El objetivo de su estudio será la retirada de dióxido de carbono y óxidos de nitrógeno procedentes de emisiones industriales mediante fotobiorreactores
Investigadores de la Universidad de Cádiz estudian la viabilidad de utilizar diversas especies de microalgas marinas para retirar CO2 y óxidos de nitrógeno procedentes de emisiones industriales. Este trabajo se está realizando en las instalaciones del Centro Andaluz de Ciencia y Tecnología Marinas (CACYTMAR) mediante fotobiorreactores, y tiene como objetivo evaluar la capacidad potencial de captación que poseen distintas microalgas, así como establecer las condiciones óptimas de la inyección de gases en el cultivo. Y es que hay que tener en cuenta que la reducción de las emisiones a la atmósfera de dióxido de carbono y otros gases -con efecto invernadero- es un compromiso de la sociedad actual y por ello; distintas iniciativas se están promoviendo en el ámbito internacional, entre las que se encuentra la utilización de microalgas.
De hecho, desde el grupo de investigación RNM-144 “Oceanografía y contaminación del litoral” de la Universidad de Cádiz, su portavoz, el profesor Jesús Forja, explica que están trabajando a dos escalas diferentes: “la primera de ellas usa fotobiorreactores de laboratorio y permite realizar un screening (criba) de la capacidad de distintas microalgas para captar CO2”, mientras que la segunda se realiza a un mayor nivel, mediante fotobiorreactores tubulares de elevada capacidad, y tiene por objeto “establecer los balances globales de gases y la producción de biomasa en diferentes condiciones de cultivo (inyección de gases, irradiancia y temperatura fundamentalmente)”, como aclaran desde la institución universitaria
La captación mediante microalgas de CO2 presenta como ventajas el escaso tratamiento que requieren las emisiones industriales (filtración), así como el valor añadido de la biomasa que se produce (biodiesel, piensos animales, acuicultura). Por ello, “nuestro objetivo es encontrar microalgas capaces de captar CO2 con rapidez y que permitan utilizar condiciones flexibles para su cultivo”, en palabras de Jesús Forja.
En la actualidad se utilizan las microalgas para una enorme variedad de fines industriales, que van desde la obtención de biomasa para su utilización en alimentación humana y animal, hasta la extracción de productos de interés comercial (pigmentos, ácidos grasos, sustancias bioactivas, polisacáridos, etc.), sin olvidar el biodiesel, que es un sustituto o un aditivo del fuel obtenido a partir de aceites o grasas vegetales como estas especies marinas. De esta forma, cuando hablamos de las microalgas “tenemos que tener presente que hay una gran diversidad y que cada especie tiene unas características concretas que las hacen más o menos susceptible para ser utilizada en la captación de gases industriales”, según indica el profesor de la UCA.
Este grupo de investigación de la Universidad de Cádiz está trabajando inicialmente con las especies Nannochloris atomus, Tetraselmis chuii y Nannochloropsis gaditana. No obstante, se es consciente del número “limitado” de especies “que tenemos a nuestra disposición”, por ello es “importante para nosotros trabajar conjuntamente con el Instituto de Ciencias Marinas de Andalucía (CSIC), ya que poseen una de las colecciones microalgas más importante de Europa, sin pasar por alto, el elevado grado de conocimiento que algunos de sus científicos tienen sobre la fisiología de estos organismos marinos”. El portavoz del grupo de investigación sostiene que “pretendemos analizar el mayor número de microalgas posibles para poder tener en un futuro una base de datos que permita decidir sobre las especies de microalgas más adecuadas en función de la composición de los gases industriales y de las condiciones de cultivo”. Y para ello, trabajan ya en proyectos de investigación de Excelencia de la Junta de Andalucía (en el que participan también el CSIC y la Universidad de Granada) y del Plan Nacional I+D+i.