La identificación genética llevada a cabo a través del programa DNA-Prokids, creado en la Universidad de Granada, ha permitido devolver a sus familias a 13 niños haitianos que tras el terremoto fueron trasladados a Bolivia acompañados por personas que no pudieron acreditar relación de parentesco con ellos.
Esos 13 niños formaban parte de un grupo en el que había otros 25 menores haitianos que fueron trasladados a Bolivia tras el terremoto del pasado mes de enero, si bien las sospechas policiales evitaron su tránsito a Brasil o Argentina, ha informado hoy la Universidad de Granada en un comunicado.
Catástrofes naturales como la registrada el 12 de enero en Haití, que provocan tragedias humanas como las separaciones familiares, han podido ser aprovechadas por las mafias del tráfico de seres humanos para sacar a menores de la isla, precisa la institución académica.
Según el relato de los hechos, el pasado enero llegó a Santa Cruz de la Sierra (Bolivia), vía Lima, un grupo de más de 70 personas procedentes de Haití, si bien problemas de visado impidieron que pudieran seguir viaje a Brasil o a Argentina.
Las sospechas de la policía boliviana condujeron a una investigación a fondo que permitió comprobar que 25 de los menores que integraban el grupo no iban acompañados de familiares.
Algunos de esos niños empezaron a ser reclamados por sus familiares desde Haití el pasado febrero, lo que provocó la intervención de la Fiscalía General del Estado de Bolivia, que requirió la colaboración del Laboratorio de Genética Forense del Instituto de Investigaciones Forenses boliviano.
Ese instituto aplicó el protocolo de actuación del programa DNA-Prokids, que consiste en tomar muestras biológicas (saliva, gotas de sangre) de todos aquellos menores de 18 años que no tengan familia reconocida y de todos aquellos padres o madres que denuncien la desaparición de sus hijos.
El resultado de la investigación genética permitió que los ocho familiares (siete madres y un padre) que reclamaban a 13 de los menores pudieran recuperarlos gracias a la identificación por ADN.
Se trata de dos madres que reclamaban a dos niños cada una, una madre que reclamaba a tres, cuatro que reclamaban a un solo hijo cada una y un padre que había perdido a dos niños.
Los doce niños restantes que no han podido ser identificados genéticamente permanecerán en Bolivia, donde continúa la investigación policial y judicial, hasta que se produzca su identificación o sean entregados al gobierno haitiano.
Ante casos como éste, que apuntan a un posible tráfico de seres humanos, la Universidad de Granada propuso en 2004 la creación de este programa, que este año se ha extendido a quince países del mundo.
Ya son cerca de 250 las identificaciones positivas que han permitido reunificaciones familiares gracias al análisis de ADN.
En la actualidad, las universidades de Granada y del Norte de Texas colaboran en el proyecto gracias a donaciones privadas de Estados Unidos y de España y al apoyo del Gobierno español y de autoridades de varios países, según la institución académica.
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