodista del siglo XXI es más completo, especializado y polivalente”

VIVIR – Pág. 11 – Agenda: “Otro derecho penal es posible” |“Poemas a la muerte” |Presentación de “Afinidades”

Pág. 41: Sánchez Trigueros firma una edición de “Paseo de los Tristes”

Pág. 42: La Facultad de Educación dedica sus II Jornadas de Teatro al poeta Antonio César

Pág. 50: Teresa Gutiérrez y Ana Ruiz, del CDU, representarán a España en la XXXIII Copa Latina

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Las bayas de Goji contienen los mismos nutrientes de frutas y verduras y ‘un importante efecto placebo’, según experto

Admite que tiene muchos nutrientes, aunque puede acarrear posibles reacciones alérgicas y se desaconseja en personas con anticoagulantes

Las bayas del Goji, un producto alimenticio cuyo consumo se ha multiplicado de forma espectacular en los últimos meses, contiene los «mismos nutrientes» de que disponen frutas y verduras, si bien entre el consumidor ha calado un «importante efecto placebo» acerca de las potencialidades de este producto, según sostiene el director del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Granada (UGR), el catedrático Emilio Martínez de Victoria Muñoz.

Según este especialista, las bayas del Goji «no contiene ninguna propiedad beneficiosa probada en estudios científicos extensos de intervención clínica en humanos», toda vez que asegura que «muchos de los componentes» presentes en ellas «los pueden aportar también las cantidades diarias recomendadas de frutas y verduras dentro de una dieta equilibrada». Pese a ello, admite que las bayas disponen de un «importante efecto placebo» entre las personas que las consumen.

Además, dicho experto alude al hecho de que la especie ‘Lycium Barbarum’, a la que pertenecen las bayas que actualmente se importan desde China, «es originaria del Mediterráneo y pertenece a la familia solanaceas, la misma donde están incluidas la patata, el tomate, el pimiento, la berenjena y otras verduras de nuestra dieta».

En cuanto a los «supuestos estudios científicos» que avalan las propiedades beneficiosas de las bayas de Goji, este catedrático de nutrición advierte de que dichos trabajos «se han realizado casi exclusivamente ‘in vitro’ y en animales en China, siendo muy escasos en humanos y fuera de aquel país», aunque es bastante probable que los efectos sean similares».

Sea como fuere, Martínez de Victoria Muñoz reconoce que las bayas de Goji contienen numerosos nutrientes, como se desprende de una completa revisión bibliográfica publicada recientemente en la revista ‘Planta Médica’.

Este fruto contiene antioxidantes, polisacáridos complejos (proteoglicanos, a los que se le atribuyen en gran medida los efectos saludables) y monosacáridos, luteína y zeaxantina (muy beneficiosa para la vista), fibra, proteína y carbohidratos, «por lo que en ningún caso podría resultar perjudicial o neutro para la salud humana», admite.

Por otra parte, advierte de que hay que tener cuidado «con posibles reacciones alérgicas», toda vez que desaconseja su ingesta en aquellas personan que tienen un tratamiento con anticoagulantes y alega que su consumo «no es más que otra de esas modas pasajeras».

NO HACE NADA SI NO SE SIGUE UNA DIETA ADECUADA

Además, asegura que «a aquellas personas que no sigan una dieta adecuada, las bayas de Goji no les van a aportar ningún beneficio» y precisa que quien adquiera este producto «debe fijarse bien en la etiqueta para evitar que se trate de adulteraciones, de las que hay muchas en el mercado».

Las bayas deben pertenecer a las especies Lycium Barbarum o Lycium Chinense, «que son las que realmente contienen los nutrientes indicados y los efectos saludables descritos».

«No existe ningún alimento milagroso, ya que el único secreto para gozar de buena salud es una dieta adecuada, rica en frutas y verduras, y la práctica habitual de ejercicio físico», concluye este especialista.

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Granada Hoy

Pág. 2: Granada vigilará la actividad sísmica

Pág. 14: Las bayas de Goji tienen un efecto placebo, según expertos en nutrición

Pág. 24: Los “Poemas de la muerte” de Emily Dickinson

Pág. 38 – Publicidad: II Encuentro de Teatro Universitario de Granada

Pág. 62: Tres granadinos, en la copa latina de natación

Pág. 65: “Paseo de los Tristes” retorna a las librerías

Pág. 66: La UGR edita el libro “Poemas a la muerte” de Emily Dickinson |“Afinidades” dedica su tercer número a Miguel Hernández

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Las bayas de Goji contienen los mismos nutrientes de frutas y verduras y ‘un importante efecto placebo’, según experto

Admite que tiene muchos nutrientes, aunque puede acarrear posibles reacciones alérgicas y se desaconseja en personas con anticoagulantes

Las bayas del Goji, un producto alimenticio cuyo consumo se ha multiplicado de forma espectacular en los últimos meses, contiene los «mismos nutrientes» de que disponen frutas y verduras, si bien entre el consumidor ha calado un «importante efecto placebo» acerca de las potencialidades de este producto, según sostiene el director del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Granada (UGR), el catedrático Emilio Martínez de Victoria Muñoz.

Según este especialista, las bayas del Goji «no contiene ninguna propiedad beneficiosa probada en estudios científicos extensos de intervención clínica en humanos», toda vez que asegura que «muchos de los componentes» presentes en ellas «los pueden aportar también las cantidades diarias recomendadas de frutas y verduras dentro de una dieta equilibrada». Pese a ello, admite que las bayas disponen de un «importante efecto placebo» entre las personas que las consumen.

Además, dicho experto alude al hecho de que la especie ‘Lycium Barbarum’, a la que pertenecen las bayas que actualmente se importan desde China, «es originaria del Mediterráneo y pertenece a la familia solanaceas, la misma donde están incluidas la patata, el tomate, el pimiento, la berenjena y otras verduras de nuestra dieta».

En cuanto a los «supuestos estudios científicos» que avalan las propiedades beneficiosas de las bayas de Goji, este catedrático de nutrición advierte de que dichos trabajos «se han realizado casi exclusivamente ‘in vitro’ y en animales en China, siendo muy escasos en humanos y fuera de aquel país», aunque es bastante probable que los efectos sean similares».

Sea como fuere, Martínez de Victoria Muñoz reconoce que las bayas de Goji contienen numerosos nutrientes, como se desprende de una completa revisión bibliográfica publicada recientemente en la revista ‘Planta Médica’.

Este fruto contiene antioxidantes, polisacáridos complejos (proteoglicanos, a los que se le atribuyen en gran medida los efectos saludables) y monosacáridos, luteína y zeaxantina (muy beneficiosa para la vista), fibra, proteína y carbohidratos, «por lo que en ningún caso podría resultar perjudicial o neutro para la salud humana», admite.

Por otra parte, advierte de que hay que tener cuidado «con posibles reacciones alérgicas», toda vez que desaconseja su ingesta en aquellas personan que tienen un tratamiento con anticoagulantes y alega que su consumo «no es más que otra de esas modas pasajeras».

NO HACE NADA SI NO SE SIGUE UNA DIETA ADECUADA

Además, asegura que «a aquellas personas que no sigan una dieta adecuada, las bayas de Goji no les van a aportar ningún beneficio» y precisa que quien adquiera este producto «debe fijarse bien en la etiqueta para evitar que se trate de adulteraciones, de las que hay muchas en el mercado».

Las bayas deben pertenecer a las especies Lycium Barbarum o Lycium Chinense, «que son las que realmente contienen los nutrientes indicados y los efectos saludables descritos».

«No existe ningún alimento milagroso, ya que el único secreto para gozar de buena salud es una dieta adecuada, rica en frutas y verduras, y la práctica habitual de ejercicio físico», concluye este especialista.

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Las células tumorales del cáncer de mama resisten el tratamiento a causa de la proteína cFLIP

Científicos del Centro Andaluz de Biología Molecular y Medicina Regenerativa (Cabimer), en colaboración con la Universidad de Granada, han descubierto que una proteína, llamada cFLIP, es clave en la supervivencia de las células tumorales del cáncer de mama a la hora de resistir un tratamiento para combatir esta enfermedad.

Los investigadores han demostrado que una variación en la expresión de esta proteína puede repercutir en el correcto desarrollo del epitelio glandular de mama, una importante información a tener en cuenta para diseñar terapias antitumorales que tengan como posible diana la proteína cFLIP, según indica la Universidad de Granada.

El trabajo, realizado por Rosario Yerbes Cadenas, tenía como objetivo analizar las posibles consecuencias del uso de inhibidores de cFLIP como terapia antitumoral. En la actualidad los tratamientos se realizan con Trail, que tiene un gran potencial terapéutico contra el cáncer debido a que es capaz de inducir apoptosis en células tumorales sin provocar toxicidad en células normales. Sin embargo, a pesar de ello, existen células tumorales que presentan resistencia a la apoptosis inducida por Trail por causas no muy conocidas.

El trabajo ha estudiado el papel que cFLIP juega en la resistencia de células tumorales de mama a la apoptosis inducida por Trail. Así, los científicos han determinado que cFLIP es un componente clave en la resistencia de estas células al citado tratamiento, puesto que la inhibición de su expresión mediante tratamientos como doxorrubicina, entre otros, sensibilizan a todas las células tumorales de mama testadas a la apoptosis inducida por Trail.

Los autores de esta investigación, además, han demostrado que cFLIP es también una proteína clave en la supervivencia de las células epiteliales de mama, tumorales o no, puesto que la inhibición de su expresión induce apoptosis.

Esta apoptosis requiere de los componentes de la señalización apoptótica de Trail, como son el receptor Trail-R2, la molécula adaptadora Fadd y la caspasa-8, pero es independiente del propio Trail.

Por otra parte, y en vista de la importancia de cFLIP en el control de la apoptosis, se ha estudiado la participación de cFLIP durante la morfogénesis de células epiteliales de mama MCF-10A, proceso en el que la apoptosis tiene un papel fundamental.

Así una expresión elevada de cFLIP inhibe la formación del lumen de los acinos derivados de dichas células cuando son cultivadas en presencia de matriz extracelular (cultivos 3D). Por otra parte, la inhibición de la expresión de cFLIP impide el desarrollo de acinos, debido a que las células que no expresan suficientes niveles de cFLIP no son viables.

Por ello, el estudio de la regulación de la expresión de cFLIP ha sido de gran interés en este trabajo. Los científicos han determinado que la ruta de señalización PI3K/AKT no es la principal responsable de la síntesis de cFLIP en células tumorales de mama, y apunta a que, posiblemente, la ruta de NF-kB sea la implicada en ello.

Además, esta investigación ha demostrado que el sistema ubiquitina-proteasoma juega un papel fundamental en la degradación celular de cFLIP y, actualmente, se está trabajando en la identificación de la proteína E3-ubiquitin ligasa, responsable de la degradación de cFLIP por dicho sistema.

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Las bayas de Goji contienen los mismos nutrientes que las frutas y verduras, salvo un importante efecto placebo

Un catedrático de la UGR, especialista en Nutrición, señala que la especie Lycium Barbarum (que actualmente se importa desde China) es originaria del Mediterráneo y se da en otras áreas templadas de todo el mundo, además de en aquel paí­s. «A aquellas personas que no sigan una dieta adecuada, las bayas de Goji no les van a aportar ningún beneficio.

Las bayas del Goji, un producto alimenticio cuyo consumo se ha multiplicado de forma espectacular en los últimos meses, no tienen ninguna propiedad beneficiosa probada en estudios cientí­ficos extensos de intervención clí­nica en humanos. Muchos de los componentes presentes en ellas los pueden aportar la cantidad diaria recomendada de frutas y verduras dentro de una dieta equilibrada, salvo «el importante efecto placebo» que tienen en las personas que las consumen. Además, la especie Lycium Barbarum (a la que pertenecen las bayas que actualmente se importan desde China) es originaria del Mediterráneo y pertenece a la familia Solanaceas, la misma donde están incluidas la patata, el tomate, el pimiento, la berenjena y otras verduras de nuestra dieta.

Así­ lo explica el director del Instituto de Nutrición y Tecnologí­a de los Alimentos de la Universidad de Granada, el catedrático Emilio Martí­nez de Victoria Muñoz, quien advierte de que los supuestos estudios cientí­ficos que avalan las propiedades beneficiosas de las bayas de Goji «se han realizado casi exclusivamente «in vitro» y en animales en China, pero son muy escasos en humanos y fuera de aquel paí­s», aunque «es bastante probable» que los efectos sean similares.

Numerosos nutrientes

Las bayas de Goji contienen numerosos nutrientes, como se desprende de una completa revisión bibliográfica publicada recientemente en la revista Planta Médica. Este fruto contiene antioxidantes, polisacáridos complejos (proteoglicanos, a los que se le atribuyen en gran medida los efectos saludables) y monosacáridos, luteí­na y zeaxantina (muy beneficiosa para la vista), fibra, proteí­na y carbohidratos, «por lo que en ningún caso podrí­a resultar perjudicial, o neutro, para la salud humana», apunta el catedrático de la UGR. Hay que tener cuidado con posibles reacciones alérgicas y se desaconseja en aquellos que tienen un tratamiento con anticoagulantes.

Sin embargo, «el consumo de estas bayas no es más que otra de esas modas pasajeras», advierte Martí­nez de Victoria, quien destaca que «a aquellas personas que no sigan una dieta adecuada, las bayas de Goji no les van a aportar ningún beneficio». Eso sí­: quien adquiera este producto debe fijarse bien en la etiqueta, «para evitar que se trate de adulteraciones, de las que hay muchas en el mercado». Las bayas deben pertenecer a las especies Lycium Barbarum o Lycium Chinense, «que son las que realmente contienen los nutrientes indicados y los efectos saludables descritos».

El director del Instituto de Nutrición y Tecnologí­a de los Alimentos de la Universidad de Granada advierte de que «no existe ningún alimento milagroso», y recuerda que el único secreto para gozar de buena salud «es una dieta adecuada, rica en frutas y verduras, y la práctica habitual de ejercicio fí­sico».

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Las bayas de Goji contienen los mismos nutrientes de frutas y verduras

Las bayas del Goji, un producto alimenticio cuyo consumo se ha multiplicado de forma espectacular en los últimos meses, contiene los «mismos nutrientes» de que disponen frutas y verduras, si bien entre el consumidor ha calado un «importante efecto placebo» acerca de las potencialidades de este producto, según sostiene el director del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Granada (UGR), el catedrático Emilio Martínez de Victoria Muñoz.

Según este especialista, las bayas del Goji «no contiene ninguna propiedad beneficiosa probada en estudios científicos extensos de intervención clínica en humanos», toda vez que asegura que «muchos de los componentes» presentes en ellas «los pueden aportar también las cantidades diarias recomendadas de frutas y verduras dentro de una dieta equilibrada». Pese a ello, admite que las bayas disponen de un «importante efecto placebo» entre las personas que las consumen.

Además, dicho experto alude al hecho de que la especie ‘Lycium Barbarum’, a la que pertenecen las bayas que actualmente se importan desde China, «es originaria del Mediterráneo y pertenece a la familia solanaceas, la misma donde están incluidas la patata, el tomate, el pimiento, la berenjena y otras verduras de nuestra dieta».

En cuanto a los «supuestos estudios científicos» que avalan las propiedades beneficiosas de las bayas de Goji, este catedrático de nutrición advierte de que dichos trabajos «se han realizado casi exclusivamente in vitro y en animales en China, siendo muy escasos en humanos y fuera de aquel país», aunque es bastante probable que los efectos sean similares».

Sea como fuere, Martínez de Victoria Muñoz reconoce que las bayas de Goji contienen numerosos nutrientes, como se desprende de una completa revisión bibliográfica publicada recientemente en la revista ‘Planta Médica’.

Este fruto contiene antioxidantes, polisacáridos complejos (proteoglicanos, a los que se le atribuyen en gran medida los efectos saludables) y monosacáridos, luteína y zeaxantina (muy beneficiosa para la vista), fibra, proteína y carbohidratos, «por lo que en ningún caso podría resultar perjudicial o neutro para la salud humana», admite.

Por otra parte, advierte de que hay que tener cuidado «con posibles reacciones alérgicas», toda vez que desaconseja su ingesta en aquellas personan que tienen un tratamiento con anticoagulantes y alega que su consumo «no es más que otra de esas modas pasajeras».

NO HACE NADA SI NO SE SIGUE UNA DIETA ADECUADA

Además, asegura que «a aquellas personas que no sigan una dieta adecuada, las bayas de Goji no les van a aportar ningún beneficio» y precisa que quien adquiera este producto «debe fijarse bien en la etiqueta para evitar que se trate de adulteraciones, de las que hay muchas en el mercado».

Las bayas deben pertenecer a las especies Lycium Barbarum o Lycium Chinense, «que son las que realmente contienen los nutrientes indicados y los efectos saludables descritos».

«No existe ningún alimento milagroso, ya que el único secreto para gozar de buena salud es una dieta adecuada, rica en frutas y verduras, y la práctica habitual de ejercicio físico», concluye este especialista.

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Advierten del efecto placebo de las bayas de Goji

Las bayas del Goji, un producto alimenticio cuyo consumo se ha multiplicado de forma espectacular en los últimos meses, contiene los «mismos nutrientes» de que disponen frutas y verduras, si bien entre el consumidor ha calado un «importante efecto placebo» acerca de las potencialidades de este producto, según sostiene el director del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Granada (UGR), el catedrático Emilio Martínez de Victoria Muñoz. Según este especialista, las bayas del Goji «no contiene ninguna propiedad beneficiosa probada en estudios científicos extensos de intervención clínica en humanos», toda vez que asegura que «muchos de los componentes» presentes en ellas «los pueden aportar también las cantidades diarias recomendadas de frutas y verduras dentro de una dieta equilibrada». Pese a ello, admite que las bayas disponen de un «importante efecto placebo» entre las personas que las consumen. Además, dicho experto alude al hecho de que la especie «Lycium Barbarum», a la que pertenecen las bayas que actualmente se importan desde China, «es originaria del Mediterráneo y pertenece a la familia solanaceas, la misma donde están incluidas la patata, el tomate, el pimiento, la berenjena y otras verduras de nuestra dieta». En cuanto a los «supuestos estudios científicos» que avalan las propiedades beneficiosas de las bayas de Goji, este catedrático de nutrición advierte de que dichos trabajos «se han realizado casi exclusivamente ‘in vitro’ y en animales en China, siendo muy escasos en humanos y fuera de aquel país», aunque es bastante probable que los efectos sean similares». Sea como fuere, Martínez de Victoria Muñoz reconoce que las bayas de Goji contienen numerosos nutrientes, como se desprende de una completa revisión bibliográfica publicada recientemente en la revista «Planta Médica». Este fruto contiene antioxidantes, polisacáridos complejos (proteoglicanos, a los que se le atribuyen en gran medida los efectos saludables) y monosacáridos, luteína y zeaxantina (muy beneficiosa para la vista), fibra, proteína y carbohidratos, «por lo que en ningún caso podría resultar perjudicial o neutro para la salud humana», admite. Por otra parte, advierte de que hay que tener cuidado «con posibles reacciones alérgicas», toda vez que desaconseja su ingesta en aquellas personan que tienen un tratamiento con anticoagulantes y alega que su consumo «no es más que otra de esas modas pasajeras».
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¿Qué contienen las bayas de Goji?

Un catedrático de la UGR, especialista en Nutrición, señala que la especie Lycium Barbarum (que actualmente se importa desde China) es originaria del Mediterráneo y se da en otras áreas templadas de todo el mundo, además de en aquel paí­s. «A aquellas personas que no sigan una dieta adecuada, las bayas de Goji no les van a aportar ningún beneficio.

Las bayas del Goji, un producto alimenticio cuyo consumo se ha multiplicado de forma espectacular en los últimos meses, no tienen ninguna propiedad beneficiosa probada en estudios cientí­ficos extensos de intervención clí­nica en humanos. Muchos de los componentes presentes en ellas los pueden aportar la cantidad diaria recomendada de frutas y verduras dentro de una dieta equilibrada, salvo «el importante efecto placebo» que tienen en las personas que las consumen. Además, la especie Lycium Barbarum (a la que pertenecen las bayas que actualmente se importan desde China) es originaria del Mediterráneo y pertenece a la familia Solanaceas, la misma donde están incluidas la patata, el tomate, el pimiento, la berenjena y otras verduras de nuestra dieta.

Así­ lo explica el director del Instituto de Nutrición y Tecnologí­a de los Alimentos de la Universidad de Granada, el catedrático Emilio Martí­nez de Victoria Muñoz, quien advierte de que los supuestos estudios cientí­ficos que avalan las propiedades beneficiosas de las bayas de Goji «se han realizado casi exclusivamente «in vitro» y en animales en China, pero son muy escasos en humanos y fuera de aquel paí­s», aunque «es bastante probable» que los efectos sean similares.

Numerosos nutrientes

Las bayas de Goji contienen numerosos nutrientes, como se desprende de una completa revisión bibliográfica publicada recientemente en la revista Planta Médica. Este fruto contiene antioxidantes, polisacáridos complejos (proteoglicanos, a los que se le atribuyen en gran medida los efectos saludables) y monosacáridos, luteí­na y zeaxantina (muy beneficiosa para la vista), fibra, proteí­na y carbohidratos, «por lo que en ningún caso podrí­a resultar perjudicial, o neutro, para la salud humana», apunta el catedrático de la UGR. Hay que tener cuidado con posibles reacciones alérgicas y se desaconseja en aquellos que tienen un tratamiento con anticoagulantes.

Sin embargo, «el consumo de estas bayas no es más que otra de esas modas pasajeras», advierte Martí­nez de Victoria, quien destaca que «a aquellas personas que no sigan una dieta adecuada, las bayas de Goji no les van a aportar ningún beneficio». Eso sí­: quien adquiera este producto debe fijarse bien en la etiqueta, «para evitar que se trate de adulteraciones, de las que hay muchas en el mercado». Las bayas deben pertenecer a las especies Lycium Barbarum o Lycium Chinense, «que son las que realmente contienen los nutrientes indicados y los efectos saludables descritos».

El director del Instituto de Nutrición y Tecnologí­a de los Alimentos de la Universidad de Granada advierte de que «no existe ningún alimento milagroso», y recuerda que el único secreto para gozar de buena salud «es una dieta adecuada, rica en frutas y verduras, y la práctica habitual de ejercicio fí­sico».

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La UGR destaca el ‘importante efecto placebo’ de las bayas de Goji

Un catedrático de la UGR, especialista en Nutrición, señala que la especie Lycium Barbarum (que actualmente se importa desde China) es originaria del Mediterráneo y se da en otras áreas templadas de todo el mundo, además de en aquel país – “A aquellas personas que no sigan una dieta adecuada, las bayas de Goji no les van a aportar ningún beneficio”

Las bayas del Goji, un producto alimenticio cuyo consumo se ha multiplicado de forma espectacular en los últimos meses, no tienen ninguna propiedad beneficiosa probada en estudios científicos extensos de intervención clínica en humanos. Muchos de los componentes presentes en ellas los pueden aportar la cantidad diaria recomendada de frutas y verduras dentro de una dieta equilibrada, salvo “el importante efecto placebo” que tienen en las personas que las consumen. Además, la especie Lycium Barbarum (a la que pertenecen las bayas que actualmente se importan desde China) es originaria del Mediterráneo y pertenece a la familia Solanaceas, la misma donde están incluidas la patata, el tomate, el pimiento, la berenjena y otras verduras de nuestra dieta.

Así lo explica el director del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Granada, el catedrático Emilio Martínez de Victoria Muñoz, quien advierte de que los supuestos estudios científicos que avalan las propiedades beneficiosas de las bayas de Goji “se han realizado casi exclusivamente “in vitro” y en animales en China, pero son muy escasos en humanos y fuera de aquel país”, aunque “es bastante probable” que los efectos sean similares.

Numerosos nutrientes

Las bayas de Goji contienen numerosos nutrientes, como se desprende de una completa revisión bibliográfica publicada recientemente en la revista “Planta Médica”.
Este fruto contiene antioxidantes, polisacáridos complejos (proteoglicanos, a los que se le atribuyen en gran medida los efectos saludables) y monosacáridos, luteína y zeaxantina (muy beneficiosa para la vista), fibra, proteína y carbohidratos, “por lo que en ningún caso podría resultar perjudicial, o neutro, para la salud humana”, apunta el catedrático de la UGR. Hay que tener cuidado con posibles reacciones alérgicas y se desaconseja en aquellos que tienen un tratamiento con anticoagulantes.

Sin embargo, “el consumo de estas bayas no es más que otra de esas modas pasajeras”, advierte Martínez de Victoria, quien destaca que “a aquellas personas que no sigan una dieta adecuada, las bayas de Goji no les van a aportar ningún beneficio”. Eso sí: quien adquiera este producto debe fijarse bien en la etiqueta, “para evitar que se trate de adulteraciones, de las que hay muchas en el mercado». Las bayas deben pertenecer a las especies Lycium Barbarum o Lycium Chinense, “que son las que realmente contienen los nutrientes indicados y los efectos saludables descritos”.

El director del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Granada advierte de que “no existe ningún alimento milagroso”, y recuerda que el único secreto para gozar de buena salud “es una dieta adecuada, rica en frutas y verduras, y la práctica habitual de ejercicio físico”.

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Las bayas de Goji comparten nutrientes con frutas o verduras pero no son ‘milagrosas’, según un experto de la UGR

Un catedrático de la UGR, especialista en Nutrición, señala que la especie Lycium Barbarum (que actualmente se importa desde China) es originaria del Mediterráneo y se da en otras áreas templadas de todo el mundo, además de en aquel país)   “a aquellas personas que no sigan una dieta adecuada, las bayas de Goji no les van a aportar ningún beneficio”

Las bayas del Goji, un producto alimenticio cuyo consumo se ha multiplicado de forma espectacular en los últimos meses, no tienen ninguna propiedad beneficiosa probada en estudios científicos extensos de intervención clínica en humanos.

Muchos de los componentes presentes en ellas los pueden aportar la cantidad diaria recomendada de frutas y verduras dentro de una dieta equilibrada, salvo “el importante efecto placebo” que tienen en las personas que las consumen. Además, la especie Lycium Barbarum (a la que pertenecen las bayas que actualmente se importan desde China) es originaria del Mediterráneo y pertenece a la familia Solanaceas, la misma donde están incluidas la patata, el tomate, el pimiento, la berenjena y otras verduras de nuestra dieta.

Así lo explica el director del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Granada, el catedrático Emilio Martínez de Victoria Muñoz, quien advierte de que los supuestos estudios científicos que avalan las propiedades beneficiosas de las bayas de Goji “se han realizado casi exclusivamente “in vitro” y en animales en China, pero son muy escasos en humanos y fuera de aquel país”, aunque “es bastante probable” que los efectos sean similares.

Numerosos nutrientes

Las bayas de Goji contienen numerosos nutrientes, como se desprende de una completa revisión bibliográfica publicada recientemente en la revista “Planta Médica”. Este fruto contiene antioxidantes, polisacáridos complejos (proteoglicanos, a los que se le atribuyen en gran medida los efectos saludables) y monosacáridos, luteína y zeaxantina (muy beneficiosa para la vista), fibra, proteína y carbohidratos, “por lo que en ningún caso podría resultar perjudicial, o neutro, para la salud humana”, apunta el catedrático de la UGR, auien añade que “hay que tener cuidado con posibles reacciones alérgicas y se desaconseja en aquellos que tienen un tratamiento con anticoagulantes”.

Sin embargo, “el consumo de estas bayas no es más que otra de esas modas pasajeras”, advierte Martínez de Victoria, quien destaca que “a aquellas personas que no sigan una dieta adecuada, las bayas de Goji no les van a aportar ningún beneficio”. Eso sí: quien adquiera este producto debe fijarse bien en la etiqueta, “para evitar que se trate de adulteraciones, de las que hay muchas en el mercado”. Las bayas deben pertenecer a las especies Lycium Barbarum o Lycium Chinense, “que son las que realmente contienen los nutrientes indicados y los efectos saludables descritos”.

El director del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Granada advierte de que “no existe ningún alimento milagroso”, y recuerda que el único secreto para gozar de buena salud “es una dieta adecuada, rica en frutas y verduras, y la práctica habitual de ejercicio físico”.

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