Gracias al programa de ADN de la Universidad de Granada hasta el momento se han evitado 287 adopciones ilegales e identificado a 588 niños desaparecidos
El doctor José Antonio Lorente ha planteado al Gobierno la posibilidad de que coordine internacionalmente la lucha contra el tráfico de menores y el mayor control en los procesos de adopciones internacionales, aprovechando que en la Universidad de Granada se lleva a cabo un programa de identificación genética mediante pruebas de ADN en saliva y que permite la identificación inmediata de los menores. Este programa, que lleva el nombre DNA-Prokids, ha evitado hasta ahora 287 adopciones ilegales y reunido a cientos de familias gracias a la identificación positiva de 588 niños de varios países, mediante las más de 4.200 muestras genéticas de menores no identificados y de familiares de niños desaparecidos por razones de diversa índole, como desastres naturales o delitos relacionados con el tráfico de seres humanos. Así lo dio a conocer el profesor Lorente en unas recientes jornadas celebradas en Madrid sobre la profesión médica y el tráfico de menores, en las que ha aprovechado para hacer su ofrecimiento al Gobierno. Dichas jornadas fueron organizadas por la Fundación para la Formación de la Organización Médica Colegial con el objetivo de conocer la realidad de los procesos de adopción y el tráfico de seres humanos y el papel que los profesionales sanitarios ejercen en estos ámbitos.
Según el doctor Lorente, que habló como vicepresidente del Colegio de Médicos de Granada, el tráfico mundial de niños para adopción ilegal, prostitución y explotación sexual, trabajos forzados y en semi esclavitud, uso de niños soldado, delincuencia y circunstancias similares, «es un grave problema de preocupación internacional, que se ha convertido en una pandemia: 161 países han informado verse afectados por el tráfico de niños, ya sea por ser fuente, país de tránsito o de destino». El doctor Lorente dijo que aproximadamente un millón de niños que no están identificados o que son ilegalmente adoptados son sometidos a violencia física o sexual antes de alcanzar la mayoría de edad.