Un «motor de cambio» llamado Madoc
Madoc, hasta ayer, eran las siglas de Mando de Adiestramiento y Doctrina. En concreto, hasta que el teniente general Francisco Puentes Zamora lo desglosó como «marca de calidad con denominación de origen certificada». El que ya es jefe del Mando se ha hecho cargo de una «enorme responsabilidad», como él mismo reconoció. Es el responsable directo de 17 centros de formación en los que estudian 25.000 alumnos en el marco de 500 cursos.
Esa educación implica estar en cambio permanente para diseñar su «futuro apasionante». El Madoc se moderniza continuamente tanto en el ámbito de la Doctrina, en el que «somos un ejemplo para el resto del mundo» o en el de Materiales, en el que, por ejemplo se ha desarrollado una intranet que incluye foros de debate sobre armamento del Ejército. Otra pincelada: el acto de ayer en el Cuartel de las Descalzas se retransmitió por videoconferencia por línea militar al resto de centros que están bajo el mando de Puentes Zamora.
«¿Y por qué tanto cambio?», se preguntó el teniente general en su discurso tras jurar su nuevo cargo. «Porque estamos en una época de cambio continuo y porque la naturaleza de los conflictos también ha cambiado». Hace tiempo que las guerras dejaron de lucharse con batallas entre dos ejércitos. Ahora, aseguró Puentes Zamora, la guerra es «entre la gente». Y si antes un golpe de mano militar, una victoria rotunda y la imposición de las condiciones del vencedor sobre el vencido podían fin al conflicto, en la actualidad las cosas han cambiado. La única forma para resolver esa «guerra entre la gente» es recurrir a la «inteligencia, legalidad, ética, reconstrucción y mucha negociación», glosó el teniente general.
No habla de oídas. Formó parte del primer contingente militar de Naciones Unidas que llegó a la Sarajevo devastada en la guerra de ex Yugoslavia. Y fue el jefe del Componente Terrestre Avanzado de la Fuerza de Respuesta de la OTAN en Cabo Verde. «A través de un enfoque integral que participe de acciones militares y policiales, así como de acciones políticas, económicas y sociales es como se ganan los combates por las poblaciones», defendió el teniente general Puentes Zamora.
Y el «motor de este cambio» en la forma de afrontar los conflictos por las Fuerzas Armadas Españolas debe ser el Madoc a base de «pensamiento innovador, trabajo duro, entrega y sacrificio». Aunque no afronta esa misión en solitario ya que cuenta con el apoyo de la Universidad de Granada, con el que desarrolla estudios de «relevancia mundial sobre ambientación o concienciación cultural» para aprender a «interrelacionarse con otras culturas». En resumen, «para saber cómo solucionar los conflictos». «Tendremos que cambiar el adagio de Salamanca para que diga que quien quiera saber, que venga a Granada», concluyó Puentes Zamora.
Tras el discurso del teniente general ante una tribuna plagada de autoridades -entre ellas, el subdelegado del Gobierno, Antonio Cruz; el presidente de la Diputación, Antonio Martínez Caler; el alcalde de Granada, José Torres Hurtado; el fiscal superior de Andalucía, Jesús García Calderón; o el director general de Cetursa, Mariano Gutiérrez Terrón- tomó la palabra el jefe del Estado Mayor del Ejército, Fulgencio Coll. El general del Ejército glosó las virtudes de Puentes Zamora, que «siempre fue el primero en su formación y en su trabajo». «Aunque como teniente general podría haber optado a muchos destinos, fue empeño mío que ocupase el mando de tanta importancia como el Madoc», apuntó Coll. También alabó la colaboración «necesaria» con la UGR y con la sociedad con la que «nos sentimos arropados y nos ponemos a su entera disposición».
Tanto Puentes Zamora como Coll recordaron al anterior jefe del Mando, Manuel Bretón. «De mi antecesor no he parado de hablar. Él, con su actuación, todo lo ha dicho», defendió el responsable del Madoc. Coll, por su parte, abogó porque el teniente general continuará la labor de Bretón junto antes de desearle «mucha suerte» y a Granada, su «profundo agradecimiento».
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