La independencia según el PP
El PP ha introducido en su dirección a independientes de la Universidad o socialistas como José Miguel Castillo, que señaló ayer que su partido, el PSOE, está reaccionando de forma «dogmática y estalinista».
Un consejo de «independientes» designados por Sebastián Pérez. Ha sido sin duda la propuesta estrella del Congreso provincial del PP celebrado el pasado fin de semana y que, desde un punto de vista orgánico, deja el aparato del partido en manos de la motrileña Luisa García Chamorro, nueva secretaria general.
Pero incluso la confirmación del ascenso de la edil de Urbanismo de Carlos Rojas ha quedado eclipsada por los cinco vocales de libre designación del presidente. Sus perfiles dejan ver la pretensión de Pérez por acercarse a ámbitos antes poco explorados por su formación en la provincia.
Desde esa perspectiva se puede analizar la polémica suscitada con el ´fichaje´ del antiguo concejal comunista y socialista José Miguel Castillo Higueras, aunque es evidente que en este caso, como en el de Manuel Jiménez, la cuestión se ve acrecentada por la militancia política de ambos: Castillo Higueras en el PSOE y Manuel Jiménez en el PA. El PP los ha sumado a la «asesoría externa» consciente de que mantendrían sus ideales políticos. Siempre que puedan, porque sus respectivos partidos no parecen dispuestos a ponérselo fácil.
Aunque tampoco imposible en el caso de Jiménez, que no descarta de todas formas abandonar el PA. Se siente «muy independiente» y es consciente de que «el andalucismo no sólo es una opción política, sino también un sentimiento que se tiene». Pase lo que pase, no se afiliará al PP.
De los tres independientes que completan la nómina de cargos de libre designación de Sebastián Pérez, dos están vinculados a la Universidad de Granada (UGR). El doctor Blas Gil Extremera atendía ayer al mediodía sus compromisos clínicos y académicos en el Departamento de Medicina Interna, donde dirige investigaciones sobre, entre otras asuntos, la influencia del cinc y el magnesio en la hipertensión arterial. Gregorio Núñez, por su parte, fue decano de la Facultad de Ciencias Económicas y hoy lleva las riendas, según la información de la UGR, del grupo científico de estudios históricos sobre la empresa.
La cuestión es que pese a sus apretadas agendas, les preocupa la cosa pública y han aceptado el envite de Sebastián Pérez. «Tengo otras inquietudes, he escrito en numerosas ocasiones en el periódico en relación, por ejemplo, con la ópera. Me interesan todos los asuntos relacionados con Granada. Todo sin ningún tipo de connotación política». Así se expresa el doctor Gil, que ha vivido en Estados Unidos donde, señala, «ser de un partido o de otro no tiene tanta trascendencia. Los partidos son vasos comunicantes», resume.
Más allá del gesto mediático de proponer a estos intelectuales para este consejo asesor, ¿cómo les tratará el Partido Popular? ¿Hasta qué punto se tendrán en cuenta sus opiniones y en qué temas? Existe el antecedente del foro de independientes que se pronunció recientemente para pedir que no se siguiera hablando del Milenio si no era con partidas presupuestarias concretas.
José Miguel Castillo Higueras señala que «cada partido lleva de una manera la independencia», si bien no piensa que la derecha respete más que la izquierda el compromiso sin carné. «A veces se les respeta y otras no», añade Castillo Higueras que recuerda también que el PCE «lleva siempre muchos independientes en sus listas». Eso sí, cree que su partido actual, el PSOE, está actuando en este caso con excesivo celo. Con una interpretación de los estatutos que califica de «muy dogmática y estalinista».
A largo plazo. Con el fichaje de independientes para listas electorales u órganos varios, los partidos pretenden mostrar una imagen abierta a la sociedad, si bien el tiempo y las circunstancias colocan en su justo término estas colaboraciones. Castillo Higueras también piensa que este tipo de experiencias son más propias de una «mentalidad norteamericana», aunque recuerda antecedentes españoles como cuando, explica, en la dictadura de Primo de Rivera «colaboraron dirigentes socialistas».
No hay que irse tan atrás. En los noventa, el juez Baltasar Garzón fue en las listas del PSOE para la última legislatura de Felipe González. Un experiencia fallida. Más cerca, y con menos problemas, José Torres Hurtado también apostó por varios rostros independientes para su actual equipo de gobierno.
Los partidos, no obstante, suelen limitar la participación externa.
Por eso sorprenden tanto gestos como el del Partido Popular el pasado fin de semana al incluir a cinco vocales, entre los que también está Amparo Fernández, con un activo currículum social a sus espaldas en el que destaca la lucha contra el botellón desde los tiempos en que Gabriel Díaz Berbel (PP) estaba al frente del Ayuntamiento de Granada.
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