Dos experiencias tratan de validar y hacer llegar varios cuestionarios a los farmacéuticos para valorar la opinión de los usuarios de la farmacia
Test de satisfacción en AF, acicate para mejorar el trabajo del día a día
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El farmacéutico necesita tomar el pulso a los usuarios para conocer cómo valoran los servicios de atención farmacéutica (AF) que reciben. Para ello, los cuestionarios de satisfacción elaborados y validados por los propios boticarios se presentan como la mejor herramienta, cuya utilidad es interpretada de distinta forma por varios expertos en AF consultados por este periódico.
Gema Suárez Mellado. gsuarezm@recoletos.es
Todos coinciden en que estos test pueden servir como un acicate para mejorar el trabajo diario. Ahora bien, que los resultados de estos cuestionarios constituyan un impulso y una consolidación para la AF no es una idea defendida unánimemente. Así, mientras que José Ibáñez, presidente de la Sociedad Española de Farmacia Comunitaria (Sefac), y Francisco Martínez, vicepresidente primero de la Fundación Pharmaceutical Care, consideran que nada tiene que ver la consolidación de la AF con los resultados obtenidos en los cuestionarios de satisfacción, para otros especialistas como N. Floro Andrés, del Grupo Berbés del COF de Pontevedra, tener datos tangibles sobre la satisfacción de los usuarios de la farmacia permitirá mostrarlos al resto de compañeros y demostrarán que la sociedad percibe la labor del boticario como un valor añadido.
Sean cuales sean las aplicaciones, en España se están desarrollando varias iniciativas que tienen como objetivo validar y poner en práctica diversos cuestionarios de satisfacción que puedan utilizarse por todos los farmacéuticos del país.
En Sevilla
Uno de estos trabajos lo están llevando a cabo el Grupo de Investigación en Farmacoterapia y Atención Farmacéutica de la Facultad de Farmacia de Sevilla y el COF de la misma provincia con el objetivo de validar un cuestionario de satisfacción ya aprobado en Argentina.
Y es que la Facultad de Ciencias Bioquímicas y Farmacéuticas de la Universidad de Rosario (Argentina) se ha puesto en contacto con la Facultad de Farmacia de Sevilla para que farmacéuticos de la capital hispalense validen este formulario, de forma que se convierta en un instrumento aceptado en América y en Europa, concretamente en el ámbito de los países de habla hispana. María José Martín Calero, directora del grupo que está realizando este trabajo, explica a CF que el cuestionario está formado por veintisiete apartados que abordarán cuestiones como la valoración de los usuarios de la información sobre medicamentos que reciben en la botica, cómo son atendidos, si creen que el seguimiento farmacoterapéutico les está ayudando a resolver sus problemas de salud, cómo califican el consejo farmacéutico y si les parece adecuada la dispensación e indicación cuando solicitan un medicamento sin receta, entre otras muchas preguntas. Para que se pueda validar el test -continúanecesitaremos reunir unas doscientas encuestas y para dar mayor solidez científica a la investigación queremos hacer un grupo control y otro intervención y comparar las respuestas de los cuestionarios.
A esta experiencia se suma otra similar que pretenden poner en marcha Mercé Martí, de la Fundación Pharmaceutical Care, Sebastián Martínez, farmacéutico comunitario de Granada, y Pedro Armando, boticario de Argentina, cuya tesis doctoral realizada en la Universidad de Granada también versa sobre este asunto. La intención es hacer llegar al mayor número de boticarios posible, españoles y argentinos, dos cuestionarios ya validados: uno sobre indicación y otro sobre dispensación. Las encuestas (prevén conseguir entre mil y dos mil) se realizarán entre marzo y abril.
¿Mejor uno o varios?
La pregunta que surge entonces es: ¿sería conveniente que hubiera un único cuestionario validado para todos los farmacéuticos? La mayoría de los especialistas consultados defiende que no tiene por qué. Es más, Andrés e Ibáñez creen que es bueno que haya test distintos, según el estudio que se quiera realizar y qué actividad de la AF se quiera valorar; opinión que no comparte Francisco Martínez, quien defiende la idoneidad de un único cuestionario.
Lo importante es que detrás de los test haya una institución de prestigio, una universidad o una sociedad científica, que los avale, señalan todos.
Andrés y Martínez añaden que en la elaboración de las preguntas deberían participar, además de los boticarios, asociaciones de consumidores, psicólogos y médicos.
Un debate con el paciente como núcleo principal
N. Floro Andrés (COF de Pontevedra): Los test de satisfacción servirán para impulsar la AF
Los farmacéuticos creemos que los usuarios valoran los servicios de atención farmacéutica (AF), pero tenemos que verificarlo con datos fiables que puedan comunicarse a la sociedad, a los compañeros y a otros profesionales de la salud, como los médicos; de esta forma estos cuestionarios servirán para impulsar la atención farmacéutica.
M ª José Martín (Facultad de Farmacia. Sevilla): Necesitamos herramientas que nos permitan conocer cómo trabajamos
Existen cuestionarios de satisfacción en países como Estados Unidos y Canadá que han sido validados en Argentina. En España, también necesitamos herramientás específicas y validadas que nos aporten resultados objetivos que nos permitan conocér cómo estamos trabajando.
José Ibáñez (Sefac): No sabremos el impacto de nuestro trabajo sin escuchar al paciente
Tenemos que conocer los aspectos más técnicos de nuestras actuaciones y averiguar las expectativas de los usuarios con respecto a ellas, saber cuáles son sus necesidades porque si no escuchamos al paciente no sabremos el impacto que puede llegar a tener nuestro trabajo.
Francisco Martínez (Pharmaceutical Care): Un cuestionario es útil si la gente entrevistada tiene cultura sanitaria
Los cuestionarios de satisfacción permiten identificar las necesidades de la población en materia de medicamentos y para el farmacéutico son una herramienta útil en el ejercicio de su profesión siempre y cuando previamente exista una cultura sanitaria por parte de la población entrevistada. Además, estos test deberían incluir aquellas preguntas que permitan valorar la mejora o no de los problemas de salud que le preocupan al paciente.
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