Pág. 12: Científicos de la UGR crean una plataforma para la toma de decisiones en el ámbito hospitalario
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Un grupo de científicos de la Universidad de Granada desarrolla una investigación para implantar un sistema de información que ayude a la toma de la decisiones en materia de política científica basado en una gestión del conocimiento I+D+I y aplicable a cualquier administración como la hospitalaria.
Se trata del proyecto de excelencia “Modelo para la gestión y explotación de recursos de información en ciencia y tecnología para la evaluación científica”, que está dirigido por el profesor Evaristo Jiménez, según ha informado hoy fuentes de Innova Press de la Junta de Andalucía.
El sistema está orientado a empresas interesadas en la investigación, universidades, centros de investigación o departamentos gubernamentales. Por el momento, los científicos han realizado una prueba piloto que consisten en la implantación de una plataforma aplicada al sistema hospitalario.
“Hemos cogido una muestra de investigadores del ámbito sanitario del Hospital Clínico San Carlos de Madrid y estamos viendo si un sistema, en principio diseñado para la toma de decisiones en el ámbito de la administración general y en las universidades, es transportable a un ámbito sanitario”, señala José Navarrete, miembro del grupo de investigación.
El grupo de científicos que dirige el profesor de la Universidad de Granada (UGR) Evaristo Jiménez desarrolla una investigación para implantar un sistema de información para la ayuda a la toma de la decisión en materia de política científica, basado en una gestión del conocimiento específico del ámbito de la I+D+I, que sea aplicable a cualquier administración.
En una nota, Andalucía Innova indica que se trata del proyecto de excelencia «Modelo para la gestión y explotación de recursos de información en ciencia y tecnología para la evaluación científica», que está incentivado con 100.500 euros por la Consejería de Economía, Innovación y Ciencia de la Junta de Andalucía. El sistema está orientado a empresas interesadas en la investigación, universidades, centros de investigación, departamentos gubernamentales, entre otros.
Por el momento, los científicos han realizado una prueba piloto, consistente en la implantación de una plataforma aplicada al sistema hospitalario. «Hemos cogido una muestra de investigadores del ámbito sanitario del Hospital Clínico San Carlos de Madrid y estamos viendo si un sistema, en principio diseñado para la toma de decisiones en el ámbito de la administración general y en las universidades, es transportable a un ámbito sanitario», aclara José Navarrete, miembro del grupo de investigación.
El modelo desarrollado para el ámbito hospitalario está en fase de prueba y, de momento, han encontrado resultados parciales. Por ejemplo, el equipo ha detectado que debe adecuar las salidas, personalizarlas, aunque los indicadores sean los mismos. También, se ha dado cuenta de la necesidad de adecuar el lenguaje al ámbito sanitario, aunque los contenidos sean los mismos, «ya que el lenguaje universitario es diferente al sanitario», explica Navarrete.
«Queremos ver si lo que hemos creado con carácter genérico es realmente genérico, es decir, intentamos que no haya que partir de cero para cada administración», afirma Navarrete, que añade que «entendemos que al final los indicadores pueden ser diferentes, pero las variables y la materia prima es común a todos, con lo cuál hemos hecho un sistema que podría incluso comunicar a diferentes ámbitos, porque el aplicativo podría ser el mismo».
«La materia prima serían las variables, la producción científica, las publicaciones, patentes, proyectos, entre otros. Al final, esto es común en cualquier ámbito, ya sea universitario, sanitario u otros. Todo está orientado a resultados de investigación de cualquier área. Estamos interesados en cómo comunicar ciencia», concluye.
Así, indica que la característica más llamativa de la plataforma es que se trata de un sistema a tiempo real que procesa y calcula, mediante métodos cualitativos, indicadores, sobre todo, de corte bibliométrico.
La plataforma está orientada al tratamiento de información, para lo que ofrece un cuadro de mandos que tiene como utilidades «facilitar la toma de decisiones, sobre todo de carácter evaluador, como apostar por la promoción interna del personal en base a unos méritos, abrir líneas de investigación, decidir si se incentivan o no determinados proyectos científicos, etc».
El equipo de Jiménez no sólo ha generado los contenidos, sino también el diseño de los cuadros de mando. Además, los científicos se encargan del mantenimiento de la plataforma. «Todo corre a cargo del grupo», afirma José Navarrete, «estamos especializados en métodos cualitativos y cálculos de indicadores, con una base estadística y bibliométrica; y otra parte más documentalista e informática».
En la plataforma desarrollada se encuentran dos perfiles diferenciados: por una parte estarían los administradores de los contenidos, que diseñan los indicadores, cargan la información y, en definitiva, nutren la base de datos; y por otra, los mandos intermedios, como directores de hospitales o fundaciones sanitarias, sobre todo un personal gerencial.
El grupo de científicos que dirige el profesor de la Universidad de Granada (UGR) Evaristo Jiménez desarrolla una investigación para implantar un sistema de información para la ayuda a la toma de la decisión en materia de política científica, basado en una gestión del conocimiento específico del ámbito de la I+D+I, que sea aplicable a cualquier administración.
En una nota, Andalucía Innova indica que se trata del proyecto de excelencia ‘Modelo para la gestión y explotación de recursos de información en ciencia y tecnología para la evaluación científica’, que está incentivado con 100.500 euros por la Consejería de Economía, Innovación y Ciencia de la Junta de Andalucía. El sistema está orientado a empresas interesadas en la investigación, universidades, centros de investigación, departamentos gubernamentales, entre otros.
Por el momento, los científicos han realizado una prueba piloto, consistente en la implantación de una plataforma aplicada al sistema hospitalario. «Hemos cogido una muestra de investigadores del ámbito sanitario del Hospital Clínico San Carlos de Madrid y estamos viendo si un sistema, en principio diseñado para la toma de decisiones en el ámbito de la administración general y en las universidades, es transportable a un ámbito sanitario», aclara José Navarrete, miembro del grupo de investigación.
El modelo desarrollado para el ámbito hospitalario está en fase de prueba y, de momento, han encontrado resultados parciales. Por ejemplo, el equipo ha detectado que debe adecuar las salidas, personalizarlas, aunque los indicadores sean los mismos. También, se ha dado cuenta de la necesidad de adecuar el lenguaje al ámbito sanitario, aunque los contenidos sean los mismos, «ya que el lenguaje universitario es diferente al sanitario», explica Navarrete.
«Queremos ver si lo que hemos creado con carácter genérico es realmente genérico, es decir, intentamos que no haya que partir de cero para cada administración», afirma Navarrete, que añade que «entendemos que al final los indicadores pueden ser diferentes, pero las variables y la materia prima es común a todos, con lo cuál hemos hecho un sistema que podría incluso comunicar a diferentes ámbitos, porque el aplicativo podría ser el mismo».
«La materia prima serían las variables, la producción científica, las publicaciones, patentes, proyectos, entre otros. Al final, esto es común en cualquier ámbito, ya sea universitario, sanitario u otros. Todo está orientado a resultados de investigación de cualquier área. Estamos interesados en cómo comunicar ciencia», concluye.
Así, indica que la característica más llamativa de la plataforma es que se trata de un sistema a tiempo real que procesa y calcula, mediante métodos cualitativos, indicadores, sobre todo, de corte bibliométrico.
La plataforma está orientada al tratamiento de información, para lo que ofrece un cuadro de mandos que tiene como utilidades «facilitar la toma de decisiones, sobre todo de carácter evaluador, como apostar por la promoción interna del personal en base a unos méritos, abrir líneas de investigación, decidir si se incentivan o no determinados proyectos científicos, etc».
El equipo de Jiménez no sólo ha generado los contenidos, sino también el diseño de los cuadros de mando. Además, los científicos se encargan del mantenimiento de la plataforma. «Todo corre a cargo del grupo», afirma José Navarrete, «estamos especializados en métodos cualitativos y cálculos de indicadores, con una base estadística y bibliométrica; y otra parte más documentalista e informática».
En la plataforma desarrollada se encuentran dos perfiles diferenciados: por una parte estarían los administradores de los contenidos, que diseñan los indicadores, cargan la información y, en definitiva, nutren la base de datos; y por otra, los mandos intermedios, como directores de hospitales o fundaciones sanitarias, sobre todo un personal gerencial.
El grupo de científicos que dirige el profesor de la Universidad de Granada (UGR) Evaristo Jiménez desarrolla una investigación para implantar un sistema de información para la ayuda a la toma de la decisión en materia de política científica, basado en una gestión del conocimiento específico del ámbito de la I+D+I, que sea aplicable a cualquier administración.
En una nota, Andalucía Innova indica que se trata del proyecto de excelencia ‘Modelo para la gestión y explotación de recursos de información en ciencia y tecnología para la evaluación científica’, que está incentivado con 100.500 euros por la Consejería de Economía, Innovación y Ciencia de la Junta de Andalucía. El sistema está orientado a empresas interesadas en la investigación, universidades, centros de investigación, departamentos gubernamentales, entre otros.
Por el momento, los científicos han realizado una prueba piloto, consistente en la implantación de una plataforma aplicada al sistema hospitalario. «Hemos cogido una muestra de investigadores del ámbito sanitario del Hospital Clínico San Carlos de Madrid y estamos viendo si un sistema, en principio diseñado para la toma de decisiones en el ámbito de la administración general y en las universidades, es transportable a un ámbito sanitario», aclara José Navarrete, miembro del grupo de investigación.
El modelo desarrollado para el ámbito hospitalario está en fase de prueba y, de momento, han encontrado resultados parciales. Por ejemplo, el equipo ha detectado que debe adecuar las salidas, personalizarlas, aunque los indicadores sean los mismos. También, se ha dado cuenta de la necesidad de adecuar el lenguaje al ámbito sanitario, aunque los contenidos sean los mismos, «ya que el lenguaje universitario es diferente al sanitario», explica Navarrete.
«Queremos ver si lo que hemos creado con carácter genérico es realmente genérico, es decir, intentamos que no haya que partir de cero para cada administración», afirma Navarrete, que añade que «entendemos que al final los indicadores pueden ser diferentes, pero las variables y la materia prima es común a todos, con lo cuál hemos hecho un sistema que podría incluso comunicar a diferentes ámbitos, porque el aplicativo podría ser el mismo».
«La materia prima serían las variables, la producción científica, las publicaciones, patentes, proyectos, entre otros. Al final, esto es común en cualquier ámbito, ya sea universitario, sanitario u otros. Todo está orientado a resultados de investigación de cualquier área. Estamos interesados en cómo comunicar ciencia», concluye.
Así, indica que la característica más llamativa de la plataforma es que se trata de un sistema a tiempo real que procesa y calcula, mediante métodos cualitativos, indicadores, sobre todo, de corte bibliométrico.
La plataforma está orientada al tratamiento de información, para lo que ofrece un cuadro de mandos que tiene como utilidades «facilitar la toma de decisiones, sobre todo de carácter evaluador, como apostar por la promoción interna del personal en base a unos méritos, abrir líneas de investigación, decidir si se incentivan o no determinados proyectos científicos, etc».
El equipo de Jiménez no sólo ha generado los contenidos, sino también el diseño de los cuadros de mando. Además, los científicos se encargan del mantenimiento de la plataforma. «Todo corre a cargo del grupo», afirma José Navarrete, «estamos especializados en métodos cualitativos y cálculos de indicadores, con una base estadística y bibliométrica; y otra parte más documentalista e informática».
En la plataforma desarrollada se encuentran dos perfiles diferenciados: por una parte estarían los administradores de los contenidos, que diseñan los indicadores, cargan la información y, en definitiva, nutren la base de datos; y por otra, los mandos intermedios, como directores de hospitales o fundaciones sanitarias, sobre todo un personal gerencial.
El grupo de científicos que dirige el profesor de la Universidad de Granada (UGR) Evaristo Jiménez desarrolla una investigación para implantar un sistema de información para la ayuda a la toma de la decisión en materia de política científica, basado en una gestión del conocimiento específico del ámbito de la I+D+I, que sea aplicable a cualquier administración.
En una nota, Andalucía Innova indica que se trata del proyecto de excelencia ‘Modelo para la gestión y explotación de recursos de información en ciencia y tecnología para la evaluación científica’, que está incentivado con 100.500 euros por la Consejería de Economía, Innovación y Ciencia de la Junta de Andalucía. El sistema está orientado a empresas interesadas en la investigación, universidades, centros de investigación, departamentos gubernamentales, entre otros.
Por el momento, los científicos han realizado una prueba piloto, consistente en la implantación de una plataforma aplicada al sistema hospitalario. «Hemos cogido una muestra de investigadores del ámbito sanitario del Hospital Clínico San Carlos de Madrid y estamos viendo si un sistema, en principio diseñado para la toma de decisiones en el ámbito de la administración general y en las universidades, es transportable a un ámbito sanitario», aclara José Navarrete, miembro del grupo de investigación.
El modelo desarrollado para el ámbito hospitalario está en fase de prueba y, de momento, han encontrado resultados parciales. Por ejemplo, el equipo ha detectado que debe adecuar las salidas, personalizarlas, aunque los indicadores sean los mismos. También, se ha dado cuenta de la necesidad de adecuar el lenguaje al ámbito sanitario, aunque los contenidos sean los mismos, «ya que el lenguaje universitario es diferente al sanitario», explica Navarrete.
«Queremos ver si lo que hemos creado con carácter genérico es realmente genérico, es decir, intentamos que no haya que partir de cero para cada administración», afirma Navarrete, que añade que «entendemos que al final los indicadores pueden ser diferentes, pero las variables y la materia prima es común a todos, con lo cuál hemos hecho un sistema que podría incluso comunicar a diferentes ámbitos, porque el aplicativo podría ser el mismo».
«La materia prima serían las variables, la producción científica, las publicaciones, patentes, proyectos, entre otros. Al final, esto es común en cualquier ámbito, ya sea universitario, sanitario u otros. Todo está orientado a resultados de investigación de cualquier área. Estamos interesados en cómo comunicar ciencia», concluye.
Así, indica que la característica más llamativa de la plataforma es que se trata de un sistema a tiempo real que procesa y calcula, mediante métodos cualitativos, indicadores, sobre todo, de corte bibliométrico.
La plataforma está orientada al tratamiento de información, para lo que ofrece un cuadro de mandos que tiene como utilidades «facilitar la toma de decisiones, sobre todo de carácter evaluador, como apostar por la promoción interna del personal en base a unos méritos, abrir líneas de investigación, decidir si se incentivan o no determinados proyectos científicos, etc».
El equipo de Jiménez no sólo ha generado los contenidos, sino también el diseño de los cuadros de mando. Además, los científicos se encargan del mantenimiento de la plataforma. «Todo corre a cargo del grupo», afirma José Navarrete, «estamos especializados en métodos cualitativos y cálculos de indicadores, con una base estadística y bibliométrica; y otra parte más documentalista e informática».
En la plataforma desarrollada se encuentran dos perfiles diferenciados: por una parte estarían los administradores de los contenidos, que diseñan los indicadores, cargan la información y, en definitiva, nutren la base de datos; y por otra, los mandos intermedios, como directores de hospitales o fundaciones sanitarias, sobre todo un personal gerencial.
Un grupo de científicos de la Universidad de Granada desarrolla una investigación para implantar un sistema de información que ayude a la toma de la decisiones en materia de política científica basado en una gestión del conocimiento I+D+I y aplicable a cualquier administración como la hospitalaria.
Se trata del proyecto de excelencia «Modelo para la gestión y explotación de recursos de información en ciencia y tecnología para la evaluación científica», que está dirigido por el profesor Evaristo Jiménez, según ha informado hoy fuentes de Innova Press de la Junta de Andalucía.
El sistema está orientado a empresas interesadas en la investigación, universidades, centros de investigación o departamentos gubernamentales.
Por el momento, los científicos han realizado una prueba piloto que consisten en la implantación de una plataforma aplicada al sistema hospitalario.
«Hemos cogido una muestra de investigadores del ámbito sanitario del Hospital Clínico San Carlos de Madrid y estamos viendo si un sistema, en principio diseñado para la toma de decisiones en el ámbito de la administración general y en las universidades, es transportable a un ámbito sanitario», señala José Navarrete, miembro del grupo de investigación.
Un grupo de científicos de la Universidad de Granada desarrolla una investigación para implantar un sistema de información que ayude a la toma de la decisiones en materia de política científica basado en una gestión del conocimiento I+D+I y aplicable a cualquier administración como la hospitalaria.
Se trata del proyecto de excelencia «Modelo para la gestión y explotación de recursos de información en ciencia y tecnología para la evaluación científica», que está dirigido por el profesor Evaristo Jiménez, según ha informado hoy fuentes de Innova Press de la Junta de Andalucía.
El sistema está orientado a empresas interesadas en la investigación, universidades, centros de investigación o departamentos gubernamentales.
Por el momento, los científicos han realizado una prueba piloto que consiste en la implantación de una plataforma aplicada al sistema hospitalario.
«Hemos cogido una muestra de investigadores del ámbito sanitario del Hospital Clínico San Carlos de Madrid y estamos viendo si un sistema, en principio diseñado para la toma de decisiones en el ámbito de la administración general y en las universidades, es transportable a un ámbito sanitario», señala José Navarrete, miembro del grupo de investigación.
Un estudio publicado en Journal of Nutrition confirma un nuevo beneficio de la lactancia materna. Según el trabajo, realizado por la Universidad de Granada, los adolescentes alimentados con leche materna presentan más fuerza muscular en las piernas que los que recibieron lactancia artificial.
«Nuestro objetivo fue analizar la relación entre la duración de la lactancia materna recibida en edad infantil y su nivel de condición física durante la adolescencia», afirma Enrique García, autor principal del trabajo. Para ello, los investigadores realizaron un cuestionario a los padres de 2.567 adolescente sobre la alimentación de sus hijos al nacer y sobre el tiempo que duró esta. Asimismo, evaluaron la capacidad aeróbica y la fuerza muscular de los jóvenes que participaron.
El estudio no sólo demostró que los adolescentes que habían recibido lactancia materna presentaban más fuerza muscular en las piernas, en comparación con los que habían tomado leche artificial, sino que también confirmó que tenían más fuerza muscular los que habían tomado leche materna durante más tiempo.
Un estudio publicado en Journal of Nutrition confirma un nuevo beneficio de la lactancia materna. Según el trabajo, realizado por la Universidad de Granada, los adolescentes alimentados con leche materna presentan más fuerza muscular en las piernas que los que recibieron lactancia artificial.
«Nuestro objetivo fue analizar la relación entre la duración de la lactancia materna recibida en edad infantil y su nivel de condición física durante la adolescencia», afirma Enrique García, autor principal del trabajo. Para ello, los investigadores realizaron un cuestionario a los padres de 2.567 adolescente sobre la alimentación de sus hijos al nacer y sobre el tiempo que duró esta. Asimismo, evaluaron la capacidad aeróbica y la fuerza muscular de los jóvenes que participaron.
El estudio no sólo demostró que los adolescentes que habían recibido lactancia materna presentaban más fuerza muscular en las piernas, en comparación con los que habían tomado leche artificial, sino que también confirmó que tenían más fuerza muscular los que habían tomado leche materna durante más tiempo.
Dar el pecho a los recién nacidos está lleno de ventajas a corto y largo plazo para los infantes. Ahora, un estudio confirma nuevos efectos beneficiosos, hasta ahora no explorados. Los adolescentes que recibieron lactancia materna al nacer presentan más fuerza muscular en las piernas que los que recibieron lactancia artificial.
«Nuestro objetivo fue analizar la relación entre la duración de la lactancia materna recibida en edad infantil y su nivel de condición física durante la adolescencia», explica a SINC Enrique García Artero, autor principal del estudio e investigador de la Universidad de Granada. «Los resultados sugieren nuevos efectos beneficiosos y apoyan su uso por encima de cualquier otra forma de alimentación».
Los autores preguntaron a los padres y madres de 2.567 adolescentes sobre el tipo de alimentación que recibieron sus hijos al nacer, y cuánto duró ésta. Los adolescentes también realizaron diversas pruebas de condición física para evaluar -entre otras- su capacidad aeróbica y su fuerza muscular.
El trabajo, publicado en el Journal of Nutrition, muestra que los adolescentes que recibieron lactancia materna de recién nacidos presentan más fuerza muscular en las piernas que aquellos que no tomaron leche de la madre. Además, entre los bebés que sí la recibieron, la fuerza muscular de las piernas fue mayor en aquellos cuya lactancia materna duró más tiempo.
Este tipo de lactancia (ya sea de manera exclusiva o combinada con otros alimentos) se asoció con un mayor rendimiento en la prueba de salto horizontal en niños y niñas, independientemente de factores morfológicos, como la masa grasa, la altura del adolescente o la cantidad de músculo.
En los adolescentes que fueron amamantados de tres a cinco meses, o durante más de seis meses, el riesgo de presentar un bajo rendimiento en la prueba de salto se redujo a la mitad al compararlo con aquellos que nunca fueron amamantados.
«No hay estudios que hayan examinado hasta ahora la asociación entre la lactancia materna y la aptitud muscular en el futuro», subraya García Artero. «Sin embargo, nuestros resultados concuerdan con lo observado al analizar otros factores perinatales, ya que el peso al nacer se relaciona positivamente con una mejor condición muscular durante la adolescencia», recalca el investigador.
¿Cuál es la importancia de la lactancia materna?
«Si todos los niños y niñas fueran alimentados exclusivamente con lactancia desde el nacimiento, sería posible salvar cada año aproximadamente 1,5 millones de vidas». Así lo indica el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF, por sus siglas en inglés), que afirma que la leche materna es el «alimento perfecto» durante los primeros seis meses de vida de forma exclusiva y hasta los dos años de forma complementaria.
Para el recién nacido, las ventajas en los primeros años de vida incluyen la protección inmunológica frente a alergias, enfermedades de la piel, obesidad o diabetes, así como la garantía de crecimiento, desarrollo e inteligencia del bebé.
Los beneficios tampoco son pocos para la mujer: disminuye la hemorragia posparto, la anemia, la mortalidad materna, y el riesgo de cáncer de mama o de ovarios, y fortalece el vínculo afectivo entre madre e hijo. «Por no hablar del dinero que se ahorra al no comprar otras leches o biberones», concluye García Artero.
Una investigación de la UGR concluye que el bilingüismo también ayuda a mejorar la atención
El proyecto ‘Procesos de Atención y memoria en la selección de idiomas en bilingües y traductores’, coordinado por los profesores Teresa Bajo Molina y Pedro Macizo Soria, de la Universidad de Granada, ha demostrado que el bilingüismo es beneficioso porque «mejora las capacidades atencionales y entrena la memoria», es decir, «que saber dos idiomas tiene ventajas más allá de la evidente facilidad para comunicarse».
En una nota, Andalucía Innova indica que Bajo Molina y su equipo han llegado a esta conclusión a través de una serie de experimentos realizados con personas bilingües en español y en inglés, «entendiendo por bilingüismo el conocimiento alto de dos idiomas y su uso frecuente; es decir, no es necesario haber crecido con las dos lenguas a la vez», aclara la investigadora.
Diferentes grupos de bilingües, de entre 16 y 24 personas, han participado en los experimentos y han realizado una serie de pruebas en que se mide el tiempo de respuesta y la actividad eléctrica cerebral. Así, sus resultados muestran que una persona bilingüe activa los dos idiomas a la vez incluso en situaciones en que necesita solo uno.
«Esta activación, unas veces supone una ventaja y otras una dificultad», añade. En el caso de las palabras cognadas (palabras que se parecen mucho en los dos idiomas y representan lo mismo), como ‘piano’, se activan los dos idiomas y la identificación del dibujo es mucho más rápida que para un monolingüe. Sin embargo, para palabras homógrafas (que se escriben igual pero no significan lo mismo), como ‘pie’ (en inglés, pastel), «se activan los dos conceptos a la vez creando interferencias y la persona tiene que seleccionar, con lo que el tiempo de respuesta es mayor», explica la profesora Bajo.
Inhibir términos
Para resolver el conflicto entre los dos idiomas que se activan y que la persona pueda seleccionar el que es apropiado, es necesaria la actuación de un mecanismo atencional que implica la parte prefrontal del cerebro y que inhibe aquel término que en el contexto no es apropiado demostrando que se puede ignorar información interna. En este punto, el grupo de investigación de la profesora Bajo introduce el análisis de los traductores simultáneos. «En el caso de un intérprete no se puede inhibir uno de los dos idiomas sino que los tiene que mantener activos al mismo tiempo porque escucha en uno y habla en otro. Los traductores consiguen mantenerlos activos a pesar de que supone mucho esfuerzo cognitivo, afirma. Esto significa que el cerebro puede actuar de forma diferente a como lo haría de forma natural dependiendo de la práctica a la que se ve expuesto, es decir, «el cerebro se adapta, es plástico», asegura Bajo, que añade que «un intérprete también usa el mecanismo de memoria de trabajo de forma más eficaz».
«Tras todas estas pruebas, hemos demostrado que el cerebro puede responder de forma diferente con entrenamiento y el aprendizaje de otro idioma es, de algún modo, un entrenamiento. Ser bilingüe tiene más ventajas», insiste. Así, señala que el bilingüe usa mecanismos atencionales mucho más que los que no lo son; es capaz de manejar mejor situaciones de selección, de toma de decisiones; y se concentra más fácilmente.