Granada comienza a contraer su estado puro tras la llegada de decenas de miles de universitarios a nuestra ciudad.
Cómo diría el poeta Francisco A. de Icaza: “No hay nada peor que ser ciego en Granada…”, pero no solo ciego, tampoco hay nada peor que no poder escuchar el murmullo de los universitarios que a su llegada a la ciudad, apadrinan el himno de zonas como Pedro Antonio, distrito Centro, Realejo o cualquier otro punto emblemático de la capital, una mezcla de sentidos, cuyo origen de la receta granadina, son cada uno de los ingredientes que forman la ciudad.
De la mano del fresquito por esta parte de Andalucía en el mes de Octubre, paradójicamente se convierte, también, en un mes más que veraniego para el sector hostelero granadino, y es que las terrazas se inundan por estudiantes “enganchados” a las tapas de “Graná”, pasando de esta forma, a estar la ciudad abierta el día y la noche.
Haga calor o haga frio, llueva o no, las ganas de diversión de los jóvenes confirman el dicho de que “al mal tiempo, buena cara”.
Paseando por estas fechas por las calles de la ciudad, es fácil toparnos con un amplio grupo de estudiantes, en muchas ocasiones mostrando un estado de embriaguez, alardeando de canticos más que tradicionales, adornados con vestimentas muy originales con toques cómico y en muchas ocasiones endulzados por desperdicios de comida.
Sí, nos referimos a las famosas novatadas que sufren los nuevos a su llegada a la universidad. Pasando este mes a ser el más esperado por los veteranos que aprovechan su experiencia en la facultad, para dar la bienvenida a los forasteros de esta forma tan peculiar.
Las novatadas en la facultad de Medicina, se celebran en el día de San Lucas, culminando este día con caída libre de un alumno desde la estatua de la plaza de la facultad de derecho.
De esta forma, comienza una procesión a veces en forma de manada de jóvenes por los pubs de la ciudad de Granada, en busca de los barriles que dan el pistoletazo de salida al comienzo de curso. Culminando la noche en el botellódromo bajo una previa parada para comprar alcohol en los chinos. Y es que Granada es una ciudad de costumbres, quién sabe, a lo mejor ellas son clave de su éxito.
Pero no solo esta ciudad andaluza es famosa por sus novatadas, también se ha convertido en el principal reclamo de estudiantes de Erasmus, puede que se sientan atraídos por las costumbres mencionadas anteriormente como motivo de su triunfo de la UGR.
Su impacto en la ciudad es enriquecedor no solo para ellos sino también por la ciudad. Más de dos mil estudiantes europeos cursan sus estudios universitarios en la ciudad, proporcionando a nuestra universidad reconocimiento internacional, mejorando su programa académico eliminando fronteras.
Gracias al cada vez mayor reconocimiento de la Universidad de Granada, un gran número de estudiantes de origen norte americano quiere venir para participar, de alguna manera u otra, con el mundo cultural de la ciudad y del país. Acuerdos entre la Junta de Andalucía y Universidades Americanas facilitan el flujo de estudiantes.
Como granadinos, se debe saber apreciar la principal fuente de riqueza que supone para Granada la Universidad, sin olvidar y mentalizar a los trabajadores del sector turistico, formado por todos aquellos que aman la ciudad, tanto si han nacido aquí como los que se enamoran al conocerla.
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