– España es el único país europeo que no realiza un examen oral en inglés
Dos de cada tres españoles no hablan ni escriben en inglés. Lo aclara el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). Además, sólo el 1,7% de los universitarios patrios es bilingüe en inglés, pese a que el 38% de las ofertas de empleo exige su dominio. Es decir, nada de hacerse entender… y basta.
Los expertos achacan los datos a la pésima enseñanza de idiomas en primaria y secundaria. Mucha teoría y poca práctica parece ser la causa generalizada. Incluso la ministra de Educación, Mercedes Cabrera, ha afirmado que tenemos una «deuda histórica» con los idiomas, lo que ha llevado a ofrecer becas de 1.600 euros para realizar cursos de inglés en el extranjero a jóvenes de entre 18 y 30 años.
Con este telón de fondo como problema, Miguel Fernández e Inmaculada Sanz, dos docentes de Filología de la Universidad de Granada, han presentado un estudio en el que avanzan soluciones para alcanzar el nivel idiomático de nuestros vecinos, a años luz del nuestro.
Su primera propuesta: cambiar el examen de inglés de Selectividad, que arranca la semana que viene en el País Vasco para continuar hasta el 21 de junio en el resto de España. Se presentarán alrededor de 200.000 alumnos, un 35% menos que hace 10 años.
Los expertos creen que la reforma es necesaria, ya que la prueba no se ha modificado desde 1984, a excepción de unos cambios mínimos introducidos en 1996 con la llegada del Distrito Único. Gracias a éste, cualquier alumno puede optar a una plaza en una universidad de una comunidad distinta a la suya. «El cambio se redujo a permitir que cada provincia preparara su prueba en vez de tener una para la región», aclara Sanz.
Añade que se debería crear otro examen, ya que el actual da demasiada importancia a la gramática, el léxico y la comprensión lectora, y no valora las destrezas orales, «básicas para dominar una lengua». Junto a su compañero, Sanz diseñó un nuevo modelo de examen, que aplicó a 144 estudiantes de segundo de bachillerato y de primero de Filología Inglesa de Sevilla y Granada.
Los profesores también tuvieron en cuenta trabajos de autores internacionales que abogan por incluir pruebas de listening y speaking en Selectividad, como ya ocurre en todos los países europeos. De esa forma, se grabaría al alumno para evaluar su capacidad para hablar inglés.
En estos momentos, en España sólo se realizan ejercicios de comprensión escrita, vocabulario, gramática y composición. Los docentes granadinos no sólo incluirían listening y speaking. También suprimirían las actuales preguntas de verdero y falso, ya que, en su opinión, «muchos alumnos aciertan de forma casual sin demostrar nada».
PRUEBAS ORALES. El estudio demuestra que la Selectividad española no cumple con las pautas del Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas, una hoja de ruta elaborada por el Consejo Europeo para uniformizar el estudio de los idiomas en la UE. El certificado analiza seis niveles de competencia en función de varias directrices: preparación de los examinadores, validez, fiabilidad, resultados, pilotaje…
«El examen de Selectividad español no ha sido certificado, carece de validez de contenido, no es fiable por falta de ítems y por la corrección subjetiva de la composición, que no utiliza a dos correctores de forma sistemática, como debería ser. Tampoco se ha anclado el examen a ningún nivel del Marco Común. En fin, un desastre», especifica Sanz.
Opinan igual otros expertos en Selectividad como Jesús García Laborda, uno de los autores del libro Estudios y criterios para una Selectividad de calidad en el examen de inglés. Tilda los exámenes de «demasiado sencillos», a la vez que no cree que diagnostiquen «las necesidades y el potencial de los alumnos, sino unas tareas específicas que los profesores de bachillerato se pasan dos años preparando en perjuicio del aprendizaje global. Sólo les sirve para sacar buena nota en Selectividad».
García Laborda incluiría un examen oral y tareas con ordenador. «Permitiría tener pruebas orales con bajo coste y mejorar las tradicionales». Otros informes animan a realizar un examen que analice la madurez lingüística del alumno, pero no necesariamente durante los días de Selectividad, como pasa en Francia.