Pág. 21: INGENIEROS, LO MÁS BUSCADO
¿Es viable en España el actual sistema universitario o sobran carreras?
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Portada: Un tercio de estudiantes necesita ya una beca para poder ir a la Universidad
Pág. 10: Se dispara el número de estudiantes que necesitan beca para ir a la Universidad
Publicidad: Exposición V Centenario Hospital Real. 30 años sede del Rectorado
Pág. 57: ‘La hija del agua’ (Agenda)
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Pág. 18: La película ‘La hija del agua’, cine universitario (Vivir en Granada)
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El libro “Al-Kassaf. Enseñanza y aprendizaje del árabe como segunda lengua”, un manual bibliográfico para profesores e investigadores, obra de los docentes Vicente Martí Tormo e Indalecio Lozano Cámara, ha sido publicado por la Editorial Universidad de Granada (eug) y la Cátedra Al-Babtain de Estudios Árabes.
El volumen es una herramienta de consulta indispensable para los profesionales de la investigación y la enseñanza del árabe como segunda lengua. Contiene las referencias bibliográficas de más de 1.000 trabajos publicados en este campo entre los años 1980 y 2011. Para ordenar este gran volumen de información Al-Kassaf ofrece un tesauro de 800 materias o descriptores que permiten a los usuarios acceder de manera fácil, rápida y fiable a los datos que les interesan. De esta forma, los interesados ahorran tiempo y esfuerzo, y pueden minimizar la producción de silencios y ruidos documentales en sus búsquedas bibliográficas.
El manual, de más de 380 páginas, ve la luz con carácter experimental y se somete, según sus autores, “a la mirada crítica de los profesionales que lo usen, con el afán de poder ser mejorado en sucesivas versiones, al tiempo que nace con vocación de convertirse en un manual de referencia para dichos profesionales”.
Adquiera este libro en el sitio web de la EUG: http://sl.ugr.es/035s
Contacto Profesor Indalecio Lozano Cámara. Departamento de Estudios Semíticos. Universidad de Granada. Tfn: 958 243471. Correo electrónico: ilozano@ugr.es
El libro “Al-Kassaf. Enseñanza y aprendizaje del árabe como segunda lengua”, un manual bibliográfico para profesores e investigadores, obra de los docentes Vicente Martí Tormo e Indalecio Lozano Cámara, ha sido publicado por la Editorial Universidad de Granada (eug) y la Cátedra Al-Babtain de Estudios Árabes.
El volumen es una herramienta de consulta indispensable para los profesionales de la investigación y la enseñanza del árabe como segunda lengua. Contiene las referencias bibliográficas de más de 1.000 trabajos publicados en este campo entre los años 1980 y 2011. Para ordenar este gran volumen de información Al-Kassaf ofrece un tesauro de 800 materias o descriptores que permiten a los usuarios acceder de manera fácil, rápida y fiable a los datos que les interesan. De esta forma, los interesados ahorran tiempo y esfuerzo, y pueden minimizar la producción de silencios y ruidos documentales en sus búsquedas bibliográficas.
El manual, de más de 380 páginas, ve la luz con carácter experimental y se somete, según sus autores, “a la mirada crítica de los profesionales que lo usen, con el afán de poder ser mejorado en sucesivas versiones, al tiempo que nace con vocación de convertirse en un manual de referencia para dichos profesionales”.
Adquiera este libro en el sitio web de la EUG: http://sl.ugr.es/035s
Contacto Profesor Indalecio Lozano Cámara. Departamento de Estudios Semíticos. Universidad de Granada. Tfn: 958 243471. Correo electrónico: ilozano@ugr.es
‘Destino, la Antártida’ es un cuaderno de viajes escrito por Enrique Carmona, un investigador de la Universidad de Almería que participa en una expedición a la Antártida, como miembro de una investigación liderada por la Universidad de Granada. Enrique Carmona pasará cerca de 80 días en el continente helado, donde estudiará la actividad volcánica de la Isla Decepción. Desde el otro extremo del mundo nos contará su experiencia. Aquí su primera entrada, en la que nos describe cómo se llega a la Antártida.
Lo primero que uno se pregunta ante un viaje a la Antártida es,…»bueno, y como se llega hasta allí ¿? Se va en avión, en barco,…?». Un poco de todo. La entrada a la Antártida tiene dos puertas, una es por Argentina, a través de Ushuaia, lindo pueblo de la Tierra de Fuego; la otra opción es por Chile por su gran ciudad patagónica de Punta Arenas. Esta año toca por Chile, así que mi compañero y amigo Lorenzo y yo tomamos el vuelo Granada hasta Madrid y de ahí,…a cruzar el charco dirección Santiago de Chile. El vuelo Madrid-Santiago se hace largo, son 14 horas que aunque se realiza de noche, con películas que las dormitas y un par de comidas, no deja de ser un viaje incómodo. Han pasado 12 horas y estamos sobrevolando argentina. La cena se confunde con el desayuno, «¿ pero que hora es ¿? «. Son cuatro horas menos que en España. «Uff…que descontrol de horario». Los primeros rayos de sol se cuelan por las ventanillas del avión y nos deja ver un espectáculo increíble,….»estamos cruzando los Andes ¡!» Toda la cordillera andina con el Aconcagua como techo nos da la bienvenida a Chile. Se nota que es verano y tan solo la nieve está presente en las altas cumbres.
El buque Hespérides de la Armada española.
Y casi inmediatamente se aterriza en el aeropuerto de Santiago de Chile. El calor nos espera. Nos quedaremos una noche en Santiago y esto nos permite conocer la capital de Chile. Es una ciudad cómoda de visitar porque todo lo interesante está en el centro. Disfrutamos de una tarde muy primaveral.
Al día siguiente, seguimos el viaje en avión hacia el Sur, dirección Punta Arenas. Son casi cuatro horas de viaje ¡! Si es que Chile es muy largo. Cuando llegamos se nota la temperatura, estamos en la Patagonia ¡!! Esta ciudad es puerta del turismo antártico y de montaña pues está muy cerca de las Torres del Paine, paraíso del los amantes a la escalada. La ciudad es grande, con un puerto importante. Sus casas de chapa de distintos colores le dan un toque pintoresco. Ya por la tarde comenzamos a ver a los primeros compañeros de nuestro viaje y que estarán en la base antártica durante mes y medio con nosotros dos.
En Punta Arenas estaremos dos días. Nos da tiempo para degustar la comida típica del sur como el plato estrella, el curanto, una mezcla de distintos tipos de mariscos enormes (nunca había visto mejillones tan grandes ¡), papas, longanizas, carne,…, increíble. También a visitar su famosa plaza donde una estatua de un gigantesco indio de tierra de fuego nos enseña sus pies desnudos. Dice la leyenda que si se besa el dedo gordo del indio, se regresa a Punta Arenas,…, y se ha cumplido ¡!!
Al día siguiente nos acercamos al puerto a ver nuestro medio de transporte durante los próximos 6 días,…, el Buque de Investigación Oceanográfica (BIO) Hespérides. Pintado en un rojo intenso destaca entre el resto de los barcos atracados en el puerto. Dan ganas de subirse enseguida, pero habrá que esperar un día más. Hacemos una cena de despedida con los todos los científicos que vamos a la Base Antártica Española «Gabriel de Castilla». De todos ellos hablaremos en otro momento. Las bromas en la cena giran sobre el viaje en barco. Los antárticos repetidores contamos anécdotas graciosas sobre como se mueve el barco a su paso por el paso del Drake, lugar donde se unen el Océano Atlántico, el Océano Pacífico y el Mar Antártico.
Los investigadores han embarcado en Chile.
Y llegó el gran día de embarcar en el barco. Nos acercamos temprano a dejar las maletas y nos acomodamos en los camarotes. Nos da tiempo para tomarnos la última comida en tierra, y seguir degustando los exquisitos pescados .
Y a las 5 de la tarde de un 17 de diciembre, toda la expedición que irá a las distintas bases y campamentos nos encontramos en la toldilla del Hespérides despidiendo a la colorida Punta Arenas. Y allí vamos, hacía a la Antártida, con rumbo Sur.
Enrique Carmona es investigador del Departamento de Química y Física de la Universidad de Almería. Participa en el proyecto Vigilancia de la actividad volcánica de la isla Decepción: Seguimiento de la actividad sísmica. Proyecto del Instituto Andaluz de Geofísica de la Universidad de Granada.
‘Destino, la Antártida’ es un cuaderno de viajes escrito por Enrique Carmona, un investigador de la Universidad de Almería que participa en una expedición a la Antártida, como miembro de una investigación liderada por la Universidad de Granada. Enrique Carmona pasará cerca de 80 días en el continente helado, donde estudiará la actividad volcánica de la Isla Decepción. Desde el otro extremo del mundo nos contará su experiencia. Aquí su primera entrada, en la que nos describe cómo se llega a la Antártida.
Lo primero que uno se pregunta ante un viaje a la Antártida es,…»bueno, y como se llega hasta allí ¿? Se va en avión, en barco,…?». Un poco de todo. La entrada a la Antártida tiene dos puertas, una es por Argentina, a través de Ushuaia, lindo pueblo de la Tierra de Fuego; la otra opción es por Chile por su gran ciudad patagónica de Punta Arenas. Esta año toca por Chile, así que mi compañero y amigo Lorenzo y yo tomamos el vuelo Granada hasta Madrid y de ahí,…a cruzar el charco dirección Santiago de Chile. El vuelo Madrid-Santiago se hace largo, son 14 horas que aunque se realiza de noche, con películas que las dormitas y un par de comidas, no deja de ser un viaje incómodo. Han pasado 12 horas y estamos sobrevolando argentina. La cena se confunde con el desayuno, «¿ pero que hora es ¿? «. Son cuatro horas menos que en España. «Uff…que descontrol de horario». Los primeros rayos de sol se cuelan por las ventanillas del avión y nos deja ver un espectáculo increíble,….»estamos cruzando los Andes ¡!» Toda la cordillera andina con el Aconcagua como techo nos da la bienvenida a Chile. Se nota que es verano y tan solo la nieve está presente en las altas cumbres.
El buque Hespérides de la Armada española.
Y casi inmediatamente se aterriza en el aeropuerto de Santiago de Chile. El calor nos espera. Nos quedaremos una noche en Santiago y esto nos permite conocer la capital de Chile. Es una ciudad cómoda de visitar porque todo lo interesante está en el centro. Disfrutamos de una tarde muy primaveral.
Al día siguiente, seguimos el viaje en avión hacia el Sur, dirección Punta Arenas. Son casi cuatro horas de viaje ¡! Si es que Chile es muy largo. Cuando llegamos se nota la temperatura, estamos en la Patagonia ¡!! Esta ciudad es puerta del turismo antártico y de montaña pues está muy cerca de las Torres del Paine, paraíso del los amantes a la escalada. La ciudad es grande, con un puerto importante. Sus casas de chapa de distintos colores le dan un toque pintoresco. Ya por la tarde comenzamos a ver a los primeros compañeros de nuestro viaje y que estarán en la base antártica durante mes y medio con nosotros dos.
En Punta Arenas estaremos dos días. Nos da tiempo para degustar la comida típica del sur como el plato estrella, el curanto, una mezcla de distintos tipos de mariscos enormes (nunca había visto mejillones tan grandes ¡), papas, longanizas, carne,…, increíble. También a visitar su famosa plaza donde una estatua de un gigantesco indio de tierra de fuego nos enseña sus pies desnudos. Dice la leyenda que si se besa el dedo gordo del indio, se regresa a Punta Arenas,…, y se ha cumplido ¡!!
Al día siguiente nos acercamos al puerto a ver nuestro medio de transporte durante los próximos 6 días,…, el Buque de Investigación Oceanográfica (BIO) Hespérides. Pintado en un rojo intenso destaca entre el resto de los barcos atracados en el puerto. Dan ganas de subirse enseguida, pero habrá que esperar un día más. Hacemos una cena de despedida con los todos los científicos que vamos a la Base Antártica Española «Gabriel de Castilla». De todos ellos hablaremos en otro momento. Las bromas en la cena giran sobre el viaje en barco. Los antárticos repetidores contamos anécdotas graciosas sobre como se mueve el barco a su paso por el paso del Drake, lugar donde se unen el Océano Atlántico, el Océano Pacífico y el Mar Antártico.
Los investigadores han embarcado en Chile.
Y llegó el gran día de embarcar en el barco. Nos acercamos temprano a dejar las maletas y nos acomodamos en los camarotes. Nos da tiempo para tomarnos la última comida en tierra, y seguir degustando los exquisitos pescados .
Y a las 5 de la tarde de un 17 de diciembre, toda la expedición que irá a las distintas bases y campamentos nos encontramos en la toldilla del Hespérides despidiendo a la colorida Punta Arenas. Y allí vamos, hacía a la Antártida, con rumbo Sur.
Enrique Carmona es investigador del Departamento de Química y Física de la Universidad de Almería. Participa en el proyecto Vigilancia de la actividad volcánica de la isla Decepción: Seguimiento de la actividad sísmica. Proyecto del Instituto Andaluz de Geofísica de la Universidad de Granada.
‘Destino, la Antártida’ es un cuaderno de viajes escrito por Enrique Carmona, un investigador de la Universidad de Almería que participa en una expedición a la Antártida, como miembro de una investigación liderada por la Universidad de Granada. Enrique Carmona pasará cerca de 80 días en el continente helado, donde estudiará la actividad volcánica de la Isla Decepción. Desde el otro extremo del mundo nos contará su experiencia. Aquí su primera entrada, en la que nos describe cómo se llega a la Antártida.
Lo primero que uno se pregunta ante un viaje a la Antártida es,…»bueno, y como se llega hasta allí ¿? Se va en avión, en barco,…?». Un poco de todo. La entrada a la Antártida tiene dos puertas, una es por Argentina, a través de Ushuaia, lindo pueblo de la Tierra de Fuego; la otra opción es por Chile por su gran ciudad patagónica de Punta Arenas. Esta año toca por Chile, así que mi compañero y amigo Lorenzo y yo tomamos el vuelo Granada hasta Madrid y de ahí,…a cruzar el charco dirección Santiago de Chile. El vuelo Madrid-Santiago se hace largo, son 14 horas que aunque se realiza de noche, con películas que las dormitas y un par de comidas, no deja de ser un viaje incómodo. Han pasado 12 horas y estamos sobrevolando argentina. La cena se confunde con el desayuno, «¿ pero que hora es ¿? «. Son cuatro horas menos que en España. «Uff…que descontrol de horario». Los primeros rayos de sol se cuelan por las ventanillas del avión y nos deja ver un espectáculo increíble,….»estamos cruzando los Andes ¡!» Toda la cordillera andina con el Aconcagua como techo nos da la bienvenida a Chile. Se nota que es verano y tan solo la nieve está presente en las altas cumbres.
El buque Hespérides de la Armada española.
Y casi inmediatamente se aterriza en el aeropuerto de Santiago de Chile. El calor nos espera. Nos quedaremos una noche en Santiago y esto nos permite conocer la capital de Chile. Es una ciudad cómoda de visitar porque todo lo interesante está en el centro. Disfrutamos de una tarde muy primaveral.
Al día siguiente, seguimos el viaje en avión hacia el Sur, dirección Punta Arenas. Son casi cuatro horas de viaje ¡! Si es que Chile es muy largo. Cuando llegamos se nota la temperatura, estamos en la Patagonia ¡!! Esta ciudad es puerta del turismo antártico y de montaña pues está muy cerca de las Torres del Paine, paraíso del los amantes a la escalada. La ciudad es grande, con un puerto importante. Sus casas de chapa de distintos colores le dan un toque pintoresco. Ya por la tarde comenzamos a ver a los primeros compañeros de nuestro viaje y que estarán en la base antártica durante mes y medio con nosotros dos.
En Punta Arenas estaremos dos días. Nos da tiempo para degustar la comida típica del sur como el plato estrella, el curanto, una mezcla de distintos tipos de mariscos enormes (nunca había visto mejillones tan grandes ¡), papas, longanizas, carne,…, increíble. También a visitar su famosa plaza donde una estatua de un gigantesco indio de tierra de fuego nos enseña sus pies desnudos. Dice la leyenda que si se besa el dedo gordo del indio, se regresa a Punta Arenas,…, y se ha cumplido ¡!!
Al día siguiente nos acercamos al puerto a ver nuestro medio de transporte durante los próximos 6 días,…, el Buque de Investigación Oceanográfica (BIO) Hespérides. Pintado en un rojo intenso destaca entre el resto de los barcos atracados en el puerto. Dan ganas de subirse enseguida, pero habrá que esperar un día más. Hacemos una cena de despedida con los todos los científicos que vamos a la Base Antártica Española «Gabriel de Castilla». De todos ellos hablaremos en otro momento. Las bromas en la cena giran sobre el viaje en barco. Los antárticos repetidores contamos anécdotas graciosas sobre como se mueve el barco a su paso por el paso del Drake, lugar donde se unen el Océano Atlántico, el Océano Pacífico y el Mar Antártico.
Los investigadores han embarcado en Chile.
Y llegó el gran día de embarcar en el barco. Nos acercamos temprano a dejar las maletas y nos acomodamos en los camarotes. Nos da tiempo para tomarnos la última comida en tierra, y seguir degustando los exquisitos pescados .
Y a las 5 de la tarde de un 17 de diciembre, toda la expedición que irá a las distintas bases y campamentos nos encontramos en la toldilla del Hespérides despidiendo a la colorida Punta Arenas. Y allí vamos, hacía a la Antártida, con rumbo Sur.
Enrique Carmona es investigador del Departamento de Química y Física de la Universidad de Almería. Participa en el proyecto Vigilancia de la actividad volcánica de la isla Decepción: Seguimiento de la actividad sísmica. Proyecto del Instituto Andaluz de Geofísica de la Universidad de Granada.
La actual directora de la SGAE fue directora de Finanzas de Renfe
También pagó 30.096 euros a AGEDI y 28.916 euros a intérpretes
Ofrece a bordo música clásica, bandas sonoras jazz, blues y pop/rock
Parte de la música es de dominio público por Ley
Lanzó ‘Radio Renfe’ en 2011, pero ya no aparece en su web
Competencia condenó a la SGAE por sus ‘tarifas abusivas’ en bodas
Javier González | Madrid
Actualizado lunes 07/01/2013 09:00 horas
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Un chiste bastante malo decía que la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) denunció hace años a Renfe porque al pasar sus convoyes por las estaciones se podía escuchar el «chacachá del tren», la canción de El Consorcio, ex Mocedades.
Lo cierto es que Renfe Operadora pagó 232.159 euros de canon en 2012 a la SGAE por su gestión de los derechos de autor, según figura en un anuncio de adjudicación de la empresa pública.
El proceso fue negociado sin publicidad el pasado verano, procedimiento en el que el órgano de contratación debe solicitar ofertas a «al menos tres empresas capacitadas para la realización del objeto del contrato, siempre que ello sea posible», según explica un manual de la Universidad de Granada. Renfe sólo recibió la oferta de la SGAE.
Asimismo, Renfe también pagó el pasado año 30.096 euros a la Asociación de gestión de derechos intelectuales (AGEDI) y 28.916 euros a «artistas, intérpretes o ejecutantes», según recogen otras licitaciones.
La actual directora general de la SGAE, Natalia Garzón Pacheco, fue inspectora de Finanzas del Estado antes de ser elegida directora general de Planificación y Finanzas de Renfe en 2004.
Garzón Pacheco fue nombrada presidenta de la SGAE en noviembre de 2012 en sustitución de Enrique Loras, imputado en la Operación Saga.
La operadora ferroviaria ofrece a los pasajeros la posibilidad de escuchar música en sus trenes Alaris, Altaria, AVE, Alvia, Euromed, Arco y Talgo, igual que muchas otras compañías europeas, desde la SNFC francesa a la RZhD rusa.
Su audio a bordo tiene cuatro canales: el musical, el temático en el que se describen los parajes «de nuestra geografía nacional», una selección de relatos cortos y poesía, y una agenda de cultura y ocio actualizada mensualmente.
El hilo musical ofrece «clásicos asequibles como Bach, Mozart, óperas conocidas, bandas sonoras de películas, jazz, blues, pop/rock clásico», destaca Renfe.
No obstante, parte de la música ofrecida por Renfe es de dominio público. La Ley de Propiedad Intelectual española establece que los derechos de explotación de una obra duran toda la vida del autor y 70 años después de su muerte, si falleció después de 1987, u 80 años si murió antes.
Además del hilo musical de sus trenes, la operadora anunció en 2011 el lanzamiento de ‘Renfe Radio’ para ofrecer música e información a los más de tres millones de visitantes de su web. Sin embargo, el enlace ha desaparecido de su portal.
Multa de 1,7 millones por ‘tarifas abusivas’ en las bodas
La SGAE se ha visto inmersa en la polémica por las actividades de algunos de sus miembros en los últimos años. El último caso, la imputación de Ramoncín por la Audiencia Nacional por los presuntos delitos de apropiación indebida, administración desleal y falsedad documental al cobrar facturas de cientos de miles de euros por servicios ‘fantasma’.
En 2011, su entonces presidente Teddy Bautista y otras ocho personas fueron detenidas por el presunto desvío de fondos de la sociedad. Sin embargo, Bautista pactó unos meses después con la SGAE una pensión vitalicia de 23.000 euros mensuales.
Asimismo, la SGAE fue condenada en 2008 a pagar 60.101 euros de indemnización por grabar una boda sin autorización, ‘espionaje’ con el que reclamó 43.179 euros de canon musical a los organizadores del evento, casi una quinta parte de lo pagado por Renfe por todo 2012.
Este escándalo, sumado a los conocidos en otros restaurantes, motivó una investigación de la Comisión Nacional de la Competencia en 2010. Dos años después, el organismo multó con 1,7 millones de euros a la SGAE por imponer «tarifas abusivas» en bodas, bautizos y comuniones.