Económicas, primera facultad de Málaga, celebra su 40.º aniversario

MÁLAGA
Económicas, primera facultad de Málaga, celebra su 40.º aniversario

BRINDIS. De la Calle, Luque y los antiguos rectores. / J. BERNAL

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En octubre de 1965 comenzó a funcionar en Málaga la Facultad de Ciencias Políticas, Económicas y Comerciales, dependiente de la Universidad de Granada. Ayer su decano en la actualidad, Eugenio José Luque, y la rectora de la UMA, Adelaida de la Calle, brindaron en el centro con todos sus rectores en sus 40 años de historia.
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Primer centenario del Seminario de Maestros del Ave María (1905-2005)

TRIBUNA
Primer centenario del Seminario de Maestros del Ave María (1905-2005)
JOSÉ MONTERO VIVES/
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EN octubre de 1905, cuando habían trascurrido tres lustros de la fundación de las Escuelas del Ave María, obra eminentemente social y educativa, iniciada en 1889, por el catedrático de Derecho eclesiástico en la Universidad de Granada, Andrés Manjón iniciaba una nueva singladura: la fundación de un Seminario de Maestros. Las Escuelas del Ave María fueron la respuesta a un grave problema social: el analfabetismo imperante en la depauperada España decimonónica. Fue una obra de regeneración. El fundador de las Escuelas del Ave María, basándose en los datos aportados por el que fuera Rector de la Universidad granatense, Eduardo García Solá, en su obrita titulada La enseñanza primaria en España, nos ofrecía unos datos verdaderamente aterradores: en el censo de 1897 constaba que el 68 % de los españoles eran analfabetos; en Andalucía, el 71,59 %, y en Granada, el 82,22 %.

Andrés Manjón, gran patriota y cristiano coherente, en 1905, había abierto ya en Granada, tres colegios (Sacromonte, 1889; Triunfo, 1900; Quinta Alegre [actual Avenida de Cervantes], 1901), que acogían a más de 2000 niños de los barrios más pobres de la ciudad, y ya había comenzado a difundir estas escuelas por ciudades y pueblos de toda la geografía española.

El P. Manjón, hombre inteligente, activo y profundamente religioso, quiso romper con los moldes pedagógicos clásicos de la rutinaria pedagogía de su tiempo y orientó su acción educativa por nuevos derroteros: una escuela activa, frente al memorismo estéril imperante en su época; una enseñanza lúdica, frente al criterio de «la letra con sangre entra»; una escuela al aire libre, frente a las lúgubres aulas que servían de escuela; una escuela basada en el amor, frente al distanciamiento existente entre el maestro y el alumno. Y lo que era también fundamental para él, frente al fundamentalismo ateo que imperaba en aquella época -y que ahora impera de nuevo en la sociedad- quería una escuela una escuela basada en el teocentrismo cristiano, el único capaz de construir «hombres cabales»: amantes de la justicia, la igualdad, la entrega generosa al servicio de los demás, la paz verdadera. Quería él formar un nuevo tipo de maestro para aquel nuevo tipo de escuela.

Para dar a conocer esta obra realizada en Granada, hace ahora justamente cien años, el Patronato de las Escuelas del Ave María ha organizado un ciclo de conferencias, que tendrá lugar en el salón de Actos de la Delegación de Gobierno de la Junta de Andalucía (antigua Escuela Normal Andrés Manjón), Gran Vía, 56.

Para crear un nuevo estilo de educador encontró en D. Enrique González Carrillo un eficaz colaborador y con él empezó su Seminario de Maestros en octubre de 1905. De este tema hablará Andrés Palma Valenzuela el día 13 de octubre de 2005, a las siete de la tarde, teniendo como base histórica su documentada tesis doctoral y su obra recién publicada Maestros avemarianos: identidad y memoria.

El viernes, también a las siete de la tarde, el doctor Diego Collado Fernández tratará sobre el tema ¿Hay lugar todavía para la educación en la escuela? Propuesta de educación integral. Era la meta que se propuso el catedrático de Derecho al crear sus escuelas: formar hombres cabales.

El sábado por la mañana, a las once, para dejar libre la tarde, intervendrá el catedrático de Filosofía de la educación Enrique Gervilla Castillo, quien expondrá un tema candente: Identidad de los centros confesionales en una sociedad plural. Se terminará con la actuación del coro infantil de las Escuelas del Ave María, dirigido por Encarnación Rodríguez.

El actual Patronato de las Escuelas del Ave María quiere celebrar este centenario con una fidelidad creativa: Nova et vetera. No se trata de lanzar, con nostalgia, una mirada retrospectiva, sino teniendo presenta al situación actual, intuir, con ilusión, el futuro que tenemos que construir. Se trata, pues, de dirigir una mirada prospectiva de cara al mundo que tenemos que vivir en el mañana.

Invitamos, por tanto, a los granadinos, especialmente a los antiguos alumnos de las Escuelas del Ave María, a que asistan a estas conferencias, para que conozcan mejor y amen más la Institución que les abrió los ojos al mundo de la cultura y a la construcción de un mundo mejor.
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Granada, a vista de pájaro

VIVIR
Granada, a vista de pájaro
La provincia cuenta con una rica representación de avifauna, gracias a la diversidad de paisajes, entre los que hay alta montaña, costa, bosques, estepas, cultivos y humedales
INÉS GALLASTEGUI //GRANADA

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POCAS provincias hay en España con una diversidad de paisajes tan amplia como Granada. La alta montaña de Sierra Nevada y la Costa Tropical, las estepas de la depresión de Guadix-Baza, los bosques y los ríos de los parques naturales y las deterioradas, pero aún resistentes, zonas húmedas de El Padul o Motril. Esta variedad de hábitats permite que entre nosotros, y en nuestros cielos, encuentren acomodo más de doscientas especies de aves, algunas de forma permanente y otras, como visitantes estacionales. A vista de pájaro, Granada no es un mal sitio para vivir.

Así lo ha entendido también la Diputación Provincial, que el próximo otoño presentará una nueva obra de Los Libros de la Estrella, dentro de su colección de Guías de la Naturaleza, dedicada a las aves. Sus autores son los investigadores de la Universidad de Granada Alberto Tinaut, Diego Ontiveros y Manuel Martín-Vivaldi.

Este último ha seleccionado para IDEAL algunos de los representantes más característicos de la avifauna granadina. Unos, por su rareza o la importancia de las poblaciones locales en comparación a las del entorno próximo; otros, por su proximidad a la ciudad. Los primeros presentan poblaciones pequeñas, muy localizadas, cuyos ejemplares son casi siempre difíciles de ver: la alondra de Dupont, el águila perdicera, el acentor alpino, la ganga ortega, el avetorillo común, el picogordo, el roquero rojo y el martín pescador. La mayoría se encuentran amenazados de extinción en mayor o menor grado. El deterioro o la desaparición de sus hábitats naturales son las principales amenazas que pesan sobre ellos.

Para el segundo grupo, Martín-Vivaldi ha elegido al mirlo común, la curruca capirotada, el carbonero común, el cernícalo vulgar, el vencejo, el autillo europeo y la lavandera cascadeña. Se trata de especies que viven, se alimentan o nidifican en el entorno urbano: es fácil verlas volando sobre los edificios o escuchar sus cantos en las arboledas de la ciudad y sus alrededores.

Aparte de los enclaves urbanos, el profesor sugiere algunos puntos de observación en paisajes diversos de la provincia. Uno de ellos son las zonas húmedas. Las naturales son escasas y están en retroceso en Granada, como las Lagunas de El Padul, la Charca de Suárez en Motril o la desembocadura del Guadalfeo. Las artificiales, como los pantanos, también son usadas por las aves acuáticas.

En estos ambientes reinan las anátidas, como el pato cuchara, el azulón, los porrones común y moñudo, y los limícolas -se alimentan de gusanillos o crustáceos que viven en el fango y las orillas poco profundas- como varias especies de correlimos, andarríos y chorlitejos. También son típicos de estos ambientes la garza real e incluso el flamenco, que ocasionalmente puede ser visto en Granada.

En la costa confluyen aves muy distintas, procedentes de alta mar, como pardelas, paíños y alcatraces; típicas de acantilados, como el águila perdicera o el halcón; y más propias del litoral, como las gaviotas (patiamarilla, sombría y reidora) y fumareles. Martín-Vivaldi señala que el charrán patinegro ofrece sus espectaculares escenas de pesca, lanzándose en picado al agua para capturar a su presa, ante playas abarrotadas de bañistas en pleno agosto.

En las zonas esteparias, como la Hoya de Guadix-Baza o la comarca del Temple, abundan los aláudidos, pequeños pájaros típicos de suelo, como la calandria, la terrera común, las cogujadas común y montesina o la alondra de Dupont, que corre entre la vegetación más que volar. En las estepas también podemos encontrar, apunta el biólogo, ortegas, sisones o halcones. El ornitólogo destaca como curiosidad de esta zona a la collalba negra -de cuerpo oscuro y cola blanca-, que suele vivir en casas-cueva abandonadas de la Hoya de Guadix. Es fácil advertir su presencia porque se encuentran acumulaciones de piedras en las repisas: el macho de esta especie conquista a la hembra exhibiendo su fuerza como levantador de guijarros, prueba de que en el futuro será capaz de hacer lo mismo con el alimento para sus pollos.

Por último, los bosques de la provincia son el hogar para una gran variedad de especies de aves. En Sierra Nevada se pueden ver rapaces como el gavilán o el azor. Típicos de bosque son también los pájaros carpinteros, de los que en Granada habitan el pico picapinos -en bosques de coníferas- y el pito real -más propio de caducifolios y de cultivo-. Este último, apunta el experto, suele alimentarse de hormigas y, si no encuentra troncos de árboles donde taladrar su nido con el pico, lo hace en taludes de arcilla.

Los zorzales también son amantes de los bosques y, por desgracia para ellos, son masivamente cazados, especialmente el común y el alirrojo, que en los países mediterráneos se comen. «Parecen muy abundantes porque en invierno se concentran aquí todos los de Europa, pero en algunos de sus países de procedencia se está notando una disminución de la población. Los matan a miles», lamenta el ornitólogo.

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Los dominicanos reiteran que los restos de Colón reposan en Santo Domingo

VIVIR
Los dominicanos reiteran que los restos de Colón reposan en Santo Domingo
El gobernador de la ciudad sostiene que los huesos del navegante no se hallan en Sevilla, como apunta la Universidad de Granada
LAURA MARTÍNEZ. EFE/SANTO DOMINGO

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Aunque no quiere polémica, o eso dice, el gobernador del Faro de Colón de Santo Domingo, Andy Mieses, asegura «con total convicción» que los restos del almirante reposan en la capital dominicana y que, «por supuesto», no están en Sevilla, como apunta un equipo de investigadores de la Universidad de Granada.

Alega que todas las pruebas históricas señalan «de manera clara» que los restos del navegante se hallan en la urna de plomo que preside el Faro de Colón, encontrada en 1877 en la catedral de Santo Domingo con la inscripción: Yllustre y Esdo, Varon Dn. Cristoval Colon.

El año pasado un equipo de investigadores de la Universidad de Granada solicitó al Gobierno dominicano analizar los restos de Cristóbal Colón que descansan en Santo Domingo.

Un viaje que finalmente se suspendió después de que el gobierno dominicano supiera que el objetivo de la visita era realizar un estudio de ADN que determinase si los restos de Santo Domingo son realmente los del almirante. Según explica Mieses a EFE, esa solicitud no se manejó «ni con el rigor científico ni con la prudencia que cabía esperar».

«Entendíamos que era más espectacularidad, más crear ruido que otra cosa», añade Mieses, quien aclara que hasta el día de hoy el gobierno dominicano no ha recibido ninguna solicitud «de rigor» de España para investigar los restos.

José Antonio Lorente, director del Laboratorio de Identificación Genética de la Facultad de Medicina de Granada y que actualmente se encuentra analizando los supuestos restos de Colón hallados en la catedral de Sevilla, dijo recientemente que espera presentar los resultados definitivos el 20 de mayo de 2006 y que el próximo 12 de octubre dará a conocer un «avance» de los resultados. Sin embargo, del otro lado del Atlántico, Mieses duda de que estas investigaciones arrojen datos definitivos.
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Los mayores de 50 años podrán acceder nuevamente a una formación universitaria especial

Los mayores de 50 años podrán acceder nuevamente a una formación universitaria especial

Las personas mayores de 50 años que estén interesadas en tomar parte en el aula pueden inscribirse hasta el próximo 15 de octubre en las oficinas municipales de Educación

a.p.• Guadix
El ayuntamiento de Guadix y la Universidad de Granada han puesto en marcha por décimo año consecutivo el Aula Permanente de Formación Abierta gracias a la cual las personas mayores de 50 años tienen ocasión de recibir una formación universitaria adaptada a sus inquietudes y necesidades. En el curso correspondiente al período 2005-2006 se impartirán las asignaturas de dieta y salud, Guadix en la historia, desarrollo psicológico humano, Goya y el arte de su tiempo, Egipto y Mesopotamia, lecturas de la literatura del siglo XX, geografía de Europa y otras materias que se han preparado de forma coordinada entre Guadix y Granada.
Las personas mayores de 50 años que estén interesadas en tomar parte en el Aula pueden inscribirse en horario de diez a doce de la mañana en las oficinas municipales de Educación de la calle Benavides hasta el próximo 15 de octubre, donde se les informará también del calendario del curso que dará comienzo el próximo 10 de octubre. Las clases se impartirán los lunes, martes y miércoles en horario de cinco a siete de la tarde en la Biblioteca Pública Municipal. El Aula ha contado en sus anteriores ediciones con medio centenar de alumnos por curso y se espera que este año el número de personas matriculadas se incremente, siguiendo así la tendencia de los últimos años.
Tal y como expresa la concejala de Educación en el folleto informativo del aula iniciamos el nuevo curso con la ilusión y el ímpetu que todos estos años ha caracterizado a las enseñanzas del Aula Permanente. Sin presiones de obligaciones laborales ni apretados programas, disfrutaremos este curso escolar de un proceso de recreación en torno al conocimiento. Dedicaremos las tardes a disfrutar del tiempo compartido en actividades de investigación, consulta y lectura. Por su parte Antonio Avilés, alcalde de Guadix, define esta iniciativa no solo como un espacio educativo limitado a la enseñanza, si no sobre todo como una opción vital donde las personas que han finalizado su vida laboral pueden convivir con nuevos compañeros que acabarán siendo amigos, y compartir e intercambiar conocimientos; es por tanto un lugar para vivir y sentir.
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Granada en el Polo Sur

8/10/2005

Granada en el Polo Sur
Universidad de Granada

Científicos de la Universidad de Granada desarrollan diferentes proyectos de investigación en el continente helado.

Polo Sur geográfico

Desde la firma del Tratado Antártico en 1956, el continente helado se ha convertido en el gran laboratorio de investigación del mundo. Pero tras sus posibilidades científicas, se esconde un universo natural inigualable que ahora relata el profesor de la Universidad de Granada Francisco Carrión Mendez.
El arqueólogo, que ha participado en el proyecto TOMODEC, dirigido por el geofísico Jesús Ibáñez Godoy, también repasa el papel que la Universidad ha tenido en la conquista científica de la Antártida.

Tras los glaciares helados que pueblan el océano antártico se esconden no sólo algunas de las investigaciones más ambiciosas del último siglo. Detrás de las bases, las campañas y las expediciones de científicos de todo el mundo, subyace un universo natural inigualable con paisajes de película.

Los primeros años
La historia de una conquista que comenzó en 1819 con el acercamiento de las naves rusas Vostok y Mirnyi, dirigidas por el marino Bellingshausen, al Polo Sur. A lo largo de los últimos siglos, la inmensidad del continente austral ha conducido hasta sus aguas a los aventureros más intrépidos, algunos incluso perdieron la vida intentando conquistarlo.

El profesor de la Universidad de Granada Francisco Carrión Méndez, que ha participado en varias campañas del proyecto TOMODEC a la Isla Decepción, se ha acercado hasta el gigante austral desde otra perspectiva para, además de describir el papel de la institución académica en el continente antártico, intentar mostrar toda la belleza y la historia que guarda en su interior.

Hoy en día
La Antártida es en la actualidad el laboratorio del mundo gracias a la valentía y fortaleza de hombres como Ronald Amundsen, Robert Falcon Scott o Ernest Henry Shackleton, algunos de los protagonistas de la lucha por la conquista del Polo Sur. Carrión recuerda la historia de estos hombres y relata cómo Amundsen murió congelado en la Antártida dejando un diario de viaje en el que se grabaron todas sus aventuras hasta el continente, cómo Scott llegó hasta tierra antártica o la manera en que Shackleton subsistió más de un año atrapado en el hielo.

Los primeros hombres que pisaron el continente austral no son los únicos protagonistas en el recorrido que el profesor Carrión hace por la cara más desconocida de las expediciones a la Antártida. La fauna, la flora, la orografía o sus costas son otros de los elementos que destaca el arqueólogo de su experiencia en el continente.

Fauna y flora en la Antártida
Así, explica que aunque la fauna que habita la isla Decepción no es muy abundante, sí es muy exclusiva. En este sentido, señala que los pingüinos barbijos son la especie que definen a esta zona del mundo, aunque también se pueden contemplar lobos marinos, focas cangrejeras, orcas e incluso ballenas.

En cuanto a la flora, Carrión reconoce que excepto unas pequeñas manchas verdes, los colores que definen al continente son el negro, el blanco y el rojo (procedente de la concentración de óxido). La orografía es otro de los factores significativos del Polo Sur.`La costa, por ejemplo, no es demasiado accidentada pero sí presenta espectaculares acantilados que caen hacia el mar y, junto a este relieve, la famosa costa recta, que se dibuja casi perfecta a lo largo del horizonte como si la hubiesen trazado de forma artificial´, explica el científico.
La experiencia en los campamentos de tierra y a bordo del Hespérides son otros de los aspectos que destaca el arqueólogo como `situaciones irrepetibles´, ya que durante más de un mes, `todos los que estamos allí vivimos como una gran familia seguros de que ese paisaje, esa puesta de sol, o esas risas mientras poníamos la mesa para comer no volverían a repetirse nunca´.

Proyectos en el Polo Sur
La investigación que la Universidad de Granada realiza en el continente desde hace años también tiene un pequeño espacio en el recorrido que el profesor Carrión ofrece por su experiencia en la Antártida. TOMODEC, proyecto en el que el participa desde hace más de once años para levantar en tres dimensiones la estructura del volcán de la isla Decepción y determinar los riesgos de erupciones y terremotos que existen en la zona; ICEPOS, un estudio dirigido por el departamento de Biología Animal y Vegetal para conocer la cadena trófica del Océano Sur y, por último, el trabajo desarrollado por el Instituto de Ciencias de la Tierra para encontrar la respuesta al cambio del clima en las gélidas aguas del continente, son las tres líneas de investigación que hacen posible que la Universidad esté cada día más cerca de la resolución de las incógnitas en torno al continente austral.

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Los franceses frente a los desafíos actuales

Los franceses frente a los desafíos actuales
Cerca de 150 expertos internacionales abordan los desafíos actuales de la lengua francesa en un libro editado por la UGR.

´Le français face aux défis actuels´ recoge en dos tomos, con más de 1.600 páginas, las conferencias, mesas redondas, debates y comunicaciones del VI Congreso Internacional de Lingüística Francesa celebrado en Granada en noviembre de 2004.

Los textos, coordinados por los profesores Javier Suso López y Rodrigo López Carrillo, han sido editados por la Universidad de Granada con la ayuda de la Asociación de Profesores de Francés de la Universidad Española (APFUG), el grupo de investigación ´Lingüística, Estilística, Computación´, la Junta de Andalucía y el Vicerrectorado de Extensión Universitaria.

En estos dos volúmenes, se publican artículos de muy diversa índole: desde aquellos que abordan los aspectos de traducción entre español y francés relativos a las representaciones mentales y la construcción del sentido en el acto de la traducción, hasta los que tratan la teoría de la pertinencia y la interpretación de la metáfora en los textos publicitarios, pasando por el vocabulario y el exotismo, o la actitud de los viajes por España de los escritores Gautier y Dumas.

Así, estos dos tomos en los que los contenidos se presentan en francés e inglés, según el idioma en que fueron propuestas en su día las intervenciones, constituyen un documento imprescindible para estudiosos y especialistas en lengua y cultura francesas, traducción, lexicología, dialectología, metodología de la enseñanza, etc.

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La revolución familiar

REPORTAJE
La revolución familiar
Bebés fuera del matrimonio, segundas parejas, madres solas, padres homosexuales, hijos de laboratorio o adoptados en la otra punta del mundo… Nuevos modelos conviven orgullosos con la familia clásica. Mientras algunos creen que vive su hora más difícil, sociólogos y demógrafos hablan del momento más rico y diverso de la institución mejor valorada en España.
LUZ SÁNCHEZ-MELLADO
EL PAIS SEMANAL – 09-10-2005

Antonio Gutiérrez (diseñador gráfico) y Elena Lorenzo tienen tres hijos. Los dos mayores, biológicos. La pequeña fue adoptada en China.
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FOTOGALERÍA
EPS – La revolución familiar

TEMA
La nueva familia

Familia reconstituida

Familia homoparental

Familia nuclear clásica

Familia extensa evolucionada

Familia monoparental

Familia biológica / adoptiva

Familia mestiza
La familia nuclear clásica sigue siendo mayoritaria, pero ya no es la única con prestigio social“Aún no tenemos palabras para definir algunos nuevos parentescos”, dicen los sociólogosLos abuelos han vivido el terremoto en su prole, pero siguen invitándola a paella los domingosAmor, respeto, cuidado mutuo. Ése es el pegamento de las familias, las viejas y las nuevasUn donante que no se sabe quién es dijo en el hospital que quería dar una semillita para que una mujer pudiera tener un hijo sola. Entonces mi madre pidió que se pareciese a ella y le hicieron la inseminación. Pero yo nunca he sabido el señor que era mi padre, y él, aunque esté vivo o muerto, nunca sabrá que soy su hija. ¿Me puedes bajar este cuerno que me sale del flequillo, por favor? Gracias”.

Ana le da palique a Teresa, la peluquera que la está peinando para la foto. Detrás de ellas se ha formado un corro formado por la estilista, el fotógrafo, el ayudante del fotógrafo, el técnico del laboratorio y la periodista, que asisten, hipnotizados, a la perorata de esta niña de siete años y labia portentosa. Ella sigue a lo suyo: “Pero mamá tuvo que ir al médico muchas veces. Hasta la sexta no se quedó embarazada. No te creas que fue tan fácil tenerme”.

Ana Bautista Palacios y su madre, Ángela Bautista Palacios, son una nueva familia. Literalmente. Hace 30 años la reproducción asistida no existía. Victoria Anna Sánchez, la primera niña probeta española, tiene 21 años. En ese tiempo, decenas de miles de niños han nacido en España gracias a estas técnicas que han hecho posible la paternidad no sólo a parejas con problemas de infertilidad, sino a mujeres que, como Ángela, deseaban ser madres sin necesidad de tener un compañero.

Ángela no es una madre soltera en sentido estricto. En esta casa no hay padre, ni presente ni ausente. Son madre e hija. Una familia completa en sí misma. “Mucha gente que antes no quería o no podía formar una familia tradicional, ahora sí puede crear una. No la clásica, la de siempre, sino la suya propia. Seguramente, si no hubiera tenido la vía de la inseminación, ahora yo estaría sola. Habría una familia menos”, dice la madre de la criatura.

La ciencia, el aumento de la esperanza de vida en quince años de media, la creciente independencia de las mujeres, el desarrollo económico y la tolerancia social hacia el ejercicio de las libertades personales están detrás de la historia de Ángela y Ana y de otras muchas familias españolas. De una metamorfosis que se viene gestando de puertas adentro en los hogares desde hace 25 años. La revolución familiar.

La aprobación en el Congreso de los Diputados, el pasado 21 de abril, de la ley de matrimonio entre parejas del mismo sexo –y las 40 bodas a que, por ahora, ha dado lugar– es sólo el último y más llamativo episodio de una serie de cambios complejos en el entramado familiar de este país. La familia nuclear clásica, compuesta por un hombre y una mujer casados y con voluntad de tener hijos, sigue siendo el modelo mayoritario, pero, desde luego, ya no es el único que se practica abiertamente y que goza de plena aceptación social.

Surgen, orgullosos, otros tipos de familia que antes o no existían –como la maternidad asistida y en solitario de Ángela–, o no contaban con gran prestigio social –segundas parejas, madres o padres separados con sus hijos, individuos que viven solos–, o, directamente, permanecían en la semiclandestinidad, como las parejas y familias homosexuales con hijos.

La transformación se veía venir. En los ochenta, en los noventa, cada vez con más frecuencia y en todas las clases sociales, todo el mundo empezó a tener amigos divorciados, familiares que se iban a vivir juntos sin casarse, vecinos que vivían solos porque sí o algún conocido que convivía con una pareja del mismo sexo. Pero la demografía no es una ciencia de respuesta rápida y diez años es el periodo que considera mínimo para revisitar una población y comprobar qué hay de nuevo. Fue el censo de 2001 el que puso las cartas sobre la mesa. Ese año, además de contarnos, el Instituto Nacional de Estadística, nos preguntó cómo y con quién vivíamos. Las respuestas eran voluntarias. Los resultados, una foto fija de una realidad muy movida, dejaron pasmados a los propios profesionales.

Más de un millón de personas viven –vivían en 2001– en pareja sin estar casados, un 155% más que en 1991. Uno de cada cinco bebés nace fuera del matrimonio, el doble que en 1991. Hay casi medio millón de hogares encabezados por una persona (mujer, en un 87%) divorciada con sus hijos a cargo, el doble que una década atrás. Casi tres millones de españoles viven solos. Y, por primera vez en la historia de la demografía española, 10.500 hombres y mujeres declaraban libremente que son homosexuales y que conviven con sus parejas afectivas del mismo sexo.

Ésta era, en 2001, la realidad de la familia española. El retrato seguramente se ha quedado viejo. En cualquier caso, es el último. El único que, con documentos en la mano, podía tener en mente el arzobispo de Madrid, cardenal Antonio María Rouco Varela, cuando declaró, el pasado 15 de mayo con motivo de la legalización del matrimonio gay y en vísperas de asistir a la manifestación contra la misma convocada por el Foro de la Familia: “La familia atraviesa uno de los momentos más difíciles de su historia”.

Son muchos los que no comparten esta apreciación. Algunos de los nuevos –y de los viejos– modelos familiares que conviven en las ciudades y los pueblos españoles ilustran estas páginas. Sus protagonistas han querido presentarnos a su familia.

–Ésta es Jana –dice Marina a sus amigas del cole en la fiesta de su noveno cumpleaños señalando a una invitada más pequeña, siete años, que el resto de la panda.

–¿Y Jana qué es?

–Pues Jana.

–Sí, pero ¿qué es tuyo?

–Pues la hija de la novia de mi padre.

Marina es tan explícita como Ana. Los niños dicen siempre la verdad. Los Martínez-Arranz son, en la jerga sociológica, una familia reconstituida. Una de las 233.000 que se declararon como tales en el censo de 2001. José y Lourdes, cuarentones, divorciados de sendos primeros matrimonios, crearon un nuevo hogar cuando tuvieron a Vera, de dos años, su única hija común. José tiene una hija de su anterior esposa: Marina. Lourdes, dos: Helio y Jana. Viven todos juntos. Bueno, Marina viene y va. Este curso escolar le toca estar con su padre, pero el anterior y el próximo estuvo y estará con su madre, dado que ambos ex cónyuges tienen la custodia compartida de la niña. La madre de Lourdes es viuda y vive en casa a temporadas para cuidar de todos mientras su hija, azafata de Iberia, vuela por el mundo. No, las teleseries no se inventan nada. La realidad es mucho más interesante.

Este verano, un grupo de demógrafos, sociólogos, políticos y estudiantes se reunieron en un palacio de San Lorenzo de El Escorial (Madrid) para debatir sobre familias como la de Ana Bautista o la de Marina Martínez. La socióloga Constanza Tobío fue la directora del curso Nuevas formas familiares del siglo XXI, programado por la Universidad Complutense. Los cambios en la estructura familiar y su visibilidad social han sido tan rápidos que los especialistas tienen que pararse a pensar. “Aparecen nuevas formas de parentesco distintos a la concepción clásica de lazo de sangre o conyugal. ¿Qué relación hay entre hijos de uniones anteriores que no son hermanos, ni hermanastros, pero que conviven como tales? ¿Es eso parentesco, es familia? Creo que sí, son nuevos vínculos, pero no sabemos aún cómo llamarlos”, admite Tobío.

Esta profesora de la Universidad Carlos III, bregada en muchos congresos internacionales, está acostumbrada a ilustrar a sus colegas extranjeros sobre las peculiaridades del caso español. El ejemplo de España es inédito en el mundo, sostiene. “Es como si la historia hubiera estado congelada durante 40 años y, a finales de los setenta, empiezan todas las transiciones”, sostiene. “La política, claro, pero también la demográfica y la revolución de género. La esperanza de vida sube. La natalidad cae en picado. Las tasas de actividad laboral de la mujer se doblan (del 30% en 1975, al 70% hoy) y se produce un desplazamiento de cinco años en la edad de la primera maternidad (hoy, 29 años)”. Y todo eso ocurre muy rápido y todo a la vez. Esos cambios, que en otros países se inician tras la Segunda Guerra Mundial y ocupan 50 años, aquí culminan en 25. Y llevan consigo una profunda transformación social.

“La familia nuclear clásica pierde su hegemonía desde el punto de vista de su práctica y su aceptación social, y ahora vemos una situación de gran desarrollo y diversidad familiar”, añade Tobío. “Es la primera gran revolución de la familia desde el punto de vista de la voluntad y de la libertad. Ya no se trata sólo de crear familia como espacio de supervivencia, sino como una elección personal y una búsqueda de la felicidad. Hay una eclosión de distintos tipos de familia, de enriquecimiento de la misma como institución social, y, todo, con unos índices de normalidad y tolerancia social enormes. Cuando cuentas esto fuera, muchos sesudos demógrafos y sociólogos sajones o nórdicos, habituados a ser los más desarrollados, se quedan perplejos”.

Es lo que le pasó en agosto a Turid Noack, una flemática profesora de Sociología de la Universidad de Oslo. La señora Noack vino a El Escorial a dictar una ponencia sobre la evolución de las parejas homosexuales registradas en Noruega en los 12 años de vigor de la ley en ese país. Una norma que las excluye expresamente de la adopción y el acceso a la reproducción asistida. “Los homosexuales se casan en menor proporción que los heterosexuales. Hay más uniones de gays que de lesbianas. Ambos se divorcian en mayor grado que los heterosexuales. Y, atención, las lesbianas se separan el doble que los gays y el triple que los heterosexuales”, vino a decir.

Fue luego, en el debate, cuando claudicó ante el bombardeo de preguntas de los asistentes. “¿Es usted partidaria de que los homosexuales adopten? ¿Cómo evolucionan los hijos en las familias homoparentales? ¿Qué le parece la ley española de matrimonio gay?”. Noack, muy científica, presentó sus excusas: “Sólo tenemos 70 niños nacidos en parejas del mismo sexo y aún no hay datos sobre su desarrollo. Y, por supuesto, no tengo opinión al respecto. Creo que se está produciendo una sobrevaloración de un fenómeno que es aislado. La familia más común en Noruega es la de un hombre y una mujer que se casan y tienen dos hijos”, zanjó, sobrepasada.

En España también. El censo que destapó en 2001 la diversidad familiar constataba que casi la mitad (45,6%) de los hogares están habitados por una pareja y sus hijos. Como la de Isabel Gaspar y Pablo Sancha, un matrimonio de profesionales cuarentones casados por la Iglesia (7 de cada 10 bodas se celebran ante el altar) y sus hijos Fabio y Mauro. O sus amigos y vecinos, Marival y Fernando, casados por el juzgado (opción que gana terreno, pero minoritaria), y sus hijas, Irene y Lucía.

Pero si se empieza a tirar del hilo y a ampliar el círculo a la familia extensa, a los padres, hermanos, tíos, primos o sobrinos, en casi todas las familias aparece una hermana divorciada, un sobrino que convive con su novia, un nieto nacido fuera del matrimonio. Una casa distinta. Esta revista quiso incluir una fotografía de una gran familia al modo clásico. Abuelos, hijos e hijas, nueras y yernos, nietos y nietas. Todos felizmente casados y con descendencia. No fue posible. Esas sagas existen, faltaría más, pero muchas de ellas ya no son tan ideales, tan homogéneas. Han ido cambiando sobre la marcha.

Los abuelos de hoy, niños de la guerra o la posguerra, han vivido el terremoto sociológico en su casa y en su prole. Muchos padres, unidos en santo matrimonio hace décadas, han casado a sus hijos mayores por la Iglesia, a los medianos por el juzgado y a los pequeños por ningún sitio porque se han ido de casa a los 30 años para vivir con su pareja sin papeles. Eso si se han ido. Ven venir (y llegar) las separaciones; cuidan a los hijos de sus hijas trabajadoras; van a menos bodas, bautizos y comuniones. A muchos no les gusta lo que ven. Pero ahí están. Recibiéndoles a todos a comer una paella los domingos.

“No ha habido en España otra institución que haya sufrido una transformación tan profunda en los últimos 25 años como la familia”, constata Julio Iglesias de Ussel, catedrático de Sociología de la Universidad de Granada y ex secretario de Estado de Educación con el Partido Popular. Recuérdese, apunta, que hasta 1981 no se legalizó el divorcio. Oficialmente, hasta entonces no había matrimonios separados ni familias recompuestas. Las queridas y los bastardos no contaban, por supuesto. “El sistema legal y social imponía un modelo concreto. El Código Penal protegía a la familia nuclear penando, por ejemplo, el adulterio. Eso ha cambiado radicalmente, y la familia ha probado su capacidad de adaptación resistiendo los embates”.

Iglesias de Ussel no ve tanta novedad en los nuevos modelos familiares. “Las pasiones son tan antiguas como la Humanidad, nadie está inventando nada. Antes, también existía la diversidad, la heterogeneidad, lo que se llamaba entonces la desviación, pero o se iban al extranjero o se escondían en casa. Lo que ocurre es que ahora quieren legitimidad y se reivindican como familia”, sostiene.

Eso ha ofendido a algunos. Ya lo dijo Benigno Blanco, presidente del Foro de la Familia, horas antes de la manifestación que recorrió Madrid “en defensa de la familia” con motivo de la aprobación del matrimonio gay. A la pregunta de cómo define la familia esta organización, Blanco, que también fue secretario de Estado con el PP, detalló: “Estamos defendiendo el matrimonio como una institución formada por un hombre y una mujer libremente, con vocación de estabilidad y en principio abierta a la vida. Familia es el haz de relaciones que sale de esa realidad”. Y sí, explícitamente, según él, la familia se siente “agredida” por el matrimonio gay.

Ussel no ve el peligro. “Aún hay poca secuencia temporal, pero no creo que la familia nuclear heterosexual tenga sombra en su horizonte. La convivencia de modelos no tiene por qué tener efectos perturbadores de uno sobre otro. Entre otras cosas, son porcentajes muy distintos”.

En España no existe una contabilidad tan meticulosa como la que lleva la profesora Noack en Noruega. Pero Julia y Teo son dos de los contados niños nacidos en el seno de una pareja homosexual española. Cuando Julia Sevillano los adopte tras casarse con Esther, su madre biológica, serán hijos de mamá y mamá. En la práctica, ya lo son. Julia, Esther y sus hijos se consideran una familia. Como Isabel, Pablo, Fabio y Mauro. Como Ángela y Ana. Como José y Lourdes y todos los niños que crían, cada uno de su padre y de su madre.

Si se les pregunta qué es una familia, qué argamasa mantiene unida a la suya, las respuestas varían poco. “Quererse, hacerse bien, vivir y crecer juntos”, dicen las madres de Julia y Teo. “Amor, respeto, atención, curiosidad, optimismo”, enumera Isabel. “Amor, ganas de estar y evolucionar juntos”, redunda Elena, madre de Yun, de dos años, a la que fue a buscar en febrero a un orfanato de Chongqing (China), en cuyas calles la habían abandonado sus padres biológicos. “No soy una defensora acérrima de la familia”, aporta Ángela Bautista, la madre de Ana, “también las hay nefastas: padres que machacan, madres que castran, hijos que maltratan. Pero es el sistema menos malo que hemos encontrado para crecer y desarrollarnos”.

Quizá lo que sucede es que todo está cambiando para que todo siga igual. Y es que la familia sigue siendo, con todos sus avatares, un lugar donde apetece estar. “El ser humano necesita una estructura de acogida fiel y segura para poder desarrollarse en armonía emocional e intelectualmente. La familia es un lugar de encuentro intergeneracional, un espacio de privacidad y un entorno de confianza que no es fácil hallar en otro lugar en nuestro mundo”, apunta Francesc Torralba, filósofo y teólogo de la Universidad Ramón Llull y experto en bioética y nuevas familias. “A pesar de todos los cambios, no han surgido comunas ni eremitas que se vayan a vivir al monte, la gente quiere hacer familia”, concluye, más gráfico, Iglesias de Ussel.

“La familia es, por encima de todas, la institución mejor valorada en todas las encuestas”, ilustra Constanza Tobío. “La familia a secas, sin especificar cuál, incluyendo el hogar familiar y la red familiar”. Por algo será. Expertos de distintas tendencias políticas coinciden. La familia ha sido y es, entre otras cosas, el colchón de las personas frente a una Administración que la ignora. “La crisis de los ochenta fue en gran parte superada gracias al soporte invisible que ha sido para los jóvenes que no se han emancipado”, dice Iglesias. “La nueva familia extensa, esos abuelos al quite, ha permitido el acceso de la mujer al mundo laboral, supliendo la falta de políticas de conciliación eficaces”, añade Tobío. “Son una ONG: abuelos sin fronteras”, asiente José, el papá de Marina. “Yaya –la madre de Lourdes– y mis padres son como la red que protege a los trapecistas”.

Amparo Marzal, directora general de las Familias, fue otra de las invitadas en El Escorial. El plural de su cargo da idea de la apuesta del actual Gobierno por la diversidad familiar, pero de momento Marzal sólo pudo avanzar proyectos en marcha, como “la futura ley de atención a los dependientes, la mejora de los permisos a madres y padres por necesidades familiares, el incremento de la oferta de educación para menores de tres años, o la regulación de los efectos jurídicos, sociales y fiscales de los distintos modelos familiares”.

La iniciativa política va, como siempre, a rebufo de la realidad. Hasta este verano, 17 años después de la aprobación de la Ley de Reproducción Asistida, no se reformó el artículo del Código Civil que obligaba a incluir un nombre de varón como padre en la partida de nacimiento. Aunque no hubiera padre. De hecho, Ana Bautista, concebida por inseminación de donante anónimo, figura en su libro de familia como hija de un tal José. “Dije que, como me obligaban, pusieran Pepe –de padre putativo–, pero me contestaron que no se podía poner un diminutivo, así que le ascendí a José”, recuerda la madre de la niña.

Lo que es evidente es que todas las familias, las nuevas y las viejas, votan. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, poco sospechosa de vanguardismo en materia de costumbres, ha prometido viviendas públicas para separados. Y acaba de desmarcarse del anunciado recurso de inconstitucionalidad a la ley de matrimonio homosexual anunciado por el Partido Popular proclamando que “no es oportuno políticamente”. “Soy la presidenta de todos los madrileños, también de los gays y lesbianas”, declaró. Margarita Uría, portavoz del PNV en el Congreso, se mostraba ufana de haber conseguido, con motivo de la reciente ley que agiliza el divorcio, introducir un artículo que “obliga a los cónyuges a compartir las tareas domésticas”. “Es la iniciativa de mi grupo que mayor interés internacional ha despertado nunca”, presumía su señoría.

En este sentido existe el riesgo de, como advierte Constanza Tobío, “pasarse de modernos”. “Se ha anunciado que la ley de Igualdad contemplará un permiso de paternidad. Estupendo. Pero es empezar la casa por el tejado. Eso se hizo en los países nórdicos cuando ya había una malla de guarderías públicas, mientras aquí, de momento, ni siquiera existe la figura del permiso por enfermedad de un menor”, dice. Esto no es Suecia. La realidad es la que es. En 2004, sólo el 1,4% de las bajas por nacimiento fueron disfrutadas parcialmente por los padres de las criaturas.

La realidad se complica. Tobío y sus colegas de El Escorial no pueden bajar la guardia. “Antes, seguir a un individuo era relativamente sencillo: nacía, se casaba, enviudaba y fallecía. Ahora, ese mismo individuo puede pasar por media docena de estados civiles –emparejado, casado, divorciado, emparejado pero sin convivir, padre solo– a lo largo de su vida, y eso sin registrarse en ninguna parte. Habrá que espabilar o ponerles un GPS”, bromea. Hay realidades que les han dejado sin palabras.

De momento, desde los expertos con tres carreras hasta los niños de 10 años acuden, como Marina Martínez, a una acumulación de frases subordinadas: “Jana es la hija de la novia de mi papá”.

Pero quizá sí haya palabras inventadas para nombrar el vínculo que une a Jana y a Marina, dos niñas que viven juntas y son cada una de su padre y de su madre. El abuelo paterno de Marina, José María Martínez, tiene 77 años y es natural de Cabezamesada (Toledo): “En mi pueblo se llamaba el andao al hijo que aportaba al matrimonio un viudo cuando se volvía a casar. O una madre soltera que se casaba con otro hombre. Digo yo que fuera porque esos niños ya iban andando a la boda. Mire usted en el diccionario, que seguro que viene”.

Diccionario de la Real Academia de la Lengua. ‘Andado’: “(Del latín ante natus: nacido antes)”. Definitivamente, como dice Ussel, casi todo está inventado. Lo que sucede es que ahora todos quieren su sitio en la plaza, bajo el sol.

Familia reconstituida

“Sí, nuestra casa es un lío. Pero somos felices”

Su historia es un bolero. Novios a los 20, se reencontraron casi a los 40, separados y con hijos. Pero “20 años no es nada” y volvieron a enamorarse. Cada uno en su casa, intentaron “espacios de convivencia”: días libres, vacaciones, para “ensamblar la relación de todos con todos”. “Eso y el que los niños fueran pequeños facilitó el acople; eso sí, con discusiones, alianzas y contralianzas cotidianas, es decir, como hermanos”. Vera, un “nexo” adorable, inauguró la casa común. Marina va y viene, pero siempre está al llegar. “La custodia compartida es la mejor decisión que tomamos mi ex mujer y yo por nuestra hija”, dice José. “Esta casa es un lío, sí, pero la vida es compleja y somos felices”. En la nevera, un forges: un crío le pregunta a otro: “¿Tus padres se llevan bien”. Respuesta: “Casi todos, sí”.

Familia homoparental

“Nos amamos, nos hacemos bien, crecemos juntos”

Son una nueva familia de libro. Esther parió a los mellizos, concebidos por inseminación artificial. Antes lo había intentado Julia. Comparten dos casas gemelas con Rafa (padre biológico de los niños) y su novia, Rosana. Pero oyéndolas, su historia suena muy familiar. “Llevas diez años juntas. Ves que tienes casi 40, que te sigues amando, que quieres compartir el cuidado y el cariño de unos hijos y no te quieres arrepentir de no haberlo intentado. Pensamos que sería más bonito que el padre fuera un amigo querido, como Rafa, que un donante anónimo. Una familia son las vivencias, vivir y crecer juntos. Nos queremos, nos hacemos bien. Quizá no reproduzcamos el modelo familiar tradicional, pero la base es ésa, lo que mamamos en casa, el calor y el amor que tuvimos en la infancia”.

Familia nuclear clásica

“La familia es de hombre y mujer, así lo siento”

“Me enamoré de Pablo a los 16 años y sigo así. Yo trabajaba de modelo y tenía el campo abierto. Pero en vez de tirarme al monte, me tiré al redil”, ríe Isabel. Se casaron por la Iglesia, “por marcar un antes y un después, por institucionalizar la pareja”. “El juzgado me parecía cutre e irnos a vivir juntos era como salir por la puerta de atrás”, añade. Tuvieron a los niños cuando se estabilizaron laboralmente. Isabel es “quien lleva la casa” y tiene un modelo: “Mi madre, que siempre estaba ahí”. “Ella tuvo que renunciar a mucho, pero yo no renuncio a ser mujer, pareja y profesional, son otros tiempos”. Se consideran una familia “clásica de hoy”. “Familia es un hombre y una mujer. Aún me cuesta ver con naturalidad una pareja homosexual con hijos. No sé justificarlo con argumentos, pero así lo siento”.

Familia extensa evolucionada

“Ves las crisis antes de llegar: son tus hijos”

Ramón Lara y Charo Rodríguez se casaron hace 47 años en la Santa Iglesia Magistral de Alcalá de Henares. “Hasta que la muerte nos separe”. Tuvieron tres hijas (Ana, Marival y Chus), un hijo (Juan Ramón, 33 años, ausente en la foto) y, por ahora, seis nietos. Una familia de toda la vida. Pero la hoja de ruta ha sido distinta de la que imaginaban. Han vivido en su casa muchos de los cambios que han sacudido a la familia española. Su hija mayor, casada joven, se separó pronto y volvió a casarse. Su nieta Adda, a la que casi criaron, vive con su novio sin papeles. Unos hijos se casaron por la Iglesia; otros, no. Unos nietos están bautizados, otros no. No ha sido una fiesta continua, pero tampoco un drama: “Hemos vivido la vida como ha venido. Los hijos buscan su felicidad. Les ves sufrir, ves las crisis antes de llegar, las vives con ellos. Nuestros hijos no han sido ni los primeros ni los últimos y nuestro sitio es estar siempre con ellos. Para eso somos una familia”.

Familia monoparental

“No hay padre, mi familia somos mi hija y yo”

Ángela siempre supo que iba a ser madre. “Era una cosa de tripas, pero no estoy loca. Lo hice cuando pude, cuando me asenté laboral y emocionalmente”. Como no encontraba un hombre con el que quisiera procrear, a punto de cumplir los 35 comenzó el proceso –seis inseminaciones– que la convirtió en madre de Ana año y medio más tarde. El abuelo, el tío, los amigos de mamá, su pareja… en la vida de Ana no faltan figuras masculinas. Pero no hay padre. “Tengo papá”, aclara la niña, “pero no se sabe quién es y él tampoco sabe que soy su hija, sólo dio su semillita. Mi familia somos mamá y yo”. La madre está “orgullosa” de su paso. ¿Lo peor? “La soledad cuando Ana cae enferma”. Lo mejor está a la vista. Eso sí, ni pensar en un hermanito. “¿Dos como ella? Demasiado para mí”.

Familia biológica / adoptiva

“No necesitaba parir a mi hija para ser su madre”

“Quita juguetes y en ocasiones se la oyó reír a carcajadas”. El informe del orfanato era explícito. Yun tenía carácter. En casa lo ratifican. La adopción de Yun –hierba– fue una aventura familiar. “Una cosa es gestar y parir un hijo, y otra, criarlo. La necesidad biológica de crear una familia estaba cubierta. Pero teníamos el anhelo de criar otro hijo. Con 44 años otro embarazo estaba descartado”, dice Elena. Tras dos años de trámites –“es raro pasar un examen de padres teniendo dos hijos”– fueron todos a recoger a su hija y hermana. “Me siento padre de una niña china, como si Elena la hubiera parido, es algo muy especial”, confiesa Antonio. “Somos una familia. No nos planteamos una historia mística de perpetuación de la especie. Más allá de la sangre, está el amor, sin cursilerías, ¿no es suficiente?”

Familia mestiza

“Pasamos una etapa de adaptación, como tantos”

La Nochevieja de 2000, María vagaba por Madrid huyendo de la fiesta y se encontró “tres veces” a Walla. Flechazo. “Había estado en Cuba becada como bailarina y allí me había enamorado de lo africano. Además salía de una relación con un niñato y Walla me pareció un hombre de verdad”. En marzo, él se instaló en su casa. “Estar con un africano no es mejor ni peor. Necesitamos un periodo de adaptación mutua, como tantas parejas. Hemos tenido crisis. Nada es blanco ni negro, nunca mejor dicho”, bromea María. Walla salió de Angola a los 16 años huyendo de la guerra –“su hermano Toy pisó una mina y le falta una pierna”–; pidió asilo, pero se lo denegaron. Sigue sin papeles. “Casi siempre le mantengo yo, pero estoy con quien quiero, me compensa”. María detesta, “tanto como el racismo puro”, el “multiculturalismo de salón”. “A Walla le invitan a sitios para dar color y ese punto de parque temático me molesta”. Por eso quiere que Iano sepa su orígen. “Viviremos un año en África, antes de que me pida la play, para que vea que hay niños como él que juegan con el barro”.

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Restauración se instala en el Albaicín con un año de retraso

ya han terminado las obras en el palacio del almirante

Restauración se instala en el Albaicín con un año de retraso

El Ayuntamiento cedió a la Universidad el Palacio en 2003 con la intención de que los alumnos se incorporaran en enero de 2004

esther falcón
en el albación. Fachada del Palacio del Almirante.

ANA GONZÁLEZ
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granada. El curso académico para los alumnos del título propio de Restauración se iniciará en su nueva sede, el Palacio del Almirante, el mes que viene, lo que supone un retraso de más de un año respecto a los plazos previstos. En octubre de 2003 el Ayuntamiento de Granada cedió a la Universidad el histórico edificio situado en el Albaicín. La cesión llegó después de tres años desde la firma del convenio entre ambas instituciones que tuvo lugar el 5 de mayo de 2000.
Entonces se acordó que a partir de enero de 2004 y tras realizar el pertinente acondicionamiento del edificio los alumnos podrían abandonar la Facultad de Bellas Artes y trasladarse al edificio del Albaicín, que se convertiría así en una extensión de la sede académica de Bellas Artes.

Las obras de rehabilitación del Palacio del Almirante, en las que se invirtieron más de un millón de euros –financiados al 50 por ciento por ambas instituciones– y las de acondicionamiento del inmueble que se llevaron otros 480.000, han demorado considerablemente el inicio de las clases en el Palacio del siglo XVI.

Mientras, los cerca de 60 alumnos que cursan el título propio de Restauración en la Universidad de Granada han estado dando clases en la Facultad de Bellas Artes. Según la vicerrectora de Patrimonio e Infraestructura, Elena Díez, las obras del edificio están terminadas desde el pasado mes de junio, por lo que la mudanza a la nueva sede depende ya del equipo docente. Las obras ya están terminadas, sólo quedan pequeños flecos, por lo que el cambio de sede se hará cuando ellos quieran, declaró. Según el centro, la mudanza no se realizó el pasado mes de junio para evitar así trastornos a los alumnos. Ahora, la Facultad de Bellas Artes espera a que los estudiantes del título propio se marchen para acometer en estas aulas la ampliación de la biblioteca, la más consultada de la Universidad de Granada.

La gran demanda en el mercado laboral de este tipo de profesionales y el retraso de las administraciones en dar un reconocimiento académico superior a las enseñanzas de restauración llevó a la Universidad a crear una titulación propia. Así se aprobó el título propio en Conservación-restauración de Bienes Culturales Muebles.

Para desarrollar este proyecto la Universidad acudió a los colectivos de profesionales implicados en la actividad docente e investigadora de la Universidad, aunque conscientes de la limitación que implicaba este tipo de enseñanzas. La iniciativa se presentó como un complemento formativo de gran calidad para los alumnos procedentes de diversas titulaciones afines. De hecho, los estudiantes y profesionales de Restauración en Granada gozan de un reconocido prestigio y participan en numerosos proyectos, entre ellos estudios del patrimonio de la Universidad para paliar los efectos nocivos de las obras o tareas de restauración en la Alhambra y en las bibliotecas de la Universidad.

El edificio del Palacio del Almirante está situado junto a la iglesia de San José, en el corazón del Albaicín, y fue fundado en el primer tercio del siglo XVI por Leonor Manrique habitándolo después el Almirante de Aragón cuyo nombre aún conserva. La construcción, de traza palaciega mudéjar, fue residencia de nobles y poderosos personajes en los siglos XVI y XVII, asilo de huérfanos y colegio.

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El Ramadán, una costumbre granadina más

los 15.000 musulmanes de granada celebran su mes sagrado

El Ramadán, una costumbre granadina más

PATRICIA VÁZQUEZ / EFE
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granada. El Ramadán, ese ayuno voluntario al que cada año se someten los musulmanes para conocer de cerca lo que significa la pobreza, ha dejado de ser una tradición ajena para la ciudad de Granada, donde sus más de 15.000 habitantes islámicos han sabido incorporarla con naturalidad al patrimonio cultural. Granada ha sido durante muchos siglos una ciudad árabe por excelencia y en estos últimos años está volviendo a sus raíces, gracias a su elevada población musulmana, la mayor de España, gran parte de ella estudiantes que están terminando sus carreras, que se han adaptado a la vida de la ciudad debido a su gran tradición musulmana.
Durante este mes, que cumple uno de los cinco preceptos del Corán, deberán abstenerse de comer, beber, fumar y mantener relaciones sexuales desde el alba hasta el ocaso, así como otras prácticas que restringen el resto de los sentidos.

Según el presidente de la Mezquita Mayor de Granada, Malik Ruiz, la ruptura del ayuno se realiza sobre las 20.00 horas todos los días en el Centro Islámico, con la sopa típica, la harira, que prepara cada día una familia de la comunidad de forma voluntaria.

Después de esta ruptura del ayuno, los musulmanes vuelven a sus casas para realizar una segunda cena en familia o con invitados, para regresar a la Mezquita a celebrar la oración del tarawih, en la que se recita el Corán entero durante todo el mes.

Se trata de un mes festivo por haber recibido de Dios el mensaje del Corán y las noches de Ramadán suelen estar acompañadas por cenas entre familiares y amigos en las que hay siempre un menú más extraordinario de lo habitual, explicó Meryem Abaubou, estudiante de la Universidad de Granada.

En la Calderería, una de las zonas de la ciudad con mayor número de musulmanes, se cierran las tiendas durante la interrupción del ayuno, sobre las 20.00 horas.

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La Universidad restaura su patrimonio artístico para una gran exposición

preparación de los actos del 475 aniversario

La Universidad restaura su patrimonio artístico para una gran exposición

La celebración, el próximo año, del 475 aniversario de la institución académica permitirá rehabilitar las piezas más valiosas de su colección particular

miguel rodríguez
nueva imagen. El Salón Rojo del Hospital Real muestra en visitas guiadas la Inmaculada restaurada.

BLANCA DURÁN
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granada. La Universidad de Granada acaba de iniciar un proyecto que pretende restaurar las obras más emblemáticas de su patrimonio para la gran exposición que se celebrará el próximo año en el seno de la institución académica con motivo del 475 aniversario de la proclamación de su bula fundacional.
La iniciativa de rehabilitación está centrada en las piezas más valiosas del legado de la Universidad –entre las que destacan la Inmaculada de Juan de Sevilla, la obra Adoración de los Reyes Magos y varias esculturas y pinturas fruto de donaciones a lo largo de los años–, que serán restauradas durante los próximos meses con la intención de que luzcan su mejor aspecto en la exposición del legado universitario que tendrá lugar en 2006 en los distintos edificios que la institución tiene destinados a usos culturales.

La pintura de la Inmaculada Concepción de Juan de Sevilla –también atribuida a Alonso Cano– ha sido la primera en ser restaurada. La obra, considerada como uno de los cuadros más valiosos de la Universidad, fue intervenida en el taller del restaurador sevillano Juan Aguilar, cuyo principal trabajo se centró en la limpieza de la pintura, así como en el asentamiento de sus colores originales.

Durante los casi seis meses que se ha prolongado el proceso de restauración, también se realizó un empapelado de la obra para la fijación de la capa de preparación y así poder proceder al reentelado que necesitaba, dadas las malas condiciones en que se encontraba el lienzo original. La zona que más sufrido en el proceso de tratamiento ha sido el manto de la Inmaculada, ya que en una restauración anterior se utilizó un producto elaborado con sosa caústica que la dañó sin retorno. Afortunadamente, en esa intervención que se realizó en el siglo XIX no se tocaron ni las caras ni las manos de la Virgen, explica José Luis Requena, especialista en patrimonio de la Universidad de Granada que se encarga de coordinar el programa de visitas guiadas a la obra.

Tradicionalmente, la Inmaculada Concepción de la Universidad de Granada se atribuyó desde sus orígenes a Alonso Cano, pero fue en 1954 cuando el historiador inglés H. E. Wethey puso en tela de juicio la autoría de la obra, que por sus características iconográficas podría ser original de Juan de Sevilla, uno de los discípulos canescos más aventajados. La imagen de la Inmaculada de Alonso Cano sentó los cánones de la representación tradicional mariana en Andalucía, lo que llevó a la copia del modelo en varias ocasiones, como sucede en la Inmaculada de la Iglesia de San José en Granada.

Ubicada desde sus orígenes formando parte del retablo de la capilla de la antigua Universidad Literaria (actual Paraninfo de la Facultad de Derecho), la obra pasó después de la exclaustración de los jesuitas a formar parte del Patrimonio de la Universidad de Granada, donde desde principios del siglo XX ha permanecido en el edificio del Rectorado.

La Universidad prepara ahora la restauración de nuevas obras de su legado que también estarán presentes en la exposición conmemorativa del próximo año. Así, ya se han iniciado los trabajos de intervención de una de las obras de Francisco Gómez de Valencia, y está previsto proseguir con la intervención del resto de piezas más emblemáticas. Mientras tanto, el área de Patrimonio ha organizado una serie de visitas guiadas para difundir el proceso de restauración de la Inmaculada Concepción atribuida a Alonso Cano, que tendrán lugar los días 10, 13 y 17 de octubre a partir de las cinco de la tarde en el Salón Rojo del Hospital Real.

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«Las propuestas documentales atraviesan un momento excelente»

an de dios salas. director del cine club universitario y programador de la filmoteca andaluza

Las propuestas documentales atraviesan un momento excelente

esther falcón
director. Juan de Dios Salas cumple una década en el Cine Club.

REBECA ROMERO
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Granada. A unas horas de la primera proyección de la temporada, el director del Cine Club de la Universidad de Granada, Juan de Dios Salas, explica los pormenores de la programación y anuncia la continuidad de los cursos de formación. El sello de su criterio cinematográfico quedará también impreso en las películas que, en breve, podrán verse en la sala que la Filmoteca Andaluza abre en la ciudad.
–¿Por qué empieza con Chaplin?

–Se cumple el 80 aniversario del estreno de La quimera de oro. Además, hay una serie de copias nuevas que son las que vamos a proyectar nosotros.

–Las películas de Chaplin son ejemplo de crítica social y política, también de actualidad…

–Él siempre utiliza el humor para invitar a la reflexión. Además que sus películas sean universales, es que no ha pasado el tiempo por ellas: pese a que el espectador de ahora no está acostumbrado al cine mudo y en blanco y negro, con ese ritmo, sigue resultando muy interesante. Uno de los objetivos con este ciclo es acercar a la gente a un tipo de cine que habitualmente no ve. Esa es una de las funciones de un Cine Club.

–¿Qué otras características tendrá la programación de esta temporada?

–Se mantiene la línea seguida en los diez años que llevo como director: recuperar clásicos para ver la historia fundamental del cine y rarezas importantes; también proyectar trabajos que no llegan a las salas de Granada porque no vienen en versión original, porque duran poco en cartelera o porque están fuera de los grandes circuitos de distribución. Aliatar es uno de los ejemplos de la ciudad en poner cosas que nadie pone.

–¿Cuál es el proceso que se sigue para conseguir los títulos?

–Hay que diferenciar entre los clásicos y las películas más recientes. Los primeros se hacen a través de listados de las distribuidoras y sobre ellos se componen los ciclos. Estudiando un poco qué se ha visto en Granada y qué no, qué ha durado muy poco o qué está en versión original se programan las películas más recientes, que se alquilan por un día. Este engranaje, que no se suele conocer, es lo que condiciona la programación. Con las películas que hay disponibles y con el presupuesto que tenemos intentamos hacer la mejor propuesta.

–El público es también activo en este sentido.

–En el Cine Club hay un buzón para sugerencias y, a partir de él, programamos la sección Al gusto del respetable. También hay sorpresas; en ocasiones, títulos que no programaría por considerarlos conocidos para todo el mundo, resulta que hay gente que no los ha visto. O, lo que es más grave, que ni siquiera tiene referencia de ellos.

–¿Atribuye esa laguna a un vacío en la formación cultural básica de los espectadores?

–Ese es el problema fundamental. En este país no ha habido ninguna educación sobre cine, sigue sin haberla y no parece que se vaya a tomar realmente en serio. Cada vez estamos más ligados al mundo de la imagen, pero no hay capacidad para valorar lo que vemos. Últimamente se ha recuperado un poco el cine en la televisión, en eso sí que se ha notado el cambio de Gobierno, pero pesan mucho las audiencias. Es un problema de educación que no tiene visos de resolverse.

–Además de contribuir a ese vacío con Chaplin, ¿qué más podrá verse este curso en el Cine Club?

–En noviembre habrá un ciclo dedicado íntegramente a cine italiano y se proyectará El gatopardo, Ocho y medio o La mejor juventud, que es una película de hace un par de años. Dura seis horas y la fragmentaremos en dos partes. Cuenta la historia de un grupo de jóvenes desde la década de los sesenta hasta la actualidad. En diciembre, semiciclo dedicado a Robert Wise con West Side Story, entre otras, y en enero tenemos un ciclo de documentales contemporáneos.

–Es el género más difícil de ver en salas comerciales.

–Es muy complicado, pero hay un interés cada vez mayor por él, lo que demuestra su excelente momento. Está dando muchas sorpresas en cuanto a calidad.

–Y también traspasando un poco las fronteras de los festivales.

–Exacto, a eso ha ayudado, por ejemplo, el trabajo de Michael Moore. Al final todo es cuestión de publicidad, hay que desterrar la idea de que lo bueno tiene detrás una superproducción. Conocer cómo funcionan las campañas de publicidad es fundamental, porque cada vez hay más información y peor. No se debe creer que porque se anuncia mucho es mejor. En este sentido es muy importante la formación. Desde el Cine Club y a través de los cursos que organizamos intentamos cubrir un poco eso.

–¿Existe un perfil concreto de asiduos al cineclub?

–Hay gente que está siempre, reconoces las caras. Pero se ha convertido en lugar de reunión de cinéfilos, un punto de encuentro alrededor del cine. Creo que cumple realmente la función de extensión, porque hay desde chavales de instituto hasta gente mayor, trabajadores y estudiantes. Es muy gratificante darse cuenta de que muchas personas han aprendido a amar el cine a partir de las propuestas que les has planteado.

–¿Cuándo comenzará a funcionar la nueva sala de la Filmoteca de Andalucía?

–Antes de fin de año con toda seguridad y con programa los lunes, martes y jueves.

–Será una buena contribución al cine en la ciudad.

–Entre la Diputación, tan veterana como la Universidad en cuanto a los ciclos de cine y fidelidad, y la nueva sala Val del Omar creo que va a existir la posibilidad de ver cine alternativo todos los días de la semana. Habrá que esperar la respuesta, porque estamos en una ciudad universitaria y con muchas actividades culturales, pero al final se reduce a un grupo de gente que es al que interesan todas las propuestas. Y se recicla muy poquito. La cuestión es si habiendo una oferta más amplia hay público al que ofrecérsela.

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