El hasta ahora diputado del PSOE por Granada José Antonio Pérez Tapias ha anunciado este lunes que ha solicitado reincorporarse a su plaza de profesor en la Universidad de Granada, después de que ya se supiera que no repetiría en la lista socialista a la Cámara baja, y ha asegurado que los socialistas deben ahora «combatir el desconcierto del electorado».

   En declaraciones a Europa Press, Pérez Tapias, uno de los dirigentes de la corriente Izquierda Socialista y a quien el PSOE de Granada le había ofrecido un puesto en la listas que casi con seguridad no le permitiría lograr el escaño, ha hecho un balance «muy positivo» de su paso por el Parlamento y ha mantenido que seguirá vinculado a la actividad del PSOE no como cargo público pero sí como militante.

   El diputado ha señalado que el PSOE tiene que hacer un «esfuerzo» para luchar contra ese «desconcierto», algo que, a su juicio, será posible con «un programa creíble». En este sentido, ha mantenido que esta ha sido una «legislatura muy difícil», «marcada por la crisis económica y las consecuencias sociales de la misma», que tuvo un punto de inflexión en mayo de 2010, cuando se inició una época de «ajustes muy duros».

   Asimismo, ha dicho que el PSOE ha pasado por un «trance muy difícil» y que, pese a que ha apoyado al Gobierno, los socialistas han «ido viendo cómo recuperar el discurso socialdemócrata no era fácil».

   «Las medidas se percibían como injustas y nos ha metido en un derrotero del que hay que salir en esta convocatoria electoral», ha añadido Pérez Tapias, consciente del «desconcierto de la ciudadanía» por el «giro» que tuvo que dar el Ejecutivo. Además, ha lamentado que en los últimos cuatro años el Gobierno también haya padecido «incomprensión y deslealtad del PP» por asuntos como la lucha antiterrorista.

   En el plano personal, ve su paso por el Parlamento como una experiencia «muy positiva», en cuanto al trabajo aportado en las comisiones de las que ha formado parte, como las de Exteriores, Defensa o Cultura, o también como miembro de la delegación española en la Asamblea Parlamentaria de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE), tarea que ha calificado de «sumamente interesante» por su participación en propuestas, debates o en la observación electoral en países del Este que han estrenado democracias.

   Pérez Tapias, doctor en Filosofía y licenciado en Teología, ha anunciado que había registrado su solicitud para reincorporarse a la UGR en su perfil en la red social Twitter, donde también ha escrito que esta «a disposición de todos» en el departamento de Filosofía II de esta universidad, un «buen departamento y con magníficos compañeros».

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El catedrático de Análisis Económico de la Universidad de Granada y asesor de la Reserva Federal de Chicago, Santiago Carbó, considera que si Grecia quiebra de forma incontrolada «el contagio en España sería inmediato», aunque apuesta por seguir aplicando las reformas «estructurales», tras lo que reconoce que no ve una salida de la crisis «hasta más allá de 2013, cuando se puedan ver primeros signos».

   En declaraciones a los periodistas antes de participar en una sesión del Observatorio Económico de Andalucía (OEA), donde pronunció una conferencia sobre ‘La crisis de la deuda soberana’, Carbó ha advertido de que si se produce una quiebra en los bancos griegos «España se contagiaría, pues ello llevaría a una situación muy crítica para los países vulnerables en estos momentos, como el nuestro».

   No obstante, Carbó considera que «se está trabajando bastante por evitar este tipo de cosas y nuestros socios han regañado bastante a la UE». Por ello, cree que «la única solución es ir hacia adelante, seguir haciendo reformas estructurales, del mercado laboral,  ir haciendo los deberes e ir ganando solidez financiera, además de trabajar para ir reduciendo el paro y hacer ajustes inmobiliarios».

   En ese sentido, sobre posibles fechas de salida de la crisis, Carbó considera que «si Europa y el mundo empiezan a salir, ello no ocurrirá antes de un año, por lo que no vemos los primeros signos de recuperación en España antes de 2013, y si la cosa se pone más difícil, no se descarta que la crisis pueda ir más allá, pues se está demostrando que es bastante prolongada».

   Sobre el peligro de rescate para España, Carbó considera que España «aún no está segura, no se ha terminado de dar respuesta adecuada, por lo que sería muy aventurado decir que estamos fuera». No obstante, reconoce que España «se ve favorecida porque Italia está muy castigada y ahora se desvía la atención de los mercados hacia ese país».

   Preguntado por la prima de riesgo, Carbó no cree que se vuelva a disparar en España «si el Banco Central Europeo sigue comprando los bonos y sigue con la hoja de ruta  y se sigue con reformas, si Europa no da mensajes extraños y sigue su gobernanza», aunque considera que «si siguen las dudas en el mercado, el valor de la prima de riesgo podría elevarse; la economía española tiene que hacer muchas cosas y terminar las reformas».

   En ese sentido, este experto considera que «las reformas van en la dirección correcta» pero cree que «hay que hacer algo para que el paro baje», como «nuevas figuras contractuales, cambiar las formas de fijar salarios o hacer que nuestras empresas sean competitivas en el exterior». «Hemos logrado generar reforma de las pensiones y debemos cerrar la reforma financiera, y del mercado inmobiliario, para que se siga ajustando», ha agregado.

CASO ANDALUZ

   En el caso andaluz, ha destacado que las cajas de ahorros andaluzas «se han empezado a recapitalizar, se están adaptando al nuevo cambio», aunque aboga por que «pese a que se encamine hacia un modelo bancario, se mantenga la misma actividad que tenían como cajas de ahorros; si se convierten excesivamente en un banco, no tendrán posibilidades de mantener esa ventaja». «Está bien que se conviertan en banco pero su negocio era siendo caja y deben mantener su filosofía como tales», ha agregado.

   Sobre una nueva reestructuración del sistema financiero, Carbó cree que «si la crisis financiera dura mas tiempo, no se puede descartar» una reestructuración posterior, aunque ve posible una nueva reconversión en el sector a medio plazo «derivada de la nueva realidad del negocio financiero».

   Carbó cree que en general la situación andaluza viene marcada por la mayor tasa de paro, por lo que la comunidad «tiene que hacer esfuerzos adicionales». No obstante, ha recordado que «buen parte de las políticas que afectarán a Andalucía serán europeas y nacionales».

   Cree que las instituciones públicas andaluzas «tienen su papel, especialmente en la reordenación económica del territorio, pues la Junta y los ayuntamientos han estado durante años pensando donde había suelo urbanizable y ahora habrá que ver suelo para otras actividades económicas».

   «Es fundamental reducir el desempleo», agrega Carbó, para el que la incidencia de las políticas regionales «será menor» y considera que esta crisis supondrá «la eliminación de algunas situaciones, por lo que el ámbito de las políticas sea cada vez mayor y habrá cada vez más políticas europea y nacional, mientras que el papel de la política regional será cada vez menor».

APAGAR EL FUEGO

   Carbó, quien apuesta por «generar más debate en España sobre la crisis», considera que este país «ha resistido bien la crisis pero queda recorrido y además tenemos nuestras deficiencias estructurales».

   Por ello, cree que «hay que apagar el fuego pero también seguir con nuestras reformas estructurales y debemos hacer los deberes volviendo a tener una economía fuerte, que no pasará por el sector de la construcción que tendrá un papel, pero hay que buscar otras actividades».

   «Cambiar radicalmente el modelo lleva su tiempo, lleva años, y se requiere un cambio social y económico de envergadura», ha agregado.

   Por su parte, el presidente del Observatorio Económico de Andalucía (OEA), Francisco Ferraro, ha anunciado que el OEA intensificará su actividad «pues en época de crisis se hace una labor fundamental», toda vez que «los partidos, con sus condicionantes, no pueden abordar con la profundidad y radicalidad que requiere la situación económica, mientras que otras instituciones que participan en el debate sobre la economía también defienden intereses corporativos, por lo que instituciones como la nuestra, sin fines de lucro y altruistas, tenemos la libertad e independencia de poder ofrecer y hacer reflexiones que gozan de independencia y rigor académico».

   Por ello, ha reivindicado el papel del OEA en la sociedad civil «máxime en Andalucía, caracterizada por una debilidad del tejido institucional y derivado de la necesidad de ofrecer alternativas a una región que una vez que supere la crisis se va a encontrar con gravísimos problemas que las limitaciones competitivas de este territorio nos hacen difícil el futuro, aun superando esta crisis».

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