Una firma local quiere implantar comedores ecológicos en la Universidad de Granada
La empresa Dispronusa, que abastece de alimentos a casi 20 colegios de la provincia, concurre en el concurso que adjudica el suministro a la institución.
Alimentos naturales, libres de grasas saturadas, exentos de productos químicos y con garantía de que no hay ningún tipo de contaminación en la tierra en la que crecen. Estas son algunas de las virtudes que adornan a la llamada alimentación ecológica y que hacen que cada vez cuente con más adeptos. Su implantación en la provincia, no obstante, todavía es escasa en comparación con otras zonas del país. Una empresa afincada en Churriana de la Vega, Dispronusa, quiere cambiar esta tendencia.
Empezó hace años con el suministro de este tipo de alimentos en los comedores de una veintena de centros educativos de la provincia y ahora quiere ir un poco más allá suministrando estos mismos productos a los comedores que cuentan con mayor número de usuarios en la provincia, es decir, los de la Universidad de Granada (UGR).
Esta firma granadina concurrió el pasado 22 de diciembre, junto a otras nueve empresas dedicadas al abastecimiento de alimentos a comedores, al procedimiento abierto convocado por la UGR para adjudicar el suministro de los comedores universitarios durante 2009, unas instalaciones que usan unas 4.500 personas al día.
Todavía es pronto para saber cual será la firma elegida por la institución –la decisión no será tomada hasta enero, según explicaron fuentes universitarias– pero la proposición de esta empresa es al menos novedosa. “Nuestra propuesta cosiste en dotar al menú diario que reciben estudiantes, profesores y personal de administración y Servicios (PAS) de al menos un 50% de productos ecológicos”, explicó José Ortiz, uno de los responsables de Dispronusa.
La UGR presume de uno de los menús más baratos de la ciudad. Tan sólo tres euros cuesta almorzar cada día en sus comedores, ubicados en el campus de Fuentenueva. Ortiz asegura que la proposición de su empresa permitiría mantener dichos precios competitivos. La propuesta, que tiene también el beneplácito de estudiantes y alumnos de Medio Ambiente, podría convertir a la UGR en la primera universidad que introduce la alimentación ecológica en sus menús.
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