literatura
Las intrigas de la traducción literaria
El autor de la versión española de Master and Commander entrega en Granada los Premios Francisco Ayala de Traducción
Patri Díez
PRemios. M. Antón, C. I. López, vicedecana de alumnos de la Facultad de Traducción, y J. A. Sabio.
BELÉN RICO
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granada. La Universidad de Granada ha querido sumarse a los actos del centenario de Francisco Ayala divulgando una de las facetas menos conocidas del escritor: su valorado trabajo como traductor de destacados autores como Rilke, Alberto Moravia o Thomas Mann. Éste, justamente, ha sido el motivo por el que la institución académica decidió crear el Premio de Traducción Francisco Ayala, cuyos galardones se entregaron ayer en un acto celebrado en la Facultad de Traducción e Interpretación.
El acto contó con la presencia de Miguel Antón, responsable de la traducción al español de la novela y del guión cinematográfico de Master and Commander. Él fue el encargado de reflexionar sobre los vericuetos de la traducción literaria, un trabajo muy sacrificado y mal pagado y que además calificó como un campo de minas. Antón destaco la importancia de la vocación a la hora de dedicarse a este quehacer, aunque también hay encargos de libros que no tienen nada que ver con uno o de mala calidad. Las editoriales no son conscientes de lo que se puede llegar a implicar un traductor con su trabajo, comentó Antón sobre su obsesiva labor con las novelas de Patrick Obrian, escritor de Master and Commander.
Durante la conferencia, que llevaba por título La aventura de la traducción náutica, Antón explicó cómo un traductor de tierra adentro debería enfrentarse a la maraña de palabros técnicos y menos técnicos relacionados con el mar, la maniobra, la guerra naval y las gentes que la libran y la libraron. También habló de cómo documentarse, a quién recurrir y de su evolución como experto en la disciplina, que calificó como lo más freaky de la traducción. Tras la ponencia, José Antonio Sabio, profesor del Departamento de Traducción de la Universidad de Granada, fue el encargado de repasar la labor de Ayala como traductor, que desarrolló fundamentalmente durante el exilio.
Ayala calificaba la traducción como trabajo poco conocido, que no se valora y que está mal pagado, algo agotador, aseguró José Antonio Sabio. Además de haber dejado huella en la literatura española con la traducción de obras canónicas, el profesor destacó la importancia de Ayala como teórico. Después del libro de Ortega y Gasset sobre la traducción él fue el segundo en abordar la cuestión. Entre finales de 1946 y principios de 1947 publicó en Argentina cuatro artículos sobre el tema. En 1965 Taurus editó el ensayo con el título de Problemas de Traducción. Además de explicar la importancia de Ayala en la traducción literaria, Sabio comentó algunas opiniones del escritor granadino sobre este campo, a mitad de camino entre el respeto por la lengua original y las versiones más libres, entre las más feas y las más literarias.
Después se procedió a la entrega de las distinciones al ganador del primer premio Jesús García Ruiz, que no pudo asistir a la ceremonia, y a María del Puerto, que obtuvo el primer accésit. El acto se cerró con la lectura de las bases de la segunda convocatoria, en la que podrán concursar alumnos de Traducción de toda España frente a esta edición, en la que sólo han participado de Granada y Málaga.