Células madre obtenidas de rodilla pueden regenerar cartílagos

Científicos de las universidades de Granada y Jaén han demostrado por primera vez que las células madre obtenidas de la rodilla de pacientes con osteoartritis son capaces de regenerar el cartílago dañado.

La osteoartritis es una enfermedad frecuente en las personas de mediana edad que provoca la pérdida del cartílago que recubre las superficies articulares y cuya función es proteger y amortiguar el contacto de los huesos.

Una posible manera de ayudar a estos pacientes, afirman los investigadores, sería recuperar ese tejido mediante la terapia celular, es decir con la implantación de células regeneradoras de cartílago, según ha informado la Universidad de Granada en un comunicado.

Los investigadores andaluces, coordinados por el profesor Juan Antonio Marchal Corrales y a través de un proyecto de excelencia, llevan a cabo la investigación con células madre para reparar el cartílago dañado en pacientes con osteoartritis.

Para ello, los científicos, en colaboración con el Hospital Clínico Universitario de Granada y el Banco Sectorial de Tejidos de Málaga, han aislado las células madre de la grasa localizada en la articulación de la rodilla de pacientes sometidos a intervención quirúrgica para la implantación de prótesis de rodilla.

Del mismo paciente también se obtuvo una muestra de cartílago, del cual se aislaron los condrocitos (células de cartílago).

Las células madre adultas tienen la capacidad de diferenciarse en células de cartílago, hueso y músculo y, con el uso de esta capacidad, los investigadores consiguieron la conversión de las células madre hacia condrocitos.

La técnica usada consistió en la apertura de poros en las células madre y su exposición al extracto celular realizado con los condrocitos de las rodillas afectadas.

Para regenerar un tejido son necesarias las células que lo conforman, pero éstas no se pueden distribuir con un orden aleatorio, sino que se disponen con una determinada forma, que no es plana, sino en 3D.

Por tanto, los investigadores fueron más allá y cultivaron estas células diferenciadas en soportes 3D, llamados «andamios», con el fin de actuar de soporte para el mantenimiento y la formación de tejido cartilaginoso.

El crecimiento de estas células diferenciadas en los soportes supone «un gran avance», según sus promotores, ya que con la incorporación de las células se espera un incremento de la integración de dichos soportes en el tejido del paciente.

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Un estudio concluye que el sexismo benévolo trasmitido de madres a hijas limita a los logros académicos y laborales

Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de La Rioja y Granada concluye que el comportamiento sexista benévolo que se transmite de madres a hijas, sumado a la asunción por parte de las jóvenes de ese sexismo, limita su rendimiento académico y sus aspiraciones laborales perpetuando, de este modo, las desigualdades de género.
Pilar Montañés, doctora en Psicología y profesora de la Universidad de La Rioja, es coautora de este estudio, que formó parte de su tesis doctoral, y ha sido publicado en Sex Roles con el título ‘Transmisión intergeneracional del sexismo benévolo de madres a hijas y su relación con el desempeño académico y las aspiraciones futuras de las hijas’.
El trabajo de campo se realizó con unos cuestionarios diseñados específicamente para este análisis sobre una muestra de 164 jóvenes de diferentes escuelas de Granada y sus madres, con diferentes orígenes, zonas rurales y ciudades, y niveles socioeconómicos.
El rango de edad de las adolescentes estuvo comprendido entre 11 y 18 años y la edad media de las madres fue de 43, de las cuales el 95 por ciento eran de nacionalidad española; respecto al nivel de educación un 5,6 por ciento no tenían estudios frente a un 18,6 por ciento que contaban con estudios universitarios (un 32,3 por ciento había completado la educación primaria y un 43,5 por ciento educación secundaria); y en relación a su estatus el 56 por ciento estaban empleadas con trabajo remunerado.
TRANSMISION DEL SEXISMO BENEVOLO
Junto con el sexismo tradicional y de naturaleza claramente hostil, en la sociedad coexiste el denominado «benévolo», más sutil, que considera a las mujeres de forma estereotipada y limitadas a ciertos roles. Este se refleja en comportamientos considerados socialmente «buenos», en el sentido de idealización de las mujeres con características tradicionales, aunque no dejan de ser sexistas.
El estudio se ha centrado en el ámbito familiar, uno de los contextos en los que esta ideología se transmite, en la relación entre madre e hija y en la posible trasmisión de la ideología sexista de unas a otras.
Los resultados obtenidos sugieren que el sexismo benévolo está directamente relacionado con el nivel de educación de las madres, por lo que a mayor nivel de estudios menos sexistas benévolas son. Además, su sexismo predice el de las jóvenes, de forma que cuanto mayor es el sexismo de la madre mayor es el de la hija.
Por otra parte, el sexismo benévolo de las adolescentes repercute en una menor fijación de objetivos académicos o laborales (por ejemplo, ir a la universidad) y muestran en cambio más objetivos o aspiraciones tradicionales como resultar atractivas para los hombres o casarse. Al mismo tiempo estas aspiraciones tienen un carácter prescriptivo y se reflejan en su rendimiento y las notas académicas, que son peores en la medida en que esas aspiraciones son más bajas.
Estas conclusiones parecen apuntar a que la intervención para la reducción del sexismo podría ser altamente efectiva, de forma que la intervención con una persona (ej.: madre) podría alcanzar y beneficiar a otra (ej.: hija).
Los investigadores de la Universidad de La Rioja y la Universidad de Granada continúan estudiando el papel del sexismo benévolo en diferentes líneas, por un lado, relacionándolo entre hombres y mujeres (también adolescentes) y sus preferencias por parejas sexistas o no sexistas; y por otro lado, indagan en el desarrollo de este sexismo a lo largo de la adolescencia.
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Un estudio concluye que el sexismo benévolo trasmitido de madres a hijas limita a los logros académicos y laborales

Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de La Rioja y Granada concluye que el comportamiento sexista benévolo que se transmite de madres a hijas, sumado a la asunción por parte de las jóvenes de ese sexismo, limita su rendimiento académico y sus aspiraciones laborales perpetuando, de este modo, las desigualdades de género.
Pilar Montañés, doctora en Psicología y profesora de la Universidad de La Rioja, es coautora de este estudio, que formó parte de su tesis doctoral, y ha sido publicado en Sex Roles con el título ‘Transmisión intergeneracional del sexismo benévolo de madres a hijas y su relación con el desempeño académico y las aspiraciones futuras de las hijas’.
El trabajo de campo se realizó con unos cuestionarios diseñados específicamente para este análisis sobre una muestra de 164 jóvenes de diferentes escuelas de Granada y sus madres, con diferentes orígenes, zonas rurales y ciudades, y niveles socioeconómicos.
El rango de edad de las adolescentes estuvo comprendido entre 11 y 18 años y la edad media de las madres fue de 43, de las cuales el 95 por ciento eran de nacionalidad española; respecto al nivel de educación un 5,6 por ciento no tenían estudios frente a un 18,6 por ciento que contaban con estudios universitarios (un 32,3 por ciento había completado la educación primaria y un 43,5 por ciento educación secundaria); y en relación a su estatus el 56 por ciento estaban empleadas con trabajo remunerado.
TRANSMISION DEL SEXISMO BENEVOLO
Junto con el sexismo tradicional y de naturaleza claramente hostil, en la sociedad coexiste el denominado «benévolo», más sutil, que considera a las mujeres de forma estereotipada y limitadas a ciertos roles. Este se refleja en comportamientos considerados socialmente «buenos», en el sentido de idealización de las mujeres con características tradicionales, aunque no dejan de ser sexistas.
El estudio se ha centrado en el ámbito familiar, uno de los contextos en los que esta ideología se transmite, en la relación entre madre e hija y en la posible trasmisión de la ideología sexista de unas a otras.
Los resultados obtenidos sugieren que el sexismo benévolo está directamente relacionado con el nivel de educación de las madres, por lo que a mayor nivel de estudios menos sexistas benévolas son. Además, su sexismo predice el de las jóvenes, de forma que cuanto mayor es el sexismo de la madre mayor es el de la hija.
Por otra parte, el sexismo benévolo de las adolescentes repercute en una menor fijación de objetivos académicos o laborales (por ejemplo, ir a la universidad) y muestran en cambio más objetivos o aspiraciones tradicionales como resultar atractivas para los hombres o casarse. Al mismo tiempo estas aspiraciones tienen un carácter prescriptivo y se reflejan en su rendimiento y las notas académicas, que son peores en la medida en que esas aspiraciones son más bajas.
Estas conclusiones parecen apuntar a que la intervención para la reducción del sexismo podría ser altamente efectiva, de forma que la intervención con una persona (ej.: madre) podría alcanzar y beneficiar a otra (ej.: hija).
Los investigadores de la Universidad de La Rioja y la Universidad de Granada continúan estudiando el papel del sexismo benévolo en diferentes líneas, por un lado, relacionándolo entre hombres y mujeres (también adolescentes) y sus preferencias por parejas sexistas o no sexistas; y por otro lado, indagan en el desarrollo de este sexismo a lo largo de la adolescencia.
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Un estudio concluye que el sexismo benévolo trasmitido de madres a hijas limita a los logros académicos y laborales

Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de La Rioja y Granada concluye que el comportamiento sexista benévolo que se transmite de madres a hijas, sumado a la asunción por parte de las jóvenes de ese sexismo, limita su rendimiento académico y sus aspiraciones laborales perpetuando, de este modo, las desigualdades de género.
Pilar Montañés, doctora en Psicología y profesora de la Universidad de La Rioja, es coautora de este estudio, que formó parte de su tesis doctoral, y ha sido publicado en Sex Roles con el título ‘Transmisión intergeneracional del sexismo benévolo de madres a hijas y su relación con el desempeño académico y las aspiraciones futuras de las hijas’.
El trabajo de campo se realizó con unos cuestionarios diseñados específicamente para este análisis sobre una muestra de 164 jóvenes de diferentes escuelas de Granada y sus madres, con diferentes orígenes, zonas rurales y ciudades, y niveles socioeconómicos.
El rango de edad de las adolescentes estuvo comprendido entre 11 y 18 años y la edad media de las madres fue de 43, de las cuales el 95 por ciento eran de nacionalidad española; respecto al nivel de educación un 5,6 por ciento no tenían estudios frente a un 18,6 por ciento que contaban con estudios universitarios (un 32,3 por ciento había completado la educación primaria y un 43,5 por ciento educación secundaria); y en relación a su estatus el 56 por ciento estaban empleadas con trabajo remunerado.
TRANSMISION DEL SEXISMO BENEVOLO
Junto con el sexismo tradicional y de naturaleza claramente hostil, en la sociedad coexiste el denominado «benévolo», más sutil, que considera a las mujeres de forma estereotipada y limitadas a ciertos roles. Este se refleja en comportamientos considerados socialmente «buenos», en el sentido de idealización de las mujeres con características tradicionales, aunque no dejan de ser sexistas.
El estudio se ha centrado en el ámbito familiar, uno de los contextos en los que esta ideología se transmite, en la relación entre madre e hija y en la posible trasmisión de la ideología sexista de unas a otras.
Los resultados obtenidos sugieren que el sexismo benévolo está directamente relacionado con el nivel de educación de las madres, por lo que a mayor nivel de estudios menos sexistas benévolas son. Además, su sexismo predice el de las jóvenes, de forma que cuanto mayor es el sexismo de la madre mayor es el de la hija.
Por otra parte, el sexismo benévolo de las adolescentes repercute en una menor fijación de objetivos académicos o laborales (por ejemplo, ir a la universidad) y muestran en cambio más objetivos o aspiraciones tradicionales como resultar atractivas para los hombres o casarse. Al mismo tiempo estas aspiraciones tienen un carácter prescriptivo y se reflejan en su rendimiento y las notas académicas, que son peores en la medida en que esas aspiraciones son más bajas.
Estas conclusiones parecen apuntar a que la intervención para la reducción del sexismo podría ser altamente efectiva, de forma que la intervención con una persona (ej.: madre) podría alcanzar y beneficiar a otra (ej.: hija).
Los investigadores de la Universidad de La Rioja y la Universidad de Granada continúan estudiando el papel del sexismo benévolo en diferentes líneas, por un lado, relacionándolo entre hombres y mujeres (también adolescentes) y sus preferencias por parejas sexistas o no sexistas; y por otro lado, indagan en el desarrollo de este sexismo a lo largo de la adolescencia.
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Un estudio concluye que el sexismo benévolo trasmitido de madres a hijas limita a los logros académicos y laborales

Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de La Rioja y Granada concluye que el comportamiento sexista benévolo que se transmite de madres a hijas, sumado a la asunción por parte de las jóvenes de ese sexismo, limita su rendimiento académico y sus aspiraciones laborales perpetuando, de este modo, las desigualdades de género.
Pilar Montañés, doctora en Psicología y profesora de la Universidad de La Rioja, es coautora de este estudio, que formó parte de su tesis doctoral, y ha sido publicado en Sex Roles con el título ‘Transmisión intergeneracional del sexismo benévolo de madres a hijas y su relación con el desempeño académico y las aspiraciones futuras de las hijas’.
El trabajo de campo se realizó con unos cuestionarios diseñados específicamente para este análisis sobre una muestra de 164 jóvenes de diferentes escuelas de Granada y sus madres, con diferentes orígenes, zonas rurales y ciudades, y niveles socioeconómicos.
El rango de edad de las adolescentes estuvo comprendido entre 11 y 18 años y la edad media de las madres fue de 43, de las cuales el 95 por ciento eran de nacionalidad española; respecto al nivel de educación un 5,6 por ciento no tenían estudios frente a un 18,6 por ciento que contaban con estudios universitarios (un 32,3 por ciento había completado la educación primaria y un 43,5 por ciento educación secundaria); y en relación a su estatus el 56 por ciento estaban empleadas con trabajo remunerado.
TRANSMISION DEL SEXISMO BENEVOLO
Junto con el sexismo tradicional y de naturaleza claramente hostil, en la sociedad coexiste el denominado «benévolo», más sutil, que considera a las mujeres de forma estereotipada y limitadas a ciertos roles. Este se refleja en comportamientos considerados socialmente «buenos», en el sentido de idealización de las mujeres con características tradicionales, aunque no dejan de ser sexistas.
El estudio se ha centrado en el ámbito familiar, uno de los contextos en los que esta ideología se transmite, en la relación entre madre e hija y en la posible trasmisión de la ideología sexista de unas a otras.
Los resultados obtenidos sugieren que el sexismo benévolo está directamente relacionado con el nivel de educación de las madres, por lo que a mayor nivel de estudios menos sexistas benévolas son. Además, su sexismo predice el de las jóvenes, de forma que cuanto mayor es el sexismo de la madre mayor es el de la hija.
Por otra parte, el sexismo benévolo de las adolescentes repercute en una menor fijación de objetivos académicos o laborales (por ejemplo, ir a la universidad) y muestran en cambio más objetivos o aspiraciones tradicionales como resultar atractivas para los hombres o casarse. Al mismo tiempo estas aspiraciones tienen un carácter prescriptivo y se reflejan en su rendimiento y las notas académicas, que son peores en la medida en que esas aspiraciones son más bajas.
Estas conclusiones parecen apuntar a que la intervención para la reducción del sexismo podría ser altamente efectiva, de forma que la intervención con una persona (ej.: madre) podría alcanzar y beneficiar a otra (ej.: hija).
Los investigadores de la Universidad de La Rioja y la Universidad de Granada continúan estudiando el papel del sexismo benévolo en diferentes líneas, por un lado, relacionándolo entre hombres y mujeres (también adolescentes) y sus preferencias por parejas sexistas o no sexistas; y por otro lado, indagan en el desarrollo de este sexismo a lo largo de la adolescencia.
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Células madre obtenidas de la rodilla de pacientes con osteoartritis pueden regenerar el cartílago dañado

Científicos de las universidades de Granada y Jaén, pertenecientes al grupo de investigación ‘Terapias avanzadas: diferenciación, regeneración y cáncer (CTS-963)’, han demostrado por primera vez que extractos celulares obtenidos a partir de muestras de cartílago de pacientes con osteoartritis promueven la diferenciación de células madre obtenidas de grasa de la articulación de la rodilla del propio paciente hacia condrocitos (células de cartílago).
La osteoartritis es una enfermedad frecuente en las personas de mediana edad, que provoca la pérdida del cartílago que recubre las superficies articulares y cuya función es proteger y amortiguar el contacto de los huesos. Una posible manera de ayudar a estos pacientes, según afirman ahora estos investigadores en un comunicado, sería recuperar ese tejido mediante la terapia celular, es decir, mediante la implantación de células regeneradoras de cartílago.
Los investigadores andaluces, coordinados por el profesor Juan Antonio Marchal Corrales, miembro del Instituto de Biopatología y Biomedicina Regenerativa (IBIMER) de la Universidad de Granada a través del proyecto de excelencia ‘Biomer Condrostem 3D’, llevan a cabo la investigación con células madre para reparar el cartílago dañado en pacientes con osteoartritis.
Para ello, los científicos, en colaboración con el Hospital Clínico Universitario de Granada y el Banco Sectorial de Tejidos de Málaga, han aislado las células madre de la grasa localizada en la articulación de la rodilla de pacientes sometidos a intervención quirúrgica para la implantación de prótesis de rodilla. A su vez, del mismo paciente también se obtuvo una muestra de cartílago, del cual se aislaron los condrocitos (células de cartílago).
Las células madre adultas tienen la capacidad de diferenciarse en células de cartílago, hueso y músculo. Utilizando esta capacidad, los investigadores consiguieron la conversión de las células madre hacia condrocitos basándose en el proceso de la transdiferenciación, según el cual una célula madre genera células en otro camino que no corresponde a la ruta de diferenciación celular de origen. La técnica usada consistió en la apertura de poros en las células madre y su exposición al extracto celular realizado con los condrocitos de las rodillas afectadas.
Para regenerar un tejido son necesarias las células que lo conforman, pero éstas no se pueden distribuir con un orden aleatorio, sino que se disponen con una determinada forma, que no es plana, sino en 3D. Por tanto, los investigadores fueron más allá y cultivaron estas células diferenciadas en soportes 3D, llamados ‘andamios’, con el fin de actuar de soporte para el mantenimiento y la formación de tejido cartilaginoso.
Dichos soportes están hechos de materiales biodegradables y actualmente son comercializados para su implantación en lesiones del cartílago de la rodilla. El crecimiento de estas células diferenciadas en los soportes supone un gran avance, ya que con la incorporación de las células se espera un incremento de la integración de dichos soportes en el tejido del paciente.
La gran ventaja del método consiste en que se trataría de un implante o transplante autólogo, ya que se trabaja con las células del propio paciente tomadas de su propia grasa, se expanden en cultivo, se diferencian y se vuelven a inocular en las articulaciones del mismo paciente, sin posibilidades de rechazo.
Este trabajo ha sido publicado recientemente en la prestigiosa revista ‘Osteoarthritis and Cartilage’, número uno a nivel mundial en el campo de la Ortopedia y la Traumatología.
El estudio ha sido realizado ‘in vitro’ y, por tanto, el siguiente paso será comprobar la capacidad de regeneración «in vivo», en animales grandes como cabras, ovejas o caballos, requisito indispensable para poder realizar los primeros ensayos con pacientes.
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Células madre obtenidas de la rodilla de pacientes con osteoartritis pueden regenerar el cartílago dañado

Científicos de las universidades de Granada y Jaén, pertenecientes al grupo de investigación ‘Terapias avanzadas: diferenciación, regeneración y cáncer (CTS-963)’, han demostrado por primera vez que extractos celulares obtenidos a partir de muestras de cartílago de pacientes con osteoartritis promueven la diferenciación de células madre obtenidas de grasa de la articulación de la rodilla del propio paciente hacia condrocitos (células de cartílago).
La osteoartritis es una enfermedad frecuente en las personas de mediana edad, que provoca la pérdida del cartílago que recubre las superficies articulares y cuya función es proteger y amortiguar el contacto de los huesos. Una posible manera de ayudar a estos pacientes, según afirman ahora estos investigadores en un comunicado, sería recuperar ese tejido mediante la terapia celular, es decir, mediante la implantación de células regeneradoras de cartílago.
Los investigadores andaluces, coordinados por el profesor Juan Antonio Marchal Corrales, miembro del Instituto de Biopatología y Biomedicina Regenerativa (IBIMER) de la Universidad de Granada a través del proyecto de excelencia ‘Biomer Condrostem 3D’, llevan a cabo la investigación con células madre para reparar el cartílago dañado en pacientes con osteoartritis.
Para ello, los científicos, en colaboración con el Hospital Clínico Universitario de Granada y el Banco Sectorial de Tejidos de Málaga, han aislado las células madre de la grasa localizada en la articulación de la rodilla de pacientes sometidos a intervención quirúrgica para la implantación de prótesis de rodilla. A su vez, del mismo paciente también se obtuvo una muestra de cartílago, del cual se aislaron los condrocitos (células de cartílago).
Las células madre adultas tienen la capacidad de diferenciarse en células de cartílago, hueso y músculo. Utilizando esta capacidad, los investigadores consiguieron la conversión de las células madre hacia condrocitos basándose en el proceso de la transdiferenciación, según el cual una célula madre genera células en otro camino que no corresponde a la ruta de diferenciación celular de origen. La técnica usada consistió en la apertura de poros en las células madre y su exposición al extracto celular realizado con los condrocitos de las rodillas afectadas.
Para regenerar un tejido son necesarias las células que lo conforman, pero éstas no se pueden distribuir con un orden aleatorio, sino que se disponen con una determinada forma, que no es plana, sino en 3D. Por tanto, los investigadores fueron más allá y cultivaron estas células diferenciadas en soportes 3D, llamados ‘andamios’, con el fin de actuar de soporte para el mantenimiento y la formación de tejido cartilaginoso.
Dichos soportes están hechos de materiales biodegradables y actualmente son comercializados para su implantación en lesiones del cartílago de la rodilla. El crecimiento de estas células diferenciadas en los soportes supone un gran avance, ya que con la incorporación de las células se espera un incremento de la integración de dichos soportes en el tejido del paciente.
La gran ventaja del método consiste en que se trataría de un implante o transplante autólogo, ya que se trabaja con las células del propio paciente tomadas de su propia grasa, se expanden en cultivo, se diferencian y se vuelven a inocular en las articulaciones del mismo paciente, sin posibilidades de rechazo.
Este trabajo ha sido publicado recientemente en la prestigiosa revista ‘Osteoarthritis and Cartilage’, número uno a nivel mundial en el campo de la Ortopedia y la Traumatología.
El estudio ha sido realizado ‘in vitro’ y, por tanto, el siguiente paso será comprobar la capacidad de regeneración «in vivo», en animales grandes como cabras, ovejas o caballos, requisito indispensable para poder realizar los primeros ensayos con pacientes.
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Científicos andaluces demuestran cómo regenerar cartílagos con células madre

Científicos de las universidades de Granada y Jaén han demostrado por primera vez que las células madre obtenidas de la rodilla de pacientes con osteoartritis son capaces de regenerar el cartílago dañado.

La osteoartritis es una enfermedad frecuente en las personas de mediana edad que provoca la pérdida del cartílago que recubre las superficies articulares y cuya función es proteger y amortiguar el contacto de los huesos.

Una posible manera de ayudar a estos pacientes, afirman los investigadores, sería recuperar ese tejido mediante la terapia celular, es decir con la implantación de células regeneradoras de cartílago, según ha informado la Universidad de Granada en un comunicado.

Los investigadores andaluces, coordinados por el profesor Juan Antonio Marchal Corrales y a través de un proyecto de excelencia, llevan a cabo la investigación con células madre para reparar el cartílago dañado en pacientes con osteoartritis.

Para ello, los científicos, en colaboración con el Hospital Clínico Universitario de Granada y el Banco Sectorial de Tejidos de Málaga, han aislado las células madre de la grasa localizada en la articulación de la rodilla de pacientes sometidos a intervención quirúrgica para la implantación de prótesis de rodilla.

Del mismo paciente también se obtuvo una muestra de cartílago, del cual se aislaron los condrocitos (células de cartílago).

Las células madre adultas tienen la capacidad de diferenciarse en células de cartílago, hueso y músculo y, con el uso de esta capacidad, los investigadores consiguieron la conversión de las células madre hacia condrocitos.

La técnica usada consistió en la apertura de poros en las células madre y su exposición al extracto celular realizado con los condrocitos de las rodillas afectadas.

Para regenerar un tejido son necesarias las células que lo conforman, pero éstas no se pueden distribuir con un orden aleatorio, sino que se disponen con una determinada forma, que no es plana, sino en 3D.

Por tanto, los investigadores fueron más allá y cultivaron estas células diferenciadas en soportes 3D, llamados «andamios», con el fin de actuar de soporte para el mantenimiento y la formación de tejido cartilaginoso.

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Científicos andaluces demuestran cómo regenerar cartílagos con células madre

Científicos de las universidades de Granada y Jaén han demostrado por primera vez que las células madre obtenidas de la rodilla de pacientes con osteoartritis son capaces de regenerar el cartílago dañado.

La osteoartritis es una enfermedad frecuente en las personas de mediana edad que provoca la pérdida del cartílago que recubre las superficies articulares y cuya función es proteger y amortiguar el contacto de los huesos.

Una posible manera de ayudar a estos pacientes, afirman los investigadores, sería recuperar ese tejido mediante la terapia celular, es decir con la implantación de células regeneradoras de cartílago, según ha informado la Universidad de Granada en un comunicado.

Los investigadores andaluces, coordinados por el profesor Juan Antonio Marchal Corrales y a través de un proyecto de excelencia, llevan a cabo la investigación con células madre para reparar el cartílago dañado en pacientes con osteoartritis.

Para ello, los científicos, en colaboración con el Hospital Clínico Universitario de Granada y el Banco Sectorial de Tejidos de Málaga, han aislado las células madre de la grasa localizada en la articulación de la rodilla de pacientes sometidos a intervención quirúrgica para la implantación de prótesis de rodilla.

Del mismo paciente también se obtuvo una muestra de cartílago, del cual se aislaron los condrocitos (células de cartílago).

Las células madre adultas tienen la capacidad de diferenciarse en células de cartílago, hueso y músculo y, con el uso de esta capacidad, los investigadores consiguieron la conversión de las células madre hacia condrocitos.

La técnica usada consistió en la apertura de poros en las células madre y su exposición al extracto celular realizado con los condrocitos de las rodillas afectadas.

Para regenerar un tejido son necesarias las células que lo conforman, pero éstas no se pueden distribuir con un orden aleatorio, sino que se disponen con una determinada forma, que no es plana, sino en 3D.

Por tanto, los investigadores fueron más allá y cultivaron estas células diferenciadas en soportes 3D, llamados «andamios», con el fin de actuar de soporte para el mantenimiento y la formación de tejido cartilaginoso.

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Científicos de las universidades de Granada y Jaén demuestran que células madre obtenidas de la rodilla de pacientes con osteoartritis pueden regenerar cartílago dañado

Científicos de las universidades de Granada y Jaén, pertenecientes al grupo de investigación ‘Terapias avanzadas: diferenciación, regeneración y cáncer (CTS-963)’, han demostrado por primera vez que extractos celulares obtenidos a partir de muestras de cartílago de pacientes con osteoartritis promueven la diferenciación de células madre obtenidas de grasa de la articulación de la rodilla del propio paciente hacia condrocitos (células de cartílago).

La osteoartritis es una enfermedad frecuente en las personas de mediana edad, que provoca la pérdida del cartílago que recubre las superficies articulares y cuya función es proteger y amortiguar el contacto de los huesos. Una posible manera de ayudar a estos pacientes, según afirman ahora estos investigadores en un comunicado, sería recuperar ese tejido mediante la terapia celular, es decir, mediante la implantación de células regeneradoras de cartílago.

Los investigadores andaluces, coordinados por el profesor Juan Antonio Marchal Corrales, miembro del Instituto de Biopatología y Biomedicina Regenerativa (IBIMER) de la Universidad de Granada a través del proyecto de excelencia ‘Biomer Condrostem 3D’, llevan a cabo la investigación con células madre para reparar el cartílago dañado en pacientes con osteoartritis.

Para ello, los científicos, en colaboración con el Hospital Clínico Universitario de Granada y el Banco Sectorial de Tejidos de Málaga, han aislado las células madre de la grasa localizada en la articulación de la rodilla de pacientes sometidos a intervención quirúrgica para la implantación de prótesis de rodilla. A su vez, del mismo paciente también se obtuvo una muestra de cartílago, del cual se aislaron los condrocitos (células de cartílago).

Las células madre adultas tienen la capacidad de diferenciarse en células de cartílago, hueso y músculo. Utilizando esta capacidad, los investigadores consiguieron la conversión de las células madre hacia condrocitos basándose en el proceso de la transdiferenciación, según el cual una célula madre genera células en otro camino que no corresponde a la ruta de diferenciación celular de origen. La técnica usada consistió en la apertura de poros en las células madre y su exposición al extracto celular realizado con los condrocitos de las rodillas afectadas.

EN 3D

Para regenerar un tejido son necesarias las células que lo conforman, pero éstas no se pueden distribuir con un orden aleatorio, sino que se disponen con una determinada forma, que no es plana, sino en 3D. Por tanto, los investigadores fueron más allá y cultivaron estas células diferenciadas en soportes 3D, llamados ‘andamios’, con el fin de actuar de soporte para el mantenimiento y la formación de tejido cartilaginoso.

Dichos soportes están hechos de materiales biodegradables y actualmente son comercializados para su implantación en lesiones del cartílago de la rodilla. El crecimiento de estas células diferenciadas en los soportes supone un gran avance, ya que con la incorporación de las células se espera un incremento de la integración de dichos soportes en el tejido del paciente.

SE EVITA EL RECHAZO

La gran ventaja del método consiste en que se trataría de un implante o transplante autólogo, ya que se trabaja con las células del propio paciente tomadas de su propia grasa, se expanden en cultivo, se diferencian y se vuelven a inocular en las articulaciones del mismo paciente, sin posibilidades de rechazo.

Este trabajo ha sido publicado recientemente en la prestigiosa revista ‘Osteoarthritis and Cartilage’, número uno a nivel mundial en el campo de la Ortopedia y la Traumatología.

El estudio ha sido realizado ‘in vitro’ y, por tanto, el siguiente paso será comprobar la capacidad de regeneración «in vivo», en animales grandes como cabras, ovejas o caballos, requisito indispensable para poder realizar los primeros ensayos con pacientes.

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Científicos de las universidades de Granada y Jaén demuestran que células madre obtenidas de la rodilla de pacientes con osteoartritis pueden regenerar cartílago dañado

Científicos de las universidades de Granada y Jaén, pertenecientes al grupo de investigación ‘Terapias avanzadas: diferenciación, regeneración y cáncer (CTS-963)’, han demostrado por primera vez que extractos celulares obtenidos a partir de muestras de cartílago de pacientes con osteoartritis promueven la diferenciación de células madre obtenidas de grasa de la articulación de la rodilla del propio paciente hacia condrocitos (células de cartílago).

La osteoartritis es una enfermedad frecuente en las personas de mediana edad, que provoca la pérdida del cartílago que recubre las superficies articulares y cuya función es proteger y amortiguar el contacto de los huesos. Una posible manera de ayudar a estos pacientes, según afirman ahora estos investigadores en un comunicado, sería recuperar ese tejido mediante la terapia celular, es decir, mediante la implantación de células regeneradoras de cartílago.

Los investigadores andaluces, coordinados por el profesor Juan Antonio Marchal Corrales, miembro del Instituto de Biopatología y Biomedicina Regenerativa (IBIMER) de la Universidad de Granada a través del proyecto de excelencia ‘Biomer Condrostem 3D’, llevan a cabo la investigación con células madre para reparar el cartílago dañado en pacientes con osteoartritis.

Para ello, los científicos, en colaboración con el Hospital Clínico Universitario de Granada y el Banco Sectorial de Tejidos de Málaga, han aislado las células madre de la grasa localizada en la articulación de la rodilla de pacientes sometidos a intervención quirúrgica para la implantación de prótesis de rodilla. A su vez, del mismo paciente también se obtuvo una muestra de cartílago, del cual se aislaron los condrocitos (células de cartílago).

Las células madre adultas tienen la capacidad de diferenciarse en células de cartílago, hueso y músculo. Utilizando esta capacidad, los investigadores consiguieron la conversión de las células madre hacia condrocitos basándose en el proceso de la transdiferenciación, según el cual una célula madre genera células en otro camino que no corresponde a la ruta de diferenciación celular de origen. La técnica usada consistió en la apertura de poros en las células madre y su exposición al extracto celular realizado con los condrocitos de las rodillas afectadas.

EN 3D

Para regenerar un tejido son necesarias las células que lo conforman, pero éstas no se pueden distribuir con un orden aleatorio, sino que se disponen con una determinada forma, que no es plana, sino en 3D. Por tanto, los investigadores fueron más allá y cultivaron estas células diferenciadas en soportes 3D, llamados ‘andamios’, con el fin de actuar de soporte para el mantenimiento y la formación de tejido cartilaginoso.

Dichos soportes están hechos de materiales biodegradables y actualmente son comercializados para su implantación en lesiones del cartílago de la rodilla. El crecimiento de estas células diferenciadas en los soportes supone un gran avance, ya que con la incorporación de las células se espera un incremento de la integración de dichos soportes en el tejido del paciente.

SE EVITA EL RECHAZO

La gran ventaja del método consiste en que se trataría de un implante o transplante autólogo, ya que se trabaja con las células del propio paciente tomadas de su propia grasa, se expanden en cultivo, se diferencian y se vuelven a inocular en las articulaciones del mismo paciente, sin posibilidades de rechazo.

Este trabajo ha sido publicado recientemente en la prestigiosa revista ‘Osteoarthritis and Cartilage’, número uno a nivel mundial en el campo de la Ortopedia y la Traumatología.

El estudio ha sido realizado ‘in vitro’ y, por tanto, el siguiente paso será comprobar la capacidad de regeneración «in vivo», en animales grandes como cabras, ovejas o caballos, requisito indispensable para poder realizar los primeros ensayos con pacientes.

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Las células madre de la rodilla de pacientes con osteoartritis son capaces de regenerar el cartílago danado

Científicos de las universidades de Granada y Jaén han demostrado por primera vez que extractos celulares obtenidos a partir de muestras de cartílago de pacientes con osteoartritis promueven la diferenciación de células madre extraídas de grasa de la articulación de la rodilla del propio afectado hacia condrocitos (células de cartílago).

Según informó la Universidad de Granada (UGR), la osteoartritis es una enfermedad frecuente en las personas de mediana edad, que provoca la pérdida del cartílago que recubre las superficies articulares y cuya función es proteger y amortiguar el contacto de los huesos.

Una posible manera de ayudar a estos pacientes, afirman los investigadores, sería recuperar ese tejido mediante la terapia celular, es decir, a través de la implantación de células regeneradoras de cartílago.

Los científicos andaluces llevan a cabo la investigación con células madre para reparar el cartílago dañado en pacientes con osteoartritis.

Para ello, en colaboración con el Hospital Clínico Universitario de Granada y el Banco Sectorial de Tejidos de Málaga, han aislado las células madre de la grasa localizada en la articulación de la rodilla de pacientes sometidos a intervención quirúrgica para la implantación de prótesis de rodilla. A su vez, del mismo paciente también se obtuvo una muestra de cartílago, del cual se aislaron los condrocitos (células de éste).

Las células madre adultas tienen la capacidad de diferenciarse en células de cartílago, hueso y músculo. Utilizando esta capacidad, los investigadores consiguieron la conversión de las células madre hacia condrocitos basándose en el proceso de la transdiferenciación, según el cual una célula madre genera células en otro camino que no corresponde a la ruta de diferenciación celular de origen.

La técnica usada consistió en la apertura de poros en las células madre y su exposición al extracto celular realizado con los condrocitos de las rodillas afectadas.

Para regenerar un tejido son necesarias las células que lo conforman, pero éstas no se pueden distribuir con un orden aleatorio: se disponen con una determinada forma, que no es plana, sino en 3D.

Por tanto, los investigadores fueron más allá y cultivaron estas células diferenciadas en soportes 3D, llamados ‘andamios’, con el fin de actuar de soporte para el mantenimiento y la formación de tejido cartilaginoso.

Este trabajo, que ha sido publicado en la revista ‘Osteoarthritis and Cartilage’, ha sido realizado ‘in vitro’, por lo que el siguiente paso será comprobar la capacidad de regeneración ‘in vivo’ en animales grandes como cabras, ovejas o caballos, requisito indispensable para poder realizar los primeros ensayos con pacientes.

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