VIVIR
JESÚS MUNÁRRIZ POETA Y EDITOR
«En Hiperión no nos limitamos a grupos y amiguetes poéticos»
El director de la editorial presentó en Granada los libros Viejos poemas de la vieja Europa y Flores del tiempo
JUAN LUIS TAPIA/GRANADA
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F Jesús Munárriz: Es poeta, traductor y ensayista. Dirige la Editorial Hiperión en Madrid. Ha publicado Viajes y estancias (1975), De aquel amor me quedan estos versos (1975), Cuarentena (1977), Esos tus ojos (1981), Camino de la voz (1988) y Otros labios me sueñan (1992).
Jesús Munárriz (San Sebastián, 1940), poeta y ensayista, dirige desde 1976 la editorial Hiperión, un sello dedicado en exclusiva a la poesía y que atiende especialmente a los jóvenes valores. Durante tres años seguidos autores de Granada obtuvieron el Premio Hiperión. Independencia y atender la calidad son los criterios que dice seguir. Munárriz presentó en Granada, en un acto organizado por la Cátedra Federico García Lorca de la Universidad, los libros Viejos poemas de la vieja Europa y Flores del tiempo.
-¿Cómo define su poesía, cuál es su poética?
-Intento reflejar la vida en todas sus facetas y darle forma poética. Estoy al tanto de todo lo que me rodea, de las transformaciones y cambios que aparecen en la vida, y a eso procuro darle una forma poética. Lo mío es eso, transformar las experiencias de la vida en poesía. Es una poesía distinta y variada. En este último libro de Flores del tiempo, en cada una de sus seis partes planteo un tono distinto. Abordo diferentes temas poéticos, pero en general lo que he pretendido es darle forma poética a lo que acontece a mi alrededor.
-¿A qué tendencia poética se siente más próximo?
-Me adscriben o etiquetan bastante poco, pero por la edad yo debería pertenecer a los llamados novísimos, pero coincido poco con los de mi generación. Me siento muy próximo a la línea poética de autores como Manuel Vázquez Montalbán y Martínez Sarrión. Se trata de una poesía que aborda las cuestiones del mundo, lo social y lo histórico, algo que algunos jóvenes poetas rechazaron. Me identifico con la poesía de los dos autores que he citado. Estéticamente hemos incorporado los mismos temas culturalistas que creo exige la poesía, pero no nos hemos olvidado de la realidad que nos rodea. Mi poesía también se nutre de muchos autores extranjeros, ya que debido a mi labor de editor estoy al tanto de toda la poesía que se hace en Europa e Hispanoamérica, y también me gusta la poesía china y japonesa. También me gusta leer a los jóvenes poetas porque creo que se aprende de toda buena poesía.
-¿Corren malos tiempos para la lírica?
-La poesía es una cosa de pocos, pero a largo plazo la difusión de la poesía es grande y se hace masiva. Los que estamos al tanto de la poesía somos pocos, pero su influencia es grande. Las obras de Bécquer han influido en miles de personas. Lo que ocurre en la actualidad es que la poesía llega a unos pocos, pero posteriormente permanece en el tiempo.
-¿Cree en la utilidad de la poesía?
-Algo debe tener la poesía cuando es insustituible y que no se puede remplazar por ninguna otra cosa. Algo debe tener la poesía cuando todos los pueblos la inventan o afirman que la inventaron.
-¿Se debe escribir una poesía comprometida?
-Soy partidario de que la poesía refleje los problemas que nos rodean; luego, la estética viene. No es suficiente con tener un buen tema como la guerra o las injusticias sociales, hay que hacer una buena poesía, un buen poema que le llegue a la gente. La estética sola no vale para la poesía. Lo más importante es que la gente se sienta expresada a través de un poema, y eso es lo que yo le exijo a un buen poema, a lo que aspiramos.
-¿Cómo se resiste en la edición de poesía?
-Llevamos treinta años en la edición de la poesía y subsistimos gracias a esa veteranía, porque nos hemos ido haciendo de un fondo editorial. También editamos a poetas de todas las lenguas y tenemos buenas traducciones, que nos mantienen. Con la edición de poetas jóvenes hay altibajos. Carmen Jodra tuvo seis ediciones, un lanzamiento raro, que fue muy apoyado. Fue un pequeño éxito.
-¿Qué criterios editoriales sigue Hiperión?
-Hemos seguido nuestros gustos, y en Hiperión no nos limitados a grupos y amiguetes poéticos, y sólo nos hemos fijado en los que es bueno. Hay poetas de todo tipo en el premio Hiperión. El criterio ha sido la calidad. Siempre procuro estar abierto y ver quien lo hacen bien.
-¿Qué opina de quienes critican la aparición en sus colecciones poéticas de autores consagrados junto a los surgidos de premios locales o provinciales?
-Esa es una de las gracias de la editorial. El poeta joven llega a sitios que de no ser así no podría alcanzar. El situarlos a todos al mismo nivel permite que se conozcan los más jóvenes. Hace años hicimos una colección joven y nos pedían la otra. Para un poeta que empieza es un apoyo muy fuerte. El único premio que no paga es el Hiperión y es el más buscado, porque le da un lanzamiento al ganador. Luego, lo que haga después es un asunto suyo. Para mí es una virtud el hecho de que jóvenes y consagrados vayan en la misma colección. Esa mezcla favorece a los jóvenes.
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