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La muestra de Inmaculadas abre al público el esplendor del Convento de la Concepción
La exposición cuenta con rosarios, cuadros, imágenes y grabados sobre la Virgen Una sala dedicada a López Vázquez exhibe su última pintura
MARÍA RUIZ/GRANADA
TODOS LOS TAMAÑOS. Los primeros visitantes de la muestra, junto a unas Inmaculadas. /G. MOLERO
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F López Vázquez: La trayectoria del granadino y su unión al Monasterio de la Concepción le otorga una sala especial, en la que se contempla el último de sus cuadros.
F Obras: De Alonso de Mena, Alonso Cano, Pablo de Rojas y grabados desde el siglo XVI.
El arte inmaculado se apoderó anoche del Convento de la Concepción para convertirlo en «capital mundial de la Inmaculada». Todo, gracias a la exposición A María no tocó el primer pecado, que convierte al monasterio franciscano -hasta el mes de agosto-, en un centro museístico dedicado a la exaltación de la Virgen.
En la muestra, organizada por el Monasterio y Caja Sur, se pueden contemplar pinturas, esculturas, imágenes de la Inmaculada, rosarios y grabados que recuerdan la historia de Granada unida a la Inmaculada. El título de la muestra corresponde a unos escritos en árabe -los libros plúmbeos- que convirtieron a la ciudad en la primera defensora de la Inmaculada y que generaron la creación de la Abadía del Sacromonte como baluarte católico. «No se trata de un museo normal ni de una exposición normal, porque busca, a través del arte, un reencuentro con la historia. Se viaja hasta el pasado con cuadros, esculturas, grabados…», recalcó el comisario de la exposición, Javier Martínez.
La muestra está dividida en salas que permiten al público disfrutar de la belleza del Convento de la Concepción, para mostrar así los resultados de su restauración, sus frescos y el artesonado del siglo XVI que ha aparecido con las mejoras del edificio.
La exposición se compone de obras cedidas por diferentes instituciones como el Ayuntamiento, los arzobispados granadino y sevillano y las diócesis de Guadix, Jaén o Córdoba o la Universidad de Granada. Durante el recorrido por sus salas se pueden contemplar obras de Alonso Cano, Juan de Sevilla, Pablo de Rojas, Alonso de Mena o el pintor granadino recientemente fallecido Manuel López Vázquez, que cuenta con una sala dedicada exclusivamente a sus obras.
«Durante la Guerra Civil, le obsesionó una imagen de la Inmaculada que veía constantemente. Ahora exponemos el último cuadro que pintó, también dedicado a una Inmaculada de gran belleza», recalca el comisario de la muestra. Más de un centenar de personas acudieron a la inauguración de la exposición para deleitarse con imágenes de todos los tamaños de la Virgen, rosarios que halagan a la Inmaculada, escritos y grabados que atestiguan la unión de la ciudad con la Concepción.
Gracias a estos testimonios, los visitantes pueden viajar hasta la época de los Reyes Católicos, fecha en la que se creó la primera Hermandad Inmaculada en Santa Fe o conocer que los universitarios granadinos fueron los primeros en hacer un voto de sangre para defender la imagen de la Inmaculada.
