La UGR halla en las clases \’on line\’ un filón para captar alumnos
La Universidad de Granada (UGR) ha encontrado en la enseñanza on line un filón para captar alumnos. Al contrario que otras instituciones superiores del país, que veían con reticencia esta nueva formación, apostó hace siete años por el Centro de Enseñanzas Virtuales (Cevug) y, hoy en día, en plena crisis económica y a las puertas de afrontar una dura metamorfosis con la implantación del Espacio Europeo de Educación Superior, empieza a recoger los primeros frutos.
Entre las enseñanzas semipresenciales y virtuales, el Cevug tiene matriculados a unos 7.000 alumnos (5.500 de enseñanzas regladas y 1.500 de las no regladas). En un primer momento, la formación virtual surgió como apoyo a la docencia presencial, una herramienta que ha cogido fuerza con los años y ahora da cobertura a la totalidad del alumnado de la UGR, unos 55.000 estudiantes. «El profesor universitario necesita contactar con sus alumnos y la plataforma de recurso de apoyo a la docencia (Prado) le abre un sinfín de posibilidades: en ella cuelga los horarios de sus clases, información de la materia, transparencias, fechas de tutorías, exámenes, etc.», detalla el director del Cevug, Miguel Gea. «El alumno, en vez de ir a la copistería a por los apuntes, los extrae del foro y si quiere hacer una consulta al profesor, le envía un correo electrónico», continúa Gea.
El alumnado virtual tiene su residencia fuera de la ciudad de Granada, trabaja o está matriculado en alguna carrera y desea una formación complementaria más flexible de horarios y que no exija un desplazamiento. El Cevug le ofrece hasta 98 cursos (25% semipresenciales y 75% on line) oficiales, complementarios, además de formación continua para el profesorado y PAS, aula permanente para mayores y un campus virtual (andaluz) donde se intercambian experiencias y materias, entre otros.
Aunque las colas en la matriculación se registran ahora con los másteres virtuales. El primero oficial de la UGR totalmente on line es el de Estadística, en colaboración con la Universidad de Sevilla, que ya ha contabilizado 40 alumnos. Para el año que viene hay otros tres en la cola, también interuniversitarios. Además, la UGR oferta cuatro propios muy demandados por el prestigio de los expertos que lo imparten, entre los que destaca el de Antropología, en trámite para que se reconozca en la Universidad de Texas. «Si gestionamos bien los másteres, tienen un mercado amplio, pero si los ofertamos sólo a nivel local no tendrían éxito», dice Gea que pretende hacerlos bilingües.
«Todos los profesores quieren ahora virtualizar su másteres», comenta el director. Muchas asignaturas se están quedando sin alumnos y la UGR ha encontrado en la enseñanza virtual un buen instrumento para hallar nuevos demandantes. «Los profesores se han dado cuenta que su alumnado no tiene por qué estar físicamente en Granada», dice Gea. «Nuestra máxima es llegar a todo tipo de alumnado y tenemos peticiones de Latinoamérica para matriculaciones todos los días», apunta.
La enseñanza virtual se sustenta en la evaluación continua y precisa un contacto casi diario con los usuarios. «El alumno no trabaja menos en la enseñanza on line ni emplea menos esfuerzo -explica el subdirector, Antonio Cañas-, la ausencia presencial se sustituye con gran cantidad de actividades y ejercicios que sirven al profesor para una correcta evaluación». La plataforma virtual permite hacer un seguimiento exhaustivo del trabajo del alumnado, pues registra cada paso que da el estudiante. Sólo en los títulos oficiales se requiere la presencia para los exámenes.
El Cevug es un centro joven, con sede propia desde hace 16 meses. Tres aulas para la docencia del profesorado, PAS y alumnado (de 20, 35 y 45 puestos), equipadas con pizarras interactivas y ordenadores con cámaras; una sala de videoconferencias (cuya inauguración será en enero), con capacidad para veinte conexiones simultáneas; y otra multimedia para tratamiento digital, son sus herramientas.
Uno de los objetivos del Cevug es ofrecer una formación virtual puntera en España, pero hasta ahora no contaba con los medios técnicos. «Tenemos profesores muy buenos, de reconocido prestigio, pero sus enseñanzas no podíamos ofrecerlas en formato digital -dice Gea-. Nuestra prioridad es convertir los contenidos en formato multimedia y bilingüe para distribuirlos al público que deseemos».
El centro acaba de instalar un repositorio de vídeo y contenido digital para que el alumnado aprenda su manejo en la creación de escenarios virtuales en 3D, con aplicación no sólo en infografía sino en cursos muy demandados como el de Genética.
Gea sabe muy bien que los recursos para la enseñanza virtual en una institución presencial no son prioritarios. Desde que se incorporó hace dos años lucha por conseguir financiación externa y que la formación sea a coste 0 para la UGR, así que participa en todas la convocatorias competitivas que llegan a sus oídos, sean nacionales o internacionales. Y quiere sacar un catálogo de cursos digitales de alta gama, porque es un mercado incipiente muy demandado donde no existe desempleo para las personas que estén bien formadas.
La incorporación de asignaturas a las redes virtuales está creciendo de forma imparable, pero hay cierta incertidumbre sobre lo que va a ocurrir con la implantación del Plan Bolonia en 2010, porque las asignaturas de libre configuración desaparecen. El subdirector Cañas está convencido de que la UGR sabrá incorporar buena parte de ellas al sistema obligatorio como optativas o cursos de nivel cero porque el esfuerzo de adaptación que se ha hecho en cada una de ellas es enorme, aunque tendrá que adaptar otras que ahora no se enseñan. El cambio es inminente y el Cevug está a la espera de ver cómo supera el trance, porque Bolonia también los convertirá en el centro del nuevo sistema universitario al desaparecer las clases magistrales y exigir una mayor presencia de los recursos multimedia en la docencia reglada. El futuro está en sus manos.
Descargar