La UGR Edita En CD Una “Introducción A La Endocrinología Ginecológica Y La Medicina Reproductiva”

Se trata de un manual básico para estudiantes de Medicina, con edición del profesor Nicolás Mendoza Ladrón de Guevara, del Departamento de Obstetricia y Ginecología de la UGR
La Editorial Universidad de Granada (eug) ha publicado en CD una «Introducción a la Endocrinología Ginecológica y la Medicina Reproductiva», un manual básico para estudiantes de Medicina, con edición del profesor Nicolás Mendoza Ladrón de Guevara, del Departamento de Obstetricia y Ginecología de la UGR.

La reproducción es un fenómeno inherente al ser vivo que requiere de la integridad anatómica y funcional de todas las estructuras encargadas de la formación y encuentro de los gametos. «Desde la perspectiva de la Biología –afirma el editor, Nicolás Mendoza–, este equilibrio natural acentúa su complejidad conforme se progresa en la evolución, por eso, aun cuando la forma en cómo nos reproducimos deriva de la que usan los mamíferos, existen singulares diferencias que nos distancian de ellos y del resto de los seres vivos. Empezando porque la Reproducción Humana no solo abarca aspectos médicos o biológicos, sino que se deja influir por otras razones exclusivas de nuestra especie: religión, cultura, economía y aceptación social».

La principal diferencia en nuestra especie se refiere –siempre según el autor del libro– a las modificaciones que ocurren en la mujer, y en concreto al funcionamiento de sus ovarios. «A la manera en cómo se desarrollan sus folículos, a sus productos hormonales y a la manera en cómo estos influyen en su regulación neuroendocrina. Todo un frágil y fascinante sistema que permite alcanzar el penúltimo eslabón concepcional: la ovulación, ocultándola del celo, un hecho evolutivo distintivo de los pobladores de este planeta allende el Paleolítico».

El CD consta de tres bloques. El primero, titulado «Fisiología del ciclo ovárico», trata de: «La Esteroidogénesis ovárica», «El desarrollo folicular», «Los cambios endometriales». «La duración del ciclo ovárico», «Neuroendocrinología del eje hipotálamo-hipofisario» y «El ovario desde el nacimiento a la senectud».

El segundo bloque, titulado «Los trastornos del ciclo ovárico», consta de los apartados: «Diagnóstico de la función ovárica y del eje hipotálamo-gonadal», «Las amenorreas y el Fallo ovárico Precoz» y «El síndrome del ovario poliquístico». Finalmente, en el tercer bloque se integran los apartados: «La esterilidad humana», «Fisiología de la reproducción humana y del desarrollo embrionario precoz», «Concepto y epidemiología de la esterilidad», «El Estudio Básico de Esterilidad», «Iniciación a las Técnicas de Reproducción Asistida» y «Los Tratamientos Hormonales en la Medicina Reproductiva y la Endocrinología Ginecológica».

ManualMedicina

Adquiera este CD en el sitio web de la EUG: http://sl.ugr.es/04xN

Contacto: Profesor Nicolás Mendoza Ladrón de Guevara. Departamento de Obstetricia y Ginecología. Tfn.: 958 242867. Correo electrónico: nmendoza@sego.es

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Comer huevos no se asocia con altos niveles de colesterol en adolescentes

66777 Comer más huevos no se relaciona con mayor colesterol plasmático en adolescentes.

Un nuevo estudio liderado por investigadores de la Universidad de Granada analiza la asociación entre la ingesta de huevo en edad adolescente y los principales factores de riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, como el perfil lipídico, la adiposidad, la resistencia a la insulina o la tensión arterial.

«Tradicionalmente los profesionales de la salud mantenían que comer huevos incrementaba el nivel de colesterol, por ello en las últimas décadas ha habido una tendencia a restringir su ingesta desde diversos organismos de salud pública», explica a SINC Alberto Soriano Maldonado, primer autor del trabajo.

Sin embargo, las investigaciones más recientes afirman que el incremento del colesterol plasmático parece estar más influenciado por la ingesta de grasas saturadas y grasas trans –presentes en carnes rojas, bollería industrial, etc.–, que por el propio colesterol de la dieta.

Así, los resultados de este artículo, perteneciente al estudio europeo HELENA y con nueve países implicados, demostraron que comer más cantidad de huevo no se vincula con un mayor nivel de colesterol plasmático ni con un peor perfil cardiovascular en adolescentes, independientemente de su actividad física.

«Las conclusiones, publicadas en la revista Nutrición Hospitalaria, concuerdan con estudios recientes en adultos sanos que sugieren que una ingesta de hasta siete huevos por semana no está asociada con un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares», apunta Soriano.

Como consecuencia, los autores sugieren una revisión de las recomendaciones para la alimentación de los adolescentes, si bien sostienen que sería conveniente replicar la investigación en una población en la que la ingesta de huevo fuese superior.

«El huevo es un alimento barato y rico en proteínas de primera calidad, minerales, folatos y vitaminas del grupo B y, por tanto, puede aportar gran cantidad de los nutrientes que son necesarios en edad adolescente para un óptimo desarrollo», subraya el investigador.

Desterrando el mito del huevo

En 1973, la Asociación Americana del Corazón recomendó limitar la ingesta de huevos a un máximo de tres por semana, una idea que fue aceptada durante años por los responsables sanitarios.

Sin embargo, aunque la mayor parte de los alimentos ricos en colesterol suelen ser también ricos en grasas saturadas, un huevo de tamaño medio contiene unos 200 miligramos de colesterol, pero tiene más grasas insaturadas que saturadas y aporta solo 70 calorías.

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Comer huevos no se asocia con altos niveles de colesterol en adolescentes

66777 Comer más huevos no se relaciona con mayor colesterol plasmático en adolescentes.

Un nuevo estudio liderado por investigadores de la Universidad de Granada analiza la asociación entre la ingesta de huevo en edad adolescente y los principales factores de riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, como el perfil lipídico, la adiposidad, la resistencia a la insulina o la tensión arterial.

«Tradicionalmente los profesionales de la salud mantenían que comer huevos incrementaba el nivel de colesterol, por ello en las últimas décadas ha habido una tendencia a restringir su ingesta desde diversos organismos de salud pública», explica a SINC Alberto Soriano Maldonado, primer autor del trabajo.

Sin embargo, las investigaciones más recientes afirman que el incremento del colesterol plasmático parece estar más influenciado por la ingesta de grasas saturadas y grasas trans –presentes en carnes rojas, bollería industrial, etc.–, que por el propio colesterol de la dieta.

Así, los resultados de este artículo, perteneciente al estudio europeo HELENA y con nueve países implicados, demostraron que comer más cantidad de huevo no se vincula con un mayor nivel de colesterol plasmático ni con un peor perfil cardiovascular en adolescentes, independientemente de su actividad física.

«Las conclusiones, publicadas en la revista Nutrición Hospitalaria, concuerdan con estudios recientes en adultos sanos que sugieren que una ingesta de hasta siete huevos por semana no está asociada con un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares», apunta Soriano.

Como consecuencia, los autores sugieren una revisión de las recomendaciones para la alimentación de los adolescentes, si bien sostienen que sería conveniente replicar la investigación en una población en la que la ingesta de huevo fuese superior.

«El huevo es un alimento barato y rico en proteínas de primera calidad, minerales, folatos y vitaminas del grupo B y, por tanto, puede aportar gran cantidad de los nutrientes que son necesarios en edad adolescente para un óptimo desarrollo», subraya el investigador.

Desterrando el mito del huevo

En 1973, la Asociación Americana del Corazón recomendó limitar la ingesta de huevos a un máximo de tres por semana, una idea que fue aceptada durante años por los responsables sanitarios.

Sin embargo, aunque la mayor parte de los alimentos ricos en colesterol suelen ser también ricos en grasas saturadas, un huevo de tamaño medio contiene unos 200 miligramos de colesterol, pero tiene más grasas insaturadas que saturadas y aporta solo 70 calorías.

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José Antonio Lorente, medicina forense granadina sin nada que envidiar al FBI

José Antonio Lorente es una de las mayores autoridades en ADN a nivel mundial. Este médico forense es profesor de Medicina Legal y Forense en la Universidad de Granada. Este científico es además el impulsor del Programa Fénix, un sistema pionero que usa la Guardia Civil para la identificación de cadáveres. Es tal el prestigio de este profesional, que ha sido la única persona ajena a la policía que ha colaborado con el FBI.
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José Antonio Lorente, medicina forense granadina sin nada que envidiar al FBI

José Antonio Lorente es una de las mayores autoridades en ADN a nivel mundial. Este médico forense es profesor de Medicina Legal y Forense en la Universidad de Granada. Este científico es además el impulsor del Programa Fénix, un sistema pionero que usa la Guardia Civil para la identificación de cadáveres. Es tal el prestigio de este profesional, que ha sido la única persona ajena a la policía que ha colaborado con el FBI.
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Comer Huevos No Se Asocia Con Altos Niveles De Colesterol En Adolescentes

66777 Aunque a finales del siglo XX se mantenía que comer más de dos huevos a la semana aumentaba el colesterol, en los últimos años los expertos han ido desmintiendo este mito Ahora, un nuevo estudio liderado por la Universidad de Granada concluye que comer más huevos no se relaciona con un mayor colesterol plasmático en adolescentes, independientemente de su nivel de actividad física
Un nuevo estudio liderado por investigadores de la Universidad de Granada analiza la asociación entre la ingesta de huevo en edad adolescente y los principales factores de riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, como el perfil lipídico, la adiposidad, la resistencia a la insulina o la tensión arterial.

«Tradicionalmente los profesionales de la salud mantenían que comer huevos incrementaba el nivel de colesterol, por ello en las últimas décadas ha habido una tendencia a restringir su ingesta desde diversos organismos de salud pública», explica a SINC Alberto Soriano Maldonado, primer autor del trabajo.

Sin embargo, las investigaciones más recientes afirman que el incremento del colesterol plasmático parece estar más influenciado por la ingesta de grasas saturadas y grasas trans –presentes en carnes rojas, bollería industrial, etc.–, que por el propio colesterol de la dieta.

Así, los resultados de este trabajo, perteneciente al estudio europeo HELENA y con nueve países implicados, demostraron que comer más cantidad de huevo no se vincula con un mayor nivel de colesterol plasmático ni con un peor perfil cardiovascular en adolescentes, independientemente de su actividad física.

«Las conclusiones, publicadas en la revista Nutrición Hospitalaria, concuerdan con estudios recientes en adultos sanos que sugieren que una ingesta de hasta siete huevos por semana no está asociada con un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares», apunta Soriano.

Como consecuencia, los autores proponen una revisión de las recomendaciones para la alimentación de los adolescentes, si bien sostienen que sería conveniente replicar la investigación en una población en la que la ingesta de huevo fuese superior.

«El huevo es un alimento barato y rico en proteínas de primera calidad, minerales, folatos y vitaminas del grupo B y, por tanto, puede aportar gran cantidad de los nutrientes que son necesarios en edad adolescente para un óptimo desarrollo», subraya el investigador.

Desterrando el mito del huevo

En 1973, la Asociación Americana del Corazón recomendó limitar la ingesta de huevos a un máximo de tres por semana, una idea que fue aceptada durante años por los responsables sanitarios.

Sin embargo, aunque la mayor parte de los alimentos ricos en colesterol suelen ser también ricos en grasas saturadas, un huevo de tamaño medio contiene unos 200 miligramos de colesterol, pero tiene más grasas insaturadas que saturadas y aporta solo 70 calorías.

comerhuevos2013

Referencia bibliográfica:
A. Soriano-Maldonado, M. Cuenca-García, L. A. Moreno, M. González-Gross, C. Leclercq, O. Androutsos, E. J. Guerra-Hernández, M. J. Castillo y J. R. Ruiz.
«Ingesta de huevo y factores de riesgo cardiovascular en adolescentes; papel de la actividad física. Estudio HELENA».
Nutrición Hospitalaria 2013; 28:868-877 DOI:10.3305/nh.2013.28.3.6392

Correo electrónico: asm@ugr.es

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Comer Huevos No Se Asocia Con Altos Niveles De Colesterol En Adolescentes

66777 Aunque a finales del siglo XX se mantenía que comer más de dos huevos a la semana aumentaba el colesterol, en los últimos años los expertos han ido desmintiendo este mito Ahora, un nuevo estudio liderado por la Universidad de Granada concluye que comer más huevos no se relaciona con un mayor colesterol plasmático en adolescentes, independientemente de su nivel de actividad física
Un nuevo estudio liderado por investigadores de la Universidad de Granada analiza la asociación entre la ingesta de huevo en edad adolescente y los principales factores de riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, como el perfil lipídico, la adiposidad, la resistencia a la insulina o la tensión arterial.

«Tradicionalmente los profesionales de la salud mantenían que comer huevos incrementaba el nivel de colesterol, por ello en las últimas décadas ha habido una tendencia a restringir su ingesta desde diversos organismos de salud pública», explica a SINC Alberto Soriano Maldonado, primer autor del trabajo.

Sin embargo, las investigaciones más recientes afirman que el incremento del colesterol plasmático parece estar más influenciado por la ingesta de grasas saturadas y grasas trans –presentes en carnes rojas, bollería industrial, etc.–, que por el propio colesterol de la dieta.

Así, los resultados de este trabajo, perteneciente al estudio europeo HELENA y con nueve países implicados, demostraron que comer más cantidad de huevo no se vincula con un mayor nivel de colesterol plasmático ni con un peor perfil cardiovascular en adolescentes, independientemente de su actividad física.

«Las conclusiones, publicadas en la revista Nutrición Hospitalaria, concuerdan con estudios recientes en adultos sanos que sugieren que una ingesta de hasta siete huevos por semana no está asociada con un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares», apunta Soriano.

Como consecuencia, los autores proponen una revisión de las recomendaciones para la alimentación de los adolescentes, si bien sostienen que sería conveniente replicar la investigación en una población en la que la ingesta de huevo fuese superior.

«El huevo es un alimento barato y rico en proteínas de primera calidad, minerales, folatos y vitaminas del grupo B y, por tanto, puede aportar gran cantidad de los nutrientes que son necesarios en edad adolescente para un óptimo desarrollo», subraya el investigador.

Desterrando el mito del huevo

En 1973, la Asociación Americana del Corazón recomendó limitar la ingesta de huevos a un máximo de tres por semana, una idea que fue aceptada durante años por los responsables sanitarios.

Sin embargo, aunque la mayor parte de los alimentos ricos en colesterol suelen ser también ricos en grasas saturadas, un huevo de tamaño medio contiene unos 200 miligramos de colesterol, pero tiene más grasas insaturadas que saturadas y aporta solo 70 calorías.

comerhuevos2013

Referencia bibliográfica:
A. Soriano-Maldonado, M. Cuenca-García, L. A. Moreno, M. González-Gross, C. Leclercq, O. Androutsos, E. J. Guerra-Hernández, M. J. Castillo y J. R. Ruiz.
«Ingesta de huevo y factores de riesgo cardiovascular en adolescentes; papel de la actividad física. Estudio HELENA».
Nutrición Hospitalaria 2013; 28:868-877 DOI:10.3305/nh.2013.28.3.6392

Correo electrónico: asm@ugr.es

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Destierran la idea de que comer huevos aumenta el colesterol en adolescentes

66777 Comer huevos no está relacionado con un mayor colesterol plasmático en adolescentes, independientemente de su nivel de actividad física, según un estudio liderado por investigadores de la Universidad de Granada dado a conocer hoy. 

La investigación analiza la asociación entre la ingesta de huevo en edad adolescente y los principales factores de riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares como el perfil lipídico, la adiposidad, la resistencia a la insulina o la tensión arterial.

Según Alberto Soriano, principal autor del trabajo, los profesionales de la salud mantenían tradicionalmente que comer huevos incrementaba el nivel de colesterol, de ahí que en las últimas décadas haya habido una tendencia a restringir su ingesta desde diversos organismos de salud pública.

Sin embargo, las investigaciones más recientes afirman que el incremento del colesterol plasmático parece estar más influido por la ingesta de grasas saturadas y grasas trans -presentes en carnes rojas o bollería industrial-, que por el propio colesterol de la dieta.

Así, los resultados de este trabajo, perteneciente al estudio europeo Helena y con nueve países implicados, demostraron que comer más cantidad de huevo no se vincula con un mayor nivel de colesterol plasmático ni con un peor perfil cardiovascular en adolescentes, independientemente de su actividad física.

Aunque a finales del siglo XX se mantenía que comer más de dos huevos a la semana aumentaba el colesterol, en los últimos años los expertos han ido desmintiéndolo.

Las conclusiones de la investigación, que han sido publicadas en la revista Nutrición Hospitalaria, concuerdan con estudios recientes en adultos sanos que sugieren que una ingesta de hasta siete huevos por semana no está asociada con un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, según Soriano.

Como consecuencia, los autores proponen una revisión de las recomendaciones para la alimentación de los adolescentes, si bien sostienen que sería conveniente replicar la investigación en una población en la que la ingesta de huevo fuese superior.

En 1973, la Asociación Americana del Corazón recomendó limitar la ingesta de huevos a un máximo de tres por semana, una idea que fue aceptada durante años por los responsables sanitarios.

Sin embargo, aunque la mayor parte de los alimentos ricos en colesterol suelen ser también ricos en grasas saturadas, un huevo de tamaño medio contiene unos 200 miligramos de colesterol, pero tiene más grasas insaturadas que saturadas y aporta solo 70 calorías.

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Destierran la idea de que comer huevos aumenta el colesterol en adolescentes

66777 Comer huevos no está relacionado con un mayor colesterol plasmático en adolescentes, independientemente de su nivel de actividad física, según un estudio liderado por investigadores de la Universidad de Granada dado a conocer hoy. 

La investigación analiza la asociación entre la ingesta de huevo en edad adolescente y los principales factores de riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares como el perfil lipídico, la adiposidad, la resistencia a la insulina o la tensión arterial.

Según Alberto Soriano, principal autor del trabajo, los profesionales de la salud mantenían tradicionalmente que comer huevos incrementaba el nivel de colesterol, de ahí que en las últimas décadas haya habido una tendencia a restringir su ingesta desde diversos organismos de salud pública.

Sin embargo, las investigaciones más recientes afirman que el incremento del colesterol plasmático parece estar más influido por la ingesta de grasas saturadas y grasas trans -presentes en carnes rojas o bollería industrial-, que por el propio colesterol de la dieta.

Así, los resultados de este trabajo, perteneciente al estudio europeo Helena y con nueve países implicados, demostraron que comer más cantidad de huevo no se vincula con un mayor nivel de colesterol plasmático ni con un peor perfil cardiovascular en adolescentes, independientemente de su actividad física.

Aunque a finales del siglo XX se mantenía que comer más de dos huevos a la semana aumentaba el colesterol, en los últimos años los expertos han ido desmintiéndolo.

Las conclusiones de la investigación, que han sido publicadas en la revista Nutrición Hospitalaria, concuerdan con estudios recientes en adultos sanos que sugieren que una ingesta de hasta siete huevos por semana no está asociada con un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, según Soriano.

Como consecuencia, los autores proponen una revisión de las recomendaciones para la alimentación de los adolescentes, si bien sostienen que sería conveniente replicar la investigación en una población en la que la ingesta de huevo fuese superior.

En 1973, la Asociación Americana del Corazón recomendó limitar la ingesta de huevos a un máximo de tres por semana, una idea que fue aceptada durante años por los responsables sanitarios.

Sin embargo, aunque la mayor parte de los alimentos ricos en colesterol suelen ser también ricos en grasas saturadas, un huevo de tamaño medio contiene unos 200 miligramos de colesterol, pero tiene más grasas insaturadas que saturadas y aporta solo 70 calorías.

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Destierran la idea de que comer huevos aumenta el colesterol en adolescentes

66777 Comer huevos no está relacionado con un mayor colesterol plasmático en adolescentes, independientemente de su nivel de actividad física, según un estudio liderado por investigadores de la Universidad de Granada dado a conocer este miércoles.

La investigación analiza la asociación entre la ingesta de huevo en edad adolescente y los principales factores de riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares como el perfil lipídico, la adiposidad, la resistencia a la insulina o la tensión arterial.

Según Alberto Soriano, principal autor del trabajo, los profesionales de la salud mantenían tradicionalmente que comer huevos incrementaba el nivel de colesterol, de ahí que en las últimas décadas haya habido una tendencia a restringir su ingesta desde diversos organismos de salud pública.

Sin embargo, las investigaciones más recientes afirman que el incremento del colesterol plasmático parece estar más influido por la ingesta de grasas saturadas y grasas trans -presentes en carnes rojas o bollería industrial-, que por el propio colesterol de la dieta.

Así, los resultados de este trabajo, perteneciente al estudio europeo Helena y con nueve países implicados, demostraron que comer más cantidad de huevo no se vincula con un mayor nivel de colesterol plasmático ni con un peor perfil cardiovascular en adolescentes, independientemente de su actividad física.

Aunque a finales del siglo XX se mantenía que comer más de dos huevos a la semana aumentaba el colesterol, en los últimos años los expertos han ido desmintiéndolo.

Las conclusiones de la investigación, que han sido publicadas en la revista Nutrición Hospitalaria, concuerdan con estudios recientes en adultos sanos que sugieren que una ingesta de hasta siete huevos por semana no está asociada con un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, según Soriano.

Como consecuencia, los autores proponen una revisión de las recomendaciones para la alimentación de los adolescentes, si bien sostienen que sería conveniente replicar la investigación en una población en la que la ingesta de huevo fuese superior.

En 1973, la Asociación Americana del Corazón recomendó limitar la ingesta de huevos a un máximo de tres por semana, una idea que fue aceptada durante años por los responsables sanitarios.

Sin embargo, aunque la mayor parte de los alimentos ricos en colesterol suelen ser también ricos en grasas saturadas, un huevo de tamaño medio contiene unos 200 miligramos de colesterol, pero tiene más grasas insaturadas que saturadas y aporta solo 70 calorías.

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Destierran la idea de que comer huevos aumenta el colesterol en adolescentes

66777 Comer huevos no está relacionado con un mayor colesterol plasmático en adolescentes, independientemente de su nivel de actividad física, según un estudio liderado por investigadores de la Universidad de Granada dado a conocer este miércoles.

La investigación analiza la asociación entre la ingesta de huevo en edad adolescente y los principales factores de riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares como el perfil lipídico, la adiposidad, la resistencia a la insulina o la tensión arterial.

Según Alberto Soriano, principal autor del trabajo, los profesionales de la salud mantenían tradicionalmente que comer huevos incrementaba el nivel de colesterol, de ahí que en las últimas décadas haya habido una tendencia a restringir su ingesta desde diversos organismos de salud pública.

Sin embargo, las investigaciones más recientes afirman que el incremento del colesterol plasmático parece estar más influido por la ingesta de grasas saturadas y grasas trans -presentes en carnes rojas o bollería industrial-, que por el propio colesterol de la dieta.

Así, los resultados de este trabajo, perteneciente al estudio europeo Helena y con nueve países implicados, demostraron que comer más cantidad de huevo no se vincula con un mayor nivel de colesterol plasmático ni con un peor perfil cardiovascular en adolescentes, independientemente de su actividad física.

Aunque a finales del siglo XX se mantenía que comer más de dos huevos a la semana aumentaba el colesterol, en los últimos años los expertos han ido desmintiéndolo.

Las conclusiones de la investigación, que han sido publicadas en la revista Nutrición Hospitalaria, concuerdan con estudios recientes en adultos sanos que sugieren que una ingesta de hasta siete huevos por semana no está asociada con un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, según Soriano.

Como consecuencia, los autores proponen una revisión de las recomendaciones para la alimentación de los adolescentes, si bien sostienen que sería conveniente replicar la investigación en una población en la que la ingesta de huevo fuese superior.

En 1973, la Asociación Americana del Corazón recomendó limitar la ingesta de huevos a un máximo de tres por semana, una idea que fue aceptada durante años por los responsables sanitarios.

Sin embargo, aunque la mayor parte de los alimentos ricos en colesterol suelen ser también ricos en grasas saturadas, un huevo de tamaño medio contiene unos 200 miligramos de colesterol, pero tiene más grasas insaturadas que saturadas y aporta solo 70 calorías.

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Histrión Teatro presenta ‘Juana, la loca, la reina que no quiso reinar’ en La Corrala de Santiago

La Corrala de Santiago acoge del 18 de julio al 31 de agosto la puesta en escena de ‘Juana, la loca, reina que no quiso reinar’ una iniciativa que surge del interés de la Universidad de Granada y de la veterana compañía granadina Histrión Teatro por aunar esfuerzos en un objetivo común: ligar cultura (teatro) y patrimonio y ofertar al espectador una propuesta de altísima calidad y máximo interés para el turista de verano.

El proyecto, presentado en junio 2013 por Andrés Galera Navarro, gerente de la Universidad de Granada y las dos componentes de Histrión Teatro, Gema Matarranz y Nines Carrascal, es una iniciativa que pretende ligar teatro y patrimonio y ofertar al espectador una propuesta de altísima calidad y máximo interés para el turista de verano. Además, las representaciones de ‘Juana, la loca, reina que no quiso reinar’ tendrán lugar «en un momento perfecto porque apenas hay oferta cultural local en verano para el turismo nacional; la obra es brillante y para todos los públicos; Gema Matarranz, Juana, acaba de recibir el Premio a Mejor Actriz Protagonista en los I Premios del Teatro Andaluz; el tema está de moda por la serie de televisión Isabel (los Reyes Católicos y la mismísima Juana están enterrados aquí); y la Corrala de Santiago es un precioso edificio del siglo XVII de origen castellano, perfecto para el espectáculo , que además ofrece excelentes condiciones acústicas para un trabajo como Juana , basado en el texto y la interpretación», aseguran desde Histrión Teatro.

La iniciativa tiene vocación de continuar: la Corrala se presenta como un espacio teatral de verano que cada año podría acoger a personajes históricos ligados a la ciudad , convirtiéndose en una cita teatral de calidad y de claro interés para el visitante castellanohablante.

‘Juana, la reina que no quiso reinar’, producida a partir del texto original de Jesús Carazo, es el imaginado y emocionante testimonio de Juana I de Castilla, más conocida como Juana la loca. Hija de los Reyes Católicos, fue casada de adolescente contra su voluntad y después encerrada durante 46 años por la única locura de ser mujer antes que reina y defender el amor por encima del poder . La acción se desarrolla en una de las noches de esos 46 años de reclusión, en el convento donde yacía su esposo Felipe el Hermoso , próximo a la torre de Tordesillas en la que ella había sido aislada, y donde cuentan las crónicas que sus carceleros le permitían deambular. El personaje rebusca entre el recuerdo y la desesperación repasando a todos los que decidieron su infausto destino, intentando entender una vida impuesta por las necesidades de un Estado , y convirtiendo el monólogo en el grito desgarrado de quien sobrevivió a los que tejieron su locura. Para logra rlo, la protagonista Gema Matarranz, actriz principal de Histrión, realiza una interpretación intensa, matizada y emotiva que ha hecho de Juana un espectáculo – talismán para la compañía, una joya escénica alabada por crítica y público que va a encontrar en la Corrala de Santiago un escenario único, un espacio austero de origen castellano, sobrio e íntimo, que parece hecho a medida para la obra.

Histrión Teatro (1994 – 2013)

Histrión es una de las compañías profesionales de teatro granadinas más veteranas, referencia nacional en teatro de texto tanto clásico como contemporáneo. En activo desde 1994, es compañía residente en el municipio de Albolote y ha producido 17 espectáculos, por los que ha recibido numerosos premios y menciones, entre ellos el de Mejor Es pectáculo en Gira 2010 de la Feria Internacional de Artes Escénicas de Aragón por » Del maravilloso mundo de los animales: Los Corderos «, espectáculo que marcó un cambio en su trayectoria y que le llevó de la mano del internacional Daniel Veronese hacia un teatro comprometido, apoyado en textos perturbadores que sumergen al público en la experiencia única que proporciona el teatro en estado puro. En julio de 2013 ha recibido 2 galardones: Mejor Actriz Protagonista a Gema Matarranz y Mejor Actor Protagonista a Manuel Salas por «Teatro para Pájaros» , el último trabajo de la compañía, también dirigido por Veronese.

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