Casi 60.000 estudiantes acuden hoy a la presentación del curso 2010-2011 en la UGR con la puesta en marcha de los primeros grados y una huelga general el segundo día de clase
Hoy comienza oficialmente el primer año de implantación de grados en la Universidad de Granada. Con este reclamo y el nuevo impulso formativo que ha traído consigo la crisis económica, la institución granadina abrirá sus aulas a casi 60.000 estudiantes, un récord de convocatoria sin precedentes. «No creo que las universidades, ni ésta ni ninguna, sean más europeas porque implanten los nuevos grados», dijo a este diario el rector Francisco González Lodeiro en una entrevista publicada ayer. Sin embargo, él mismo reconocía que los nuevos grados suponen una adecuación de las enseñanzas para que puedan ser equiparables a Europa.
Por primera vez se simultanearán los actos oficiales de inicio de curso con la presentación en las aulas del alumnado, que tradicionalmente se celebraba una semana después. Así, hoy por la mañana arrancará (a las 10:00) la procesión cívivo-académica de docentes, alumnado y personal de administración y servicios que parte del Paraninfo de la Universidad hasta el Hospital Real.
Con la entrada oficial de la UGR en el Espacio Europeo de Educación Superior (la última en hacerlo en Andalucía), la institución granadina puso en marcha un ambicioso plan de comunicación que ha dado muy buenos resultados.
Según informó la vicerrectora de Estudiantes, Inmaculada Marrero, para el primer curso han recibido dos mil solicitudes más que en años anteriores.
A día de hoy, los 67 grados de la UGR están prácticamente cubiertos, salvo en Ceuta y Melilla que aún quedan algunas plazas, y aún queda la asignación de los que se examinaron de Selectividad en septiembre. El propio rector reconocía que habían tenido que aumentar las plazas tanto en los grados de Letras como en los de Ciencias este verano. «La crisis económica ha influido en el aumento de alumnado, porque muchas personas han llegado a la conclusión de que tener unos estudios universitarios les puede facilitar mucho más el acceso al mundo del trabajo», concluye González Lodeiro.
La reforma de los planes de estudio traen consigo una nueva metodología que se traduce en una homogeneización de los estudios (ni diplomaturas de tres años ni licenciaturas de cinco) a cuatro años; grupos más reducidos, de 65 alumnos en las clases teóricas, y muchas más horas de prácticas. Supuestamente se deja atrás las lecciones magistrales que tanto ha caracterizado a las aulas universitarias, aunque el rector afirma que todavía «habrá profesores que seguirán impartiendo sus enseñanzas de acuerdo con su disciplina, en muchas de las cuales la lección magistral es necesaria».
Según el máximo responsable de la institución granadina, el curso vendrá lleno de novedades. Además de los nuevos planes de estudio, habrá un gran número de obras que mejorarán las infraestructuras: «desde el módulo de empresariales al edificio de Investigación de Mente y Cerebro, la remodelación de Ciencias, las obras de la calle Duquesa para la biblioteca de Derecho… es decir, hay bastantes actuaciones previstas para este año que están ya en curso». Aunque serán las obras del Campus de la Salud, que según el rector «van en buena marcha», las que ampliarán el horizonte de esta Universidad. «Las obras que ya están comprometidas e iniciadas tienen asegurada su financiación», asegura González Lodeiro ante los incesantes rumores de recortes en los fondos.
Y para octubre se inaugura una de las joyas de la Universidad de Granada: La Madraza. Tras una profunda restauración, la UGR podrá trasladar el servicio de Extensión Universitaria a este histórico edificio. Además de todo lo relacionado con las actividades culturales de la Universidad.
El curso 2010-2011 seguirá la senda de los dos anteriores con una contención total en el gasto público. Reducción de personal en los periodos vacacionales, limitación de los actos protocolarios y una optimización de los recursos energéticos, entre otras medidas con un objetivo: ahorrar. Los precios públicos se congelarán, lo que significa que toda la comunidad universitaria (más de 80.000 personas) podrá disfrutar este curso de los servicios al mismo coste que el pasado curso.
El Vicerrectorado de Estudiantes ha puesto en marcha un dispositivo especial para informar al alumnado sobre los planes de estudios de cada centro y los servicios que ofrece la UGR. «Tenemos siempre un gran reto, que es informar a 60.000 estudiantes, y cada día intentamos agudizar el ingenio para conseguirlo», explica la máxima responsable de los Estudiantes, Inmaculada Marrero. El segundo cometido de este Vicerrectorado es la participación estudiantil. «Queremos que los estudiantes participen, sean activos y nos den ideas», añade. Y, con una nueva sede de la Delegación General de Estudiantes recién estrenada, fomentar la representación estudiantil.
Durante cinco años convivirán dos planes de estudio en la Universidad, lo que ha obligado a aprobar una serie de directrices (acordes a cada centro) para el alumnado que desea adaptarse o convalidar sus estudios a los nuevos grados.
A pesar de la crisis, «hemos ampliado el número de becas propias», dice Marrero. El año pasado concedimos 12.000 becas y gestionamos más de 22.000. «Este curso volveremos a gestionarlas lo más rápido posible». Es el segundo año que el Gobierno felicita a la UGR por su celeridad en la tramitación de becas.
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