Desde hace 27 años, el «Informe Económico Financiero de Andalucía», impulsado por CajaGRANADA y elaborado por la Sociedad de Estudios Económicos de Andalucía, ESECA, realiza una radiografía exhaustiva de la economía de la comunidad andaluza. El reconocido Informe, en su edición de 2011, ha sido presentado esta mañana de viernes 10 de junio, en un acto en el que han participado el vicepresidente primero de CajaGRANADA, Luis González Ruiz; la directora de ESECA, Inmaculada Ramos Navas; y el Catedrático de Fundamento del Análisis Económico de la Universidad de Granada, Santiago Carbó Valverde.
En su edición 2011, el Informe se presenta renovado, tanto en sus contenidos, como en el formato en el que se publica. En relación a los contenidos, el Informe se ha dividido en tres partes, que abordan secuencialmente la coyuntura económica internacional y española, la andaluza y la provincial, a las que se suma un capítulo monográfico y un anexo estadístico con datos de la última década. El monográfico de este año se ha centrado en la reforma y reestructuración del sistema financiero iniciada en 2010, cuyo objetivo final es lograr un sistema bancario más fuerte y competitivo, que inspire confianza y credibilidad en los mercados e inversores internacionales.
En consonancia con la coyuntura nacional, la economía andaluza cerró el ejercicio 2010 con un descenso del 0,6% en el PIB, aunque a un menor ritmo que el año anterior (-3,6%). El aumento del consumo de los hogares y de la demanda externa han sido decisivos en la recuperación de la producción. Las exportaciones han crecido un 6,8% en 2010 en términos interanuales, frente al descenso del 8,1% registrado en el año anterior, mientras que las importaciones lo han hecho en un 2,3%.
En cuanto al mercado de trabajo andaluz, el año 2010 ha registrado un agravamiento de los problemas. El año 2010 se cerró con una tasa de paro del 28% en la Comunidad Autónoma andaluza y, en el primer trimestre de 2011, se llegaba hasta el 29,7%. La estabilización del número total de desempleados no parece que se produzca pronto, a tenor de los datos publicados por la EPA y por el Servicio Público de Empleo Estatal durante los primeros meses de este año.
Las previsiones de cierre para 2011 realizadas por ESECA arrojan un aumento del 0,6% en el PIB, dos décimas menos que en el conjunto de España, y una tasa de paro del 28,6%.
El sector agrario andaluz se vio afectado por una adversa climatología, generando múltiples pérdidas en cosechas debido a las fuertes lluvias registradas en los meses invernales. No obstante, el último trimestre de 2010 se cerró con un incremento del Valor Añadido Bruto (VAB) del 2,8% en términos interanuales. El número de ocupados en este sector creció un 6% en el último año, mientras que a nivel nacional el ascenso ha sido inferior al 1%.
El sector industrial andaluz aportó el 8% del VAB total de la Comunidad en 2010, situándose casi 5 puntos porcentuales por debajo de España. Un dato muy positivo ha sido el comportamiento de la inversión. Por un lado, Andalucía fue en 2010 la tercera comunidad española receptora de Inversión Directa Externa (IDE) en el sector industrial, subiendo cinco puestos con respecto al año anterior. Por otro lado, las inversiones andaluzas en el exterior en actividades industriales han ascendido a 584 millones de euros en 2010, frente a los 35,4 millones del año anterior.
El sector de la construcción ha seguido experimentando una fuerte contracción por tercer año consecutivo. El VAB cayó un 6,5% en 2010, que se une al descenso del 10,9% registrado en 2009. En la actual coyuntura, las expectativas del mercado inmobiliario, especialmente el mercado de la vivienda, siguen siendo desfavorables. El sector de la vivienda sigue presentando desequilibrios y una importante sobreoferta, lo que continuará ejerciendo presión a la baja sobre los precios. Tampoco ayudó la licitación pública, que presentó una drástica caída en 2010, siguiendo la política de recorte presupuestario que afectó a todas las Administraciones, disminuyendo casi un 45% en Andalucía y un 32,2% en España.
En 2010, los servicios ya aportaban casi el 74% del VAB total andaluz y el 71,7% en el caso de España. Mientras que en otros sectores se ha producido destrucción de empleo, en los servicios la caída ha sido más moderada en los dos últimos años de análisis. El año 2010 ha supuesto un punto de inflexión en la trayectoria del empleo, esperándose una progresiva recuperación en 2011, apoyado por el avance de la producción.
La coyuntura por la que atraviesa el sector turístico andaluz, medida a través del número de viajeros y pernoctaciones en establecimientos hoteleros, inició una recuperación en 2010, año en que los viajeros han crecido un 1,35% y las pernoctaciones un 0,6%. El gasto medio diario de los visitantes de Andalucía creció un 0,8% en 2010, elevándose a 60,73 euros. Los turistas extranjeros no pertenecientes a la UE fueron los que más incrementaron su gasto.
Los flujos comerciales internacionales de la economía andaluza han experimentado una notable recuperación en 2010, invirtiendo los malos resultados del año anterior. Las exportaciones han crecido un 27,59% y las importaciones un 28,47%, incrementos muy superiores al conjunto de España (del 16% en ambos casos).
Las exportaciones andaluzas destacan por su alto nivel de concentración en unos pocos productos. Los seis primeros concentran casi la mitad de las ventas exteriores. La Zona Euro absorbe la mitad de las exportaciones andaluzas, registrando un peso ascendente en los últimos años. No obstante, en 2010 han crecido notablemente las ventas a otros mercados, como Chile, EE.UU. y China.
La Comunidad Autónoma Andaluza contaba en 2010 con 3.838 empresas que regularmente realizaban operaciones de exportación. Sobre el total de empresas exportadoras a nivel nacional (36.865 empresas), Andalucía representa el 10,4%, siendo la cuarta Comunidad Autónoma exportadora de España, por detrás de Cataluña, Madrid y Valencia.
El Informe ESECA incorpora un capítulo monográfico dedicado a la reforma y reestructuración financiera emprendida en 2010, cuyas consecuencias están afectando, fundamentalmente, a las cajas de ahorros. Hasta la fecha, la reestructuración se ha concretado en 12 procesos de integración que han reducido el número de cajas de ahorros desde 45 hasta 17, en las que han participado 40 entidades, cuyos activos representan más del 90% del sector de cajas. El tamaño medio del sector de las cajas de ahorros se ha casi triplicado, pasando de 28.825 millones de euros en 2008, hasta 75.906 millones de euros en septiembre de 2010.
En la actualidad, el proceso de reestructuración bancario no puede considerarse cerrado. Según el análisis de ESECA, se trata de una de las más exigentes y detalladas reformas del panorama financiero mundial, que precisa aún de una mayor definición y desarrollo para alcanzar sus objetivos y, en particular, el de lograr la confianza y credibilidad de los mercados e inversores internacionales.
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