Siete profesores de la Universidad analizan en la prestigiosa revista internacional ‘Geophysical Research Letters’ las características de la fuente sísmica del terremoto
Los profesores José Ángel López, Flor de Lis Mancilla, Daniel Stich y José Morales, investigadores del Instituto Andaluz de Geofísica de la Universidad de Granada van a publicar en la prestigiosa revista internacional Geophysical Research Letters los primeros resultados obtenidos del estudio sobre el terremoto de Lorca del pasado 11 de mayo y su serie de réplicas.
Según informó ayer la UGR, los científicos han analizado las características de la fuente sísmica de terremoto principal, de magnitud Mw 5,2, utilizando los datos aportados por la Red Sísmica de Andalucía, gestionada por el propio IAG, así como los provenientes de una red sísmica temporal desplegada en la zona, dentro del proyecto de investigación del Ministerio de Ciencia e Innovación CGL2008-01830, cuyo investigador principal es el profesor José Morales.
Del voluminoso conjunto de datos recopilados, el grupo de profesores de la UGR ha podido fijar y determinar los mecanismos focales de los tres principales terremotos ocurridos en la zona de Lorca, cuyas magnitudes fueron evaluadas de 5,2 para el principal, 4,6 para el premonitorio que ocurrió dos horas antes, y 3,9 para la réplica de mayor magnitud y que tuvo lugar a las pocas horas del evento principal. Según los científicos, los tres terremotos muestran características similares y pueden ser claramente asociadas a la falla de Alhama de Murcia, concretamente al borde SW del segmento Lorca-Totana.
La serie de réplicas, más de un centenar, registrada por la densa red de estaciones sísmicas utilizadas ha permitido, utilizando algoritmos específicos, ser relocalizada, delineando una longitud de ruptura de falla de unos 4 ó 5 kilómetros, en una zona cercana y paralela a la falla de Alhama de Murcia, en las proximidades de Lorca.
Además, estos investigadores han podido aportar resultados sobre las características de la fuente finita de la ruptura del terremoto principal utilizando técnicas de deconvolución, usando la réplica y el premonitor como funciones de Green empíricas, que ha permitido mostrar que el proceso de ruptura duró un segundo.
También han podido observar cómo el tiempo de la ruptura evidenciaba una dependencia respecto de la posición de la estación sísmica, de forma análoga al efecto Doppler, lo que indicaba que la ruptura sufrió un claro efecto de directividad. Esta dirección preferente de la ruptura se realizó hacia la ciudad de Lorca, localizada apenas a cinco kilómetros de distancia. Este efecto de directividad contribuyó, junto a la superficialidad del terremoto principal (cuatro kilómetros de profundidad) a las altas aceleraciones registradas en Lorca (0.36g) y que provocaron nueve muertos, 300 heridos y mas de 1.100 edificios con daños graves.
Éstos son los primeros resultados publicados del terremoto de Lorca en una revista de alto impacto, y que aportan información clave sobre el seísmo.