La construcción de las viviendas sube al mismo ritmo que su precio. Sin embargo, la creación de casas de protección oficial y las ayudas para alquiler se mantienen, e incluso llegan a descender. Este esquema se repite en todos los puntos de España, pero particularmente en Granada, que se encuentra por debajo de la media andaluza y española en lo que a creación de V.P.O. se refiere. En cambio, la construcción y los precios aumentan año a año en la ciudad, donde se espera para 2005 un incremento de 2.000 viviendas más con respecto al año 2004, alcanzando la cifra de 17.500 y situándose un punto por encima de la media española. Estos son algunos de los datos que expondrá mañana el expresidente del Banco Hipotecario y actual miembro del Servicio de Estudios del Banco de España, Julio Rodríguez López en “Gestión de urbanismo y patrimonio (Pensar en la Ciudad Mediterránea”, un curso organizado en Loja por el Centro Mediterráneo de la Universidad de Granada con el fin de reflexionar acerca de los problemas económicos y sociales que está provocando el urbanismo.
Para el economista, la situación tiende a un incremento en el futuro, provocando consecuencias como las que ya se empiezan a vislumbrar en algunas zonas de la provincia, principalmente la costa y el área metropolitana, donde se han construido más de la mitad de las viviendas creadas en Granada el último año, como son Motril, que ha perdido gran parte de su agricultura e industria, y Castell de Ferro, donde han desaparecido en los últimos años tres campings, algo que ya “se está notando en las ventas y por tanto, en la economía de la zona”.
La vivienda, una inversión peligrosa
En este sentido, Rodríguez López explica que, frente a la idea que se pretende ofrecer -que las viviendas que se construyen, sobre todo en la costa, están dirigidas al turismo residencial- la realidad del urbanismo es otra bien distinta, y es que, en la mayoría de las ocasiones, se adquieren viviendas como inversión, algo “muy peligroso” que terminará mermando la economía, ya que este fenómeno genera muy poco empleo a largo plazo. De hecho, si en algún momento se paraliza el auge de la vivienda, la ciudad “no está preparada para afrontar una crisis”, ya que a lo largo de los últimos años “no se han creado empleos estables que puedan levantar la economía si el ladrillo cae al suelo”, afirma Rodríguez.
En cuanto a los factores que han fomentado esta situación, el expresidente del Banco Hipotecario hace referencia a las condiciones de financiación óptimas que han favorecido que se hayan dado los tipos de interés más bajos de los últimos cincuenta años, el mayor déficit de balance de pago de la historia y el incremento de precios más espectacular de nuestro país.
Estos factores conllevan consecuencias que terminarán convirtiendo a España en un “Gran Benidorm”, en el que sólo exista el ladrillo como medio de vida. Con el incremento de la construcción, tenderán a desaparecer el campo, la industria e incluso el turismo, algunos de los principales pilares económicos del país.
Pese a estos factores, el fenómeno del urbanismo sigue en alza hasta el punto de que las previsiones que se esperan para el año 2006 en el conjunto del país es que se lleguen a construir en torno al millón de viviendas, una cifra que supera todo lo que van a hacer Francia, Italia y Alemania juntas.
Por otra parte, el economista hace alusión a las posibles soluciones que pueden hacer frente a esta situación y afirma que “a corto plazo, es imposible hacer nada” y a largo plazo, todo dependerá de “la racionalidad” de agentes locales como los ayuntamientos, que en la actualidad están permitiendo la calificación urbanística de zonas destinadas a otros servicios como la agricultura o el ocio.
Así, si no se toman las medidas adecuadas, se corre el riesgo de que en algunos años, España, en general, y sus provincias, en concreto, se conviertan “en un gran Benidorm donde el papel protagonista lo representa el ladrillo”, asevera el economista.
“La aglomeración urbanística está acabando con la agricultura y la industria de localidades como Castell de Ferro y Motril”
“La caída de la vivienda traerá una crisis para la que no está preparada la economía, ya que a lo largo de los últimos años no se han creado empleos estables que puedan levantarla si el ladrillo cae al suelo”
“España construirá en 2006 un millón de viviendas, una cifra que supera todo lo que van a hacer España, Italia y Alemania juntas”
Referencia
Julio Rodríguez López
Expresidente del Banco Hipotecario. Miembro del Servicio de Estudios del Banco de España
Tel. 609 43 95 28