Pág. 8: Las obras del metro siguen paradas en la zona donde aparecieron los restos
Pág. 22: La obra del metro sigue parada en Fuentenueva
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Pág. 4: Simón Bolívar en Granada
Pág. 22: Traducciones bizantinas
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La nueva ley de cajas es una revolución que cambiará para siempre el sector de cajas español. Desde hace años, se viene hablando de la necesidad de profesionalizar el sector, pero nunca fue posible llegar a un consenso porque políticos de todas las tendencias se negaban a perder sus juguetes financieros. Ahora tendrán que acostumbrarse a que ya no podrán hacer lo que quieran con las cajas. El poder político va a ser más reducido y en la mayoría de los casos va a estar bajo la atenta mirada de los inversores privados que entren en el capital de las cajas, que no estarán dispuestos a que se financien los caprichos y sueños de grandeza territoriales de antaño, y que además se quedarán con parte de los recursos que hasta ahora iban a obra social.
¿Permitiría un inversor privado que una caja como CCM financiara y participara en el aeropuerto de Ciudad Real? Seguramente no y tampoco lo permitirán las nuevas exigencias contables que prepara el Comité de Basilea, que pretenden penalizar las participaciones industriales. Tampoco estaría dispuesto a apoyar el capital privado una fusión como la de Caixanova y Caixa Galicia sólo porque el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, se empeña en que tiene que haber una gran caja regional que fomente el desarrollo de la comunidad autónoma.
Las decisiones de inversión y la obra social sufrirán grandes cambios
A los inversores privados, y más si vienen del extranjero, donde miran a las cajas como una rara avis, no les vale ese argumento que tanto se ha utilizado en los últimos meses de que es un expolio llevarse a una caja de su región. Ellos, que son los que van a poner el dinero que tanto necesita este sector para ganar en solvencia y poder dar créditos, sólo saben de números y de si una operación es rentable y solvente. Ellos no hubieran entendido el lío político que se ha armado esta semana en Andalucía en torno a la adjudicación de Cajasur (ver información adjunta) y hubieran puesto el grito en el cielo al escuchar las críticas feroces al Banco de España por vender una caja cordobesa a una entidad vasca y no andaluza.
BBK pidió 392 millones en ayudas públicas cuando Unicaja necesitaba 1.000 millones. Las cifras son las que valen a los inversores, pero no siempre es la guía de los políticos. El supervisor sabe que desde esta semana estos tienen mucho menos que decir en las cajas y esta vez no ha sucumbido a las presiones que en meses anteriores tuvo que acatar en otras cajas por impotencia.
Más cautela en las inversiones
La venta de cuotas participativas es casi inviable en estos momentos
«La nueva ley no expulsa a los políticos, sino que reduce su peso para que sea más fácil que los profesionales del sector puedan realizar su labor», dice el catedrático de la Universidad de Granada y consultor de la Reserva Federal estadounidense (Fed), Santiago Carbó. El que fue presidente de Caja General de Granada, el economista Julio Rodríguez, añade: «Cualquier operación de inversión tendrá que rodearse a partir de ahora de una mayor cautela y solvencia de lo que ha sido hasta ahora».
Frente a ellos, Francisco Zabala, responsable del Máster en Economía Bancaria de la Universidad de Sevilla, cree que «lo bueno de una caja de ahorros es que invierte en la zona dónde está radicada. Un banco puede considerar que, por criterios económicos, no es rentable invertir en Jaén, explica convencido de que la bancarización de las cajas, que él cree imprescindible, «supone que vamos a perder la posibilidad de utilizar una entidad para crear proyectos de interés local o regional».
Los economistas y especialistas coinciden en que se reducirá la dependencia política de las cajas, pero el grado de despolitización variará según la estructura de capital que escoja cada entidad de entre las cuatro posibilidades que permite el decreto-ley. Las entidades pueden optar por emitir cuotas participativas con derechos de voto; fusionarse a través de un banco de nueva creación y vender una parte; traspasar su negocio financiero a un banco para dar entrada en él al capital privado, y convertirse en fundaciones. Aunque se puede elegir, en esta primera fase, la única salida que los expertos ven viable es la de vender participaciones de los bancos que constituyan, bien sea sacándolos a bolsa o haciendo una colocación privada. Convertirse en fundaciones parece una fórmula más a futuro, salvo excepciones como las de CCM y Cajasur.
Vender cuotas participativas con derechos de voto es casi imposible en el contexto actual de cierre de mercados. Los inversores internacionales están muy reticentes a adquirir cualquier título de entidades financieras españolas y no quieren ni oír hablar de nada que se llame o apellide caja. En el sector admiten que ser una caja es hoy un obstáculo para ir al mercado y, por eso, entienden que haya entidades, como Caja Madrid y Bancaja, que se van al extranjero, casi renegando de ser cajas, a explicar que ahora son un banco.
En el sector confían que este rechazo por las cajas se pase a medio plazo y mientras planean sus estrategias para captar inversores. Los bancos españoles parecen uno de los objetivos a los que intentar atraer, pero por el momento no han hecho ningún amago de estar interesados. Bancos consultados por Público aseguran que ahora ser accionistas de las cajas no es su prioridad. Podría ser la vía para que los bancos extranjeros se instalen en el sistema financiero español.
Las cajas no hubieran querido llegar hasta aquí, pero se han visto obligadas. ¿Susto o muerte?
A mí me parece muy bien que Hugo Chávez llame a José Antonio Lorente para encabezar el equipo de investigadores forenses encargados de identificar el cuerpo de Simón Bolívar y confirmar, de esta forma, si su muerte fue consecuencia de una tuberculosis o el resultado de la digestión de una ensalada de arsénico con muy poca compasión. Y digo que me parece muy bien, porque el hecho es, ante todo, un reconocimiento que engalana a la Universidad de Granada y une el nombre de nuestra ciudad a la arquitectura histórica de género bolivariano.
Lo que me resulta algo más perentorio es el matiz que el líder venezolano pueda llegar a querer darle, emulando el carácter litúrgico del santoral católico. Quiero decir, con otras palabras, que el proceso de identificación del revolucionario suena a ritual de un proceso de beatificación con motivaciones casi religiosas. Lástima que el cuerpo de Bolívar no estuviera incorrupto, en cuyo caso, se hubiera convertido en padre reverenciado de la religión bolivariana. Pero no, el cuerpo de Bolívar estaba en sus huesos. A lo más que se puede llegar ahora es a extraer pequeñas partes del mismo para convertirlas en reliquias que acompañen al gobierno de la república para darle suerte y una larga vida. Porque eso es lo mismo que hicieron los grandes dictadores de la historia en su afán de utilizar las reliquias religiosas como disculpa supersticiosa y garantía de seguridad. Quién no recuerda el dedo de Santa Teresa en las manos de Franco o la búsqueda del Santo Grial por el ejército de arqueólogos del Reich. Es una cuestión mágica y a la vez mística que mueve a quienes están en el poder para identificarse con sus propios ídolos laicos o religiosos.
De los restos de Bolívar ya habrá quien se encargue de extraer alguna pieza para museo o para acompañar al gobierno. De exponerlo en alguna vitrina con cepillo a los pies para que pueda ser visitado y venerado por las hordas republicanas bolivarianas. A fin de cuentas, el hombre de América está situado en las grandes páginas de los libros de la historia universal.
El culto a Simón Bolívar incluye la vigencia de su legado y la reafirmación de sus ideas. El héroe libertador es, al mismo tiempo, principio y fin de un proyecto de unidad que ojalá fuera realidad. Lo que se me antoja una paradoja es que tengan que ser españoles y de la Universidad de Granada los que dirijan la exhumación e identificación de una de las figuras más importantes de la emancipación americana del imperio español. Una de las figuras que contribuyó, de manera decisiva, a la independencia de las actuales Venezuela, Bolivia, Perú, Ecuador y Colombia. Por eso, yo pediría que se trajesen a Granada una reliquia del libertador como objeto de culto y veneración.
La Universidad de Granada, a través de su Laboratorio de Identificación Genética, ha colaborado en la exhumación de los restos mortales del libertador Simón Bolívar, realizada el día de hoy en el Panteón Nacional de Caracas.
El acto, coordinado por el gobierno y la fiscalía venezolanos, ha contado con la participación de medio centenar de expertos, entre los que figura como único observador extranjero el grupo liderado por el profesor José A. Lorente (departamento de Medicina Legal de la Universidad de Granada).
Lorente, que cuenta con una larga experiencia nacional e internacional en la identificación genética de personalidades históricas, de víctimas de conflictos armados y de personas desaparecidas, contribuye en el triple objetivo del actual proyecto venezolano: caracterizar y preservar los restos de Simón Bolívar, recabar datos sobre su identidad y conocer mejor las causas de su muerte, acaecida en 1830, posiblemente como consecuencia de una malaria.
Coincidiendo con el Bicentenario de la independencia americana, la exhumación de los restos de Bolívar constituye para las autoridades venezolanas un hito histórico: “era una deuda que teníamos con nuestro Libertador y la hemos honrado en este año Bicentenario”, señaló el ministro de Interior y Justicia, Tarek El Aissami.
Quiere demostrar con 50 científicos que no murió de tuberculosis, sino que asesinado * Dice que no “hay dudas de ese esqueleto glorioso, pues siento su llamarada, Dios mío. Cristo mío”, después de abrir el sarcófago en una ceremonia secreta * Oposición dice que quiere tapar con restos de Bolívar, la inflación, más contenedores con comida podrida y conflicto con Colombia
El presidente Hugo Chávez reveló a los noctámbulos de Twitter lo que hasta las dos de la madrugada de ayer no había querido informar el Gobierno: que en la noche del jueves un equipo de fiscales y policías científicos exhumaron los restos del libertador Simón Bolívar para determinar la causa de su muerte, ocurrida en 1830.
“Hola, mis amigos. ¡Qué momentos tan impresionantes hemos vivido esta noche! ¡Hemos visto los restos del gran Bolívar!”, anunciaba el primer tuit presidencial. “Confieso que hemos llorado. Les digo: tiene que ser Bolívar ese esqueleto glorioso, pues puede sentirse su llamarada. Dios mío. Cristo mío”.
Chávez es de los que sospecha que Bolívar no murió de tuberculosis, como ha acordado la historia. Él sostiene que fue asesinado y que esa suposición es mucho más importante que cualquiera de los escándalos que envuelven hoy a su Gobierno.
¿Envenenado? ¿Baleado, tal vez? Eso es lo que van a determinar los 50 especialistas de la Fiscalía General y del Cuerpo Técnico de Policía Judicial que ayer mostró el canal del Estado, en plena faena y ataviados de trajes blanco, como próximos a emprender un viaje al espacio.
Maniobra para tapar la crisis
Mientras Chávez teoriza sobre las causas de la muerte del Libertador, sus críticos aseguran que se trata de una maniobra de distracción para intentar tapar la cruda realidad de un país sumido en una profunda crisis.
La inflación –en el 31% en junio, la más alta de América Latina– obliga a los ciudadanos a rascarse cada vez más el bolsillo; la economía entró en recesión el año pasado y siguió en números rojos en el primer trimestre de 2010.
Además, se han hallado más contenedores con comida descompuesta por la supuesta mala gestión de la empresa estatal responsable de su importación (Productora y Distribuidora Venezolana de Alimentos, filial de Petróleos de Venezuela).
En total, se han descubierto más de 130,000 toneladas de alimentos podridos en puertos y almacenes, que debían ser distribuidos en la red pública de mercados populares. En Venezuela, además, ya comenzaron extraoficialmente las campañas de los partidos para las elecciones parlamentarias del 26 de septiembre.
Por eso la oposición ha dicho que temas como el supuesto asesinato de Bolívar y la potencial ruptura de relaciones diplomáticas con el Vaticano, de la que también se ha hablado estos días, son cortinas de humo tendidas por el Gobierno para eludir el debate acerca de su mala gestión para resolver los problemas de inseguridad, inflación, corrupción y servicios públicos deficientes que atraviesa el país.
A la crisis económica se une el conflicto con la vecina Colombia, cuyo Gobierno acaba de denunciar la supuesta presencia en territorio venezolano de tres importantes líderes guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC y del Ejército de Liberación Nacional, ELN.
Quieren cambiar la historia
La larga lista de problemas que afronta el país no ha entorpecido el trabajo de los expertos del Gobierno que, en menos de 24 horas, parecen haber dado con la prueba que en 180 años no encontraron los historiadores.
Elías Pino Iturrieta, Director de la Academia Nacional de Historia, dijo a EL PAÍS que no hay ninguna evidencia de la época que indique algo parecido a la existencia de un asesinato o de un hecho de violencia.
“No existe un mínimo fundamento científico que justifique este espectáculo nocturno. Ningún historiador sensato puede avalar la hipótesis del asesinato de Bolívar. No queda sino pensar que ésta es una manera de que los tontos se ocupen de una muerte de 1830 y no de los desmanes que estamos viviendo en este momento”, expresó.
La apertura del sarcófago del Libertador, que reposa en el Panteón Nacional, no había sido anunciada oficialmente. El proceso estuvo a cargo de un científico español: el profesor José Antonio Llorente, Director del Laboratorio de Identificación Genética de la Universidad de Granada.
A través de la televisora oficial, Llorente dijo que la investigación se ha hecho “en silencio, no en secreto, (…) respetando al máximo el cuerpo del libertador Bolívar”, y calificó su trabajo como “neutral”.
Pág. 19: ¿Plan antiguo o grado europeo?
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Un equipo internacional de investigadores, entre ellos científicos españoles, han identificado las bacterias que llegan cada día desde el Sáhara a España, que colonizan lagos de alta montaña en Sierra Nevada y Pirineos y que podría estar dañando a la fauna y flora de algunos ecosistemas. Dicho fenómeno aumenta en verano y con el cambio climático.
El citado equipo, del proyecto Ecosensor, reúne a físicos de la atmósfera y biólogos liderados por Isabel Reche, de la Universidad de Granada, junto con Emilio O. Casamayor, del Centro de Estudios de Blanes, según ha informado la Fundación BBVA, que financia al grupo.
Del Sáhara y el Sahel llegan volando cada día a España millones de microorganismos, según recuerdan los investigadores.
El equipo internacional del proyecto Ecosensor, financiado por la Fundación BBVA, ha analizado por primera vez los microorganismos viajeros con técnicas de biología molecular y, además de identificarlos, ha descubierto que colonizan lagos de alta montaña en Sierra Nevada y Pirineos.
Los resultados, presentados en varias publicaciones científicas recientes, muestran que los citados lagos albergan microorganismos «que también hemos encontrado en el suelo de Mauritania», dice Reche, quien añade que se trata de «algo sorprendente».
Entre los microorganismos identificados hay pseudomonas -un género de bacilos capaces de colonizar un amplio rango de nichos; estafilococos -un género que incluye microorganismos presentes en la piel humana-; o los Acinetobacter, que contribuyen a la mineralización del suelo.
«El incremento de estos aportes de polvo a ecosistemas prístinos, como los lagos de alta montaña, es muy importante, pues traen nutrientes que ‘fertilizan’ los lagos y cambian sus comunidades microbianas», explica Reche.
Algunos de estos cambios no son positivos; de hecho el polvo podría estar dañando ya a la fauna y flora de algunos ecosistemas, recuerda en su comunicado la Fundación BBVA.
La «migración» de microorganismos en el polvo africano es más intensa en primavera y verano, y muy en especial en los últimos años, en que en ocasiones se ha llegado a multiplicar por diez el número de microorganismos.
Esto se debe, afirman los investigadores, a la sequía que afecta a la franja africana del Sahel desde hace 30 años, y que se relaciona a su vez con el cambio climático.
Un factor añadido es la pérdida de cubierta vegetal en África asociada a cambios en las prácticas agrícolas, recuerda el comunicado.
Como cálculo global, se estima que el Sáhara emite cada año entre 60 y 200 millones de toneladas de polvo; es un material rico en nitrógeno, fósforo y hierro con un papel importante en el crecimiento del plancton oceánico, e incluso en la fertilización de las selvas tropicales, recuerda la Fundación BBVA.
Las técnicas de biología molecular que usan estos investigadores permiten detectar casi todos los organismos presentes en una muestra, mientras que los métodos usados hasta ahora revelaban «bastante menos de lo que hay realmente», explica Reche.
Los investigadores de Ecosensor han tomado muestras de aire en los lugares donde es más fácil detectar la lluvia de microorganismos, como los lagos de alta montaña.
«Son enclaves poco alterados por la acción humana local, por eso son muy útiles para estudiar la incidencia de microorganismos invasores aerotransportados de origen remoto», señala Reche.
Los lagos escogidos están en Sierra Nevada y Pirineos, y también en los Alpes (Austria), la Patagonia argentina, las islas Bylot, en el Ártico (Canadá), y el archipiélago de las Shetland del Sur (Antártida).
El presidente Hugo Chávez reveló a los noctámbulos de Twitter lo que hasta las dos de la madrugada de este viernes no había querido informar el Gobierno: que en la mañana del jueves un equipo de fiscales y policías científicos exhumaron los restos del libertador Simón Bolívar para determinar la causa de su muerte, ocurrida en 1830. «Hola mis amigos. ¡Qué momentos tan impresionantes hemos vivido esta noche! ¡Hemos visto los restos del gran Bolívar!», anunciaba el primer tuit presidencial. «Confieso que hemos llorado. Les digo: tiene que ser Bolívar ese esqueleto glorioso, pues puede sentirse su llamarada. Dios mío. Cristo mío».
Chávez es de los que sospechan que Bolívar no murió de tuberculosis, como ha acordado la historia. Él sostiene que fue asesinado y que esa suposición es mucho más importante que cualquiera de los escándalos que envuelven hoy a su Gobierno. ¿Envenenado? ¿Baleado, tal vez? Eso es lo que van a determinar los 50 especialistas de la Fiscalía General y del Cuerpo Técnico de Policía Judicial que ayer mostró el canal del Estado, en plena faena y ataviados de trajes blanco, como próximos a emprender un viaje al espacio.
Mientras Chávez teoriza sobre las causas de la muerte del Libertador, sus críticos aseguran que se trata de una maniobra de distracción para intentar tapar la cruda realidad de un país sumido en una profunda crisis. La inflación -en el 31% en junio, la más alta de América Latina- obliga a los ciudadanos a rascarse cada vez más el bolsillo; la economía entró en recesión el año pasado y siguió en números rojos en el primer trimestre de 2010. Además, siguen hallándose contenedores con comida descompuesta, por la supuesta mala gestión de la empresa estatal que la importa (la Productora y Distribuidora Venezolana de Alimentos, PDVAL, filial de Petróleos de Venezuela). En total se han descubierto más de 130.000 toneladas de alimentos podridos en puertos y almacenes, que debían ser distribuidas en la red pública de mercados populares.
En Venezuela, además, ya comenzaron extraoficialmente las campañas de los partidos para las elecciones parlamentarias del 26 de septiembre. Por eso la oposición ha dicho que temas como el supuesto asesinato de Bolívar y la potencial ruptura de relaciones diplomáticas con el Vaticano, de la que también se ha hablado estos días, son cortinas de humo tendidas por el Gobierno para eludir el debate acerca de su mala gestión para resolver los problemas de inseguridad, inflación, corrupción y servicios públicos deficientes que atraviesa el país.
A los problemas económicos se une el conflicto con la vecina Colombia, cuyo Gobierno acaba de denunciar la supuesta presencia en territorio venezolano de tres importantes líderes guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y del Ejército de Liberación Nacional (ELN).
En menos de 24 horas, los expertos del Gobierno venezolano parecen haber dado con la prueba que en 180 años no encontraron los historiadores. Elías Pino Iturrieta, director de la Academia Nacional de Historia, ha dicho a EL PAÍS que no hay ninguna evidencia de la época que indique algo parecido a la existencia de un asesinato o de un hecho de violencia. «No existe un mínimo fundamento científico que justifique este espectáculo nocturno. Ningún historiador sensato puede avalar la hipótesis del asesinato de Bolívar. No queda sino pensar que esta es una manera de que los tontos se ocupen de una muerte de 1830 y no de los desmanes que estamos viviendo en este momento».
La apertura del sarcófago del Libertador, que reposa en el Panteón Nacional, no había sido anunciada oficialmente. El proceso estuvo a cargo de un científico español: el profesor José Antonio Llorente, director del Laboratorio de Identificación Genética de la Universidad de Granada. A través de la televisión oficial, Llorente ha dicho que la investigación se ha hecho «en silencio, no en secreto, (…) respetando al máximo el cuerpo del libertador Bolívar», y calificó su trabajo como «neutral».
El gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez está contento. Los que le han visto o hablado con él en los últimos días coinciden en el optimismo que refleja Mafo (acrónimo de su nombre) porque considera que era absolutamente necesario contar con una Ley de Cajas como la que acaba de aprobar el Gobierno. El objetivo es cambiar la estructura de estas entidades para que sean más fuertes, tengan más capital, cierren las oficinas sobrantes y vuelvan a ofrecer créditos. A cambio de recibir este capital (su salvación, gracias al dinero de los contribuyentes), el Banco de España las ha traído a su redil ya que la mayoría, previsiblemente, traspasarán su negocio a un banco. «Con la separación de la gestión de la obra social por un lado y figura del banco por otro, el supervisor controlará estas instituciones de una manera más directa, sin las injerencias políticas que ahora existen», apunta Jordi Fabregat, profesor de la escuela de negocios Esade.
No es ningún secreto que el Banco de España ha visto con desesperación cómo se alargaban y complicaban hasta el surrealismo algunas operaciones -o fusiones que acabaron en carísimas intervenciones- como las de Caja Castilla La Mancha (CCM), Cajasur, Caja España con Caja Duero y, el viernes pasado, el lamentable espectáculo de Caja Mediterráneo (CAM), que disparó las alarmas en el sector. La nueva Ley de Cajas, que supone el mayor cambio para el sector en los casi dos siglos de historia, tiene un aspecto voluntario, privatizar la entidad si así lo decide, y otro obligatorio: la salida de todos los políticos de las asambleas y los consejos, un tercio de los cargos actuales.
Los Gobiernos autónomos y las Diputaciones han tenido una relación incómoda con el Banco de España, por lo que el nuevo texto ofrece un margen de tres años para la salida de los cargos políticos electos y los altos cargos de todas las Administraciones públicas en un máximo de tres años. En su lugar acudirán aquellos que nombren los Parlamentos y plenos municipales y de las Diputaciones, pero no podrán superar el 40% del derecho de voto en los consejos y asambleas generales. Es decir, se quedan en minoría. Además, tendrán que reducir su número: el BOE establece que las asambleas tendrán entre 60 y 180 miembros y los consejos entre 13 y 17 puestos. Según algunos cálculos, podrían sobrar más de 350 asambleístas, sobre todo de Caja Madrid, Bancaja, Cajastur y Unicaja, y más de 60 miembros de los consejos de administración.
Las comunidades autónomas podrían retocar estos límites, pero no se cree que los amplíen con el ambiente que existe en el sector. El Gobierno ha seguido las peticiones de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), que llevaba años pidiendo librarse de la carga política. Otra fórmula para quitar poder a las comunidades autónomas ha sido acabar con derecho de veto discrecional a las fusiones. Hasta ahora, una caja pedía la autorización y el Gobierno regional la rechazaba o aprobaba sin dar más explicaciones. A partir de ahora tendrán que estipular las condiciones objetivas y, si la fusión las cumple, no se podrá vetar.
Además de menos políticos, los ejecutivos de las cajas deberán ser más profesionales. El Gobierno y el Banco de España han establecido que el director general «deberá poseer los conocimientos y experiencia específicos para el ejercicio de sus funciones». Es decir, «que haya desempeñado, durante un plazo no inferior a cinco años, funciones de alta administración, dirección, control o asesoramiento de entidades financieras o funciones de similar responsabilidad en otras entidades públicas o privadas de, al menos, análoga dimensión», dice la ley. «En ocasiones, los políticos colocaban a ejecutivos de baja cualificación para que sean más fáciles de controlar y no se distinguía bien dónde empezaba la caja y dónde acaba la Consejería de Economía», apunta un algo cargo del sector que pide el anonimato. Luis Garicano, profesor de la London School of Economics, considera crucial la mayor profesionalización del sector. «En un estudio realizado por este centro se demostró que la escasa cualificación de los directivos estaba relacionada con los peores resultados de las cajas. Deberían fichar a algunos buenos ex ejecutivos prejubilados de bancos», apunta. En definitiva, se trata de desactivar esa amalgama pegajosa de intereses en la que se han convertido algunas cajas por los políticos, los directivos, e incluso medios de comunicación.
Pero hay más, mucho más. El real decreto ha abierto la puerta a la privatización total de estas entidades. Retirar a los políticos tiene el objetivo de atraer capital e inversores privados que se sentarán en los consejos. La reforma permitirá que las cajas emitan cuotas participativas (similares a las acciones), con o sin derechos políticos. También podrán traspasar su negocio financiero a un banco y, posteriormente, colocarlo en Bolsa y vender sus acciones. En ambos casos no podrán superar el 50% del patrimonio de su patrimonio. Si pasan esta frontera, las cajas dejarán de serlo y se convertirán en fundaciones que solo administrarán la obra social y la cartera de participaciones industriales. Santiago Carbó, catedrático de Economía de la Universidad de Granada, ve positiva esta mayor disciplina de mercado en las cajas. «Hasta ahora es cierto que realizaban emisiones de activos y estaban sometidas a rating, pero cotizar en Bolsa supone una valoración continua de la gestión por parte del mercado, es otra fase diferente».
Entre los sindicatos y los partidos de izquierda las críticas han sido enormes: Comisiones Obreras (CC OO), sindicato mayoritario, admite que las cajas necesitan recapitalizarse, pero no por esta vía. Pide un límite para el poder de las cuotas participativas, que las cajas solo puedan ser fundaciones en caso de extinción y que el texto legal se discuta como proyecto de ley. Además, critica la estrategia: «Si el Gobierno hubiera inyectado capital antes a las cajas no se habría cortado tanto el crédito, no se hubieran cerrado tantas pymes, no hubiera crecido tanto el paro, no habría tanta morosidad y las entidades no estarían tan mal. Pero Zapatero no quiso reconocer la situación y el gobernador ha esperado a que se debiliten las cajas para entrar a privatizarlas», apunta José María Martínez, secretario general de Comfia-CC OO. Alejandro Lucero, consejero delegado de Multigestión Iberia e intermediario de fondos de capital riesgo, coincide en que se ha abordado erróneamente la reforma desde el punto de vista de los plazos. Lucero cree que primero debía haberse aprobado la ley y luego hacer las fusiones. «Esto hubiera evitado ataques especulativos de los mercados y se hubiera paliado la incertidumbre que pesa sobre nuestro sistema».
José Miguel Villa, de UGT critica que la reforma de la Ley de Cajas busca «bancarizar» a estas entidades y que se ha elaborado sin consultar a todos los agentes del sector. «En unos años no podrá reconocerse al sector de las cajas porque será muy parecido, si no igual, que al de la banca», señala. UGT rechaza la nueva norma, porque supone «romper el modelo social que determinaba la actividad de las cajas» que pasará por mayor exclusión financiera, abandono de las zonas rurales y menor competencia para los ciudadanos. Ante estas críticas, el Banco de España recuerda que estos cambios se han hecho con el apoyo de la CECA y de los dos grandes partidos, PSOE y PP.
La gran pregunta es si estaba justificado un vuelco. «La reestructuración del sector ha costado, por el momento, unos 12.000 millones a los contribuyentes. Creo que son 12.000 poderosas razones para transformar el sector que ha demostrado su incapacidad para aguantar una crisis como esta», dice un consultor que trabaja para proyectos de cajas. «No creo que la obra social justifique el coste que supone reestructurar las cajas», apunta con intención un analista. Desde las cajas responden que los 12.000 millones se devolverán con altos intereses, el 7,75%, aunque para ello en el mercado no se duda de que tendrán que salir a Bolsa todas las que han pedido las ayudas.
El problema se originó a inicios de 2000, cuando una parte de las cajas se lanzaron a un crecimiento desmedido de la burbuja inmobiliaria, abriendo oficinas en las promociones inmobiliarias que pronto perdieron su rentabilidad (véase cuadro). Mientras tanto, los bancos contuvieron su red de sucursales y su plantilla. Los políticos veían este crecimiento con optimismo porque ansiaban tener grandes cajas que se impusieran en las futuras fusiones regionales. Algunos ejecutivos, con miras de corto plazo, no pensaron en la sobrevaloración de estos inmuebles. Pero el mercado se dio la vuelta y entre 2007 y 2009 han tenido que comprar inmuebles por 39.000 millones para frenar la morosidad. Su cuota de mercado superó a la de los bancos, «pero a un precio muy alto. Ahora les sobran un tercio de las oficinas y la plantilla. Mientras no hagan esta reconversión no podrán dar créditos. Además, les faltan equipos directivos», apunta Luis de Guindos, director del Centro PwC/IE.
Y ahora el problema es que las cajas no tendrán el viento de cola, como ocurrió en 1993. Como apunta Tano Santos, director de cátedra de la Universidad de Columbia, «el ciclo anterior tenía como fuente una expansión sin precedentes del flujo de crédito que no va a volver, ni es deseable que lo haga, ni a corto ni a medio plazo. Es difícil ver cómo se puede producir la recapitalización privada de las cajas problemáticas». Lo que se ha demostrado es que las cajas y la política ha sido una combinación mortal.
Págs. 14 y 15: Tráfico duplica los kilómetros de recorrido en bicicleta por la ciudad
Pág. 20: Se busca compañero de piso limpio, ordenado y no fumador
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Acaban los exámenes de julio y la ciudad se vacía de estudiantes a la vez que se llena de carteles que anuncian la búsqueda de compañeros para el próximo curso o de caseros que solicitan inquilinos para sus piso deshabitados. Ni internet, ni la ordenanza del Ayuntamiento que prohibe que se peguen carteles en la calle ha acabado con esta ‘tradición’ que llena las paredes y vallas de la ciudad a comienzo y final de cada curso.
Granada es la ciudad andaluza más solicitada por los estudiantes de las distintas provincias y, posiblemente, la que cuente con mayor oferta de viviendas. Además de carteles y páginas de internet especializadas en la búsqueda de pisos y compañeros, los estudiantes cuentan con un servicio propio de la Universidad de Granada que facilita la búsqueda de alojamiento para cada curso universitario. El Vicerrectorado de Estudiantes, a través de la Oficina de Gestión de Alojamientos ubicada en el campus de Fuentenueva, pone en contacto a los estudiantes y los dueños de pisos para agilizar este trámite.
Pero aún así las calles, farolas, cabinas telefónicas y pasillos de las distintas facultades se llenan de carteles de estudiantes que buscan urgentemente compañeros para el mes de septiembre y de caseros que no quieren que sus pisos queden vacíos en la actual situación de crisis económica. Los anuncios se encuentran ubicados en las principales zonas universitarias. Los comedores universitarios, la Facultad de Ciencias, la de Derecho o la plaza Einstein son los principales puntos que se encuentran decorados con estos anuncios. Los estudiantes saben que cada vez hay una mayor oferta y por eso intentan que su anuncio destaque sobre los demás. De este modo cada vez son más los carteles que muestran fotos del piso, un mapa para situarlo y dibujos llamativos o que se encuentran impresos en folios de colores para producir un mayor impacto visual.
Los jóvenes prefieren que sus futuros compañeros no sean fumadores, también reclaman que sean ordenados, respetuosos y limpios, para que la convivencia sea mejor. Así lo declara Agustín Mingorance, estudiante de LADE de la UGR, que suele buscar «gente que sea limpia y ordenada y que respete los horarios y a los compañeros que vivan en la casa», y admite que prefiere convivir con gente no fumadora y que no tenga mascotas. Mari Carmen Ramón, estudiante de Medicina, empezó viviendo en un Colegio Mayor de la ciudad, pero cuando conoció a gente de su clase decidió irse a un piso con ellos «porque tiene mayor libertad y la convivencia, al ser amigos, es mejor». Mari Carmen ha estado durante cuatro años en el mismo piso y ahora se ha tenido que mudar «porque van a hacer reforma, pero yo me hubiese quedado encantada», declara sonriente.
Cada vez son más los anuncios que demandan compañeros aplicados y que respeten el ambiente de estudio del piso. Otros optan por describirse como gente simpática, respetuosa y ordenada para ser los seleccionados entre tanta variedad de pisos.
Las zonas más ofertadas son las preferidas por los estudiantes granadinos: la Plaza de Toros, las cercanías de Pedro Antonio de Alarcón, la zona de Hipercor y el barrio de Los Pajaritos, que tiene los precios más económicos entre los barrios de la zona Centro. El coste del alquiler de una habitación oscila entre los 137 euros en el barrio de Los Pajaritos y los 250 euros en zonas más céntricas como Hipercor o Alhamar.
En cuanto a convivir con estudiantes extranjeros, a los jóvenes les parece una buena oportunidad para conocer distintas culturas e idiomas y «luego puedes ir a su país a visitarlos», dice Agustín, que ha convivido con algunos estudiantes Erasmus.
Por su parte, los dueños de los pisos también exigen que los inquilinos sean respetuosos y destinan sus anuncios, principalmente, a chicas estudiantes.
En septiembre llegará la nueva oleada de carteles.