El profesor Fortes arremete contra el ‘rojerío de consumo’

José Antonio Fortes, profesor de Literatura de la Universidad de Granada, ha presentado en esta ciudad su último ensayo, ‘Intelectuales de consumo’, que publica la editorial Almuzara. Un «opúsculo» contra la «cultura oficial» en el que, literalmente, arremete contra la «cultura de Estado» en España «desde 1982».

Fortes, conocido sobre todo por su polémica con el poeta y también profesor de la Universidad granadina, Luis García Montero, no dio nombres durante la presentación, pero si los ha escrito en el libro. Se trata, en la otra opción que confiesa haber manejado para el título, del «rojerío de consumo», que, según sostiene en su ensayo, «desde 1982 ha manejado el discurso oficial del poder», a través de «dinero a espuertas para cursillos de verano, premios y ediciones».

El editor de Almuzara y ex ministro de Trabajo, Manuel Pimentel, explicó durante el acto que aunque viene de un «espacio ideológico» totalmente ajeno al del autor, y no comparte todos sus postulados, entiende que el libro funciona como la «historia de una generación» de intelectuales en el marco de la tradición: «Los que se acomodaron y los que no».

También valoró que polémicas como las que ha vivido el autor han tenido tanta repercusión «por producirse en Granada, una ciudad que sigue matando a sus poetas».

Según Fortes, que niega haber escrito el libro «desde la envidia», desde el mencionado año 1982 «empezó a correr el dinero» para crear un «cuerpo expedicionario que justificase el trabajo hecho», esto es «introducir a España en el consumismo» y convencer de que eso era «bueno y de izquierdas». Fortes se refiere, así, a una literatura «de la vacuidad», centrada en la forma, «pero que no resiste el análisis».

El autor, que presume de su marxismo aunque confiesa que nunca ha encontrado su «lugar ideológico, siempre en el aire, porque los sitios estaban cogidos», espera la polémica y se considera dispuesto a «discutir sobre el libro, que se rebata». Al mismo tiempo, considera que es un estudio «único» sobre la Literatura española.

La presentación del libro, en las librerias desde marzo, se celebró en la sede de la Asociación de la Prensa de Granada, lamentando los asistentes la imposibilidad de haberlo hecho en la Universidad. Durante la misma, Fortes también recibió alguna crítica por parte del público, como la de ser un profesor de literatura «que no habla de literatura», así como también de estar situado en «un planteamiento marxista trasnochado».

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El CSIC descubre una gran falla que va desde Cádiz a Alicante

«Son muchos los datos que a lo largo de la cordillera existen al respecto, ahora ensamblados, y que permiten justificar la existencia de la falla Cádiz-Alicante», explica el geólogo Carlos Sanz de Galdeano, investigador del Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra (CSIC- Universidad de Granada) que recientemente ha publicado este «hallazgo» en la revista de la Sociedad Geológica de España, con el título de The Cadiz-Alicante Fault: an important discontinuity in the Betic Cordillera.

Se trata de una discontinuidad tectónica en la cordillera Bética que, aunque es relativamente reciente, se formó hace unos 20 millones de años y sus movimientos actuales se iniciaron hace unos 10. Esto en geología es algo «nuevo» que se incluye dentro de lo que es la neotectónica, o tectónica «reciente».

Para comprender el fenómeno es necesario conocer que la cordillera Bética «está dividida en una Zona Externa, su mitad septentrional, y una Zona Interna, al sur. Esta se situaba originalmente a cientos de kilómetros al este de su posición actual –explica el investigador-, pero hace algo más de 20 millones de años se empezó a desplazar hacia el oeste y chocó con la Zona Externa a la que deformó profundamente y arrastró en parte, momento en el que se produjo la falla Cádiz-Alicante, que atraviesa buena parte de la corteza y supone una discontinuidad notoria de la cordillera en varios aspectos, por ejemplo, en la sismicidad».

Parte de los nuevos datos que justifican la existencia de esta falla se consiguieron en el estudio de la gravimetría de la cuenca de Guadix-Baza en el que intervinieron investigadores de las universidades de Alicante, Granada y Jaén, formando un equipo multidisciplinar. Sus resultados, permitieron conocer la posición de la falla de Cádiz-Alicante bajo sedimentos recientes de la cuenca. Otro resultado importante de esa campaña fue el conocimiento de la existencia de diversas subcuencas dentro de la cuenca de Guadix-Baza, entre las que destaca subcuenca de Baza (con desplazamientos verticales superiores a 2000 m, producidos por una falla casi Norte-Sur descrita entonces por primera vez – la falla de Baza) muy probable responsable del terremoto de Baza de 1531.

La falla de Cádiz-Alicante «se puede distinguir bien en la zona de Mula, Crevillente, en la cuenca de Granada y en otros sectores, pero en la de Guadix-Baza no la esperábamos ver tan claramente, lo que se ha logrado gracias a los estudios gravimétricos». Estas mediciones se realizan con un gravímetro de campo, un aparato portátil que permite medir la gravedad en cada punto respecto a una base en la que se tiene la medida precisa de la gravedad. Hay que hacer correcciones de topografía, altura y del efecto de la marea en tierra – no solo se siente en el mar- para conseguir medidas fiables.

Desde hace 10 millones de años los movimientos hacia el oeste que generaron esta falla se han frenado y desde entonces la falla de Cádiz-Alicante ha sido una barrera que forma el límite norte de las nuevas cuencas intramontañosas que se formaron, así la de Granada, las subcuencas de Guadix-Baza, la de Crevillente, etc. Algunos terremotos recientes, por ejemplo el terremoto de Mula de 1999, parecen estar relacionados con movimientos de diversos segmentos de esta falla. Para Sanz de Galdeano la constatación de esta discontinuidad tectónica «es una aportación al conocimiento básico de la geología de la región» lograda en colaboración con diversos equipos.

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Investigadores de la UGR y CSIC constatan la existencia de falla que va de Cádiz a Alicante

Un grupo de investigadores ha constatado la existencia de una larga falla de Cádiz a Alicante en la Cordillera Bética que se formó hace unos veinte millones de años y sus movimientos actuales se iniciaron hace diez millones, lo que en geología se considera como tectónica reciente.

La investigación, llevada a cabo por miembros del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y de la Universidad de Granada, ha permitido conocer nuevos datos que justifican la existencia de esta falla a través de la gavimetría de la cuenca de Guadix-Baza.

Desde hace diez millones de años los movimientos hacia el Oeste que generaron esta falla se han frenado y se ha convertido en una barrera que forma el límite Norte de las nuevas cuencas intramontañosas que se formaron, como la de Granada, las subcuencas de Guadix-Baza o la de Crevillente, ha informado hoy InnovaPress, dependiente de la Consejería de Economía, Innovación y Ciencia.

La falla se podía distinguir bien en la zona de Mula, Crevillente y Granada, pero en la de Guadix-Baza no se esperaba ver tan claramente, algo que han permitido estos estudios gravimétricos, ha señalado el geólogo Carlos Sanz de Galdeano.

Algunos terremotos recientes, como el de Mula de 1999, parecen estar relacionados con movimientos de diversos segmentos de esta falla.

La creación de esta falla se produce por el desplazamiento de la zona interna de la cordillera Bética hacia el Oeste hace 20 millones de años, cuando chocó con la zona externa y la deformó profundamente y arrastró en parte, momento en el que se produjo esta falla, que atraviesa gran parte de la corteza y supone una discontinuidad notoria de la cordillera en varios aspectos, como por ejemplo, la sismicidad.

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Investigadores de la Universidad de Granada constatan una larga falla de Cádiz a Alicante

Un grupo de investigadores ha constatado la existencia de una larga falla de Cádiz a Alicante en la Cordillera Bética que se formó hace unos veinte millones de años y sus movimientos actuales se iniciaron hace diez millones, lo que en geología se considera como tectónica reciente.

La investigación, llevada a cabo por miembros del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y de la Universidad de Granada, ha permitido conocer nuevos datos que justifican la existencia de esta falla a través de la gavimetría de la cuenca de Guadix-Baza.

Desde hace diez millones de años los movimientos hacia el oeste que generaron esta falla se han frenado y se ha convertido en una barrera que forma el límite norte de las nuevas cuencas intramontañosas que se formaron, como la de Granada, las subcuencas de Guadix-Baza o la de Crevillente, ha informado hoy InnovaPress, dependiente de Economía, Innovación y Ciencia.

La falla se podía distinguir bien en la zona de Mula, Crevillente y Granada, pero en la de Guadix-Baza no se esperaba ver tan claramente, algo que han permitido estos estudios gravimétricos, ha señalado el geólogo Carlos Sanz de Galdeano.

Algunos terremotos recientes, como el de Mula de 1999, parecen estar relacionados con movimientos de diversos segmentos de esta falla.

La creación de esta falla se produce por el desplazamiento de la zona interna de la Cordillera Bética hacia el oeste hace 20 millones de años, cuando chocó con la zona externa y la deformó profundamente y arrastró en parte, momento en el que se produjo esta falla, que atraviesa gran parte de la corteza y supone una discontinuidad notoria de la cordillera en varios aspectos, como por ejemplo, la sismicidad.

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Constatan una larga falla de Cádiz a Alicante en la Cordillera Bética

Un grupo de investigadores ha constatado la existencia de una larga falla de Cádiz a Alicante en la Cordillera Bética que se formó hace unos veinte millones de años y sus movimientos actuales se iniciaron hace diez millones, lo que en geología se considera como tectónica reciente.

La investigación, llevada a cabo por miembros del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y de la Universidad de Granada, ha permitido conocer nuevos datos que justifican la existencia de esta falla a través de la gavimetría de la cuenca de Guadix-Baza.

Desde hace diez millones de años los movimientos hacia el Oeste que generaron esta falla se han frenado y se ha convertido en una barrera que forma el límite Norte de las nuevas cuencas intramontañosas que se formaron, como la de Granada, las subcuencas de Guadix-Baza o la de Crevillente, ha informado hoy InnovaPress, dependiente de la Economía, Innovación y Ciencia.

La falla se podía distinguir bien en la zona de Mula, Crevillente y Granada, pero en la de Guadix-Baza no se esperaba ver tan claramente, algo que han permitido estos estudios gravimétricos, ha señalado el geólogo Carlos Sanz de Galdeano.

Algunos terremotos recientes, como el de Mula de 1999, parecen estar relacionados con movimientos de diversos segmentos de esta falla.

La creación de esta falla se produce por el desplazamiento de la zona interna de la cordillera Bética hacia el Oeste hace 20 millones de años, cuando chocó con la zona externa y la deformó profundamente y arrastró en parte, momento en el que se produjo esta falla, que atraviesa gran parte de la corteza y supone una discontinuidad notoria de la cordillera en varios aspectos, como por ejemplo, la sismicidad.

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Constatan la existencia de una larga falla de Cádiz a Alicante en la Cordillera Bética

Un grupo de investigadores ha constatado la existencia de una larga falla de Cádiz a Alicante en la Cordillera Bética que se formó hace unos veinte millones de años y sus movimientos actuales se iniciaron hace diez millones, lo que en geología se considera como tectónica reciente.

La investigación, llevada a cabo por miembros del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y de la Universidad de Granada, ha permitido conocer nuevos datos que justifican la existencia de esta falla a través de la gavimetría de la cuenca de Guadix-Baza.

Desde hace diez millones de años los movimientos hacia el oeste que generaron esta falla se han frenado y se ha convertido en una barrera que forma el límite norte de las nuevas cuencas intramontañosas que se formaron, como la de Granada, las subcuencas de Guadix-Baza o la de Crevillente, ha informado hoy InnovaPress, dependiente de Economía, Innovación y Ciencia.

La falla se podía distinguir bien en la zona de Mula, Crevillente y Granada, pero en la de Guadix-Baza no se esperaba ver tan claramente, algo que han permitido estos estudios gravimétricos, ha señalado el geólogo Carlos Sanz de Galdeano.

Algunos terremotos recientes, como el de Mula de 1999, parecen estar relacionados con movimientos de diversos segmentos de esta falla.

La creación de esta falla se produce por el desplazamiento de la zona interna de la Cordillera Bética hacia el oeste hace 20 millones de años, cuando chocó con la zona externa y la deformó profundamente y arrastró en parte, momento en el que se produjo esta falla, que atraviesa gran parte de la corteza y supone una discontinuidad notoria de la cordillera en varios aspectos, como por ejemplo, la sismicidad.

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El nuevo ‘Efecto 2000’ puede llegar a España con la subida del IVA

Investigadores de la Universidad de Granada han advertido de que el software que utilizan en la actualidad la mayoría de las pequeñas y medianas empresas (Pymes) de España para gestionar su contabilidad podría sufrir problemas parecidos a los que provocó el famoso ‘efecto 2000’ tras la subida del IVA prevista para el próximo mes de julio. De este modo, los científicos apuntan que estos programas informáticos podrían dejar de funcionar correctamente a partir del 1 de julio, día en que la subida del IVA se hará efectiva.

A juicio de los científicos de la UGR, la mayoría de los empresarios (Pymes y autónomos) “no se han preocupado por sus programas de gestión y facturación, e ignoran que la subida del IVA, que provocará una subida general en los precios, también puede ocasionar un gran problema similar al que generó el famoso efecto 2000 en las aplicaciones software”. Y es que todos sus programas facturarán con el antiguo porcentaje de IVA.

Los investigadores advierten de que las empresas españolas “deben realizar las actualizaciones o modificaciones necesarias para adaptar su software de modo que las cuentas y facturación realizadas con su programa de contabilidad utilicen el nuevo valor del IVA. Esto es especialmente necesario ya que muchos programas de contabilidad hechos a medida se suelen quedar sin soporte informático o no han pagado las correspondientes licencias de mantenimiento”.

Interpretación del ordenador

Una aplicación se realiza escribiendo en un lenguaje que interpreta el ordenador para realizar sus cálculos. A priori, un usuario final no tiene la capacidad ni el conocimiento experto necesario para poder modificar esto código. Por ello, destacan los científicos de la UGR, “es necesaria la intervención de profesionales que garanticen la correcta modificación y adaptación del software informático para obtener un resultado fiable y de calidad”.

A juicio del profesor Alberto Guillén Perales, de la E.T.S. de Ingenierías Informática y de Telecomunicación de la UGR y miembro de este grupo de investigación, “también puede haber situaciones donde ese código no esté disponible porque no haya sido proporcionado por el desarrollador del software”. En esos casos, es necesario realizar un complejo proceso de ingeniería inversa “para poder descifrar los entresijos de los programas de contabilidad”.

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La efectividad de la reforma en seguridad vial es limitada, según un estudio

La efectividad de la reforma sobre los delitos contra la seguridad vial que el Gobierno llevó a cabo en 2007 es «limitada», ya que la reducción de accidentes de tráfico corresponde «al éxito» de las campañas de sensibilización, a la firmeza en el cobro de las sanciones y a la implantación del carné por puntos.

Éstas son las primeras conclusiones que extrae un estudio que están realizando conjuntamente la Universidad de Granada y el grupo de investigación criminológica de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche (Alicante), Crimina.

El proyecto ha sido presentado hoy por el catedrático de Derecho Penal de la Universidad de Granada Miguel Olmedo en el VII congreso español de Criminología, que se celebra desde hoy en Elche, junto a las VIII jornadas de estudio sobre «El accidente de tráfico urbano y su entorno», y que ha sido inaugurado por el ministro de Justicia, Francisco Caamaño.

Olmedo ha explicado a EFE que existe la necesidad de implantar en España un «control» sobre la eficacia de las normas penales en materia de tráfico para comprobar que éstas «no se aprueban sin más».

También ha señalado que la reforma sobre los delitos contra la seguridad vial que el Gobierno llevó a cabo en 2007 nació, además, en un contexto «complejo», ya que fue entonces cuando se introdujo el carné por puntos.

Según los primeros resultados, esa reforma ha tenido un efecto «limitado» en la reducción de los delitos de tráfico, ya que esa disminución es atribuible principalmente a otros fenómenos, como las campañas de sensibilización, el hecho de que las multas se cobren de manera «más efectiva» y a la entrada en vigor del carné por puntos.

Olmedo ha destacado que, si bien el número de delitos penales por seguridad penal ha aumentado notablemente -en Andalucía casi un tercio de la población penitenciaria está relacionada con ellos-, esto se debe a que la reforma incrementó el número de figuras penales relacionadas con los accidentes de tráfico.

«No es que haya más delitos o se persigan más, sino que la reforma acaba sentando en el banquillo a personas que antes sólo eran sancionadas», ha puntualizado.

Por su parte, el ministro de Justicia, durante el discurso inaugural del congreso, ha elogiado la gran «utilidad» de la criminología en la elaboración de las políticas públicas en materia de seguridad vial, sobre todo en las medidas sobre protección y de respuesta a las conductas declitivas.

También ha asegurado que, en términos generales, España tiene una de las tasas de criminalidad «más bajas» de Europa en casi todos los tipos delictivos, «a pesar de la constante manipulación informativa de quienes quieren llevar a cabo el principio de cuanto peor vayan las cosas, mejor».

El ministro ha sostenido que «no pretende, ni por un solo segundo, negar que los ciudadanos tengan el derecho a que las instituciones públicas les ofrezcan un entorno lo más seguro posible», pero ha puesto en «entredicho» que esto se consiga mediante el recurso «obsesivo» al «incremento de la presión punitiva».

«Un incremento que casi siempre recae sobre los mismos grupos, a los que podría denominarse sospechosos habituales», ha puntualizado el ministro a través de lo que ha calificado como un «guiño cinematográfico».

Sobre la cadena perpetua, Caamaño ha recalcado que «algunos claman» porque se adopte esa medida, «cuando en España se han desarrollado programas de prevención que han conseguido un éxito aclamado internacionalmente».

En el encuentro, en el que participan más de 500 personas y 90 ponentes españoles y extranjeros, se estudian cuestiones como la delincuencia juvenil, la criminología penitenciaria o el terrorismo y el crimen organizado.

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Confirman que las especies emparentadas interactúan con los mismos organismos

Una investigación científica basada en redes complejas ha confirmado la idea de Charles Darwin de que las especies emparentadas evolutivamente -las que provienen de un ancestro común-, tienden a interactuar con los mismos organismos.

El estudio, llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Granada y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), demuestra una idea de Darwin que hasta ahora sólo se había confirmado de forma fragmentada en determinados virus o bacterias, ha informado a Efe José María Gómez, uno de los investigadores.

A partir de una importante base de datos se ha trabajado con información de más de mil especies pertenecientes a 116 grupos de organismos (virus, arqueas, bacterias, hongos, plantas o animales) utilizando una aproximación basada en redes complejas.

El investigador ha explicado que las especies normalmente interaccionan con otras para poder sobrevivir, como por ejemplo los depredadores y sus presas o los parásitos y sus huéspedes.

«Las interacciones ecológicas que se establecen entre especies son cruciales para entender tanto la ecología como la evolución de los organismos», según Miguel Verdú, otro de los integrantes del grupo de trabajo.

Esta investigación, exponen sus autores, ha confirmado, mediante el uso de herramientas de redes complejas, que las especies con las que interaccionan los organismos se mantienen evolutivamente.

Por ejemplo, se ha demostrado que los insectos emparentados evolutivamente tienden a parasitar a los mismos huéspedes, al igual que las bacterias y virus cercanos tienden a infectar a especies parecidas.

Esta idea es algo que venía sospechándose desde hace más de un siglo pero que no había sido verificada empíricamente de forma general.

Asimismo, esta investigación destaca por haber desarrollado una metodología que permitirá estudiar la evolución de las interacciones ecológicas tanto especializadas como generalistas, indica Francisco Perfectti, el tercer integrante del equipo de investigación que ha llevado a cabo el estudio.

Así, para poder llevar a cabo el estudio, se ha agrupado a las especies de cada género en distintos módulos dependiendo de con quién interactuaban para ver después si estaban emparentadas entre ellas.

De esta forma será posible predecir qué especies se verán afectadas ante una mutación de un virus, ya que tenderán a ser las mismas que son vulnerables a otros virus de su misma familia, siempre y cuando los sistemas estén conservados.

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Confirman que las especies emparentadas interactúan con los mismos organismos

Una investigación científica basada en redes complejas ha confirmado la idea de Charles Darwin de que las especies emparentadas evolutivamente -las que provienen de un ancestro común-, tienden a interactuar con los mismos organismos.

El estudio, llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Granada y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), demuestra una idea de Darwin que hasta ahora sólo se había confirmado de forma fragmentada en determinados virus o bacterias, ha informado a Efe José María Gómez, uno de los investigadores.

A partir de una importante base de datos se ha trabajado con información de más de mil especies pertenecientes a 116 grupos de organismos (virus, arqueas, bacterias, hongos, plantas o animales) utilizando una aproximación basada en redes complejas.

El investigador ha explicado que las especies normalmente interaccionan con otras para poder sobrevivir, como por ejemplo los depredadores y sus presas o los parásitos y sus huéspedes.

«Las interacciones ecológicas que se establecen entre especies son cruciales para entender tanto la ecología como la evolución de los organismos», según Miguel Verdú, otro de los integrantes del grupo de trabajo.

Esta investigación, exponen sus autores, ha confirmado, mediante el uso de herramientas de redes complejas, que las especies con las que interaccionan los organismos se mantienen evolutivamente.

Por ejemplo, se ha demostrado que los insectos emparentados evolutivamente tienden a parasitar a los mismos huéspedes, al igual que las bacterias y virus cercanos tienden a infectar a especies parecidas.

Esta idea es algo que venía sospechándose desde hace más de un siglo pero que no había sido verificada empíricamente de forma general.

Asimismo, esta investigación destaca por haber desarrollado una metodología que permitirá estudiar la evolución de las interacciones ecológicas tanto especializadas como generalistas, indica Francisco Perfectti, el tercer integrante del equipo de investigación que ha llevado a cabo el estudio.

Así, para poder llevar a cabo el estudio, se ha agrupado a las especies de cada género en distintos módulos dependiendo de con quién interactuaban para ver después si estaban emparentadas entre ellas.

De esta forma será posible predecir qué especies se verán afectadas ante una mutación de un virus, ya que tenderán a ser las mismas que son vulnerables a otros virus de su misma familia, siempre y cuando los sistemas estén conservados.

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Confirman que las especies emparentadas interactúan con los mismos organismos

Una investigación científica basada en redes complejas ha confirmado la idea de Charles Darwin de que las especies emparentadas evolutivamente -las que provienen de un ancestro común-, tienden a interactuar con los mismos organismos.

El estudio, llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Granada y del Centro de Investigaciones sobre Desertificación (CIDE) -centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), la Universitat de València y la Generalitat Valenciana-, demuestra una idea de Darwin que hasta ahora sólo se había confirmado de forma fragmentada en determinados virus o bacterias, ha informado a Efe José María Gómez, uno de los investigadores.

A partir de una importante base de datos se ha trabajado con información de más de mil especies pertenecientes a 116 grupos de organismos (virus, arqueas, bacterias, hongos, plantas o animales) utilizando una aproximación basada en redes complejas.

El investigador ha explicado que las especies normalmente interaccionan con otras para poder sobrevivir, como por ejemplo los depredadores y sus presas o los parásitos y sus huéspedes.

«Las interacciones ecológicas que se establecen entre especies son cruciales para entender tanto la ecología como la evolución de los organismos», según Miguel Verdú, otro de los integrantes del grupo de trabajo.

Esta investigación, exponen sus autores, ha confirmado, mediante el uso de herramientas de redes complejas, que las especies con las que interaccionan los organismos se mantienen evolutivamente.

Por ejemplo, se ha demostrado que los insectos emparentados evolutivamente tienden a parasitar a los mismos huéspedes, al igual que las bacterias y virus cercanos tienden a infectar a especies parecidas.

Esta idea es algo que venía sospechándose desde hace más de un siglo pero que no había sido verificada empíricamente de forma general.

Asimismo, esta investigación destaca por haber desarrollado una metodología que permitirá estudiar la evolución de las interacciones ecológicas tanto especializadas como generalistas, indica Francisco Perfectti, el tercer integrante del equipo de investigación que ha llevado a cabo el estudio.

Así, para poder llevar a cabo el estudio, se ha agrupado a las especies de cada género en distintos módulos dependiendo de con quién interactuaban para ver después si estaban emparentadas entre ellas.

De esta forma será posible predecir qué especies se verán afectadas ante una mutación de un virus, ya que tenderán a ser las mismas que son vulnerables a otros virus de su misma familia, siempre y cuando los sistemas estén conservados.

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Las especies emparentadas evolutivamente tienden a interactuar

Investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad de Granada han descubierto que las especies emparentadas evolutivamente tienden a interaccionar con los mismos organismos.

   Para ello, los investigadores han estudiado la evolución de las interacciones de más de un centenar de géneros de todos los reinos biológicos, incluyendo virus, arqueas, bacterias, hongos, plantas y animales.

   El estudio demuestra que la mayoría de las interacciones ecológicas están conservadas evolutivamente, «independientemente de que sean antagónicas, mutualistas, simbióticas o no, especializadas o generalistas», según ha explicado el investigador del CSIC Miguel Verdú, autor del trabajo junto con José María Gómez y Francisco Perfectti, de la Universidad de Granada.

   «Como los rasgos fenotípicos que regulan las interacciones entre especies son en gran parte un legado de los ancestros, la comunidad científica asumía que las interacciones ecológicas también se conservan evolutivamente», añade Verdú en el artículo publicado en la revista Nature.

   Para la investigación han usado una metodología de redes complejas, agrupando a las especies de cada género en distintos ‘módulos’ según con quién interactuaban y viendo si las especies emparentadas estaban o no en los mismos módulos.

   «Al analizar varias especies de insectos de un mismo género, puede ocurrir que una de ellas pueda parasitar a tres especies de pájaros y otra a cinco; si todas las especies de pájaros parasitadas son distintas, los insectos pertenecen a módulos diferentes; si ambos insectos parasitan a varias especies en común, pertenecen entonces al mismo módulo, es decir, que además de estar emparentados evolutivamente comparten las especies con las que interaccionan», subraya.

   El trabajo demuestra así que los insectos emparentados evolutivamente tienden a parasitar a los mismos huéspedes, igual que bacterias cercanas tienden a infectar especies parecidas. Del mismo modo, también los virus parecidos suelen tener los mismos huéspedes. Así, es posible predecir qué especies se verán afectadas ante una mutación de un virus, ya que tenderán a ser las mismas que son vulnerables a otros virus de su misma familia.

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