Relación entre los contaminantes orgánicos persistentes y la obesidad

74859 Los sujetos que presentan más contaminantes orgánicos persistentes (COPs) en su organismo tienen también mayores niveles de colesterol y triglicéridos
UGR/DICYT Un equipo de científicos españoles, entre los que se encuentran varios investigadores de la Universidad de Granada, ha corroborado que existe una relación entre los niveles de ciertos contaminantes ambientales que una persona acumula en su cuerpo y su grado de obesidad. Además, los sujetos con más contaminantes en su organismo presentan mayores niveles de colesterol y triglicéridos, importantes factores de riesgo de enfermedad cardiovascular. 

Se trata de un trabajo, publicado en la prestigiosa revista Environmental Pollution, en el que han participado investigadores de la Universidad de Granada, los hospitales universitarios San Cecilio y Virgen de las Nieves y la Escuela Andaluza de Salud Pública, todos ellos pertenecientes al Instituto de Investigación Biosanitaria de Granada.

Esta investigación ha analizado los niveles de contaminantes acumulados en tejido adiposo (grasa) en cerca de 300 hombres y mujeres, intervenidos en los servicios de cirugía de dos hospitales de la provincia de Granada (España).

Las sustancias analizadas, conocidas como contaminantes orgánicos persistentes (COPs), tienen la particularidad de que pueden permanecer en el medioambiente durante años, incluso décadas, sin degradarse.

«Los seres humanos estamos expuestos a COPs principalmente a través de la dieta. Además, los COPs se acumulan progresivamente en la grasa corporal, por lo que los niveles medidos en nuestro trabajo nos dan una idea de la exposición acumulada de una persona a lo largo de varios años», explica Juan Pedro Arrebola, autor principal del artículo.

Utilizando modelos estadísticos complejos, los científicos comprobaron que los niveles acumulados de varios COPs se asociaban con la obesidad y con los niveles séricos de colesterol y triglicéridos de las personas, independientemente del sexo, edad, lugar de residencia o hábito tabáquico de los participantes.

«En general, encontramos que, las personas con mayores niveles de COPs eran cuantitativamente más obesas, y además presentaban mayores niveles de colesterol y triglicéridos, todos ellos considerados como importantes factores de riesgo de enfermedad cardiovascular, aunque estas relaciones eran complejas y no mostraban siempre patrones lineales», afirma Arrebola.

Los COPs estudiados

Entre los COPs estudiados se encuentra el DDE, principal metabolito del pesticida DDT, ampliamente utilizado en todo el mundo hasta los años 80, y actualmente empleado por algunos países para combatir el paludismo/malaria. Asimismo, se estudió el insecticida lindano, muy usado en el pasado en cultivos y en algunos medicamentos para el tratamiento de los piojos y la sarna.

El estudio también incluyó un grupo de bifenilos policlorados o PCBs, usados en numerosos equipos industriales, y que siguen presentes en transformadores eléctricos antiguos. Todos estos contaminantes se asociaron de alguna manera con los índices de obesidad y/o colesterol y triglicéridos.

A pesar de que su uso está muy restringido en la actualidad, los COPs representan un importante problema para la salud pública; de hecho el 100% de los participantes en este estudio presentaron niveles detectables de uno o más de estos compuestos.

«Esta universalidad de la exposición hace que su impacto sobre la salud humana sea muy importante. Asimismo, nuestros resultados sugieren que no existen niveles de exposición seguros para estos contaminantes que, además, pueden interactuar entre ellos para producir efectos sobre la salud», apostilla el investigador.

Otros trabajos anteriores han demostrado que la población general está expuesta a COPs principalmente a través de los alimentos con elevado contenido en grasa, incluyendo las carnes y pescados grasos y de gran tamaño, por lo que un creciente número de investigadores recomiendan moderar su consumo.

Actualmente, el grupo de investigación del doctor Arrebola se encuentra realizando un seguimiento de la población de estudio a lo largo de varios años, para comprobar si las personas más expuestas han tenido un mayor riesgo de desarrollar ciertas patologías, como hipertensión, obesidad o enfermedad cardiovascular.

«Contaminantes «obesógenos»

La obesidad se ha convertido en una epidemia de carácter mundial cuya prevalencia en Europa se ha triplicado en las últimas décadas. El mayor problema es que se ha demostrado que las personas obesas tienen un riesgo elevado de padecer un gran número de problemas de salud como enfermedades cardiovasculares, que la Organización Mundial de la Salud considera como la principal causa de muerte a nivel mundial.

Tradicionalmente se ha considerado que la obesidad es el resultado de una ingesta elevada de calorías en relación al gasto energético. «Creemos que los resultados no son sólo una consecuencia de una mayor ingesta de alimentos por parte de las personas obesas. Existen evidencias de que la exposición humana a ciertas sustancias químicas llamadas «obesógenos» podría favorecer el crecimiento y proliferación de adipocitos (células de la grasa), y por lo tanto provocar un aumento de la grasa corporal. Además, se sospecha que ciertos contaminantes ambientales también podrían provocar alteraciones en los niveles de colesterol y triglicéridos y, por tanto, contribuir al desarrollo de enfermedades cardiovasculares», concluye Arrebola.

Referencia bibliográfica

Associations of accumulated exposure to persistent organic pollutants with serum lipids and obesity in an adult cohort from Southern Spain. Juan P. Arrebola, Ricardo Ocaña-Riola, Antonio L. Arrebola-Moreno, María Fernández-Rodríguez, Piedad Martín-Olmedo, Mariana F. Fernández, Nicolás Olea. Environ Pollut. 2014 Aug 28;195C:9-15. doi: 10.1016/j.envpol.2014.08.003

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Relacionan los niveles de contaminantes en el cuerpo con el grado de obesidad

74859 Un estudio desarrollado por científicos españoles relaciona los niveles de contaminantes que una persona acumula en el cuerpo con su grado de obesidad y concluye que estos individuos presentan además mayores niveles de colesterol y triglicéridos.
El estudio científico, en el que han participado investigadores de la Universidad de Granada y de los hospitales universitarios granadinos, ha corroborado que existe una relación entre los niveles de ciertos contaminantes ambientales que una persona acumula en su cuerpo y su grado de obesidad.
La investigación, que ha publicado la prestigiosa revista Environmental Pollution, ha analizado los niveles de contaminantes acumulados en la grasa de cerca de 300 hombres y mujeres, pacientes que han sido intervenidos en los servicios de cirugía de los dos hospitales granadinos.
El estudio ha analizado sustancias conocidas como contaminantes orgánicos persistentes (COPs), que tienen la particularidad de que pueden permanecer en el medioambiente durante años, incluso décadas, sin degradarse.
«Los seres humanos estamos expuestos a COPs principalmente a través de la dieta. Se acumulan progresivamente en la grasa corporal, por lo que los niveles medidos en nuestro trabajo nos dan una idea de la exposición acumulada de una persona a lo largo de varios años», ha explicado el autor principal del artículo, Juan Pedro Arrebola.
Con modelos estadísticos complejos, los científicos han comprobado que los niveles acumulados de estos contaminantes se asocian con la obesidad y con los niveles séricos de colesterol y triglicéridos de las personas, independientemente del sexo, edad, lugar de residencia o al hábito al tabaco de los participantes. «En general, encontramos que las personas con mayores niveles de COPs eran cuantitativamente más obesas, y además presentaban mayores niveles de colesterol y triglicéridos», ha explicado Arrebola.
Entre los contaminantes estudiados se encuentra uno derivado de un pesticida utilizado en los años ochenta y actualmente empleados para combatir el paludismo y la malaria, junto a un insecticida usado en el pasad en medicamentos contra piojos y sarna y para algunos cultivos.
Estos contaminantes, junto a otros que se usan en equipos industriales, se han asociado con los índices de obesidad y de colesterol y triglicéridos.
El estudio ha apuntado además que aunque el uso de estos productos está «muy restringido en la actualidad», el 100 % de los participantes en la investigación presentaron niveles detectables de uno o más de estos compuestos, con una afección a la salud. Arrebola ha apuntado además que existen evidencias de que la exposición a estos contaminantes podría favorecer el crecimiento y proliferación de células de grasa.
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Vinculan los niveles de contaminantes que una persona acumula con su grado de obesidad

74859 Un equipo de científicos españoles, entre los que se encuentran varios investigadores de la Universidad de Granada, ha corroborado que existe una relación entre los niveles de ciertos contaminantes ambientales que una persona acumula en su cuerpo y su grado de obesidad.

Además, los sujetos con más contaminantes en su organismo presentan mayores niveles de colesterol y triglicéridos, importantes factores de riesgo de enfermedad cardiovascular.

Se trata de un trabajo en el que han participado investigadores de la Universidad de Granada, los hospitales universitarios San Cecilio y Virgen de las Nieves y la Escuela Andaluza de Salud Pública, todos ellos pertenecientes al Instituto de Investigación Biosanitaria de Granada.

Esta investigación ha analizado los niveles de contaminantes acumulados en tejido adiposo (grasa) en cerca de 300 hombres y mujeres, intervenidos en los servicios de cirugía de dos hospitales de la provincia de Granada (España).

Las sustancias analizadas, conocidas como contaminantes orgánicos persistentes (COPs), tienen la particularidad de que pueden permanecer en el medioambiente durante años, incluso décadas, sin degradarse.

«Los seres humanos estamos expuestos a COPs principalmente a través de la dieta. Además, los COPs se acumulan progresivamente en la grasa corporal, por lo que los niveles medidos en nuestro trabajo nos dan una idea de la exposición acumulada de una persona a lo largo de varios años», explica Juan Pedro Arrebola, autor principal del artículo.

Utilizando modelos estadísticos complejos, los científicos comprobaron que los niveles acumulados de varios COPs se asociaban con la obesidad y con los niveles séricos de colesterol y triglicéridos de las personas, independientemente del sexo, edad, lugar de residencia o hábito tabáquico de los participantes.

«En general, encontramos que, las personas con mayores niveles de COPs eran cuantitativamente más obesas, y además presentaban mayores niveles de colesterol y triglicéridos, todos ellos considerados como importantes factores de riesgo de enfermedad cardiovascular, aunque estas relaciones eran complejas y no mostraban siempre patrones lineales», afirma Arrebola.

La obesidad se ha convertido en una epidemia de carácter mundial cuya prevalencia en Europa se ha triplicado en las últimas décadas. El mayor problema es que se ha demostrado que las personas obesas tienen un riesgo elevado de padecer un gran número de problemas de salud como enfermedades cardiovasculares, que la Organización Mundial de la Salud considera como la principal causa de muerte a nivel mundial.

Tradicionalmente se ha considerado que la obesidad es el resultado de una ingesta elevada de calorías en relación al gasto energético. «Creemos que los resultados no son sólo una consecuencia de una mayor ingesta de alimentos por parte de las personas obesas.

Existen evidencias de que la exposición humana a ciertas sustancias químicas llamadas «obesógenos» podría favorecer el crecimiento y proliferación de adipocitos (células de la grasa), y por lo tanto provocar un aumento de la grasa corporal. Además, se sospecha que ciertos contaminantes ambientales también podrían provocar alteraciones en los niveles de colesterol y triglicéridos y, por tanto, contribuir al desarrollo de enfermedades cardiovasculares», concluye Arrebola.

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Relacionan los niveles de contaminantes en el cuerpo con el grado de obesidad

74859 Un estudio desarrollado por científicos españoles relaciona los niveles de contaminantes que una persona acumula en el cuerpo con su grado de obesidad y concluye que estos individuos presentan además mayores niveles de colesterol y triglicéridos.
El estudio científico, en el que han participado investigadores de la Universidad de Granada y de los hospitales universitarios granadinos, ha corroborado que existe una relación entre los niveles de ciertos contaminantes ambientales que una persona acumula en su cuerpo y su grado de obesidad.
La investigación, que ha publicado la prestigiosa revista Environmental Pollution, ha analizado los niveles de contaminantes acumulados en la grasa de cerca de 300 hombres y mujeres, pacientes que han sido intervenidos en los servicios de cirugía de los dos hospitales granadinos.
El estudio ha analizado sustancias conocidas como contaminantes orgánicos persistentes (COPs), que tienen la particularidad de que pueden permanecer en el medioambiente durante años, incluso décadas, sin degradarse.
«Los seres humanos estamos expuestos a COPs principalmente a través de la dieta. Se acumulan progresivamente en la grasa corporal, por lo que los niveles medidos en nuestro trabajo nos dan una idea de la exposición acumulada de una persona a lo largo de varios años», ha explicado el autor principal del artículo, Juan Pedro Arrebola.
Con modelos estadísticos complejos, los científicos han comprobado que los niveles acumulados de estos contaminantes se asocian con la obesidad y con los niveles séricos de colesterol y triglicéridos de las personas, independientemente del sexo, edad, lugar de residencia o al hábito al tabaco de los participantes.
«En general, encontramos que las personas con mayores niveles de COPs eran cuantitativamente más obesas, y además presentaban mayores niveles de colesterol y triglicéridos», ha explicado Arrebola.
Entre los contaminantes estudiados se encuentra uno derivado de un pesticida utilizado en los años ochenta y actualmente empleados para combatir el paludismo y la malaria, junto a un insecticida usado en el pasad en medicamentos contra piojos y sarna y para algunos cultivos.
Estos contaminantes, junto a otros que se usan en equipos industriales, se han asociado con los índices de obesidad y de colesterol y triglicéridos.
El estudio ha apuntado además que aunque el uso de estos productos está «muy restringido en la actualidad», el 100 % de los participantes en la investigación presentaron niveles detectables de uno o más de estos compuestos, con una afección a la salud.
Arrebola ha apuntado además que existen evidencias de que la exposición a estos contaminantes podría favorecer el crecimiento y proliferación de células de grasa.

 

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Relacionan los niveles de contaminantes en el cuerpo con el grado de obesidad

74859 Un estudio desarrollado por científicos españoles relaciona los niveles de contaminantes que una persona acumula en el cuerpo con su grado de obesidad y concluye que estos individuos presentan además mayores niveles de colesterol y triglicéridos.El estudio científico, en el que han participado investigadores de la Universidad de Granada y de los hospitales universitarios granadinos, ha corroborado que existe una relación entre los niveles de ciertos contaminantes ambientales que una persona acumula en su cuerpo y su grado de obesidad.La investigación, que ha publicado la prestigiosa revista Environmental Pollution, ha analizado los niveles de contaminantes acumulados en la grasa de cerca de 300 hombres y mujeres, pacientes que han sido intervenidos en los servicios de cirugía de los dos hospitales granadinos.El estudio ha analizado sustancias conocidas como contaminantes orgánicos persistentes (COPs), que tienen la particularidad de que pueden permanecer en el medioambiente durante años, incluso décadas, sin degradarse.»Los seres humanos estamos expuestos a COPs principalmente a través de la dieta. Se acumulan progresivamente en la grasa corporal, por lo que los niveles medidos en nuestro trabajo nos dan una idea de la exposición acumulada de una persona a lo largo de varios años», ha explicado el autor principal del artículo, Juan Pedro Arrebola.Con modelos estadísticos complejos, los científicos han comprobado que los niveles acumulados de estos contaminantes se asocian con la obesidad y con los niveles séricos de colesterol y triglicéridos de las personas, independientemente del sexo, edad, lugar de residencia o al hábito al tabaco de los participantes.»En general, encontramos que las personas con mayores niveles de COPs eran cuantitativamente más obesas, y además presentaban mayores niveles de colesterol y triglicéridos», ha explicado Arrebola.Entre los contaminantes estudiados se encuentra uno derivado de un pesticida utilizado en los años ochenta y actualmente empleados para combatir el paludismo y la malaria, junto a un insecticida usado en el pasad en medicamentos contra piojos y sarna y para algunos cultivos.Estos contaminantes, junto a otros que se usan en equipos industriales, se han asociado con los índices de obesidad y de colesterol y triglicéridos.El estudio ha apuntado además que aunque el uso de estos productos está «muy restringido en la actualidad», el 100 % de los participantes en la investigación presentaron niveles detectables de uno o más de estos compuestos, con una afección a la salud.Arrebola ha apuntado además que existen evidencias de que la exposición a estos contaminantes podría favorecer el crecimiento y proliferación de células de grasa. EFE
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El proyecto MEMOLA de la UGR y la Universidad de Córdoba organizan un Seminario sobre sistemas de garantía en la producción ecológica en la localidad alpujarreña de Cáñar

Sábado 15 de noviembre, impartido por el agroecólogo, facilitador en procesos de SPG y canales cortos, César Eduardo de la Cruz

La Universidad de Córdoba, la Universidad de Granada y la empresa Arqueoandalusí Arqueología y Patrimonio S.L., dentro del marco del proyecto MEMOLA, han organizado un seminario gratuito sobre certificación ecológica y sistemas participativos de garantía que se realizará el sábado 15 de noviembre, a las 11:30 horas en Cáñar (Granada). Dicho seminario será impartido por el agroecólogo, facilitador en procesos de SPG y canales cortos, César Eduardo de la Cruz.

El proyecto europeo MEMOLA, coordinado por la Universidad de Granada, lleva trabajando con la Comunidad de Regantes de Cáñar desde febrero de este año. El equipo del profesor Elías Fereres Castiel, catedrático de la ETS de Ingenieros Agrónomos de la Universidad de Córdoba, está realizando un estudio de las condiciones edafológicas y agroclimáticas de este territorio, para determinar qué productos serían más rentables y adecuados cultivar en función las condiciones del terreno. En esta línea de trabajo, y especialmente debido al interés por parte de los miembros de dicha Comunidad, se ha organizado el Seminario sobre Sistemas de Garantía en la Producción Ecológica, al que están invitados a participar todos los agricultores y ganaderos de la Comarca de la Alpujarra.

La producción ecológica requiere sistemas de certificación o de garantía de calidad. Estos sistemas de garantía pueden proceder de cualquier certificación por tercera parte o por los sistemas participativos de garantía (SPG).

SPG se concentra en los sistemas de garantía de calidad que certifican los productores basados en la participación activa de las partes interesadas y se construyen sobre una base de confianza, las redes sociales y el intercambio de conocimientos (IFOAM).

En este seminario los temas que se tratarán serán:

  • Aspectos generales de certificación ecológica: una certificación por tercera parte.
  • Certificación de grupos en América Latina y en España.
  • Sistemas Participativos de Garantía. Qué son, y experiencias en Andalucía.

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Para más información acerca del Seminario pueden contactar con: Margarita García Vila. Universidad de Córdoba. Correo elec:g82gavim@uco.es.

Contacto: Proyecto MEMOLA. Tlf: 958 249774 y 645011680.

Más información: http://memolaproject.eu


Aportan nuevos datos sobre los jardines químicos, cuya formación es un misterio para la ciencia

74819 Una investigación en la que ha participado el Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Granada ha arrojado nuevos datos sobre los jardines químicos, unas misteriosas formaciones que se producen al añadir ciertas sales en estado sólido a una disolución acuosa de silicato sódico. 

Los jardines químicos confinados se forman por autoensamblaje de precipitados minerales generados durante ciertas reacciones químicas y producen formas coloreadas que parecen estructuras vegetales. El primer investigador que los observó fue Johann Rudolf Glauber en 1646 y desde entonces su formación ha supuesto un verdadero misterio para la comunidad científica.

Además de su popularidad gracias a experimentos de química destinados al gran público, los jardines químicos confinados presentan analogías con diversos sistemas naturales, como los canales de hielo formados bajo la banquisa o las chimeneas hidrotermales situadas en el fondo de los océanos, donde se cree que pudo originarse la vida terrestre.

Sus procesos de crecimiento están siendo hoy estudiados de manera fundamental para, por ejemplo, fabricar nuevos materiales auto-organizados o comprender su papel en el origen de la vida, gracias a la energía que pueden almacenar.

Para producir un jardín químico en laboratorio, se coloca típicamente una sal metálica en una solución alcalina contenida en un recipiente. De ese modo, se aprecian unas estructuras tubulares irregulares y multicolores que crecen debido a la acción combinada de distintos procesos físicos (presión osmótica, efectos de gravedad, reacciones y difusión).

El hecho de que esos distintos procesos interactúen de modo complejo y no controlado provoca la irregularidad y la falta de reproductibilidad de las formas obtenidas en tres dimensiones, lo cual impide una comprensión detallada de los mecanismos de crecimiento de dichas estructuras.

En ese contexto, investigadores de la Unidad de Química Física no Lineal de la Universidad Libre de Bruselas y del Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Granada han demostrado que es posible obtener una importante colección de estructuras reproducibles haciendo crecer los jardines químicos en un entorno confinado casi bidimensional, inyectando un reactivo en otro entre dos placas horizontales.

El confinamiento horizontal del reactor reduce los efectos de la gravedad mientras que la inyección de un reactivo en otro reduce los efectos de presión osmótica. Además, el dominio de las concentraciones iniciales de los reactivos y del caudal de inyección permite estudiar la importancia relativa de los procesos químicos y del transporte en la selección de la forma del precipitado.

Publicado en la revista PNAS, este estudio ha permitido obtener de modo reproducible y controlado una gran variedad de motivos, como flores, filamentos o espirales, posibilitando así una mejor comprensión de los mecanismos que producen su formación.

De este modo, los autores han explotado métodos estándar de análisis de motivos bidimensionales con el fin de elucidar el mecanismo de crecimiento de las espirales con ayuda de un modelo geométrico elemental.

Estos resultados proporcionan una nueva metodología de análisis de crecimiento en situación de no equilibrio, destinada a un mejor control de propiedades físico-químicas de materiales sólidos autoensamblados.

La Universidad de Granada es pionera en la investigación de jardines químicos confinados, un dato que corrobora el hecho de que en el Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra haya varios investigadores trabajando en ellos.

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Granada Hoy

Portada: Caminos paralelos

Pág. 15: El rector lanza un duro ataque contra las universidades privadas

La UGR, entre las 250 mejores en productividad científica

En marcha una campaña contra la violencia de género entre universitarios

Investigadores y empresas estrechan lazos en el PTS

Pág. 16: Gemelos unidos hasta en la defensa de la tesis doctoral

Aportan datos sobre los jardines químicos, un misterio para la Ciencia

Pág. 21: Máster de patrimonio musical

Pág. 23: El Cine Club Universitario con el director Wong Kar-Wai

Págs. 52-53: Paseo entre momias

Descarga por URL: http://sl.ugr.es/0746

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“Itinerarios americanistas en Granada”, ciclo en la UGR

Con todas las plazas ya cubiertas, el viernes, 14 de noviembre, se llevará a cabo el primer itinerario titulado “El paisaje mestizo. Intercambio de plantas entre España y América”

Con todas las plazas ya cubiertas, el viernes, 14 de noviembre de 2014, se llevará a cabo el primer paseo del ciclo “Itinerarios americanistas en Granada” que, con el título “El paisaje mestizo. Intercambio de plantas entre España y América”, coordinan Manuel Casares Porcel y José Tito Rojo.

El ciclo ha sido organizado por el Seminario de Estudios Latinoamericanos de la UGR, en colaboración con el Jardín Botánico y la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios.

Toda la información en: http://sl.ugr.es/073O


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“Chungking express”, en el ciclo “Maestros del cine contemporáneo (V): Wong Kar-Wai”

Se proyecta el viernes, 14 de noviembre de 2014, en el Salón de Actos de la ETS de Ingeniería de Edificación, a las 21 horas

La película “Chungking express” (1994) se proyecta el viernes, 14 de noviembre de 2014, dentro del ciclo “Maestros del cine contemporáneo (V): Wong Kar-Wai,”, organizado por el Cineclub universitario que dirige Juan de Dios Salas, del Centro de Cultura Contemporánea del Vicerrectorado de Extensión Universitaria y Deporte de la UGR.

Las nueve proyecciones de las películas del director chino Wong Kar-Wai con que cuenta este ciclo se presentan en versión original, con subtítulos en español, en el Aula Magna de la Facultad de Ciencias y en el Salón de Actos de la ETS de Ingeniería de Edificación (en esta última sala: “Chungking express”, “Ángeles caídos”, y “Happy together”), los martes y viernes de noviembre y diciembre de 2014, a las 21 horas.

Programa 4 de noviembre, martes

  • “Cuando pasen las lágrimas” (1988). Día del Cineclub.

7 de noviembre, viernes

  • “Días salvajes” (1991).

11 de noviembre, martes

  • “Las cenizas del tiempo” (1994/2008).

14 de noviembre, viernes

  • “Chungking express” (1994).

18 de noviembre, martes

  • “Ángeles caídos” (1995).

21 de noviembre, viernes

  • “Happy together” (1997).

25 de noviembre, martes

  • “Deseando amar” (2000). Día del Cineclub.

28 de noviembre, viernes

  • “2046” (2004).

2 de diciembre, martes

  • “My Blueberry” (2007).

5 de diciembre, viernes

  • “Eros” (2004).

Más información: http://sl.ugr.es/06ZU


Una investigación aporta nuevos datos sobre los jardines químicos, cuya formación es un misterio para la Ciencia

Se trata de formaciones que parecen estructuras vegetales, y que se producen al añadir ciertas sales en estado sólido (sulfato de cobre, cloruro de cobalto) a una disolución acuosa de silicato sódico

En el trabajo, publicado en PNAS, participan científicos de la Universidad Libre de Bruselas y del Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Granada

Una investigación en la que ha participado el Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Granada ha arrojado nuevos datos sobre los jardines químicos, unas misteriosas formaciones que se producen al añadir ciertas sales en estado sólido (sulfato de cobre, cloruro de cobalto) a una disolución acuosa de silicato sódico.

Los jardines químicos confinados se forman por autoensamblaje de precipitados minerales generados durante ciertas reacciones químicas, y producen formas coloreadas que parecen estructuras vegetales. El primer investigador que los observó fue Johann Rudolf Glauber en el año 1646, y desde entonces su formación ha supuesto un verdadero misterio para la comunidad científica.

Además de su popularidad gracias a experimentos de química destinados al gran público, los jardines químicos confinados presentan analogías con diversos sistemas naturales, como los canales de hielo formados bajo la banquisa o las chimeneas hidrotermales situadas en el fondo de los océanos, donde se cree que pudo originarse la vida terrestre.

Sus procesos de crecimiento están siendo hoy estudiados de manera fundamental para, por ejemplo, fabricar nuevos materiales auto-organizados o comprender su papel en el origen de la vida, gracias a la energía que pueden almacenar.

Para producir un jardín químico en laboratorio, se coloca típicamente una sal metálica en una solución alcalina contenida en un recipiente. De ese modo, se aprecian unas estructuras tubulares irregulares y multicolores que crecen debido a la acción combinada de distintos procesos físicos (presión osmótica, efectos de gravedad, reacciones y difusión).

El hecho de que esos distintos procesos interactúen de modo complejo y no controlado provoca la irregularidad y la falta de reproductibilidad de las formas obtenidas en tres dimensiones, lo cual impide una comprensión detallada de los mecanismos de crecimiento de dichas estructuras.

Un entorno confinado casi bidimensional

En ese contexto, investigadores de la Unidad de Química Física no Lineal de la Universidad Libre de Bruselas y del Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Granada han demostrado que es posible obtener una importante colección de estructuras reproducibles haciendo crecer los jardines químicos en un entorno confinado casi bidimensional, inyectando un reactivo en otro entre dos placas horizontales.

El confinamiento horizontal del reactor reduce los efectos de la gravedad mientras que la inyección de un reactivo en otro reduce los efectos de presión osmótica. Además, el dominio de las concentraciones iniciales de los reactivos y del caudal de inyección permite estudiar la importancia relativa de los procesos químicos y del transporte en la selección de la forma del precipitado.

Publicado en la revista PNAS, este estudio ha permitido obtener de modo reproducible y controlado una gran variedad de motivos, como flores, filamentos o espirales, posibilitando así una mejor comprensión de los mecanismos que producen su formación.

De este modo, los autores han explotado métodos estándar de análisis de motivos bidimensionales con el fin de elucidar el mecanismo de crecimiento de las espirales con ayuda de un modelo geométrico elemental.

Estos resultados proporcionan una nueva metodología de análisis de crecimiento en situación de no equilibrio, destinada a un mejor control de propiedades físico-químicas de materiales sólidos autoensamblados.

La Universidad de Granada es pionera en la investigación de jardines químicos confinados, un dato que corrobora el hecho de que en el Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra haya varios investigadores trabajando en ellos.

Referencia bibliográfica:
Physical Sciences – Applied Physical Sciences:
Florence Haudin, Julyan H. E. Cartwright, Fabian Brau, and A. De Wit
Spiral precipitation patterns in confined chemical gardens
PNAS 2014; published ahead of print November 10, 2014, doi:10.1073/pnas.1409552111 

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Contacto:
Julyan Cartwright 
Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra (IACT) (CSIC- Universidad de Granada)
Correo electrónico: julyan.cartwright@csic.es


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Nueva campaña para promover la prevención de la violencia de género entre el alumnado universitario

Nueva acción para favorecer la reflexión sobre la Igualdad

Se sortearán dos entradas para el concierto de “Los Hermanos Dalton” entre las personas que suban fotos a la página de facebook del Centro Juvenil de Orientación para la Salud (LGECP)-Punto Forma Joven de la UGR

El Centro Juvenil de Orientación para la Salud (LGECP)-Punto Forma Joven de la UGR desarrolla, en el marco de la iniciativa “Ser universitaria no te protege” para promover la prevención de la violencia de género entre el alumnado universitario, una nueva acción para favorecer la reflexión sobre la Igualdad de género entre la población universitaria.

La acción consiste en subir “una foto a nuestra página de Facebook que enseñe lo que tú haces para promover la igualdad entre hombres y mujeres. ¡Sed creativos/as!”

La foto con más “me gusta” recibirá las dos entradas para ver a “Los Hermanos Dalton” en directo con su nuevo disco “Revolución” el viernes 21 de noviembre en la Sala Planta Baja de Granada.

El último día para subir una foto es el 16 de noviembre. La votación termina el 18. Se debes incluir un subtítulo que explique la foto.

. Liga Granadina de la Educación y la Cultura Popular- Liga Española. C/ Hornillo de Cartuja, 6,1º A. Telf: 958282064. Correo elec: gabos@ugr.es

Horario: lunes, martes, jueves y viernes de 10:00 a 14:00 horas. Miércoles de 17:00 a 20:00 horas.

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