– Los cuatro candidatos a rector asumen el reto de traer la Universidad a la Costa
Confían en el impulso del litoral y valoran como un tesoro los suelos de la UGR en Motril Planean un centro de postgrado, de lenguas modernas, laboratorios y un club náutico
La Costa está -afortunadamente- en la cabeza de las cuatro personas que tomarán los mandos de la Universidad de Granada tras las próximas elecciones a rector. Los candidatos piensan en la playa y ya dibujan proyectos a la orilla del mar. Apuestan por esta zona y se han propuesto que los que residen en los pueblos del litoral confíen en que la presencia de la UGR en Motril es posible.
Los alcaldes de la capital costera todavía no han sido capaces de que la Universidad instale una sede permanente allí y eso que el Ayuntamiento motrileño ha reservado 40.000 metros cuadrados en Playa Granada, para instalaciones universitarias.
Ahora con la llegada de un nuevo rector y sabiendo que traer la UGR a Motril está en los planes de los cuatro aspirantes a ejercer este cargo (Antonio Campos, Francisco González Lodeiro, Rafael Payá y Luis Rico) la Costa ha vuelto a ilusionarse con la idea; a imaginar el olor de los apuntes, a soñar con el sonido de las conferencias o con los hallazgos de las investigaciones. No se muestran dubitativos. Todos los candidatos saben contestar rápidamente en qué invertirían ese idílico espacio en la playa de moda.
El candidato Antonio Campos ya ha puesto nombre a su propuesta para la Costa. Se llama Proyecto Alborán y consiste en crear un centro de investigación que reúna las materias vinculadas con esta zona. Esta idea que se realizaría conjuntamente con Ceuta y Melilla ofrecería a Motril, datos, conocimientos y hallazgos sobre el mar, la arqueología submarina, y otras materias aplicables al desarrollo turístico, la agricultura, la pesca y otros ámbitos del litoral.
«Consiste en crear un instituto de investigación, para agrupar a los expertos en las materias», apunta Campos.
Un montón de propuestas para la Costa son las que baraja, Lodeiro, que cree que «por razones de la vida la Universidad debe abrirse al mar». Este candidato entiende que en el litoral habría espacio para la actividad científica, docente y hasta deportiva.
Comparte la idea que en aquel primer momento se barajó para los terrenos de Playa Granada: un centro para cursos de postgrado y un laboratorio de investigación de Puertos y Costas. Desde estos, cree que se deberían tratar materias como la biología marina, y los cultivos tropicales. Junto a estos levantaría una residencia.
Deportes de mar
También piensa que se podría instalar un centro de lenguas modernas para enseñar español a los extranjeros e instalaciones deportivas. «La Universidad ahora sólo tiene deportes de sierra cuando también podría tenerlos de mar». Tal es así, que trabajaría por crear un club náutico universitario ya que «en su momento, hubo negociaciones».
Para Rafael Payá lo más adecuado para Motril sería la instalación de un centro de postgrado permanente que a su vez pudiese funcionar como extensión del Centro Mediterráneo. Las temáticas a las que estaría enfocado son las ciencias del mar, la agricultura sostenible, la acuicultura y a los temas sociales del entorno. Tiene también la idea de una residencia para dar alojamiento a los participantes de seminarios y congresos y de unas instalaciones para la investigación que por su naturaleza deban estar en la Costa. «Iría llevando a cabo estos proyectos gradualmente, buscando la financiación correspondiente y creo que no sería difícil porque suelen existir facilidades por parte de la administración», apunta con confianza.
Luis Rico, también apoya la idea de ese centro de postgrado, algo parecido a lo que ya existe en Úbeda. Una sede de cursos con residencia, con actividades todo el año. Estas instalaciones ofrecerían «un grado de especialización atractivo y un entorno agradable para la persona que decide volver a la Universidad a seguir formándose».
Todos coinciden en que la llegada de las autovías transformará el entorno y que la Universidad debe estar presente en esta zona que huele a futuro. Con estas nuevas propuestas la Costa vuelve a estar más cerca de la UGR. Aunque no hay que precipitarse. Los terrenos aún están vacíos.
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