francisco carrión. arqueólogo
El Centro de Antequera será reflejo del rico patrimonio cultural andaluz
La Arqueología actual no se practica sólo con escobillas. Ahora se utilizan técnicas de otras disciplinas para precisar con detalle las características de los yacimientos. Un ejemplo lo ofrecen los dólmenes de Antequera, uno de los mayores enterramientos megalíticos de la región que será sede del Centro de Interpretación de la Prehistoria Andaluza. Francisco Carrión realiza estudios en la zona.
esther falcón
investigador. Francisco Carrión, durante la conferencia.
I. GARCÍA
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granada. El investigador de la Universidad de Granada Francisco Carrión es el responsable de varios de los proyectos arqueológicos que se realizan en los dólmenes de Menga y Viera, en Antequera. Por su singularidad, este conjunto funerario será la sede del futuro Centro de Interpretación de la Prehistoria Andaluza, un proyecto de la Consejería de Cultura que pondrá en valor estos restos, rescatando de paso la rica evolución de la prehistoria en la comunidad. Andalucía es multimillonaria en patrimonio arqueológico, comenta Carrión. Ya era hora de que las autoridades reconocieran la singularidad de los dólmenes de Antequera, puntualiza.
Los estudios que se desarrollan en la zona fueron el tema de la conferencia que ofreció ayer Carrión, dentro de un curso organizado por la Universidad de Granada sobre los últimos avances arqueológicos. El grupo de investigadores que dirige ha sido el encargado de realizar el estudio geoarqueológico de los túmulos, gracias a lo cual se ha podido determinar el origen de las rocas con las que se construyeron, así como la tecnología empleada. Este proyecto ha utilizado técnicas de varias disciplinas, con las que se ha llegado a precisar con gran exactitud que las piedras de los dólmenes proceden de un entorno en el que hoy día se asienta la ciudad de Antequera.
Esto desmonta otras teorías tradicionales, que afirmaban que la cantera se ubicaba en el Cerro de la Cruz, un lugar mucho más elevado. Pero ni las rocas proceden de ese lugar ni su disposición facilita el transporte de bloques de piedra que llegan a pesar 140.000 kilos, explica Carrión. Las técnicas utilizadas para la construcción de los dólmenes han sido documentadas por los investigadores de la UGR y serán publicadas en la memoria del proyecto.
Otro de los estudios que realizan los investigadores granadinos consiste en determinar la estructura del dolmen de Menga. Gracias al análisis de sus materiales con la técnica del carbono 14 realizado en Florida, se conseguirá datar con exactitud la época de construcción de la tumba. A falta de confirmación, los investigadores sitúan a principios del tercer milenio antes de Cristo. Recientemente, este equipo ha descubierto un poblado anterior a las construcciones funerarias cuyos orígenes se remontan al cuarto milenio antes de nuestra era. Es un tipo de poblado, comenta Carrión, cuyas estructuras se conocen como silos, están escavadas en la roca y son comunes en el sur de España.
Los habitantes de este primitivo poblado fueron la base de la sociedad que construyó los dólmenes, según Carrión. Pero la evolución de una a otra no tiene por qué ser tecnológica, sino más bien social. En su opinión las diferencias estriban en el modo de expresar ese culto a la muerte común en todas las sociedades desde el Paleolítico. Los dólmenes, al igual que otras grandes construcciones funerarias diseminadas a lo largo del mundo, responden a una sacralización del espacio mediante tumbas colectivas, algo que arranca en el Neolítico.
Pero lo que distingue a los dólmenes de Antequera de otras construcciones similares repartidas por Andalucía (como las granadinas de Gorafe o Montefrío), es su tamaño. Esta particularidad es la que los ha convertido en el lugar donde se construye el futuro Centro de Interpretación de la Cultura Andaluza, recinto que abrirá a finales de 2007.
En ese ambicioso y espectacular proyecto de la Consejería de Cultura, se integrarán todos los proyectos arqueológicos que se realizan en la zona, por lo que los proyectos de campo habrán de finalizar antes de esa fecha. Además, habrá exposiciones que muestren la riqueza prehistórica de Andalucía y que se exhibirán en otros lugares.
Un anticipo lo tendrán los visitantes el próximo 28 de febrero, Día de Andalucía, cuando se abrirá al público el recinto de los dólmenes. A partir de ahí, cuando hayamos tomado todas las medidas de seguridad, se mantendrán las visitas, aunque de forma provisional hasta la inauguración del Centro.