– Los candidatos se la juegan.
Los cuatro aspirantes al sillón del Rectorado contestan con cautela a las preguntas y problemas planteados por miembros de la comunidad universitaria en el debate celebrado anoche en la Facultad de Políticas.
Los cuatro candidatos a rector en las próximas elecciones de la Universidad de Granada (UGR) se la juegan. Lo tienen claro. Lo que no tienen tan claro es lo que va a pasar y a veces tampoco los verdaderos problemas de la UGR. La comunidad universitaria y concretamente las seis personas que al más estilo Tengo una pregunta para usted les preguntaron ayer en el debate de TeleIdeal sí tienen claros los problemas, pero no tanto las posibles soluciones. Los candidatos, guardando las formas y el protocolo, contestaron sin gritar, pero sí soltando algunas perlas.
Antonio Campos, Rafael Payá, Francisco González Lodeiro y Luis Rico, los cuatro candidatos, quieren ganar las elecciones, cuya primera vuelta se celebrará el próximo día 4 de diciembre, y la expectación es máxima a juzgar por el lleno total del aula magna de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad granadina. Las plataformas están movilizadas y los candidatos dejaron ayer claro ante las cámaras de TeleIdeal y a través de ideal.es los motivos por los que quieren ocupar el sillón del Rectorado.
Fue lo primero que hicieron. Así, Antonio Campos se presentó como el candidato del cambio para «adaptarse al siglo XXI». Además, dijo que la gente está «quemada y por eso propongo un cambio de gestión». Una revolución muy poco bien vista por el candidato Rafael Payá, quien dijo sentirse orgulloso del «prestigio» de la UGR, que «quiero seguir aumentando desde la independencia y con ideas de futuro renovadoras». Lodeiro, que también piensa que está capacitado para llevar a cabo las riendas de la UGR, propone «nuevos modelos de gestión adecuados a los nuevos tiempos». Luis Rico, que junto a Payá formó parte del actual equipo, se presenta por «convicción moral» y como el candidato que representa un sector de progreso y un «cambio equilibrado». Campos no dejó pasar la oportunidad de echarles en cara que en los años que han estado con cargos «no lo han hecho».
Lo que sí deberá hacer el candidato que al final salga elegido será adaptar la institución al Espacio Europeo de Educación Superior (EEES). A juzgar por las palabras del profesor Ricardo Rueda, que fue el primero en preguntar, «preocupa mucho al cuerpo docente». Por eso, les instó a desvelar si contratarán más profesorado para adaptarse y cómo afectará esto al desarrollo de la actividad investigadora. Rico, que ha llevado a cabo la implantación de los programas piloto, se defendió y dijo que «no he visto a nadie asustado ni a nadie acosado». También aprovechó para criticar a Antonio Campos que propone una convergencia no homogénea y que sea singular. «No creo que sean contrapuestas la convergencia y la especialización», dijo. Campos se mostró en esta cuestión más extremista. «Aquí estamos haciendo de este tema un fundamentalismo innecesario y está llevando a la gente a la desesperación», espetó.
Payá, por contra, se mostró abierto al diálogo para implantar el Espacio Europeo y señaló que es necesaria la «decisión y el dinero». Lodeiro destacó su preocupación por lo que está pasando, pero bajo su punto de vista la UGR está capacitada para llevar a cabo la implantación de los nuevos créditos. «Al final todo el proceso será bueno».
En la pregunta formulada por Lidia, representante anoche en el debate de la multimedia de IDEAL del personal laboral, los candidatos tampoco levantaron mucho la voz. Estaban ante las cámaras y guardaron bien las formas. Lodeiro vinculó la promoción del PAS a la formación; Rico, con una carrera profesional y el trabajo en equipo; Campos, con la profesionalización; y Payá tras reconocer que se ha ralentizado la promoción apostó por un plan que incluye en su programa en el que se «da respuesta a todo el colectivo».
Y como anoche en el aula magna de Ciencias Políticas se plantearon preguntas de todos los estamentos universitarios hubo para todos los gustos respuestas y para «algunos incluso demagogia». Jorge Alberto, como buen alumno de la UGR, sufre cada día los problemas de tráfico de la ciudad y por eso quiso saber qué propone el futuro rector a este respecto. Luis Rico, que piensa que si el rector pudiera resolver eso sería «un magnífico», cree que el problema de movilidad «rebasa» al citado rector. Campos, que apuntó que lo expuesto ayer era todo un catálogo de problemas -lo cierto es que los ciudadanos que preguntaron no expresaron ni una sola felicitación-, apostó porque se fomente el transporte público, propuso autobuses lanzadera e incluso habló de un bono de gasolina.
En lo de los autobuses lanzadera coincidió Lodeiro, que también lo incluye en su programa. También lamentó el mal servicio de transporte que hay ahora en campus como el de Cartuja. Por eso, propuso acuerdos con la Rober para mejorar. Payá en este tema, como en otros muchos, es partidario de los acuerdos y de que la UGR se implique en estos temas, dijo en tono crítico -en clara alusión a la respuesta de Rico, compañero hasta hace nada de equipo- . «Desde la UGR tenemos que dar respuestas».
Contratos y casas
Anoche, los candidatos a rector tenían respuesta para todo, aunque algunas no fueran muy directas. Por eso también le contestaron a la segunda profesora que preguntó. Los interrogó sobre qué piensan hacer para mejorar el poder adquisitivo del cuerpo docente. Vamos, qué hay de lo mío. Campos, que expresó que no hay que asustarse de preguntar esto, apostó por homologar todos los salarios con Europa. Payá apoyó que se reivindique ese aumento -lo que no quiere decir que esté de acuerdo con Campos- y Lodeiro dijo que, además, del rector debe pedirlo el Consejo Social de la Universidad. Rico contestó en la línea de pedir ese aumento.
Isabel, del PAS, fue la que hizo la pregunta que quizás a muchos mandatarios no les guste que se formule. ¿Qué pasa con los empleos precarios y el subempleo? Nadie lo apoyó evidentemente, aunque hubo matices. Payá contestó que hay que erradicar ese sistema y Lodeiro, consciente de que es complicado, también dijo que es necesario buscar respuestas. Campos se mostró partidario de defender los derechos de estos trabajadores; y Rico, que no defiende el empleo precario, sí hizo una puntualización en relación a algunas becas, algunas gestionadas por el vicerrectorado en el que fue titular. «Defiendo esas becas, que son auténticas becas», matizó.
Y no menos importante es el tema planteado por la otra alumna en el debate: ¿Qué pasa con los pisos? Los cuatro candidatos, con matices, proponen más vigilancia y asegurar viviendas dignas. Tema complicado. Así, aunque ayer todos los candidatos tuvieron respuestas en el debate moderado por Juanjo Ibáñez, habrá que esperar cuáles son las medidas. Esa era una reflexión muy extendida entre el personal que llenó el aula magna de Ciencias Políticas. Claro está que como eran gente de cada una de las plataformas la reflexión sólo la hacían cuando el que hablaba no era su candidato.
Y para cerrar no faltó el llamamiento al voto. Rico pidió el voto porque «represento la mejor oferta»; Payá porque ofrece un proyecto de «independencia»; Campos porque es el cambio; y Lodeiro porque ofrece una UGR «moderna y abierta».
El ganador, el día 4 o el 13.
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