– Voleibol. Hernán el conquistador.
El jugador del Universidad de Granada regresa a la ciudad tras lograr la medalla de oro con la selección española en el último Campeonato de Europa.
HACE menos de 24 horas que ha aterrizado en el aeropuerto de Granada pero su rostro evidencia que no ha podido descansar aún, quizá porque su teléfono móvil no deja de sonar. Guillermo Hernán todavía no se ha bajado de la nube en la que se subió el pasado domingo tras proclamarse campeón de Europa. El granadino no se separa de la medalla de oro que con tanto merecimiento logró en Moscú y reconoce que, desde que se la dieron, tan sólo se ha quitado en dos ocasiones. Cuando lee el palmarés europeo, todavía se extraña de ver el nombre de España en una lista dominada por Rusia, Italia y Holanda. Quizá no son los mejores jugadores de Europa, como el propio jugador reconoce, pero sí han demostrado que son el mejor equipo del continente.
Con la alegría que proporciona un título de esas características, Hernán comenta que la clave ha estado, además de en el trabajo diario, «en la humildad. El resto de países no nos tenía en cuenta mientras que nosotros afrontábamos cada partido como si fuera una final. Eso nos ha dado un plus para saber competir en el campeonato de Europa».
El colocador explica que no fue hasta el final de la primera fase cuando pensaron que éste podría ser su torneo. «En el último partido ganamos a Francia, que siempre ha sido uno de nuestros grandes rivales. Gracias a eso, sabíamos que con un par de victorias en la siguiente fase podíamos meternos en semifinales, y al final vencimos los tres encuentros». No obstante, el granadino confiesa que «teníamos la medalla en mente, pero la de oro no se nos pasaba por la cabeza». Ese pensamiento se acentuó en las semifinales ante Finlandia, cuando marchaban 2-1 en contra y perdiendo 17-13 en el cuarto set. «Veíamos el partido perdido y bromeábamos con un milagro. El seleccionador Anastasi pidió un tiempo muerto y habló con Guillermo Falasca, que no estaba jugando bien. Le metió la furia, ese veneno que hizo que celebrara con un grito cada punto». El equipo español reaccionó así y se apuntó ese set y el siguiente para meterse en la final ante los anfitriones.
Arbitraje en contra
En el encuentro definitivo se repitió la misma tónica que en el anterior. Rusia se colocó 2-1, marcador influenciado por un arbitraje que Hernán califica como «vergonzoso e irritante, no sé cómo los linieres podían ser rusos». A pesar de unas decisiones arbitrales polémicas y la presión de 15.000 gargantas, el equipo español demostró una capacidad increíble para sobreponerse.
«Todos los equipos del mundo pasan momentos malos y a nosotros nos tocó en la ronda final. Somos campeones por algo, porque supimos superarlos», argumenta Hernán, que hasta que no vio el partido repetido no se percató de que el parcial en el quinto set de la final fue 16-14. «En la pista estábamos tan metidos en el juego que ni mirábamos el marcador, pensaba que teníamos más renta pero, después de verlo, te das cuenta de que estuvimos a sólo dos puntos de terminar segundos».
Hernán fue el último jugador en saber que acudiría al Campeonato de Europa, pues se disputaba el puesto con el también colocador Alfonso Flores. «Anastasi no había mostrado una simpatía especial por ninguno de nosotros, tan sólo había elegido a Flores para la final de la Liga Europea. El último día comunicó que Alfonso no estaba en la lista y yo sí. Como había entrenamiento después me aguanté la alegría por dentro. Ya al día siguiente, Andrea me comentó que yo podía aportar cosas distintas: saque, defensa, ilusión… Me sentí muy feliz en el momento y creo que con mi trabajo he respondido a su confianza».
El hecho de que el granadino formara parte de la rotación no le desilusionó, pues sabía que su rol no era ser titular. «Miguel Ángel Falasca es el mejor colocador europeo ahora mismo y sé que mi rol es suplirlo si tiene algún problema, además de defender y sacar. Cuando llegue el relevo generacional estaré listo para el papel de colocador pues es para el que entreno todos los días».
Así es como lo afronta Hernán el conquistador, otro deportista granadino que gracias a su trabajo diario y tesón ha conseguido ascender, además de a los altares del panorama nacional, a lo más alto del podio europeo.
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