– Las novatadas de Medicina ensucian la plaza de la Universidad y cierran centros
Los estudiantes se fueron después de pasearse por varias calles al botellódromo Los veteranos rocían a los borregos de todo tipo de vinagres, vinos y huevos.
Los alumnos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Granada (UGR) no perdonan las novatadas. Lo habían avisado y el decano también les había aleccionado. Cumplieron. Bueno, algunas de las instrucciones se las saltaron, pero no hubo problemas. Lo que no se olvidaron un año más es ir a la plaza de la Universidad -puerta de Derecho- y dejarla impregnada de olor a vinagre, vino y embadurnada de harina, mayonesa… Ante el pasacalles/desfile de los borregos -alumnos de primero- y veteranos, la Facultad de Derecho y la de Ciencias echaron sus puertas y pusieron seguridad. Podía entrar quien quisiera, pero sin llevar bebidas ni pinturas. En el Politécnico dicen que se colaron algunos, pero no hubo problemas.
La fiesta empezó temprano. En la Facultad de Medicina los alumnos de cuarto disfrazados con todo tipo de velos, pantalones… emulando a Aladino, el genio y su lámpara maravillosa y su séquito (o algo así), fueron los encargados de sacar a los estudiantes de primero. Todo al grito de Lucas, Lucas… Les esperaban en el pasillo descubierto que hay en la Facultad y no con las manos vacías. Los de segundo, tercero, cuarto, quinto y sexto estaban cargados de huevos, agua, vino, colorante, mayonesa, tomate… ¿hasta caldo de pollo! El resultado: borregos rebozados.
Después del desfile por el patio de Medicina, comenzó entre cantos y ya con mejor cara los novatos el paseo por la Avenida de Madrid, San Juan de Dios hasta la plaza de la Universidad. No faltaron las miradas de los viandantes, algunos que les preguntaban qué celebraban o qué estaban echando y bebiendo porque el olor a vinagre y vino junto a los huevos… era poco agradable.
Los veteranos no perdían de vista a los novatos para que no se les escaparan. Tampoco cesaron los cantos: «Qué buenos son los hermanos veteranos, qué buenos son que nos llevan de excursión». El final de la excursión fue el botellódromo. Es el primer San Lucas que celebran en la Facultad de Medicina, su patrón, con la ley antibotellón en vigor y la primera que no volvieron a su centro. Eso sí, el vino ayer no faltó.
Tradición
El decano de la Facultad de Medicina, José María Peinado, que estuvo todo el tiempo pendiente de que en el centro no entraba bebida ni se ensuciara, dijo que no le gustan las novatadas, pero recordó que esta es una tradición histórica que forma parte del centro y una forma de «integración». Defendió las buenas notas de los alumnos de esta Facultad y el prestigio. Ayer, recordaron como hace muchos años en algún San Lucas le metieron una cabra en clase a un catedrático.
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