El Universidad de Granada cierra tres fichajes para su primera plantilla

El conjunto del Universidad de Granada ha presentado a los tres jugadores que acaban de comprometerse con el plantel de División de Honor B. Después de realizar toda la pretemporada con el cuadro arlequinado, José Ramón Torres, Ángel Lasala y Jean-Marc Tabi han convencido al cuerpo técnico para permanecer en la disciplina del primer equipo.
Torres, apodado ‘Pelu’ por sus compañeros, regresa al equipo en el que se formó después de un año en el club inglés de Brighton Blues, que milita en una liga regional de los alrededores de Londres. El medio melé granadino, de 23 años, asegura que «estoy preparado para hacer una buena temporada, sobre todo a nivel físico. Tenía bastantes ganas de volver al Universidad de Granada porque llevo aquí desde pequeño». Otro que regresa al club arlequinado es Lasala, que a sus 29 años llevaba dos inactivo en lo deportivo. El jugador granadino, que además de ser apertura también puede ocupar la posición de medio melé, afirma que «estoy muy ilusionado por ayudar al equipo en lo que pueda. Somos un recién ascendido pero intentaremos asegurar la permanencia».
Por su parte, Tabi es un centro camerunés que ha aterrizado en la ciudad por motivos laborales y que procede de otro conjunto de División de Honor B, el Liceo Francés de Madrid. El jugador comenta que «en Madrid decían que el nivel del Universidad era inferior, pero he visto gente joven con ganas y un nivel técnico individual interesante, por lo que tenemos una base sobre la que construir un buen proyecto esta temporada».
Estreno ante CAU Valencia
Con estos tres jugadores, la plantilla entrenada por Manolo Conde se refuerza de cara a su estreno liguero, que será el próximo domingo en Fuentenueva (12 horas) ante CAU Valencia.
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La belleza de la acusada influye en la percepción de su culpabilidad

Una investigación de la Universidad de Granada, basada en encuestas a la policía, indica que en delitos de violencia de género en los que la mujer mata a su maltratador, si la acusada se presenta como atractiva se le atribuye mayor responsabilidad en el crimen.

Desde la psicología social se ha observado que en diferentes ámbitos, como el laboral, académico e incluso en el judicial, el atractivo físico de una persona influye en cómo es percibida por los demás. De alguna manera se produce una asociación mental de que ‘lo bello es bueno’. Sin embargo, en cuestiones de violencia de género los resultados son diferentes.

«Uno de las conclusiones más interesantes de la investigación fue que, al presentar como atractiva a la acusada de matar a su maltratador, los participantes le atribuyeron mayor responsabilidad en los hechos y, al contrario, si se la definía como ‘no atractiva’, este índice disminuyó», declaran a SINC Antonio Herrera, Inmaculada Valor-Segura y Francisca Expósito, autores del estudio que publica la revista The European Journal of Psychology Applied to Legal Context.

Para realizar el estudio, se redactaron dos tipos de historias ‘ficticias’ sobre un proceso judicial en el que la protagonista era una mujer acusada de matar a su marido y que había declarado en su defensa haber sufrido una larga historia de maltrato y que, por tanto, cuando lo mató actuó en defensa propia. En una de las historias la descripción de la mujer encajaba con el estereotipo de maltratada y en la otra no.

«De esta manera, teníamos a la mitad de los policías que leían un relato en el que la acusada era una mujer joven, maltrecha, deteriorada físicamente y de aspecto frágil, con hijos y económicamente dependiente de su pareja. Y la otra mitad leyó la historia de una mujer sin hijos, asesora financiera, casada durante 10 años y que durante el proceso judicial se presenta bien vestida, decidida y calmada en su interacción con el juez y los abogados», explican los autores.

Los investigadores pidieron a los participantes que adoptaran el papel de jurado y que contestaran a una serie de preguntas relacionadas con la credibilidad, responsabilidad y control de la situación que les había generado la mujer que se describía. También le preguntaron sobre su ideología sexista.

El prototipo de mujer maltratada

Los autores señalan que una de las variables que ha ejercido mayor efecto en la valoración de la criminalidad es si la mujer encaja o no con el estereotipo de mujer maltratada, lo que se denomina prototipicidad.

«Los resultados mostraron que cuando se presentaba a los participantes a una mujer maltratada no prototípica, es decir, que no encaja con la idea que la sociedad tiene de este tipo de mujeres, se le atribuía un mayor control de la situación, lo cual, en términos legales, se puede traducir en una mayor culpabilidad», aseguran.

La otra variable que relacionaron con la valoración que el ‘jurado’ hacía del caso es el sexismo de los participantes. En este sentido, los que tenían mayores puntuaciones en sexismo hostil –denominado también sexismo tradicional o machismo– eran los que mayor control de la situación otorgaban a la acusada.

«Este trabajo, pese a las posibles limitaciones que pueda presentar, nos pone en alerta sobre la necesidad de aumentar la formación en cuestiones de género para todos los agentes jurídicos y de seguridad. Su trabajo es fundamental en el proceso y pueden estar condicionados por variables ajenas, como el atractivo físico o la creencias estereotípicas sobre la violencia de género», concluyen los autores.

La muestra empleada en la encuesta fueron 169 policías pertenecientes a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. La mayoría eran varones –153 hombres y 16 mujeres– procedentes de diversas ciudades españolas.

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La belleza de la acusada influye en la percepción de su culpabilidad

Una investigación de la Universidad de Granada, basada en encuestas a la policía, indica que en delitos de violencia de género en los que la mujer mata a su maltratador, si la acusada se presenta como atractiva se le atribuye mayor responsabilidad en el crimen.

Desde la psicología social se ha observado que en diferentes ámbitos, como el laboral, académico e incluso en el judicial, el atractivo físico de una persona influye en cómo es percibida por los demás. De alguna manera se produce una asociación mental de que ‘lo bello es bueno’. Sin embargo, en cuestiones de violencia de género los resultados son diferentes.

«Uno de las conclusiones más interesantes de la investigación fue que, al presentar como atractiva a la acusada de matar a su maltratador, los participantes le atribuyeron mayor responsabilidad en los hechos y, al contrario, si se la definía como ‘no atractiva’, este índice disminuyó», declaran a SINC Antonio Herrera, Inmaculada Valor-Segura y Francisca Expósito, autores del estudio que publica la revista The European Journal of Psychology Applied to Legal Context.

Para realizar el estudio, se redactaron dos tipos de historias ‘ficticias’ sobre un proceso judicial en el que la protagonista era una mujer acusada de matar a su marido y que había declarado en su defensa haber sufrido una larga historia de maltrato y que, por tanto, cuando lo mató actuó en defensa propia. En una de las historias la descripción de la mujer encajaba con el estereotipo de maltratada y en la otra no.

«De esta manera, teníamos a la mitad de los policías que leían un relato en el que la acusada era una mujer joven, maltrecha, deteriorada físicamente y de aspecto frágil, con hijos y económicamente dependiente de su pareja. Y la otra mitad leyó la historia de una mujer sin hijos, asesora financiera, casada durante 10 años y que durante el proceso judicial se presenta bien vestida, decidida y calmada en su interacción con el juez y los abogados», explican los autores.

Los investigadores pidieron a los participantes que adoptaran el papel de jurado y que contestaran a una serie de preguntas relacionadas con la credibilidad, responsabilidad y control de la situación que les había generado la mujer que se describía. También le preguntaron sobre su ideología sexista.

El prototipo de mujer maltratada

Los autores señalan que una de las variables que ha ejercido mayor efecto en la valoración de la criminalidad es si la mujer encaja o no con el estereotipo de mujer maltratada, lo que se denomina prototipicidad.

«Los resultados mostraron que cuando se presentaba a los participantes a una mujer maltratada no prototípica, es decir, que no encaja con la idea que la sociedad tiene de este tipo de mujeres, se le atribuía un mayor control de la situación, lo cual, en términos legales, se puede traducir en una mayor culpabilidad», aseguran.

La otra variable que relacionaron con la valoración que el ‘jurado’ hacía del caso es el sexismo de los participantes. En este sentido, los que tenían mayores puntuaciones en sexismo hostil –denominado también sexismo tradicional o machismo– eran los que mayor control de la situación otorgaban a la acusada.

«Este trabajo, pese a las posibles limitaciones que pueda presentar, nos pone en alerta sobre la necesidad de aumentar la formación en cuestiones de género para todos los agentes jurídicos y de seguridad. Su trabajo es fundamental en el proceso y pueden estar condicionados por variables ajenas, como el atractivo físico o la creencias estereotípicas sobre la violencia de género», concluyen los autores.

La muestra empleada en la encuesta fueron 169 policías pertenecientes a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. La mayoría eran varones –153 hombres y 16 mujeres– procedentes de diversas ciudades españolas.

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La belleza de la acusada influye en la percepción de su culpabilidad

Una investigación de la Universidad de Granada, basada en encuestas a la policía, indica que en delitos de violencia de género en los que la mujer mata a su maltratador, si la acusada se presenta como atractiva se le atribuye mayor responsabilidad en el crimen.

Desde la psicología social se ha observado que en diferentes ámbitos, como el laboral, académico e incluso en el judicial, el atractivo físico de una persona influye en cómo es percibida por los demás. De alguna manera se produce una asociación mental de que ‘lo bello es bueno’. Sin embargo, en cuestiones de violencia de género los resultados son diferentes.

«Uno de las conclusiones más interesantes de la investigación fue que, al presentar como atractiva a la acusada de matar a su maltratador, los participantes le atribuyeron mayor responsabilidad en los hechos y, al contrario, si se la definía como ‘no atractiva’, este índice disminuyó», declaran a SINC Antonio Herrera, Inmaculada Valor-Segura y Francisca Expósito, autores del estudio que publica la revista The European Journal of Psychology Applied to Legal Context.

Para realizar el estudio, se redactaron dos tipos de historias ‘ficticias’ sobre un proceso judicial en el que la protagonista era una mujer acusada de matar a su marido y que había declarado en su defensa haber sufrido una larga historia de maltrato y que, por tanto, cuando lo mató actuó en defensa propia. En una de las historias la descripción de la mujer encajaba con el estereotipo de maltratada y en la otra no.

«De esta manera, teníamos a la mitad de los policías que leían un relato en el que la acusada era una mujer joven, maltrecha, deteriorada físicamente y de aspecto frágil, con hijos y económicamente dependiente de su pareja. Y la otra mitad leyó la historia de una mujer sin hijos, asesora financiera, casada durante 10 años y que durante el proceso judicial se presenta bien vestida, decidida y calmada en su interacción con el juez y los abogados», explican los autores.

Los investigadores pidieron a los participantes que adoptaran el papel de jurado y que contestaran a una serie de preguntas relacionadas con la credibilidad, responsabilidad y control de la situación que les había generado la mujer que se describía. También le preguntaron sobre su ideología sexista.

El prototipo de mujer maltratada

Los autores señalan que una de las variables que ha ejercido mayor efecto en la valoración de la criminalidad es si la mujer encaja o no con el estereotipo de mujer maltratada, lo que se denomina prototipicidad.

«Los resultados mostraron que cuando se presentaba a los participantes a una mujer maltratada no prototípica, es decir, que no encaja con la idea que la sociedad tiene de este tipo de mujeres, se le atribuía un mayor control de la situación, lo cual, en términos legales, se puede traducir en una mayor culpabilidad», aseguran.

La otra variable que relacionaron con la valoración que el ‘jurado’ hacía del caso es el sexismo de los participantes. En este sentido, los que tenían mayores puntuaciones en sexismo hostil –denominado también sexismo tradicional o machismo– eran los que mayor control de la situación otorgaban a la acusada.

«Este trabajo, pese a las posibles limitaciones que pueda presentar, nos pone en alerta sobre la necesidad de aumentar la formación en cuestiones de género para todos los agentes jurídicos y de seguridad. Su trabajo es fundamental en el proceso y pueden estar condicionados por variables ajenas, como el atractivo físico o la creencias estereotípicas sobre la violencia de género», concluyen los autores.

La muestra empleada en la encuesta fueron 169 policías pertenecientes a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. La mayoría eran varones –153 hombres y 16 mujeres– procedentes de diversas ciudades españolas.

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El rector admite que la Universiada está en peligro pero aún se puede salvar

El presidente de la FISU llega hoy a Granada con el proyecto más que nunca en el aire · El alcalde dice que la intención es «sacarla adelante» pese a los problemas económicos · La Junta, dispuesta a ayudar

El rector de la Universidad de Granada, Francisco González Lodeiro, no puede ser más claro. Según confirmó ayer ante los medios de comunicación, la celebración en Granada de la Universiada en 2015 está «en peligro» real. Una situación de la que también son conscientes el resto de instituciones implicadas y en primer lugar la FISU (Federación Internacional de Deporte Universitario). Por eso hoy y mañana -como adelantó este periódico-, el presidente de la entidad, Claude-Louis Galleen, visitará Granada para obtener un compromiso claro y decidir sobre su realización.

González Lodeiro se mostró ayer seriamente «preocupado porque es un hecho importante para Granada, para la Sierra, y no tenemos los recursos», dijo. Por eso, en la cena que mantendrá con el presidente de la FISU «estudiaremos la situación y veremos qué hacer, si hay que rebajar alguna actividad porque está claro que tendrá que haber restricciones porque no se puede mantener el proyecto inicial».

Así, según explicó el rector, la parte de la infraestructura en Sierra Nevada «está terminada» por parte de Cetursa; el proyecto de la Ragua para las competiciones de esquí de fondo y biathlón está pendiente de la aprobación de Medio Ambiente de la Junta «pero no supone una inversión muy alta y podrá asumirla la Diputación de Granada e incluso la de Almería» porque hay zona compartida entre las provincias; y lo que «más preocupa» es la zona para el desarrollo de los deportes de hielo, que implicaba la construcción de un pabellón en la capital, proyecto que está descartado.

Por último, Lodeiro dijo que aunque el Consejo Superior de Deportes haya dicho que tratará igual a todas las competiciones deportivas previstas, no supone financiación y tampoco se puede asegurar. Sobre la reunión con el presidente de la FISU y la situación de la Universiada también habló ayer el alcalde de la ciudad, José Torres Hurtado, quien se entrevistará también con Galleen estos días al igual que el presidente del a Diputación y la delegada de la Junta de Andalucía. Según explicó el alcalde, el lunes hubo una reunión del Consejo de la Universiada y «estuvimos viendo la situación». «La intención es de seguir adelante pero evidentemente estamos teniendo muchas dificultades la Universidad, el Ayuntamiento, la Diputación y la Junta, que tiene que decidir desde su ámbito de competencia medioambiental si en la Ragua se puede hacer lo necesario para hacer la Universiada o no. Pero la intención es sacarlo adelante».

Por su parte, la delegada del Gobierno de la Junta en Granada, María José Sánchez, estuvo ayer hablando del proyecto en una reunión con empresarios donde la Junta se mostró dispuesta a ayudar al resto de administraciones con trámites o modificaciones de proyecto para que se pueda hacer.

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El rector admite que la Universiada está en peligro pero aún se puede salvar

El presidente de la FISU llega hoy a Granada con el proyecto más que nunca en el aire · El alcalde dice que la intención es «sacarla adelante» pese a los problemas económicos · La Junta, dispuesta a ayudar

El rector de la Universidad de Granada, Francisco González Lodeiro, no puede ser más claro. Según confirmó ayer ante los medios de comunicación, la celebración en Granada de la Universiada en 2015 está «en peligro» real. Una situación de la que también son conscientes el resto de instituciones implicadas y en primer lugar la FISU (Federación Internacional de Deporte Universitario). Por eso hoy y mañana -como adelantó este periódico-, el presidente de la entidad, Claude-Louis Galleen, visitará Granada para obtener un compromiso claro y decidir sobre su realización.

González Lodeiro se mostró ayer seriamente «preocupado porque es un hecho importante para Granada, para la Sierra, y no tenemos los recursos», dijo. Por eso, en la cena que mantendrá con el presidente de la FISU «estudiaremos la situación y veremos qué hacer, si hay que rebajar alguna actividad porque está claro que tendrá que haber restricciones porque no se puede mantener el proyecto inicial».

Así, según explicó el rector, la parte de la infraestructura en Sierra Nevada «está terminada» por parte de Cetursa; el proyecto de la Ragua para las competiciones de esquí de fondo y biathlón está pendiente de la aprobación de Medio Ambiente de la Junta «pero no supone una inversión muy alta y podrá asumirla la Diputación de Granada e incluso la de Almería» porque hay zona compartida entre las provincias; y lo que «más preocupa» es la zona para el desarrollo de los deportes de hielo, que implicaba la construcción de un pabellón en la capital, proyecto que está descartado.

Por último, Lodeiro dijo que aunque el Consejo Superior de Deportes haya dicho que tratará igual a todas las competiciones deportivas previstas, no supone financiación y tampoco se puede asegurar. Sobre la reunión con el presidente de la FISU y la situación de la Universiada también habló ayer el alcalde de la ciudad, José Torres Hurtado, quien se entrevistará también con Galleen estos días al igual que el presidente del a Diputación y la delegada de la Junta de Andalucía. Según explicó el alcalde, el lunes hubo una reunión del Consejo de la Universiada y «estuvimos viendo la situación». «La intención es de seguir adelante pero evidentemente estamos teniendo muchas dificultades la Universidad, el Ayuntamiento, la Diputación y la Junta, que tiene que decidir desde su ámbito de competencia medioambiental si en la Ragua se puede hacer lo necesario para hacer la Universiada o no. Pero la intención es sacarlo adelante».

Por su parte, la delegada del Gobierno de la Junta en Granada, María José Sánchez, estuvo ayer hablando del proyecto en una reunión con empresarios donde la Junta se mostró dispuesta a ayudar al resto de administraciones con trámites o modificaciones de proyecto para que se pueda hacer.

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El rector admite que la Universiada está en peligro pero aún se puede salvar

El presidente de la FISU llega hoy a Granada con el proyecto más que nunca en el aire · El alcalde dice que la intención es «sacarla adelante» pese a los problemas económicos · La Junta, dispuesta a ayudar

El rector de la Universidad de Granada, Francisco González Lodeiro, no puede ser más claro. Según confirmó ayer ante los medios de comunicación, la celebración en Granada de la Universiada en 2015 está «en peligro» real. Una situación de la que también son conscientes el resto de instituciones implicadas y en primer lugar la FISU (Federación Internacional de Deporte Universitario). Por eso hoy y mañana -como adelantó este periódico-, el presidente de la entidad, Claude-Louis Galleen, visitará Granada para obtener un compromiso claro y decidir sobre su realización.

González Lodeiro se mostró ayer seriamente «preocupado porque es un hecho importante para Granada, para la Sierra, y no tenemos los recursos», dijo. Por eso, en la cena que mantendrá con el presidente de la FISU «estudiaremos la situación y veremos qué hacer, si hay que rebajar alguna actividad porque está claro que tendrá que haber restricciones porque no se puede mantener el proyecto inicial».

Así, según explicó el rector, la parte de la infraestructura en Sierra Nevada «está terminada» por parte de Cetursa; el proyecto de la Ragua para las competiciones de esquí de fondo y biathlón está pendiente de la aprobación de Medio Ambiente de la Junta «pero no supone una inversión muy alta y podrá asumirla la Diputación de Granada e incluso la de Almería» porque hay zona compartida entre las provincias; y lo que «más preocupa» es la zona para el desarrollo de los deportes de hielo, que implicaba la construcción de un pabellón en la capital, proyecto que está descartado.

Por último, Lodeiro dijo que aunque el Consejo Superior de Deportes haya dicho que tratará igual a todas las competiciones deportivas previstas, no supone financiación y tampoco se puede asegurar. Sobre la reunión con el presidente de la FISU y la situación de la Universiada también habló ayer el alcalde de la ciudad, José Torres Hurtado, quien se entrevistará también con Galleen estos días al igual que el presidente del a Diputación y la delegada de la Junta de Andalucía. Según explicó el alcalde, el lunes hubo una reunión del Consejo de la Universiada y «estuvimos viendo la situación». «La intención es de seguir adelante pero evidentemente estamos teniendo muchas dificultades la Universidad, el Ayuntamiento, la Diputación y la Junta, que tiene que decidir desde su ámbito de competencia medioambiental si en la Ragua se puede hacer lo necesario para hacer la Universiada o no. Pero la intención es sacarlo adelante».

Por su parte, la delegada del Gobierno de la Junta en Granada, María José Sánchez, estuvo ayer hablando del proyecto en una reunión con empresarios donde la Junta se mostró dispuesta a ayudar al resto de administraciones con trámites o modificaciones de proyecto para que se pueda hacer.

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The beauty of the accused unfairly affects perceptions of their culpability

A study from the University of Granada based on police surveys indicates that in domestic violence crimes in which the woman kills her abuser, if she is more attractive she is perceived as guiltier.

From a social psychology point of view, it has been noticed that physical attractiveness has an influence on how people are perceived by others in labour, academic and even legal fields. On the one hand, this creates the mental association of «what is beautiful is good». On the other hand though, when it comes to domestic violence the results are different.

«One of the most interesting conclusions of the study was that when the woman accused of killing her abuser was attractive, participants attached greater culpability, whereas if considered ‘unattractive’, this decreases,» as explained to SINC by Antonio Herrera, Inmaculada Valor-Segura and Francisca Expósito, the authors of the study published in The European Journal of Psychology Applied to Legal Context.

For the purposes of the study, two types of ‘mock’ stories about legal proceedings were invented in which the defendant was a woman accused of killing her husband. Her defence was that she had suffered prolonged domestic violence and thus acted in self-defence when killing him. In one of the stories the description of the woman coincided with the prototypical battered woman but in the other it did not.

«Therefore, half of the participating police officers read the story in which the accused is young, battered, physically deteriorated and fragile. She has children and is financially dependent on her partner. The other half read a story in which the woman is childless, she works as a financial consultant, she has been married for 10 years and during legal proceedings she is well-dressed and resolute and calm in her interactions with the judge and lawyers,» explain the authors.

The researchers asked the participants to take on the role of the jury and answer a series of questions related to their perceptions of credibility, responsibility and situation control generated by the descriptions of the women. They were also asked about their sexist ideology.

The prototype of the battered woman

The authors outline that one of the variables having the greatest effect on the woman’s perceived criminality rating is whether or not she fits the stereotype of the battered woman. This is named prototypicality.

«The results showed that when dealing with a non-prototypical battered woman (in other words, someone who does not conform to society’s idea of such women), they were seen to have more control over the situation, which in legal terms can translate as a higher degree of guilt,» confirm the researchers.

Another variable linked to the ‘jury’s’ judgement on the case was the level of participant’s sexism. In this respect, those who scored higher in their hostile rating (also called traditional sexism or machismo) attached more situational control to the accused.

«Despite its possible limitations, this study warns of the need to increase training related to the handling of domestic violence cases for all law enforcement officers and police. Their work is fundamental in the process and can be conditioned by external variables, such as physical attractiveness or stereotypical beliefs of domestic violence,» conclude the authors.

The sample used in the study comprised 169 police officers from the Spanish State Security Forces. They were taken from different cities in Spain and the majority of participants were men (153 men and 16 women).

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The beauty of the accused unfairly affects perceptions of their culpability

A study from the University of Granada based on police surveys indicates that in domestic violence crimes in which the woman kills her abuser, if she is more attractive she is perceived as guiltier.

From a social psychology point of view, it has been noticed that physical attractiveness has an influence on how people are perceived by others in labour, academic and even legal fields. On the one hand, this creates the mental association of «what is beautiful is good». On the other hand though, when it comes to domestic violence the results are different.

«One of the most interesting conclusions of the study was that when the woman accused of killing her abuser was attractive, participants attached greater culpability, whereas if considered ‘unattractive’, this decreases,» as explained to SINC by Antonio Herrera, Inmaculada Valor-Segura and Francisca Expósito, the authors of the study published in The European Journal of Psychology Applied to Legal Context.

For the purposes of the study, two types of ‘mock’ stories about legal proceedings were invented in which the defendant was a woman accused of killing her husband. Her defence was that she had suffered prolonged domestic violence and thus acted in self-defence when killing him. In one of the stories the description of the woman coincided with the prototypical battered woman but in the other it did not.

«Therefore, half of the participating police officers read the story in which the accused is young, battered, physically deteriorated and fragile. She has children and is financially dependent on her partner. The other half read a story in which the woman is childless, she works as a financial consultant, she has been married for 10 years and during legal proceedings she is well-dressed and resolute and calm in her interactions with the judge and lawyers,» explain the authors.

The researchers asked the participants to take on the role of the jury and answer a series of questions related to their perceptions of credibility, responsibility and situation control generated by the descriptions of the women. They were also asked about their sexist ideology.

The prototype of the battered woman

The authors outline that one of the variables having the greatest effect on the woman’s perceived criminality rating is whether or not she fits the stereotype of the battered woman. This is named prototypicality.

«The results showed that when dealing with a non-prototypical battered woman (in other words, someone who does not conform to society’s idea of such women), they were seen to have more control over the situation, which in legal terms can translate as a higher degree of guilt,» confirm the researchers.

Another variable linked to the ‘jury’s’ judgement on the case was the level of participant’s sexism. In this respect, those who scored higher in their hostile rating (also called traditional sexism or machismo) attached more situational control to the accused.

«Despite its possible limitations, this study warns of the need to increase training related to the handling of domestic violence cases for all law enforcement officers and police. Their work is fundamental in the process and can be conditioned by external variables, such as physical attractiveness or stereotypical beliefs of domestic violence,» conclude the authors.

The sample used in the study comprised 169 police officers from the Spanish State Security Forces. They were taken from different cities in Spain and the majority of participants were men (153 men and 16 women).

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The beauty of the accused unfairly affects perceptions of their culpability

A study from the University of Granada based on police surveys indicates that in domestic violence crimes in which the woman kills her abuser, if she is more attractive she is perceived as guiltier. From a social psychology point of view, it has been noticed that physical attractiveness has an influence on how people are perceived by others in labour, academic and even legal fields. On the one hand, this creates the mental association of «what is beautiful is good». On the other hand though, when it comes to domestic violence the results are different. «One of the most interesting conclusions of the study was that when the woman accused of killing her abuser was attractive, participants attached greater culpability, whereas if considered ‘unattractive’, this decreases,» as explained to SINC by Antonio Herrera, Inmaculada Valor-Segura and Francisca Expósito, the authors of the study published in The European Journal of Psychology Applied to Legal Context. For the purposes of the study, two types of ‘mock’ stories about legal proceedings were invented in which the defendant was a woman accused of killing her husband. Her defence was that she had suffered prolonged domestic violence and thus acted in self-defence when killing him. In one of the stories the description of the woman coincided with the prototypical battered woman but in the other it did not. «Therefore, half of the participating police officers read the story in which the accused is young, battered, physically deteriorated and fragile. She has children and is financially dependent on her partner. The other half read a story in which the woman is childless, she works as a financial consultant, she has been married for 10 years and during legal proceedings she is well-dressed and resolute and calm in her interactions with the judge and lawyers,» explain the authors. The researchers asked the participants to take on the role of the jury and answer a series of questions related to their perceptions of credibility, responsibility and situation control generated by the descriptions of the women. They were also asked about their sexist ideology. Ads by Google Ofertas en Spa’s – Aprovecha las ofertas y relájate con descuentos hasta el 90% – Spas.Offerum.com/ofertas The prototype of the battered woman The authors outline that one of the variables having the greatest effect on the woman’s perceived criminality rating is whether or not she fits the stereotype of the battered woman. This is named prototypicality. «The results showed that when dealing with a non-prototypical battered woman (in other words, someone who does not conform to society’s idea of such women), they were seen to have more control over the situation, which in legal terms can translate as a higher degree of guilt,» confirm the researchers. Another variable linked to the ‘jury’s’ judgement on the case was the level of participant’s sexism. In this respect, those who scored higher in their hostile rating (also called traditional sexism or machismo) attached more situational control to the accused. «Despite its possible limitations, this study warns of the need to increase training related to the handling of domestic violence cases for all law enforcement officers and police. Their work is fundamental in the process and can be conditioned by external variables, such as physical attractiveness or stereotypical beliefs of domestic violence,» conclude the authors. The sample used in the study comprised 169 police officers from the Spanish State Security Forces. They were taken from different cities in Spain and the majority of participants were men (153 men and 16 women).
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The beauty of the accused unfairly affects perceptions of their culpability

A study from the University of Granada based on police surveys indicates that in domestic violence crimes in which the woman kills her abuser, if she is more attractive she is perceived as guiltier. From a social psychology point of view, it has been noticed that physical attractiveness has an influence on how people are perceived by others in labour, academic and even legal fields. On the one hand, this creates the mental association of «what is beautiful is good». On the other hand though, when it comes to domestic violence the results are different. «One of the most interesting conclusions of the study was that when the woman accused of killing her abuser was attractive, participants attached greater culpability, whereas if considered ‘unattractive’, this decreases,» as explained to SINC by Antonio Herrera, Inmaculada Valor-Segura and Francisca Expósito, the authors of the study published in The European Journal of Psychology Applied to Legal Context. For the purposes of the study, two types of ‘mock’ stories about legal proceedings were invented in which the defendant was a woman accused of killing her husband. Her defence was that she had suffered prolonged domestic violence and thus acted in self-defence when killing him. In one of the stories the description of the woman coincided with the prototypical battered woman but in the other it did not. «Therefore, half of the participating police officers read the story in which the accused is young, battered, physically deteriorated and fragile. She has children and is financially dependent on her partner. The other half read a story in which the woman is childless, she works as a financial consultant, she has been married for 10 years and during legal proceedings she is well-dressed and resolute and calm in her interactions with the judge and lawyers,» explain the authors. The researchers asked the participants to take on the role of the jury and answer a series of questions related to their perceptions of credibility, responsibility and situation control generated by the descriptions of the women. They were also asked about their sexist ideology. Ads by Google Ofertas en Spa’s – Aprovecha las ofertas y relájate con descuentos hasta el 90% – Spas.Offerum.com/ofertas The prototype of the battered woman The authors outline that one of the variables having the greatest effect on the woman’s perceived criminality rating is whether or not she fits the stereotype of the battered woman. This is named prototypicality. «The results showed that when dealing with a non-prototypical battered woman (in other words, someone who does not conform to society’s idea of such women), they were seen to have more control over the situation, which in legal terms can translate as a higher degree of guilt,» confirm the researchers. Another variable linked to the ‘jury’s’ judgement on the case was the level of participant’s sexism. In this respect, those who scored higher in their hostile rating (also called traditional sexism or machismo) attached more situational control to the accused. «Despite its possible limitations, this study warns of the need to increase training related to the handling of domestic violence cases for all law enforcement officers and police. Their work is fundamental in the process and can be conditioned by external variables, such as physical attractiveness or stereotypical beliefs of domestic violence,» conclude the authors. The sample used in the study comprised 169 police officers from the Spanish State Security Forces. They were taken from different cities in Spain and the majority of participants were men (153 men and 16 women).
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Beauty of the Accused Unfairly Affects Perceptions of Their Culpability, Spanish Study Finds

A study from the University of Granada based on police surveys indicates that in domestic violence crimes in which the woman kills her abuser, if she is more attractive she is perceived as guiltier.

From a social psychology point of view, it has been noticed that physical attractiveness has an influence on how people are perceived by others in labour, academic and even legal fields. On the one hand, this creates the mental association of «what is beautiful is good.» On the other hand though, when it comes to domestic violence the results are different.
«One of the most interesting conclusions of the study was that when the woman accused of killing her abuser was attractive, participants attached greater culpability, whereas if considered ‘unattractive’, this decreases,» as explained by Antonio Herrera, Inmaculada Valor-Segura and Francisca Expósito, the authors of the study published in ‘The European Journal of Psychology Applied to Legal Context’.
For the purposes of the study, two types of ‘mock’ stories about legal proceedings were invented in which the defendant was a woman accused of killing her husband. Her defence was that she had suffered prolonged domestic violence and thus acted in self-defence when killing him. In one of the stories the description of the woman coincided with the prototypical battered woman but in the other it did not.
«Therefore, half of the participating police officers read the story in which the accused is young, battered, physically deteriorated and fragile. She has children and is financially dependent on her partner. The other half read a story in which the woman is childless, she works as a financial consultant, she has been married for 10 years and during legal proceedings she is well-dressed and resolute and calm in her interactions with the judge and lawyers,» explain the authors.
The researchers asked the participants to take on the role of the jury and answer a series of questions related to their perceptions of credibility, responsibility and situation control generated by the descriptions of the women. They were also asked about their sexist ideology.
The prototype of the battered woman
The authors outline that one of the variables having the greatest effect on the woman’s perceived criminality rating is whether or not she fits the stereotype of the battered woman. This is named prototypicality.
«The results showed that when dealing with a non-prototypical battered woman (in other words, someone who does not conform to society’s idea of such women), they were seen to have more control over the situation, which in legal terms can translate as a higher degree of guilt,» confirm the researchers.
Another variable linked to the ‘jury’s’ judgement on the case was the level of participant’s sexism. In this respect, those who scored higher in their hostile rating (also called traditional sexism or machismo) attached more situational control to the accused.
«Despite its possible limitations, this study warns of the need to increase training related to the handling of domestic violence cases for all law enforcement officers and police. Their work is fundamental in the process and can be conditioned by external variables, such as physical attractiveness or stereotypical beliefs of domestic violence,» conclude the authors.
The sample used in the study comprised 169 police officers from the Spanish State Security Forces. They were taken from different cities in Spain and the majority of participants were men (153 men and 16 women).

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